sábado, 31 de octubre de 2020

EL ALQUILER URBANO, UN TIPO MÁS DE CORRUPCIÓN

La corrupción lleva infinitos disfraces.
- Frank Herbert - 

La izquierda vive de espalda a los problemas de los españoles, dice la ultraderecha. Bueno, ahora parece que se van a ocupar pero hasta aquí ¿qué ha hecho por ese problema de los problemas que es el robo -sí, llamémoslo por su crudo nombre- de los alquiler de vivienda.? Pues absolutamente nada. Pero igualmente la derecha que se lo reprocha. Una vez más rechazo de plano es dicotomía derecho, izquierda- como Ortega y Gasset, Unamuno, José Antonio... Tanto la izquierda como la derecha cometen injusticias, ya por acción, ya por omisión.

Gran falta hay de fraternidad, de sentido humanitario, cristiano. Es evidente que 'el hombre es lobo del hombre' (Tomás Hobbes), que carece del menor escrúpulo en robarle cuanto le sea posible, la usura está a la orden del día, y ello tanto en el que simpatiza on el ideal político de la derecho como de la izquierda, y en cuanto a religión sea ateo o sea creyente. E incluso preparado en materia de Religión. No, no voy a hablar de la Banca del Vaticano. Como dice Edgard Allan Poe 'el hombre es un animal que estafa, y no hay otro animal que estafe además del hombre'. 

El alquiler de vivienda. 

La vivienda no es solo un bien inmobiliario, es también una forma de consolidación espiritual.
- Mario Benedetti -

En Política en trinque fue una constante, pero tras la dictadura franquista, que no dejó de existir, alcanzó cotas insospechables en cantidad y extensión. Tomó carta de Naturaleza en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y al socaire de la construcción la burbuja del ladrillo, verdadera mafia. ¡qué ladrillazos han dado y que también ha alcanzado al adquirente de vivienda! Pero siempre fue más violento el golpe en el alquiler; verbigracia, yo residí en un apartamento en Madrid con alquiler mensual de sesenta mil pesetas, mientras esos inmuebles los vendió la Inmobiliaria a seiscientas mil, es decir que aquellos que se reservó para renta le aportaban en diez meses el valor de uno de ellos. 

Al esquilmar al ciudadano en el alquiler no se tiene en cuenta, presente, no se considera la edad, entonces, en tal caso, se quebranta el artículo 60 de la Constitución, referente a la Tercera Edad, que garantiza <con independencia de las obligaciones familiares, su bienestar mediante un sistema de de servicios sociales que atenderá sus problemas específicos de salud, vivienda, cultura y ocio>

Tan exorbitante precio alcanzó el alquiler y, por otra parte, la lay e transformó plenamente a favor del arrendamiento, por ambas circunstancias, así como ponerse de moda la propiedad horizontal, entendió el ciudadano la conveniencia de tener vivienda propia. Se libra en primer lugar de tener cada pocos años que efectuar una mudanza. porque la ley obliga cada tres o cinco -lo fue cambiando- dejar libre la vivienda donde está siendo explotado y pasar a otra con el mismo sino, suerte, guiándole la misma estrella. 

Para colmo de abuso y para mayor estafa, y justificación de la misma,se implantó la picaresca de alquilar con muebles, lo que impide a una familia disponer de su propio mobiliario -a su gusto y posibilidad-. Y a quienes le tienen, comprado o heredado, verse en el problema de tener que guardarlos. Si al alquiler por las nubes tiene que sumar el alquiler de un guardamuebles, pues apaga y vámonos. Todo, en fin, desquiciado. El arrendador hace tragar un mobiliario de cubrir el expediente, y el inquilino no puede usar, ya digo, el suyo propio por mejor que sea y cariño que le tenga. Aguantar lo que él ponga y en el estado que esté, ya que como digo hay cambio de arrendatario cada tres o cinco años y no hay renovación que valga. 

En definitiva todo es pillaje, en su acepción de hurto, latrocinio, rapiña, El explotado y fastidiado ocupante de piso o de apartamento tiene que poner el cortinaje; bueno, menos mal que puede decidir de algo a su gusto, aparte de su biblioteca particular, si es persona de libros. Solo faltaba que el arrendador le impusiera los libros a leer. Por supuesto que en múltiples casos el valor del moblaje no alcanza el de una biblioteca aceptable. 

lunes, 12 de octubre de 2020

Mirando la vida y la muerte.

 Mirar es lo contrario que conocer : mirar es conocer con los ojos lo que está ahí, y conocer es buscar lo que no está ahí: el ser de las cosas. Es precisamente el no contentarse con lo que se puede ver, antes bien, un negar lo que se ve como insuficiente y un postular lo invisible , el "más allá" esencial.  -Ortega y Gasset, en '¿qué es filosofía?'- -Ortega y Gasset en '¿Qué es filosofía?

La vida no es un edén, que digamos, y para colmo tiene como perspectiva la muerte con la antesala de la vejez para quienes a ella llegan. Si vivir es ir muriendo, ya es poseer bastante muerte cuando se alcanza, cuando la parca Atropos nos visita, y tanto en el orden cronológico como físicamente.  Lo que caracteriza la muerte es la inmovilidad. Cuando Amado Nervo dedica un libro a su amada Ana Cecilia Luisa Daillez ya muerta le titula: La amada inmóvil.

La inmovilidad ataca indefectiblemente en la vejez, figurando en la patología con el nombre de artritis y dificulta, cuando no impide por completo, nuestra movilidad transformándonos en imposibilitados, impedidos. Surgen otros achaques, es destrozo general del 'estuche del alma', que Agustín de Foxá llama al cuerpo. No obstante, todos queremos llegar a viejos, y ello más que por amor a la vida por miedo a la muerte, y aun sabiendo que la senectud conlleva los ya indicados  indisposición y molestia. Pero en la llegada de las dos no se piensa hasta que el raudo paso del tiempo nos las traen. 

