Conocemos todos el articulo 14 de la Constitución al que más de una vez hube de aludir. Me quejé en mi artículo "La ley no es igual para todos", y ahora abundo en ello, de que es mero mito, que, como tal, se le atribuyen cualidades que no tiene, que en realidad carece de ellas. He aquí una viñeta que deja evidente lo que va de lo vivo a lo pintado, y que inserto en tamaño suficientemente grande para que se lea el texto que está al pie de las fotos, así como el que las encabeza.
Por supuesto que nadie puede dejar de pensar que este caso es una basura, que todos hemos de levantar la mano. Es muy dura la justicia con Emilia Soria, mientras con Iñaki Urdangarín no puede ser más laxa, floja, benevolente. Hay una diferencia radical entre un caso y otro, parece como si la aplicación de la justicia fuera inversamente proporcional al delito cometido; pequeño, mínimo y hasta con eximente, el de ella; enorme y con agravantes el de él, enormemente repulsivo.
El medio año que le añaden de condena bien pudieron evitárselo a fin de que, siendo una persona decente, no ingresara en la cárcel -al fin no ingresó, pero por hacerlo imposible su honradez-, mas Urdangarín por los varios delitos que se le imputan tiene bastantes años de prisión, siendo inconcebible que aún goce de libertad y, tras ser despedido en Telefónica, le hagan un contrato para trabajar en Qatar. Será por poco tiempo, pues está muy avanzado su proceso penal.
Veremos qué sentencia emite, pero por, exacta que sea, todos nos preguntamos: ¿Ingresará el yerno del rey en la cárcel o continuará trabajando en Qatar? (Al parecer esto ha dado al traste, pero adonde quiera la monarquía llevársele). Visto lo visto... Yo recuerdo aquel romance 24 de la "Flor nueva de romances viejos", recopilado por Ramón Menéndez Pidal, el cual dice: Cosas veredes, mio Cid, que harán fablar las piedras. Y las veremos tanto en la monarquía como en el gobierno. De momento, y con referencia a la ley, estamos viendo hechos como este:
Y en libertad están tantos otros, y algunos sin haberse ocupado de ellos todavía la Justicia bajo cuyo poder deben caer por sus conocidos trinques. Algunos de éstos se escudan en el miedo que tienen quienes les cobijan, porque si hablan..., así que es mejor no "molestarles" demasiado, tratarles lo mejor posible. Bárcenas ha hecho temblar al gobierno.
Por lo que se le reprocha a la ministra de sanidad, Ana Mato, debiera dimitir. Nadie ignora sus grandes fiestas y viajes pagados por los "capos" de la trama de corrupción Gürtel vinculada al PP. Esta trama le pagó al matrimonio Sepúlveda-Mato un coche Jagüar que ella no sabía que estaba aparcado en el garaje de su chalet. Y no lo sabía porque de nada sabe ni se entera, de aquí que la pongan el alias de "Asnita". Dejo de relatar los despilfarros -pagados- de esta señora y su ex marido, pero no dejo de consignar, pues la vemos jurando su cargo político ante la Biblia y el crucifijo, que es creyente católica. También lo es Urdangarín, se le ha visto acudir a misa en Baqueira Beret, donde su suegro le deja su chalet para que el matrimonio pase los fines de semana como lenitivo a lo que sufre al ser persguido por la Justicia, lo que nunca pensó al tener un suegro rey. Y aún menos su esposa, la infanta, tan indignadfa ahora al ver que, aunque lo esté, el juez que instruye el sumario de su amado cónyuge se atreve a involucrarla en los... "negocios" que en comandita realizaron.
Ana Mato, Urdangarín y, obviamente, un sinfín de adictos y adeptos al PP, empezando por el gobierno actual, son católicos ¿Pero actua cristianamente el presidente Rajoy? Nada más lejos de ello; puede denominársele el segundo Padre de la Mentra. Los políticos, ya el gobierno, ya en general, no son creídos como benefactores de la sociedad, y son muchos los que le señalan como individuos que van a su negocio. Es el criterio de varios autores, de antaño y hogaño -aquí prescindo de citas sobre el particularr-. El caso es que los políticos que son devotos, que no "prometen" su cargo sino que le juran, para luego... , verse en ellos en primer lugar la mentira, son unos fanáticos. Véamos la opinión de este escritor y filósofo de Estados Unidos, fallecido hace tres décadas:
Es evidente que el creyente fanático no es consciente de su envidia, malicia, mezquindad y falta de honradez. El peor fanatismo es el religioso, ya dijo Feredico II el Grande, emperador de Prusia: Sabemos los crímenes que ha causado el fanatistismo en la religión. Cuidemos de no introducir el fanatismo en la filosofía.
