lunes, 24 de febrero de 2020

Más sobre la tan criticada, reprobada, política de España.

                                               
Los derechos humanos en España
El confuso, mezclado, régimen político español.  


¿Es España una democracia? No, es una monarquía. Nuestro dramaturgo, novelista, poeta y articulista Antonio Gala  lo aclara así: 
Democracia, en el idioma que todos tenemos obligación de saber según el número 1 del artículo 3 de la Constitución, es la doctrina política favorable a la intervención o predominio del pueblo en el Gobierno. Es decir, un régimen defensor de la soberanía popular; siendo el pueblo en este caso, no la gente común y humilde, sino el total conjunto de las personas de un país.
Abriendo dicho texto leemos su inicio en cuanto que 'la soberanía reside en el pueblo'. Artículo 1.
1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. 2./ La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emana los poderes del Estado./ 3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.
 Dedica bastantes líneas nuestro citado autor a tratar sobre la democracia, dejando claro que en España brilla por su ausencia  Señala:
Democracia no es que la opinión pública pueda ser expresada, sino que sea atendida.
Huelga, sobra, decir, es archisabido, que el sentir o estimación de la generalidad de las  personas acerca de determinado asunto político-administrativo, no cuenta, no se le concede, confiere u otorga la más mínima  consideración. Ya nuestro autor alude a esta circunstancia:
La democracia no consiste en arrogarse el poder, sino en compartirlo. Su ejercicio ha de estar delicadamente atento a la intención de quienes lo otorgaron. [...] En una verdadera democracia son los gobernados quienes hacen a los gobernantes a su imagen y semejanza. Por su elección, y sobre todo, por sus exigencias. Si no, aunque conserve el nombre, será otra forma de gobierno mucho más peligrosa.
La forma de gobierno que es ya lo hemos dicho, y con la Carta Magna en la mano: 

Monarquía. 

Para el pueblo español, acostumbrado a la
obediencia ciega la Religión y a la Monarquía, 
un título nobiliario, una sotana o un uniforme
son la única referencia posible en momentos
de crisis.
                    Arturo Pérez Reverte - 

Ya que estamos siguiendo el criterio de Antonio Gala, véamos cómo presenta la verdad de los componente de esta institución.
Las monarquías son una cosa esencialmente antiguas, imposibles de modernizar y se desmoronan apenas las tocas. Ya nadie cree en los derechos divinos y esas graciosas zarandajas.
Aquel supuesto origen divino: 'A Deo rex, a rege lex', de Dios, el rey, del rey la ley, cuyo principio de la monarquía absoluta continúan hasta cierto punto arrogándose los reyes no absolutos, pues, como expone el político estadounidense Thomas Jefferson, 'no hay un rey que, teniendo fuerza suficiente, no esté siempre dispuesto a convertirse en absoluto'. Pero sigamos con el concepto que viene manifestando Gala.  
Véase lo que pasa en Gran Bretaña y en algunos lugares. Si las familias reales, además de sus altos y estáticos privilegios, quieren tener los de los pequeños burgueses (amores, celos, cuernos, divorcios, suicidios falsos y otros modestos aditamentos de la vida) por mal camino van. Porque, si todos fuésemos iguales, salta a la vista que todos seríamos iguales para todo. Por eso, lo mejor es que se queden en su Olimpo, sin que los escuchemos respirar.
Pero están ahí, y si no respiran general gran amor, que digamos, se imponen a los políticos, y ya como más mayor contrasentido hacia la democracia, éstos, a su vez, la hacen transigir, consentir, resignarse,  con ella a al pueblo.

Desde la desaparición de la monarquía absoluta, el rey reina pero no gobierna. Entonces, no puede actuar contra los políticos, éstos para marchar más a sus anchas le dejan en tierra de nadie, y, en definitiva, rey y políticos hicieron de su capa un sayo. Tutti contenti, todos contentos, menos el pueblo. Esto hay que subrayarlo, que es consciente de que es quien paga las consecuencias de los desmanes políticos, lo que en expresión coloquial se dice 'pagar el pato'. El Gobierno -los dieciocho gobiernos- cometió el exceso, el desorden, la tropelía pro domo sua, 'en pro de la propia causa'  obviando el bien del país. ¿Dónde está la democracia? 

En una monarquía, por constitucional que sea, no puede estar, pero tampoco la vemos en la nueva casta política que viene gobernado desde la muerte del dictador. Ésta deja evidente este aserto de León Tolstoy: 'El gobierno es una asociación de hombres que ejercen violencia sobre todos los demás'. Lo ratifica en otra parte exponiendo: 'Los gobiernos necesitan ejércitos que los protejan contra súbditos esclavizados y oprimidos'. Quien dice el ejército, dice la policía, la cual utiliza el gobierno cuando el pueblo se echa a la calle en protesta de mala política, del daño que causa a determinado sector su torpeza, negligencia o abuso. Con ley o sin ley por parte del gobierno. Sabida es la afirmación del filósofo alemán Max Stimer: `'El Estado llama ley a su propia violencia y crimen a la del individuo'. 

