viernes, 31 de mayo de 2013

Imprevisible involucramiento de la infanta Cristina en la causa penal de su marido

La absolución del culpable es la condena del juez.
- Publio Siro - 
 
En concepto de Francisco de Quevedo, menos mal hacen los delincuentes que un mal juez. A veces condenan al inocente y absuelven al culpable, es decir, se produce lo que se llama desafuero, surge el maldito acto torticero. La justicia -dice nuestro mismo autor- es una constante y perpetúa voluntad de dar a cada uno lo que le toca. Lo mismo toca a Urdangarín que a la infanta Cristina, porque son "tanto monta, monta tanto", beneficiarios de enriquecimiento torticero, que en Derecho es el obtenido con injusticia y en daño de otro, y que se considera ilícito e ineficaz. Como también afecta a fondos públicos ese otro es la sociedad; una sociedad que a causa de tan enorme corrupción que hubo de sufrir, con indiferencia de los gobiernos a la misma y en parte por ellos practicada, se quedó sin pan, que es decir trabajo, y que pide justicia. Es corriente que ésta se le niegue, ya que, como dice Chateaubriand, la justicia es el pan del pueblo; siempre está hambriento de ella. ¿Dónde está en esta España de recortes mal distribuidos la justicia social? Ni de ningún tipo para muchos, pues no debiera un solo corrupto escaparse de ella. 

Desimputaciones.
       
La opinión de catedráticos de Derecho de primeras Univesidades es que su imputación es de una claridad diáfana. Pero se libró por la Audiencia Provincial de Palma con el voto en contra de uno de los tres magistrados. El magistrado en discordia, Juan Jiménez Vidal  dejó demostrado en su escrito -puede leerle cualquiera, está en pdf- que existen razones sobradas para imputar a la mujer de Urdangarín, otra cosa es querer disvirtuar la historia de este affaire para que no forme parte. ¡Menudo escándalo "comercial" el de este matrimonio de la realeza. El lunes 27 de este mes de mayo aparecía la noticia de que la fiscalía podía solicitar para el celebérrimo yerno del rey 17 años de cárcel. ¿A qué viene adelantarse al trabajo del juez instructor? Todo es ir preparando a la chita callando la defensa de ambos, ella que quedé incólume y él que apenas sufra condena. Sea ésta la que fuere, no cabe pensar que la cumpla ante lo que venimos teniendo a la vista y continúo tratando. Coincido con Jiménez Losantos en que toda esta operación es el telón de hierro para no procesar de ninguna manera a la hija del rey. ¿Por qué? Pues porque el rey no quiere.   

sábado, 25 de mayo de 2013

España en la ruina por la mala política y la generalizada corrupción

Los políticos no son necesarios, pero ellos nos convencen de que los
necesitamos para resolver los problemas que,sin ellos, no existirían.
- Fernando Sánchez Dragó -

Lo malo que ha de existir el Estado, que es imprescindible como mal menor, como justifica, verbigracia, Schopenhauer. Ya que en la actualidad nos esquilman, que no nos quiten la libertad de expresión, garantizada por la Constitución, que, pese a ello, otras cosas nos quitarón. 

De hombre despreciable, política despreciable.
Dice Aristóteles, en "La política", que el hombre es un animal político, así define la raza humana. Para Anatole France es: ese animal llamado hombre. Lo apunta con alusión a la tercera acepción que el DAE da de la palabra animal: Persona de comportamiento instintivo, ignorante y grosera. En el fondo -y en su seperficie- mala, aun a veces no dándose en ella la ignorancia y/o la grosería. Muchas son las opiniones que hay del individuo humano, por lo general inhumano, tildándose a la humanidad de cruel. Por ejemplo, Baltasar Gracián, en "El Criticón", escribe de la humana fiereza:

 ... que si los hombres no son fieras es porque son más fieros, que de su crueldad aprendieron muchas veces ellas. [...] Y, porque lo entiendas, advierte que entre los leones y los tigres no había más que un peligro, que era perder esta vida material y perecedera, pero entre los hombres hay muchos más y mayores: ya de perder la honra, la paz, la hacienda, el contento, la felicidad, la conciencia y aun el alma. ¡Qué de engaños, qué de enredos, traiciones, hurtos, homicidios, adulterios, envidias, injurias, detracciones y falsedades que experimentarás entre ellos! Todo lo cual no se halla ni se conoce entre las fieras. No hay lobo, no hay león, no hay tigre, no hay basilisco, que llegue al hombre: a todos excede en fiereza. 

lunes, 20 de mayo de 2013

Llamando las cosas por su nombre, sin ambages o eufemismos

 La verdad se corrompe tanto con la mentira como por el silencio.
                                          - Cicerón -