Aparte de la católica "a la carta", la presunta corrupta ministra -de ella en balde se pide su dimisión, pues a Rajoy no le importa tenerla en su gobierno-, de Urdangarín y demás devotos como ellos, pueden serlo también para presumir de buena persona. En verdad que, como dice el siguiente letrero:
Desbarran, sí, categóricamente. Por ser ateo no se es más inteligente, ni por ser religioso, mejor persona. Hay "santos" ateos, y hay canallas religiosos. Siempre fue así en la Historia, incluidos reyes y papas. Y, dicho sea de paso, de éstos no todos fueron creyentes, así como bastantes de ellos malos cristianos. Puede ser cristiana la familia real, y no dudo que lo sea, a todos ellos les obliga su realeza en España, pero actuaron como buenos cristianos? La corrupción económica va contra el Mandamiento de la Ley de Dios, que taxativamente dice: No robarás. Ni en Religión, ni en Moral, ni en Derecho se justifica el robo por ignorancia, ni aun perteneciendo a una familia real. Que la infanta no se apercibe de los ilegales negocios de su cleptómano cónyuge aun cuando algunos haya hecho junto a ella e incluso haya firmado la adquisición de bienes raices adquiridos por ambos con fondos de tales asuntos, no es para eximirla de participación en las... "gloriosas hazañas de Iñaki", son, pues, "gloriosas hazañas del matrimonio Urdangarín-Borbón". Sólo en éstas ha querido separase de él. Tendrá un día que separarse al menos de su parte de ganancias.
¿Igualdad ante la ley?
No; precisamente es de lo más desigual. El autor de "El espíritu de las leyes", el barón de Montesquieu, piensa, considera, que la ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie. Estamos viendo cómo la aplicación de la ley, y a un extremo increíble, establece diferencias. Por otra parte la aprobación de leyes que causan mucho daño a gran parte de la ciudadanía, ignorando, o afectando ignorar, que nada [hay] más destructivo del respeto por el gobierno y la ley del país que aprobar leyes que no pueden hacerse cumplir. (Albert Einstein). Debe enterarse este gobierno o, si ha leído al citado Montesquieu, darse por enterado de que una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe ser ley porque es justa.
Ha mucho años se dijo que la Constitución es papel mojado, papel en el que se hizo micción; lo pone de relieve que la política puso cada vez más difícil el artículo 47: Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Etcétera. Se fue políticamente al negocio, corrupción por doquier, y a la vista tenemos el punto a que se ha llegado, siendo, evidentemente, la vivienda tan de primera necesidad como el pan nuestro de cada día. Este artículo ha sido despreciado por los gobiernos como tantos otros que se pueden añadrir a estos dos de "igualdad ante la ley" y "Derecho a la vivienda". Con la imagen del ciudadano Iñaki Urdangarín y la ciudadana Emilia Soria queda probado que, como dice Pablo Neruda, el fuero para el gran ladrón, la cárcel para el que roba un pan.
Al yernísimo le tiene la sociedad, de antemano, marcado como el gran caco, siéndolo presunto en tanto sea judicialmente condenado. En lo que atañe a la moral puede también condenar la ciudadanía. Es de esperar que se deje al juez Castro hacer justicia -que tampoco se evada con la infanta, aunque con la desimputación se ha dado un primer paso a ello-, mas en todo caso los hechos están ahí y quedan per secula seculorum, pasarán a la Historia y no, ciertamente, como hechos gloriosos, que en ella no faltan, pero en infinitamente mayor porcentaje los hay tan vergonzosos como los que nos han tocado ver y sufrir con políticos que a ello llevaron a más de una generación, porque nuestros hijos están en paro, amén de los que al trabajo no pueden incorporarse por cualificados que estén. Esta es la España que ha seguido a la dictadura franquista, cuyo preceder es de muy dudosa preferencia o primacía, superioridad. Entonces mal, ¿y después qué? Realmente no hay menos injusticias, y sí bastante más corrupción económica.