Aunque el rey tiene limitadas sus funciones políticas, continúa vigente lo que el poeta trágico griego Sófocles expuso: 'Los reyes son felices en muchas cosas, pero principalmente en esto: pueden decir y hacer lo que les plazca'. Para que no dejara de ser así y aún en plenos siglos XX y XXI a Juan Carlos I se le sitúa por encima de la ley. El artículo 56. 3 de la Constitución dice: 
La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos estarán siempre refrendados en la forma establecida en el artículo 64, careciendo de validez sin dicho refrendo, salvo lo dispuesto en en el artículo 65. 2. 
De tal refrendo apunta el 64. 
1. Loa actos del Rey serán refrendados por el presidente del gobierno y, en su caso, por los ministros competentes. La propuesta y el nombramiento del Presidente del Gobierno, y la disolución prevista en el artículo 99, serán refrendados por el presidente del Congreso.
2. De los actos del Rey serán responsables las personas que los refrenden. 
El siguiente punto de este artículo hace referencia al salario del monarca para él y su familia, omitiendo cantidad. Y el 4 y último a su potestad de nombrar y relevar a los empleados civiles y militares de su Casa. 

Incuestionablemente, la monarquía solo es útil para la Familia Real 
  
Abundando en la inutilidad de la monarquía escribió Mario Conde, en 'De aquí se sale', estas líneas:
Si ante situaciones de agravio personal o institucional derivadas de un abuso cierto, claro y terminante del poder político, motivado con finalidad espurias, la Monarquía permanece impasible, utilizando el argumento de que no puede hacer nada, si en esos casos límites carece de poder efectivo, es lógico que muchos se pregunten para qué queremos una institución que en tales situaciones cuando más se la necesita, se considere vana
¡Quién lo sabe! Es absurdo a esta altura cronológica la existencia de la monarquía y en centros neurálgicos de civilización. Nada menos que el archiduque Rodolfo de Habsburgo-Lorena, hijo de Francisco José I de Austria y de Isabel de Baviera (Sissi), heredero de Austria-Hungría Bohemia, dijo algo digno de destacarse por lo que tiene de auténtico, cierto y verdadero, y es: La realeza no es más que una enorme ruina que se derrumbará a la primera tempestad. 

Dos bellas de la realeza: reina Letizia y princesa Mette Mari. 


 Antaño como hogaño la realeza tiene sus cánones, y ahora se los están saltando a la torera, o sea, soslayan obligaciones, como ya hemos visto lamenta Antonio Gala. Y otros autores que  de sacar a la palestra sería plúmbeo, pesado, aburrido. 

Gobierno.

Es, indubitadamente, un mal necesario; aceptable por su misión de imponer orden y administración. Schopenhauer ve el Estado como un bozal y al hombre como una bestia salvaje:
El Estado no es más que un bozal cuyo objeto es volver inofensivo a esa bestia carnicera, el hombre, y hacer de suerte que tenga el aspecto de un herbívoro. [...] El hombre es en el fondo una bestia feroz No le conocemos más que domado, preso en ese estado que se llama civilización; así retrocedemos en espanto ante las explosiones accidentales de su naturaleza. Que los cerrojos y las cadenas del orden legal caigan como sea, que la anarquía estalle, y se verá entonces lo que es el hombre. 
Para él estamos 'entre dos extremos, dos polos, dos males opuestos: el despotismo y la anarquía', viendo preferible admitir 'una ligera posibilidad de despotismo`. Los gobiernos, ya lo hemos dejado ver, no dejan de ser déspotas. 
¿Queréis planes utópicos? La única solución de problema político y social (el subrayado es mío) sería el despotismo de los sabios y de los justos, de una aristocracia pura y verdadera, lograda mediante la generación por la unión de los hombres de sentimientos más generosos con las mujeres más inteligentes y agudas. Esta proposición es mí utopía y mí república de Platón. 
Ahí es nada. El problema político y social ha existido, existe y existirá siempre. Utopía es también esta aserción del filósofo español José Luís López Aranguren: 'Al sentido trágico de la vida se le pondrá punto final tan pronto la economía esté completamente desarrollada, las necesidades del consumo satisfechas y las tensiones de la existencia trivializadas. 

Ha de mirar el gobierno primordialmente al bien de TODA la sociedad, evitando el incremento del desnivel social, esa queja que el pueblo suele exteriorizar así: 'Los ricos son cada vez más ricos, y los pobres -incluida aquí la clase media- cada vez más pobres'. Los políticos pobres, dicho sea de paso, son los que se enriquecen grandemente de la noche a la mañana. Ya en el siglo XVIII José Cadalso señala la obsesión del político por el dinero. Y no eran todos, ni mucho menos, dándose el caso de que algún político se arruinó por la política. ¿Qué diría hoy?  

