Las democracias observan más cuidadosamente las manos que
las mentes de quienes les gobiernan. - Alfonso de Lamartine -
Cada cual calla cuando moralmente no puede hablar, como le ocurriera a don Juan Carlos al ser pillado su yerno en varios delitos de que está imputado, silencio que le reprocha el militar e historiador Amadeo Martínez Inglés. Es para ello, porque, por lo menos, desde que cayó en poder de la Justicia su actuación con Urdangarín debió, visiblemente, ser otra. En verdad, debió serlo con anterioridad, pues ya no cuela algo tan absurdo como que la infanta Cristina, cónyuge del procesado, y el rey ignoraban el motivo de enriquecimiento de la noche a la mañana del matrimonio Urdangarín-Borbón. El rey debió ser quien lo diera a conocer, lo delatara, pese a estar también implicada su hija. Si su actitud tiene disculpa para un padre no rey, no la tiene en absoluto para un monarca. Se da el caso inaudito de que la mujer de referido se aferra a no darse por enterada de lo que visto, disfrutado, y en lo que ha colaborado directamente. El hecho es increíble por lo que tiene de arbitrario; tal el poder omnímodo de la monarquía aun no siendo absoluta.
las mentes de quienes les gobiernan. - Alfonso de Lamartine -
Cada cual calla cuando moralmente no puede hablar, como le ocurriera a don Juan Carlos al ser pillado su yerno en varios delitos de que está imputado, silencio que le reprocha el militar e historiador Amadeo Martínez Inglés. Es para ello, porque, por lo menos, desde que cayó en poder de la Justicia su actuación con Urdangarín debió, visiblemente, ser otra. En verdad, debió serlo con anterioridad, pues ya no cuela algo tan absurdo como que la infanta Cristina, cónyuge del procesado, y el rey ignoraban el motivo de enriquecimiento de la noche a la mañana del matrimonio Urdangarín-Borbón. El rey debió ser quien lo diera a conocer, lo delatara, pese a estar también implicada su hija. Si su actitud tiene disculpa para un padre no rey, no la tiene en absoluto para un monarca. Se da el caso inaudito de que la mujer de referido se aferra a no darse por enterada de lo que visto, disfrutado, y en lo que ha colaborado directamente. El hecho es increíble por lo que tiene de arbitrario; tal el poder omnímodo de la monarquía aun no siendo absoluta.
El ilustre coronel jubilado, ex profesor de Historia Militar en la Escuela de Oficiales del Estado Mayor, a raíz del "caso Urdangarín" publicó en el periódico digital "Canarias Semanal" un artículo titulado -título evocador de las palabras del rey al presidentes Chaves: ¿Por qué no te callas? El escrito -:¿Por qué te callas ahora?- iba contra el rey y su estirpe. Es evidente que puede hablar de historia libremente, pensar, pues, de la estirpe Borbón lo que quiera, denominarla de:
Banda de borrachos, puteros, idiotas, descerebrados, cabrones, ninfómanas, vagos y maleantes, que a lo largo de los siglos han conformado la foránea estirpe real bornónica culpable del atraso, la ignorancia, la degradación, la pobreza, el odio y la miseria generalizada de centenares de generaciones españolas.
Seguidamente pasa al ataque personalizado del monarca, y aquí radica el verse inmerso en una acción judicial auspiciada por don Juan Carlos. Craso error político, ya que sólo podía servir para incrementar aversión a la monarquía y a él. Bueno, por un fallo más.
Dado que la monarquía dejó de estar protegida por la censura tras el affaire Urdangarín, que desde un primer momento fue atribuido, lógica y naturalmente, también a la infanta Cristina, y por cuanto se ha descubierto del rey, su fortuna mediante negocios, su donjuanismo, les ha convertido en una familia non grata, la solidaridad ciudadana fue evidente.
Sin aprobar el insulto personal y directo a persona alguna, incluida la del el rey -sí, por supuesto, defiendo la libertad de expresión, como queda expuesto en varios artículos míos-, hemos de entender que cualquiera puede opinar de la dinastía Borbón, cual queda dicho, como de cualquier otra, analizar y opinar sobre la monarquía como institución o de la conducta del monarca, otra cosa es el insulto. Pero en el ámbito castrense suele haber crudeza semántica, y aquí el fallo del militar ilustre y persona honesta. Pues que de los Borbón han hablado otros en nuestros días -a quienes hago referencia en otros artículos, en este no hace al caso, y no han sido molestados.