No hay que callarse a las mentiras de nadie, sino hablar y, como reza el dicho, llamar al pan, pan y al vino, vino. Otra cosa son la conveniencias sociales, emitir sin to ni son lo que es desagradable, ello es incurrir en falta de tacto, circunspeción, falta de elegancia ética, cuando no clara grosería. Por ejemplo, espetar a una mujer fea que lo es, o a un hombre que es bruto, aunque sea un gañán. En el caso que nos ocupa es que se trata nada menos que de legítima defensa. ¿Cómo no va el ciudadano a protestar de verse sin trabajo y el daño que lleva inherente: encontrarse no ya comiendo de caridad, si la encuentra, sino en un mal tan grande o mayor que verse sin pane noster cotidianum, el pan nuestro de cada día, y es verse desahuciado, perder su vivienda, lo que, a su vez, origina una serie de males que al alcance del undividuo de más obtusa inteligencia están. En la calle no se puede residir, que, como digo, la persona no sólo necesita comer. Consignar esto es descubrir el clásico Mediterráneo, lo sé, pero parece ser que los políticos no lo han descubierto todavía. Al extremo de privar de trabajo y de vivienda ha llegado su torpe política y, por añadidura, despilfarros y gigantesca cosecha de chorizos.           

Es echar un capote, valga la expresión taurina, atribuir el Gobierno el suspenso de la monarquía a la crisis. Aparte de que España detesta este régimen obsoleto, absurdo en nuestros días, radica el repudio en los escándalos de la familia que la representa. Tampoco se puede decir, como algunos escriben, que su descenso  de estimación se deba a los escándalos que han salpicado a la Casa del Rey; hay que hablar o escribir con propiedad gramatical. Salpicar es repercutir un asunto reprobable o delictivo sobre una persona o entidad; véase el DAE. Resulta, pues, hablando con propiedad, que no salpicaron los escándalos del Gobierno y Empresas a la familia real, sino que ésta los perpetró por sí misma y que fue la pionera en no proceder con ejemplaridad, y esto fue en la niñez de las infantas y el príncipe, después vendría los estrambóticos matrimonios de éstos y unos yernos muy dados a ser... "empresarios". A Jaime Marichalar, marido de la infanta Elena,  le eliminó el divorcio -en el argot de esta familia real se denomina "separación temporal", y quedó Iñaki Urdangarín de auténtico as de las finanzas. No más que en el terreno de la picaresca, por supuesto, porque lo de él es el balonmano, pero teniendo en su ayuda a un profesor de ESADE y, ambos, a la realeza -él mismo lo es conyugalmente- sólo cabía esperar el éxito alcanzado. 

jueves, 16 de mayo de 2013

De la corrupción en la monarquía actual, y lo que va de antaño a hogaño

La corrupción es causa directa de la pobreza de los pueblos
y suele ser la razón principal de sus desgracias sociales. 
(Jorge González Moore -escritor e ingeniero colombiano)  

Nihil novum sub sole, nada nuevo bajo el sol. Los Borbones españoles, a excepción de Carlos III, fueron dados al trinque. Unos más que otros, claro está, y alguno fue expulsado de España por su cleptomanía, tal como la sobrina y cuarta esposa de Fernando VII el Felón, la cual contrajo segundo matrimonio -por un tiempo secreto para continuar su regencia-con un individuo de la escolta, el guardia de corps Fernando Muñoz, hijo de la estanquera de Tarancón, al que llenó de honores: duque de Riánsares (un río de Castilla-La Mancha), marqués de San Agustín, Grande de España de Primera Clase, etcétera de honores. Y en lo militar ascendió a teniente general. Hijos, que de momento habían de ser en secreto, tuvieron siete, todos con sus correspondientes títulos nobliliarios: 

"Don Agustín María, que fue más tarde duque de Tarancón; doña María del Amparo, condesa de Vista Alegre; doña María de los Milagros,marquesa de Castillejos; doña María Cristina, marquesa de la Isabela; don Fernado María, marqués de San Agustín; don Juan María, conde del Recuerdo; don José María, conde de Gracia. Los títulos nobiliarios, con otros más rimbombantes y numerosos, fueron concedidos a la semiegregia prole después del retorno de María Cristina, a la caída de Espartero".(1)

domingo, 12 de mayo de 2013

LA IGUALDAD ANTE LA LEY

Conocemos todos el articulo 14 de la Constitución al que más de una vez hube de aludir. Me quejé en mi artículo "La ley no es igual para todos", y ahora abundo en ello, de que es mero mito, que, como tal, se le atribuyen cualidades que no tiene, que en realidad carece de ellas. He aquí una viñeta que deja evidente lo que va de lo vivo a lo pintado, y que inserto en tamaño suficientemente grande para que se lea el texto que está al pie de las fotos, así como el que las encabeza.    


Por supuesto que nadie puede dejar de  pensar que este caso es una basura, que todos hemos de levantar la mano. Es muy dura la justicia con Emilia Soria, mientras con Iñaki Urdangarín no puede ser más laxa, floja, benevolente. Hay una diferencia radical entre un caso y otro, parece como si la aplicación de la justicia fuera inversamente proporcional al delito cometido; pequeño, mínimo y hasta con eximente, el de ella; enorme y con agravantes el de él, enormemente repulsivo. 