Ahora que vemos tantos partidos políticos y lucha entre ellos hemos de experimentar, y así por parte de la inmensa mayoría del pueblo, gran repugnancia, porque 'la política es, sobre todo, un servicio a los administrados mucho más que al propio partido'. Y esto no lo digo, sino el susodicho Antonio Gala. También el citado ex banquero famoso pone el dedo en la llega al escribir: 
'... hay que entender que el Parlamento existe porque la sociedad civil quiere, y no al revés.La clase política no son dueños sino administradores. La soberanía reside en la sociedad, no en los partidos ni en los políticos. Parece que tenemos que estar pidiendo permiso para hacer lo que es nuestro... 
Asimismo hace diana al significar cómo nos hallamos aterrorizados:
Las víctimas del terror no solo son los que caen en manos de asesinos de organizaciones terroristas. Existe, sin la menor duda, una suerte de terror de Estado y su más sutil exponente reside en instrumentalizar el Derecho, la Ley y la Justicia al servicio de sus intereses.  
A la vista tenemos que la Justicia la sitúan a su voluntad; la sociedad está pidiéndoles en todas las Elecciones Generales la separación del Poder Judicial  del Poder Ejecutivo, y los partidos lo prometen, mas el elegido nunca lo cumple. ¿Se limitarán un día los políticos a atender a sus administrados? ¿Surgirá el estadista? Gran  diferencia entre uno y otro, la cual el teólogo y escritor estadounidense James Freeman Clarke ve así: 'Un político piensa en las nuevas elecciones; un estadista, en la próxima generación'. Si piensa en la inmediata generación es que atiende la actual.

Ahora está abierta la expectativa de alguna mejoría de la caótica administración política que con tanto desgobierno, tantas incorrecciones de todo tipo, empezando por incumplimiento de los derechos humanos, se inicie que el súbdito deje de ser el SUFRIDOR -súbdito no dejará de serlo en tanto haya monarquía, aunque los políticos le denominen ciudadano- de una situación negativa creada por el egoísmo y/o impericia de los gobernantes  No hay que hacer oposición a cátedra, que digamos, para ser un político medio e incluso de primera línea. Hay demasiados sujetos vulgares en la política; y peor aún que tanto éstos como el que no lo es se halle invadido de egoísmo, de sentimientos innobles. 'Yo aspiro a una política que  no combata más que a un solo enemigo: el egoísmo, y no escuche más que a un oráculo: el corazón', afirma Antonio Gala, a quien tanto he recurrido como testigo del  desencanto político; él es buen conocedor de la Historia y de la Vida.     

lunes, 10 de febrero de 2020

Hay, y no son pocos, quienes presentan LA VERDAD contra la falsía política que provoca el suicidio de España.

Oigamos, por ejemplo, a Roberto Centeno -ingeniero de Minas, economista,  y, últimamente, dedicado a la enseñanza en la cátedra de Economía de la Escuela de Minas- en esta entrevista donde quedan expuestas lamentaciones como estas: 'Basta ya de autonomías, corrupción por los cuatro costados,  yo no me achanto. España unida y al Cesar lo que es del Cesar. [...]. Nuestro sistema no puede soportar tantos gobiernos, ayuntamientos y diputaciones. 
                               Vídeo titulado: 'Ruina económica española para los próximos 50 años'.   
                                                                                                                                               


                                El economista Roberto Centeno nos da las claves de la deuda española.

Nos explica por qué España está en quiebra, y añade: 
Pero el problema es que estamos dejando una España en ruina para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Que van a ser cargados con una deuda que la tendrán toda la vida, al menos durante los primeros cincuenta años, y eso no se está remitiendo sino cada vez está creciendo más, por las cifras que les acabo de dar  [Ataca la razón numérica]. La burbuja cada vez es mayor, el BCE cerrará la barra libre, empezará a subir los tipos de interés, y eso, pura y simplemente, será la suspensión de pagos. No solamente tenemos un problema de deuda pública, tenemos también un problema de deuda privada.
Va a parar seguidamente a Cataluña, analiza lo que su independencia implicaría para España.  Oiremos también el el vídeo este reproche a Rajoy: 'Nunca jamás en la Historia de Europa ha habido un presidente tan cobarde y traidor a su pueblo como Mariano Rajoy Bret. Alude a la manifestación que hubo en Madrid, y señala que el dicho más cordial era: 'Rajoy traidor defiende a tu nación'.

 La corrupción motivó la ruina de España. 