Nada sabemos de la fuente -e su acepción de principio, fundamento o principio de algo- de la vida y la muerte.                                      

 He aquí el monumento a Santiago Ramón y Cajal existente en el parque madrileño del Retiro, obra del escultor Victorio Macho, inaugurado en 1926, es decir, en vida de nuestro médico especializado en histología y anatomía forense. Dícese que cuando la vio expuso que iba a enfermar de reuma. 
  
Filosofía y Religión. 

No sabemos de dónde venimos ni adónde vamos, tal nuestra ignorancia del universo. El citado filósofo madrileño, y en su mencionada obra,define la Filosofía así: 'Filosofía es el conjunto de lo que se puede decir sobre el Universo'. No es poco lo que acerca de este particular se ha escrito, pero aún no se ha resuelto, ni se resolverá jamás, la incógnita de Dios, el mundo y el ser, que son los tres pilares de la Filosofía. La muerte es la generatriz de la Filosofía, o, diciéndolo con palabras de Schopenhauer: 'La muerte es el genio inspirador de, el musagetes de la filosofía... Sin ella difícilmente se habrá filosofado.     
 
Nuestra religión ni ninguna otra tampoco despejó esta incógnita. -con perdón del Génesis en la católica- pero nos aporta un gran consuelo respecto a la muerte. "Todas las religiones son verdaderas -Unamuno dice en su novela 'San Manuel Bueno, mártir'- en cuanto hacen vivir espiritualmente a los pueblos que las profesan, en cuanto les consuelan de haber tenido que nacer para morir".  Ese angustioso <ser para la muerte> de que trata Heidegger.
 
Nuestro libro sagrado, la Biblia, nos aconseja disfrutar de la vida, así, entre algún otro pasaje, en el  Eclesiastés (9:9)nos dice:
'Goza de la vida en compañía de tu amada esposa durante todos los días de tu vida durante tos los días  de de tu vida inestable que se te han concedido debajo del sol por todo el tiempo de tu vanidad o frágil vida , ya que mientras vives esta es la parte que te toca de tu trabajo con que andas afanado en este mundo'.

En la vejez, con esposa o sin ella, no es posible disfrutar de la vida -tan solo intelectualmente si se conserva la mente lúcida- y, desde luego, a  lo largo de ella, pocas veces nos permite sentir placer, alegría. Una reina, garantizados cuernos aparte, tiene bastante base para gozar de la vida, y sin embargo Victoria Eugenia de Battemberg decía a su nieto Alfonso de Borbón Dampierre: 'Acuérdate, Alfonso, de que no hay felicidad en el mundo, pero sí muchos momentos felices y lo importante es saber apreciarlos y disfrutar de ellos'. ¡Cómo se acordaría de este consejo en la  amargura de su catastrófico matrimonio, abandonado por Carmen Martínez- Bordiu Franco! Con respecto a su padre, el infante Jaime de Borbón y Battemberg, se repetía la historia. 

Para nuestra religión la vida y la muerte es como la explica el Génesis. No nos dice de dónde venimos, mas sí a dónde vamos.En el Nuevo Testamento encontramos la doctrina de la inmortalidad del alma. Jesús dijo: <quien creé en Mí, aunque muera revivirá, y todo viviente y creyente en Mí no morirá jamás>. (Juan 11:25). Estamos inducidos religiosamente a creer que volverán a unirse alma y cuerpo, o sea, la resurrección de la carne, uno de los dogmas del Credo, cuya oración recopila los principales dogmas de nuestra fe.  No entendemos volver a ser más que con la imagen que tuvimos, mejor o peor pero la nuestra.

La  fe es la primera de las tres Virtudes Teologales y la base o fundamento de la Religión; mucho se ha escrito sobre acerca de la misma, de su interpretación, para Kierkegaard 'la fe es la pasión por lo posible y la esperanza es el acompañamiento inseparable de la fe'. Es el analgésico al dolor de la vida y de la muerte, cuya dicotomía ya indiqué. Una vida triste, para algunos patética, y la pavorosa muerte. Yo exclamo con el citado poeta Amado Nervo:

Y me agobian dos penas sin medida: / un disgusto infinito de la vida, / y un temor infinito de la muerte. 

Este terror a la muerte -reitero- le mitiga la Fe, pero como expone Unamuno en su 'Salmo II': 'La vida es duda,/ y la fe sin duda es solo muerte. / Y es la muerte el sustento de la vida, / y de la fe la duda'. 

De por vida hemos de mirar y no conocer los misterios divinos; éstos en la religión cristiana son inaccesibles. Imposible, imposible, por mucho que nos desvelemos. 'Hombre hay -leemos en Eclesiastés- que ni de día ni de noche admite en sus ojos el sueño'. 

Al fin entendí que no puede el hombre hallar razón completa de todas las obras de Dios  que se hacen en este mundo; y que cuanto más trabajare por descubrirla, menos la hallará: aunque dijere el sabio que él la sabe, nunca podrá dar con ella.  

En  fin, cono dice Pitágoras, 'nadie excepto Dios, es sabio . Que perdonen, pues, los Siete Sabios e Grecia. La ciencia y la técnica han avanzado de modo otrora increíble, pero en materia religiosa no se ha dado un paso adelante, continuamos sin conocimiento alguno de nuestro Más Allá. Otra cosa es que no deje de existir literatura ficción. O incluso de carácter religioso.                                        

                        
    

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