El medio año que le añaden de condena bien pudieron evitárselo a fin de que, siendo una persona decente, no ingresara en la cárcel -al fin no ingresó, pero por hacerlo imposible su honradez-, mas Urdangarín por los varios delitos que se le imputan tiene bastantes años de prisión, siendo inconcebible que aún goce de libertad y, tras ser despedido en Telefónica, le hagan un contrato para trabajar en Qatar. Será por poco tiempo, pues está muy avanzado su proceso penal. 

miércoles, 8 de mayo de 2013

DOS FALLOS, DEFICIENCIAS, MÁS DE LA MONARQUÍA ESPAÑOLA ACTUAL

Me dejó perplejo la noticia sobre el Pacto Casa del Rey. Luego se trató de echar marcha atrás en lo posible, quedando peor por cuanto fue una chapuza; lo que no admite buen arreglo es mejor no intentarlo. La extemporánea salida de su majestad ha motivado réplicas como estas:
El rey no tiene ninguna capacidad para hablar, para hablar está el Parlamento. El rey está para representar a España fuera de España, y si vienen maldades está para defender la unidad de España. ¿Qué va a hacer en Cataluña? (Jiménez Losantos)-
¡Que manía de no someterse a la Constitución! A ella ha de someterse también el rey. De ello hay que lamentarse un día sí y otro también. No se hizo, aunque lo parezca, para que fuera interpretada ad libitum por él y por el Gobierno, siguiéndose otros caminos y por ellos arribar al paraje economico y político en que nos encontramos. Y sin salir aún de la mentira y de la corrupción. Quousque tandem!, ¡hasta cuándo! El escepticismo se adueñó del sufrido ciudadano que paga, sin deberse a él, los errores de los políticos y los robos que proliferaron en muchos políticos, banqueros, grandes empresarios, inmobiliarias -a éstas favoreció una Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU)- y demás de la familia de corruptos. 
Cuando los españoles dicen que no creen en la monarquía, que no creen en los jueces, que no creen en el Parlamento, que no creen, sobre todo, en los partidos políticos, es que tienen razón, pero toda la razón. ¿Cómo van a creer si vas dando bandazos incluso en las postrimerías? Pero si están en las últimás y todavía van engañando al personal, improvisando y haciendo la primera tontería que se tercie. (El mismo).

lunes, 6 de mayo de 2013

EL PARO Y LA CORRUPCIÓN IMPARABLES

La corrupción es causa directa de la pobreza de los pueblos
y suele ser la raón principal de sus desgracias sociales. 
-Jorge González Moose-  

La corrupción es el venero, o sea, origen y principio de donde procede la actual pobreza de innúmeros españoles y de la indigencia de la España de hoy. Dramáticamente, y no ha dejado de serlo trágicamente para bastantes españoles, aunque ocultado por el Gobierno, la pérdida del puesto laboral continúa produciéndose de modo acelerado. Y Mariano Rajoy a verlas venir.¿Ver venir qué? Nada bueno; mucho malo. Aún no se ha enterado que como presidente del Ejecutivo tiene que ejecutar, dicho sea en las acepciones de poner por obra algo y en la de desempeñar con arte y habilidad algo. Parece que ignora que Poder Ejecutivo es el que tiene a su cargo gobernar el Estado y hacer cumplir las leyes -hacérselas cumplir incluso a los catalanes, que las obvian cuando quieren-, y que, por consiguiente, no puede adoptar la inacción por lo contrario de lo que su cargo exige y el nombre del mismo explica. No puede situarse a la expectativa, su obligació es actuar, hacer algo, y lo evidente es que Mariano Rajoy no hace nada, absolutamente nada positivo pues hay que restar el daño que hace a traves de sus ministros. Unánimemente la ciudadanía se queja de éstos y piden su dimisión. 

jueves, 2 de mayo de 2013

LA MONARQUÍA QUE PADECEMOS

De la monarquía absit, Dios nos libre, y ya que la llevamos padeciendo treinta y siete años, que nos veamos liberados de ella lo antes posible, que pronto puedan producirse las pertinentes Elecciones Generales. España no es monárquica, ni nación alguna podía serlo con la monarquía que padecemos y sin haberla votado, pues no hay quien ignore que ésta  no fue votada por los españoles, sino impuesta por la dictadura franquista, y con este antecedente se pretende por algunos, obviamente con inconfesales fines, no ya de que continúe de por vida el rey colocado por Franco -pudo colocar cualquier otro de los aspirantes que tenía-, también que, en vida o en muerte, el príncipe Felipe herede la finca -léase corona- cuando muy mal asentada, como vemos, está en la cabeza de su padre. Recordemos una vez más la frase de la hija menor de Isabel II, la infanta Eulalia, ninguna corona se ciñe lo suficiente como para no caerse.