Veamos cómo lo sustenta  - - - . Ya cité en un anterior artículo el conocido aserto de Cicerón: 'La corrupción destruye una nación'.          

                           El sistema CORRUPTO de partidos es la RUINA de España (R. Centeno)                                     
Si hay economista y/o politólogos valientes, puede figurar, y de hecho, figura a la cabeza, el susodicho Roberto Centeno. Da fe de ello Escándalo. La sorprendente historia de Cospedal contada por R. C. por Blogsfero. Aquí asegura que
la "modélica" Transición os impuso una partitocracia totalitaria que ha derivado en una cleptocracia, la mayor orgía de corrupción política, institucional y personal, de toda nuestra larga historia
Léase en 'El Confidencial' - ''El disparate Económico - Roberto Centeno  - Negrín y Azaña: acabar de raíz con los separatistas. - La cobardía no camina en solitario, siempre se apoya en el bastón de la ignorancia, y ésta produce necesariamente irresponsabilidad'.    
La causa más relevante de que España se encuentra cada día más descerebrada y empobrecida es que tenemos la clase política más ignorante, antipatrióica y corrupta de nuestra historia.  En palabras de Antonio García Trevijano, el más grande pensador político español de todo el siglo XX , el régimen del 78 supuso el triunfo de la cobardía y de la deshonestidad. La cobardía no camina en solitario, siempre se apoya en el bastón de la ignorancia, y ésta produce necesariamente irresponsabilidad. Y no solo del Gobierno y de la clase política, en su conjunto, sino la casi mayoría de los gobernados'.  
Si es corrupción abordar gastos que exceden grandemente los recursos del Estado, añadase a ello lo innúmeros casos de la misma en el sentido de meter la mano en el dinero público. De él dijo una política de la nueva casta: 'el dinero público no es de nadie. ¡Ya es inverecundia! Esta corrupción económica leva inherente indefectiblemente la moral, pues no deja de ser, cual la define el DAE,  'acción o efecto de corromper o corromperse'. Nada más nocivo en la política que emplear el poder para enriquecerse; he citado a Cicerón, quien  también asegura que 'servirse de un cargo político para enriquecimiento personal resulta no ya inmoral, sino criminal y abominable'. A lo largo de la transición la corrupción ha marchado a su s anchas en sobre cerrado o en sobre abierto, porque 'la corrupción leva infinitos disfraces' (Frank Herbert)                                                                       

El Partido Popular ha llevado la voz cantante, pero 'quien esté libre de pecado que tire la primera piedra'. 

Esta política nefasta que conocemos por la Vida no es nueva en la Historia; como dice xxx 'nihil novum sub sole', nada nuevo bajo el sol. Ya Esopo, fabulista de la Antigua Grecia, señala: 'Colgamos a los ladrones de poca monta,, pero a los grandes los elegimos para cargos públicos'. Esto es algo que nos muestra la Historia haciendo -lo que ahora no vamos a hacer- un recorrido por ella. Un pionero de la instrucción política, Maquiavelo, nos dice que 'la política no tiene relación con la moral'. Le es, empero, absolutamente necesaria, y no ha dejado de afirmarse que la política no puede prescindir de la moral  'La moral -a decir de Gandhi- es la base de las cosas, y la verdad es la sustancia de la moral. La terrible realidad que nos ha tocado sufrir es la de una política inmoral y y, consecuentemente, carente de verdad. 

El  autor de 'La monarquía inútil' -el segoviano periodista, ensayista e historiador Enrique de Diego- describe detalladamente el desastre político en que se encuentra nuestro país en 
                                                                           