La igualdad de la Justicia para todos los españoles ha quedado categóricamente desmentido con el Auto de la Audiencia de Palma, emitido el 7 de mayo de 2013, ya no es que se dore la píldora a Urdangarín sino que se trata de evitar que se la tome su enamorada mujer. Mucho ha de estarlo para no proceder a la ruptura de su matrimonio, que tan necesaria hubiera sido en su día para intentar mejorar su situación y la de su familia, incluida la institución sumamente desquebrajada, ruinosa, por el mismo pater familiae.
Lo ocurrido y, ya en marcha, lo que ocurra con la infanta Cristina marcará un antes y un después.
He consignado la distancia abismal de la ley entre Urdangarín y Emilia Soria, pero la que a tal señora le separa de la consorte de aquél es de matemática astronómica.También es insondable, por citar una tercera, la existente con Ana Mato. Emilia Soria a la cárcel, la infanta en la ley de sucesión al trono, y Ana Mato de ministra. Esta es la igualdad ante la ley que pregona el rey, haciéndose eco de una Constitución que siempre se dio al olvido.
Nadie puede tragarse ya la falacia de igualdad del ciudadano ante la ley.
Voy a cerrar este escrito haciendo alusión a la entrevista publicada el día 10 del vigente mes hecha a Gaspar Llamazares, concretamente a la pregunta y respuesta que estampo a continuación:
El medio año que le añaden de condena bien pudieron evitárselo a fin de que, siendo una persona decente, no ingresara en la cárcel -al fin no ingresó, pero por hacerlo imposible su honradez-, mas Urdangarín por los varios delitos que se le imputan tiene bastantes años de prisión, siendo inconcebible que aún goce de libertad y, tras ser despedido en Telefónica, le hagan un contrato para trabajar en Qatar. Será por poco tiempo, pues está muy avanzado su proceso penal.
Veremos qué sentencia emite, pero por, exacta que sea, todos nos preguntamos: ¿Ingresará el yerno del rey en la cárcel o continuará trabajando en Qatar? (Al parecer esto ha dado al traste, pero adonde quiera la monarquía llevársele). Visto lo visto... Yo recuerdo aquel romance 24 de la "Flor nueva de romances viejos", recopilado por Ramón Menéndez Pidal, el cual dice: Cosas veredes, mio Cid, que harán fablar las piedras. Y las veremos tanto en la monarquía como en el gobierno. De momento, y con referencia a la ley, estamos viendo hechos como este:
Y en libertad están tantos otros, y algunos sin haberse ocupado de ellos todavía la Justicia bajo cuyo poder deben caer por sus conocidos trinques. Algunos de éstos se escudan en el miedo que tienen quienes les cobijan, porque si hablan..., así que es mejor no "molestarles" demasiado, tratarles lo mejor posible. Bárcenas ha hecho temblar al gobierno.
Por lo que se le reprocha a la ministra de sanidad, Ana Mato, debiera dimitir. Nadie ignora sus grandes fiestas y viajes pagados por los "capos" de la trama de corrupción Gürtel vinculada al PP. Esta trama le pagó al matrimonio Sepúlveda-Mato un coche Jagüar que ella no sabía que estaba aparcado en el garaje de su chalet. Y no lo sabía porque de nada sabe ni se entera, de aquí que la pongan el alias de "Asnita". Dejo de relatar los despilfarros -pagados- de esta señora y su ex marido, pero no dejo de consignar, pues la vemos jurando su cargo político ante la Biblia y el crucifijo, que es creyente católica. También lo es Urdangarín, se le ha visto acudir a misa en Baqueira Beret, donde su suegro le deja su chalet para que el matrimonio pase los fines de semana como lenitivo a lo que sufre al ser persguido por la Justicia, lo que nunca pensó al tener un suegro rey. Y aún menos su esposa, la infanta, tan indignadfa ahora al ver que, aunque lo esté, el juez que instruye el sumario de su amado cónyuge se atreve a involucrarla en los... "negocios" que en comandita realizaron.