Se ha llegado a tal nivel de despropósito, de expansión parasitaria de la burocracia partidaria que, casi inadvertidamente, se ha pasado sel Estado de Bienestar al Estado asistencial. 
Se ha dado carta blanca a la corrupción:
Hay corrupción porque no hay controles y porque no hay moral, no hay honradez,, no hay decencia. Todos los controles están descontrolados, o mejor, están controlados por el poder político, sin la más mínima independencia,; lo están la fiscalía, de obediencia debida, y la judicatura, en donde cualquier ascenso es decidido por el organismo nombrado por los políticos. Hay corrupción porque los políticos manejan demasiado de nuestro dinero hasta llegar al expolio.  
¿Tenemos el Gobierno que nos merecemos? 
El sistema es una farsa, porque los españoles de hoy son de sainete  La infinita mediocridad de los políticos del momento corre pareja con la inmensidad de la mediocridad de los ciudadanos. No es que los pueblos se merecen a los políticos, es que España tampoco se merece a estos españoles garrulos y aborregados que hoy deambulan por sus calles. [...] No hay división de poderes, no hay independencia judicial, no hay representatividad, no hay libertad política, porque los españoles ni la reclaman ni la merecen.
Le resulta inconcebible el número de españoles que  no ven la inutilidad y perjuicio del régimen monárquico.
Manifestación extrema de la degeneración de las mentes es la elevada cantidad de gente que no percibe la influencia de la monarquía en su vida y considera, por ende, inicuo el que la familia borbónica detente la Jefatura del Estado. Y, sin embargo, todo el sistema, toda la casta, todo el entramado de intereses urdido entre poticos, banqueros y saqueadores de las Cajas, empresarios de obra civil, constructores del pelotazo [...], y toda esa casta expoliadora y parasitaria descansa y se fundamenta en la monarquía, que es la que legitima toda la corrupción y la decadencia que sufrimos y padecemos. 
Vuelve a parar mientes en la absurda institución de la monarquía, tan causante de la corrupción política. : 
La relevante como plaga altamente infecciosa es que para mantener ese status funcionarial privilegiado, la monarquía ha de sustentarse en una casta que participe de ese privilegio y, por tanto, sostenga el de la el de la dinastía instaurada. Y esa aristocracia onerosa, gravosa, e insostenible es la inmensa corte de políticos profesionales, cuyos puestos se transmiten dentro de su saga, y de ahí, en nepótica metástasis, de asesores, de periodistas, lacayos, de docentes del régimen, de sindicalistas y dirigentes patronales subvencionados, de artistas e historiadores de cámara. Toda una trama parasitaria e ineficiente sustentada por y para la monarquía, dando lugar a un sistema basado en la corrupción.
Habla seguidamente de la corrupción de don Juan Carlos para obtener su gran fortuna, existiendo incluso una corrupción oficial, la de la gasolina. Sobre este tema mucha tinta se ha empleado. Confirma, finalmente, que todo ello, con la utilización de las bases americanas, a fin de repostar para la primera guerra del Golfo, 'está contado con pelos y señales en mí libro "La monarquía inútil". Dejando la corrupción del rey emérito, con la ayuda de colaboración que finalmente le prestó Corina -antes de manera también importante Colón de Carvajal- pasa De Diego a detenerse en enjuiciar las Autonomías. 
... conviven en insaciable saqueo, dieciocho gobiernos -el estatal y diecisiete autonómicos-, diecinueve parlamentos, dieciocho consejos de estados -con diferentes nombres-, dieciocho organismos de comercio exterior, embajadas exteriores, dieciocho defensores del pueblo... [...] Hay que sumar las diputaciones, cada una con su equipo de gobierno y su parlamento; y cada uno de los Ayuntamientos, que también se han parlamentizado. 
Visiblemente la creación de las Autonomías ha acentuado el separatismo existente en nuestra 'España invertebrada' (Ortega y Gasset) de largo tiempo ha, mas hoy día, y en palabras del autor que venimos comentando, 'el separatismo que amenaza la unidad de España es la consecuencia lógica del disparate autonómico'.  Extrapolando la frase de Salomón: 'vanitas vanitatum et omnia vanitas', vanidad de vanidades y todo vanidad, podríamos decir que la política tras la dictadura franquista es 'disparate de disparates y todo disparate'. Empecemos por el hecho incuestionable de haber una monarquía instaurada por un dictador; tras su muerte sirvió la Constitución para situar de extranjis, subrepticiamente, al Borbón. ¿Para cuándo el convocar elecciones para que los españoles puedan elegir monarquía o república? Ha sido algo que ha esquivado la nueva casta política riéndose de la ciudadanía. Y llevando a algunos al suicidio, diez diarios, y prohibiendo a la prensa su difusión.  Nuestra época es una de las que más se abusa del poder y, como dijo Salvador de Madariaga, 'el abuso del poder es una enfermedad, al parecer incurable, del ser humano, y claro que produce desorden'. Ya aseveró el irlandés autor de 'Los viajes de Gulliver' que 'el poder no es una bendición en sí misma, excepto cuanto se utiliza para proteger a los inocentes'.  De por sí no se destaca, sobresale, por su amor fraterno, creyente o no, pues 'las actividades del gobierno -Samuel Johnson dixit- ejercen poca influencia sobre la felicidad de privada de los individuos'. 

Tal como se encuentra España -hipotecada- es indignarte la riqueza de que se hace alarde; creo con Confucio  que 'en un país bien gobernado debe inspirar vergüenza la pobreza. En un país mal gobernado debe inspirar vergüenza la riqueza'. La monarquía siempre es alarde de lujo, constituye -reitero- un lujo más que de manera suicida se permite España Y ya es irrisorio afirmar que el bienestar es de todos. 

Otro día versaré en torno a los contrasentidos del sistema político que nos es impuesto y que no cambiará sustancialmente mientras continúe la monarquía. Y para colmo esta monarquía sui generis.   

                                                                                

lunes, 3 de febrero de 2020

Santa María la Real de Nieva no acaba de entender o aceptar que los restos de Blanca I de Navarra no son los del arcosolio del presbiterio de la iglesia parroquial

Ninguna ciencia, en cuanto ciencia, engaña; el engaño está en quien no la sabe. 
                                   - Miguel de Cervantes Saavedra - 

Quosque tandem, Catilina,  abutare patientia nostra?, hasta cuándo, Catilina, vas a estar abusando de nuestra paciencia? -Cicerón en las Catilinarias-

No vale hacer oídos sordos; primero, porque no se trata de palabras necias; segundo, porque se refiere a un tema muy difundido por la prensa de todo tipo, y es que los restos que se exhiben como de la reina Blanca I de Navarra no corresponde a ella. Desde que se dio a conocer el resultado de la prueba de ADN mitocondrial que se venía practicando en torno a los restos mortales de Carlos de Trastámara y Évreux y de su madre, estoy solicitando que se borre o tape la falaz inscripción del sepulcro que se erigió precipitadamente. Bajo la buena fe, me resulta abstruso el hecho de no ser atendido, habida cuenta de que es lo pertinente. No obstante Jaime Pérez Esteban, vecino de Villoslada, aldea de escasos setenta habitantes, perteneciente a la cabeza de partido de Santa María, que ostentó el cargo político de alcalde de la referida villa hizo de mí caso omiso, siendo así que no le  solicité cosa que hubiera de obtener de él en calidad de gracia, sino que, lejos de ello, lo que pretendí es que se subsane lo que, si no constituye un delito, es palmariamente un desacierto y hace daño. Tanto radica el detrimento, en su acepción de daño moral, en la sociedad  como en la Historia. ¡Que prurito de mistificarla! Se impone la pregunta: ¿qué beneficio, ganancia, utilidad, ventaja, se obtiene con la permanencia de manera contumaz del error en que se cayó otrora? Hay, de pueblos limítrofes, quien me expone que ocultan la verdad por interés. Yo pienso que no otra cosa les puede mover a tal acción, por demás vituperable, Pero, ¿les produce interés pecuniario? Es lo que interesa saber, yo no puedo cuantificarlo, pero si fomenta turismo. De aquí también que no solo el pueblo dé de lado el ADN, también Segovia  e incluso la comunidad autonómica. 

Sé que, aparte el salario -que absurdamente se fijan ellos- no  cogió el Sr. Pérez Esteban  lo que se dice una canonjía (en sentido coloquial, empleo de poco trabajo y bastante provecho), que requiere ímprobo trabajo y sacrificio; bueno, sacrificio para el concejal que no cobre. Tuvo que poner en orden el desastre recibido, que como muy bien manifiesta una publicación municipal, es desastre que nada tiene que ver con la crisis del país -nosotros no hemos tenido ninguna burbuja inmobiliaria-, sino con la personalista y desastrosa gestión anterior marcada por el secretismo, la desidia y el amiguismo, que ha supuesto una pérdida de ingresos notable año tras año. Ojo, puede dar un indicio peor que la desidia y el amiguismo, ser otro el móvil de actuar en secreto. Malo cuando no hay transparencia, y de lo que exponen se deduce que así es; yo no solamente he oído decir que dejó el anterior alcalde un tremendo lío de cuentas, sino que fui objeto de que se me reclamase por segunda vez el importe de una licencia de obras; entonces, exponiéndoselo a conocidos, hube de escuchar comentarios que me causaron muy mal olor. Pero además es que no se explica la existencia de un exorbitante déficit cuando, habiéndose construido mucho en la localidad, había de ser superávit, porque como es sabido, el Ayuntamiento percibe un porcentaje cuando el agro pasa a ser solar, mas, por lo que veo, para Santa María la Real de Nieva fue deficitario, enorme ruina, lejos de beneficioso. Tal la "brillante" labor de un alcalde que lo fue durante cinco legislaturas. 

Alegó aquel ex alcalde que las deudas son fruto de inversisiones...; bueno, pues que lo hubiera demostrado. Primero aritmético, y luego presentando tales inversiones. Por otra parte, no se ha de invertir cuando la situación económica no lo permite, porque en primer lugar lo que hay que procurar es no entramparse, ello es lo cuerdo y lo ético. Es increíble osadía que Eusebio García González, ya fallecido,  aduzca -veo en internet- que la oposición le critica por envidia de sus victorias. Su victoria de dejar el Ayuntamiento en bancarrota no es tal triunfo, éxito, sino todos sus antónimos: derrota, revés, desastre, descalabro, hecatombe, fracaso...;en suma, la crisis particular de Santa María la Real de Nieva. No, victorias de estas no hacen falta, no hace falta. La crisis, que por lo menos los políticos que la han motivado a escala nacional, no la llaman victoria como el ex alcalde de referencia. Tiene de victoria lo que el hallazgo de los restos de Blanca I de Navarra; Arquímides pudo exclamar ¡eureka!, lo encontré, al dar con su principio de Física, pero en Santa María la Real de Nieva lo único que se ha descubierto es la gigantesca deuda del Ayuntamiento  dejada por un alcalde que estuvo, como digo, una muy larga estancia en él.           