Ana Mato, Urdangarín y, obviamente, un sinfín de adictos y adeptos al PP, empezando por el gobierno actual, son católicos ¿Pero actua cristianamente el presidente Rajoy? Nada más lejos de ello; puede denominársele el segundo Padre de la Mentra. Los políticos, ya el gobierno, ya en general, no son creídos como benefactores de la sociedad, y son muchos los que le señalan como individuos que van a su negocio. Es el criterio de varios autores, de antaño y hogaño -aquí prescindo de citas sobre el particularr-. El caso es que los políticos que son devotos, que no "prometen" su cargo sino que le juran, para luego... , verse en ellos en primer lugar la mentira, son unos fanáticos. Véamos la opinión de este escritor y filósofo de Estados Unidos, fallecido hace tres décadas:
Es evidente que el creyente fanático no es consciente de su envidia, malicia, mezquindad y falta de honradez. El peor fanatismo es el religioso, ya dijo Feredico II el Grande, emperador de Prusia: Sabemos los crímenes que ha causado el fanatistismo en la religión. Cuidemos de no introducir el fanatismo en la filosofía.
Aparte de la católica "a la carta", la presunta corrupta ministra -de ella en balde se pide su dimisión, pues a Rajoy no le importa tenerla en su gobierno-, de Urdangarín y demás devotos como ellos, pueden serlo también para presumir de buena persona. En verdad que, como dice el siguiente letrero:
Desbarran, sí, categóricamente. Por ser ateo no se es más inteligente, ni por ser religioso, mejor persona. Hay "santos" ateos, y hay canallas religiosos. Siempre fue así en la Historia, incluidos reyes y papas. Y, dicho sea de paso, de éstos no todos fueron creyentes, así como bastantes de ellos malos cristianos. Puede ser cristiana la familia real, y no dudo que lo sea, a todos ellos les obliga su realeza en España, pero actuaron como buenos cristianos? La corrupción económica va contra el Mandamiento de la Ley de Dios, que taxativamente dice: No robarás. Ni en Religión, ni en Moral, ni en Derecho se justifica el robo por ignorancia, ni aun perteneciendo a una familia real. Que la infanta no se apercibe de los ilegales negocios de su cleptómano cónyuge aun cuando algunos haya hecho junto a ella e incluso haya firmado la adquisición de bienes raices adquiridos por ambos con fondos de tales asuntos, no es para eximirla de participación en las... "gloriosas hazañas de Iñaki", son, pues, "gloriosas hazañas del matrimonio Urdangarín-Borbón". Sólo en éstas ha querido separase de él. Tendrá un día que separarse al menos de su parte de ganancias.
¿Igualdad ante la ley?
No; precisamente es de lo más desigual. El autor de "El espíritu de las leyes", el barón de Montesquieu, piensa, considera, que la ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie. Estamos viendo cómo la aplicación de la ley, y a un extremo increíble, establece diferencias. Por otra parte la aprobación de leyes que causan mucho daño a gran parte de la ciudadanía, ignorando, o afectando ignorar, que nada [hay] más destructivo del respeto por el gobierno y la ley del país que aprobar leyes que no pueden hacerse cumplir. (Albert Einstein). Debe enterarse este gobierno o, si ha leído al citado Montesquieu, darse por enterado de que una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe ser ley porque es justa.
Ha mucho años se dijo que la Constitución es papel mojado, papel en el que se hizo micción; lo pone de relieve que la política puso cada vez más difícil el artículo 47: Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Etcétera. Se fue políticamente al negocio, corrupción por doquier, y a la vista tenemos el punto a que se ha llegado, siendo, evidentemente, la vivienda tan de primera necesidad como el pan nuestro de cada día. Este artículo ha sido despreciado por los gobiernos como tantos otros que se pueden añadrir a estos dos de "igualdad ante la ley" y "Derecho a la vivienda". Con la imagen del ciudadano Iñaki Urdangarín y la ciudadana Emilia Soria queda probado que, como dice Pablo Neruda, el fuero para el gran ladrón, la cárcel para el que roba un pan.