Es triste que el ciudadano, con más o menos relación con dicho lugar segoviano, haya de ser el pagano, por cristiano que sea, al menos como bautizado, de las culpas del referido ex alcalde, que haya que idear cómo sangrar al contribuyente por culpa de ineptitud, negligencia o lo que fuere. Habría que definir el motivo de la situación a que se ha llegado, pero..., silencio de un colega a otro -entre los políticos, máxime siendo del mismo partido, no sacan los trapos sucios-, el ciudadano a pagar, y punto. Craso error; sí, indisculpable. Tendremos que arrepentirnos en esta generación -el líder antirracista estadounidense Martín Luther King dijo-, no tanto de la malas acciones de la gente perversa, sino del pasmoso silencio de la gente buena. Nadie mejor que el alcalde que la sustituyó sabe de este caso. En un boletín publicado por el PSOE se difundió lo que todavía tiene vigencia como consecuencia de haber dejado el aludido alcalde vaas las arcas municipales:


Pero de perseverar en su menosprecio, siempre me servirá de atenuante el hecho de ver cómo desprecia con olímpico desdén -altanería, soberbia- al equipo que ha dado rotundo mentís a la existencia del arcosolio en la iglesia de lo que queda del monasterio que fundaron los primeros Príncipes de Asturias. Bien que se erigiera donde se encontraron los restos tras haber tenido la certidumbre de que pertenecían a Blanca I de Navarra, la cual nunca se tuvo. Fueron unos años, pues, de querer imponer como hecho cierto que los restos mortales de dicha reina medieval habían aparecido, haciendo caso omiso del dictamen emitido por el destacado antropólogo Juan Manuel Reverte Coma, que apunto que solo la aplicación de la prueba de ADN podía determinar si la osamenta pertenece o no a la hija de Carlos III el Noble  y de su esposa Leonor de Trastámara. 

Hay un dicho según el cual nunca segundas partes fueron buenas; en el tema de referencia mala fue la primera y pésima la segunda; ésta, como dice la letra de un famoso tango, es culpa que no tiene disculpa, no tiene perdón -bastante menos que la que se refiere a tal canción, y cuya protagonista lo sabe-. No, no lo tiene lo que ocurre, y quienes lo motivan no lo saben o afectan ignorarlo. Y es que frente a existir desde el 9 de septiembre de 2008 un estudio de ADN mitocondrial, cuya realización duró una década, que demuestra el error, no se haya procedido en Santa María la Real de Nieva a darse por enterados. Cito el nombre de la bella villa como lógica manera de hablar, pero claro está que no puedo referirme, y no me refiero, a sus poco menos del millar habitantes que compone el censo de población como engañados; bastantes "despertarían" del engaño cuando hubo que despertar. Y cabe pensar que, antes o después, la totalidad. ¿Quién no tiene hoy día al menos televisión y/o radio? Ni el más humilde social y culturalmente hablando puede ignorar a día de hoy que se está haciendo el ridículo sin tapar la referida inscripción. 

Asimismo debiera honestamente corregirse la página del Ayuntamiento -arte- y al hablar de la iglesia, líneas como estas: 
En las obras realizadas en la iglesia en octubre de 1994 se encontraron unos restos que, después de numerosos estudios antropológicos hechos por el Dr. José Manuel Reverte han confirmado que efectivamente son los restos de la importante reina.
Ya he consignado aquí y en otros artículos lo que dijo el citado antropólogo. Pero sigo transcribiendo.
No así las pruebas de ADN en varias universidades españolas, para ver la coincidencia con los restos de su hijo el Príncipe de Viana, enterrado en Poblet. Pero estos restos de Poblet no existe ninguna seguridad de que fueran los del Príncipe por las vicisitudes históricas que sufrió dicho cenobio desde la Desamortización de 1835.
Bueno, todo esto es hablar por hablar y desorbitar el tema. No es que no exista seguridad de que los restos de Poblet sean los del hijo de Blanca I de Navarra y de su segundo marido Juan II de Aragón, es que se descubrió, tras de operarse con los que se suponían, que no lo eran. Entonces la profesora de Historia medieval de la Universidad de Barcelona, que lideraba el proyecto Poblet, fue buscando en la Historia a quien poder aplicar el ADN; entre las que encontró, se decantaron por practicar la prueba con la duquesa de Austria, Johanna de Habsburgo, décimoquinta hija de la reina Ana de Jagellón-Foix y Fernando de Habsburgo, dando la comprobación por resultado que los restos de Carlos de Trastámara, en Poblet, y los de su madre en Santa María la Real de Nieva son falsos, no corresponden a ellos. 

Todo lo tengo explicado por activa y por pasiva en los varios artículos que llevo escritos; así que, señores mandamases, hay que dar de lado al mito. Y respetar al Dr. Miguel C. Botella, del Departamento de Antropología Física de la Universidad de Granada, a Asunción Malgosa, del Departamento de Biología de la Universidad Autónoma de Barcelona, y a la mencionada profesora líder del proyecto, Mariona Ibars i Puga. Insisto una vez más, y pues ello es también tema clave por mi parte, en la petición de esta señora que en una noticia del resultado del estudio se expone: Mariona Ibars recomienda que en Segovia, en donde la tumba de la reina se puede visitar, se cambie al menos la placa que la identifica. Respecto al enterramiento del supuesto príncipe, no es accesible por lo que los monjes de Poblet no prevén hacer nada. 

No se pide por parte de la líder del Proyecto Poblet ni por la mía, oriundo y contribuyente de Santa María la Real de Nieva, algo que implique un gasto que, dada la crisis del pueblo, endeudado con el Estado hasta 2021, no pueda realizarse. Nequaquam, de ninguna manera, de ningún modo, apenas supone gasto hacer desaparecer la inscripción, como tampoco, en cuanto a la página  Web del Ayuntamiento, que barato  es enmendarla, implica solo molestarse en ello, eliminar las inexactas líneas. ¡Ya es hora que se lleve a efecto! Debió verificarse ipso facto a la difusión, divulgación, de la presentación del estudio genético del Príncipe de Viana,  que -por enésima vez repito-  tuvo lugar en el Monasterio de Santa María de Poblet el 9 de septiembre de 2008. 

Puede extrapolarse al caso que nos ocupa la muy conocida, y consignada al principio, frase histórica quosque tamden Catilina abutare patientia nostra? Abusar es lo que desde la indicada fecha viene verificándose. Pretender dar apariencia de verdad a la impostura  de los restos del sepulcro cuando de tal fingimiento o engaño ha aparecido la realidad, la efectividad, la verdad incontrastable, es sencillamente hacer el ridículo. ¿Qué argumento o razón válida hay para impugnar el veredicto dado por la Ciencia? Entérense de una vez por todas que el ADN es inequívoco, que Santa María de Nieva, Segovia, Castilla y León, no lo van a impugnar, que está haciendo un gran servio a la historia y a la vida . 

Recientemente tal estudio genética ha demostrado que el rey Alberto II de Bélgica es el padre de Delphine Böel. ¡Tantas paternidades ha demostrado ya! Los Borbón no quieren aplicarlo en  ellos, y en concreto en la prima y esposa de Carlos IV, María Luisa de Parma, ni en su nieta Isabel II . Se rehuye que la Ciencia pruebe lo que viene afirmando la Historia, que pruebe lo que no se desea referente a la amante de Godoy, ni a la madre de Alfonso XII, la cual parece ser que un día expuso a su hijo: 'Lo que hay en ti de Borbón solo me lo debes a mí'. Léase ''Bastardos y Borbones: Los hijos desconocidos de la dinastía', de José María Zavala. Y 'Elena y el rey', del mismo autor, relativo a los padres de Leandro de Borbón Ruiz Moragas, único bastardo que logró ser reconocido. 

Una de las mejores cantantes de ópera, anulándose como tal
al convertirse en la principal amante de Alfonso XII
Aquí vemos a Alfonso XIII

Dentro de la bibliografía sobre este tema, está este otro libro bastante más antiguo, su publicación original data de 1992, y no se refiere únicamente a los Borbones que acabo de señalar.                                                                

De los bastardos del rey emérito da buena cuenta el coronel Martínez Inglés en 'Juan Carlos. El rey de las cinco mil amantes'. Ni su abuelo, ni su bisabuelo, llegaron a tal número.
                                                                             
El catalán Albert Solá y la belga Ingrid Satiau.
Con referencia a Albert Solá se extrajo el ADN de un vaso utilizado por don Juan Carlos. Un test determinó que existe entre ellos una coincidencia genética de un 99,9 %. El juez rechazó la prueba basándose en que no había sido autorizada por el rey. El Supremo la archivó. Albert es considerado como                       

   
Se trata, en fin, de una prueba científica sumamente valiosa, por lo que tiene de irrefutable. A la vista de ello, el GRAN PECADO DE CONCIENCIA que se viene perpetrando con LA MENTIRA DEL SEPULCRO cae de lleno en el ridículo. Para el poeta Amado Nervo, y lo subrayo para llamar la atención a quienes dirijo mi queja, 'la conciencia del ridículo suele ser más molesta que la conciencia del pecado.