Al yernísimo le tiene la sociedad, de antemano, marcado como el gran caco, siéndolo presunto en tanto sea judicialmente condenado. En lo que atañe a la moral puede también condenar la ciudadanía. Es de esperar que se deje al juez Castro hacer justicia -que tampoco se evada con la infanta, aunque con la desimputación se ha dado un primer paso a ello-, mas en todo caso los hechos están ahí y quedan per secula seculorum, pasarán a la Historia y no, ciertamente, como hechos gloriosos, que en ella no faltan, pero en infinitamente mayor porcentaje los hay tan vergonzosos como los que nos han tocado ver y sufrir con políticos que a ello llevaron a más de una generación, porque nuestros hijos están en paro, amén de los que al trabajo no pueden incorporarse por cualificados que estén. Esta es la España que ha seguido a la dictadura franquista, cuyo preceder es de muy dudosa preferencia o primacía, superioridad. Entonces mal, ¿y después qué? Realmente no hay menos injusticias, y sí bastante más corrupción económica.
La igualdad de la Justicia para todos los españoles ha quedado categóricamente desmentido con el Auto de la Audiencia de Palma, emitido el 7 de mayo de 2013, ya no es que se dore la píldora a Urdangarín sino que se trata de evitar que se la tome su enamorada mujer. Mucho ha de estarlo para no proceder a la ruptura de su matrimonio, que tan necesaria hubiera sido en su día para intentar mejorar su situación y la de su familia, incluida la institución sumamente desquebrajada, ruinosa, por el mismo pater familiae.
Lo ocurrido y, ya en marcha, lo que ocurra con la infanta Cristina marcará un antes y un después.
Hay dos instituciones -se ha dicho en LD- que carecen de prestigio en España junto a la casta política: la Justicia y la Monarquía. Desde hoy la monarquía y la Justicia tienen todavía menos prestigio. Era caer, lo han conseguido. [...] Si hay una familia que violenta la Justicia hasta el punto de ser desiguales ante la ley, esa familia es un obstáculo en la vida misma de la nación. Y estamos llegando al punto justo en que el rey por listo, por tonto, por mal aconsejado o porque se pasa de listo, estamos ya en ese punto en el que ya se ha convertido en un obstáculo de la vida civilizada de la nación española.Hoy día no se habla por separado de lo supuestamente robado por Urdangharín, sino que desde ha bastante tiempo se hace del matrimonio; en tal affaire Cristina quedó adscrita a él. Y así se oye la queja ciudadana de que han robado dieciocho millones de euros, tres mil millones de pesetas, y encima la Justicia... Contra todo lo que sea y pase lo que pase, ella no dejará de ser
He consignado la distancia abismal de la ley entre Urdangarín y Emilia Soria, pero la que a tal señora le separa de la consorte de aquél es de matemática astronómica.También es insondable, por citar una tercera, la existente con Ana Mato. Emilia Soria a la cárcel, la infanta en la ley de sucesión al trono, y Ana Mato de ministra. Esta es la igualdad ante la ley que pregona el rey, haciéndose eco de una Constitución que siempre se dio al olvido.
Nadie puede tragarse ya la falacia de igualdad del ciudadano ante la ley.
Voy a cerrar este escrito haciendo alusión a la entrevista publicada el día 10 del vigente mes hecha a Gaspar Llamazares, concretamente a la pregunta y respuesta que estampo a continuación:
Al final, la infanta Cristina no será imputada en el caso Urdangarín. ¿Cree que ha influido la Casa Real?
Parece evidente que sí. La Casa Real ha llamado a arrebato y la Fiscalía General del Estado y la Abogacía también. Parece que por ahora lo han logrado, pero con ello se demuestra que la justicia no es igual para todos. La familia real parece judicialmente irresponsable.También parece -y con este "parece" quiero decir "evidente"- que los muy altos cargos políticos y los banqueros son irresponsables ante la ley, principalmente en el gobierno de Rajoy que gusta de salvar corruptos a base de indultos. Ello en cierto modo es cooperar con ellos, y no constituye modo alguno de extinguirlos.
Imprimir
No hay comentarios:
Publicar un comentario