sábado, 23 de noviembre de 2013

Mariano Rajoy el peor presidente que ha tenido España

Cuanto más corrupta una sociedad, más numerosas las leyes.
-Edward Paul Abbey (1927-1989) escritor y filósofo estadounidense-  

 Para José Oneto este triste segundo aniversario del gobierno de Rajoy se "celebra" con lo que en su artículo denomina Ley de patada en la boca. Ya no es que haya mentido al cien por cien en el programa de su campaña de Elecciones, repitiendo la totalidad de las mentiras en el discurso de investidura, sino que pretende gobernar dictatorialmente. No puede convencer, porque para ello todo lo tiene en contra: lo que ofreció y no cumple, lo que contra él expone Bárcenas y no ha desmentido rotundamente, el fracaso -éste sí que es incontrovertible- de su actuación gubernamenal. Los males continúan in crescendo y él sin avergonzarse de ello, tratando de justificarlo, o sea, justificarse, tomando a la ciudadanía por vulgo necio. Pero cabe decirle la frase de Nietzche:  No siento que me hayas engañado una vez, sino que ya nunca podré creer en ti. Lo que Mariano ha hecho, está haciendo, a favor del Partido Popular se halla al mismo nivel destructivo que lo realizado por Iñaki Urdangarin y su esposa la infanta Cristina, a lo que se aúna el bipartidismo gobernante, respecto a la institución monárquica. 

Tiene Rajoy falta del sentido del ridículo y sobra de prepotencia; es absurdo y ridículo que tan dictador hable de la perfecta democracia que hay en España. ¿Democracia? Sí, sí, y nada menos que perfecta. La democracia no da patadas a las bocas, no legisla leyes de tal índole. Este punto del aludido artículo es clave del mismo.
Tanto el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, como el representante de iniciativa por Catalunya, Joan Coscubiela, han centrado sus críticas en sus intervenciones en Parlamento en el paro (hay casi un millón de parados más que cuando comenzó la actual legislatura), pero, sobre todo, en esa nueva Ley de Seguridad Ciudadana que supone, según el diputado catalán, una "patada en la boca de la democracia". La oposición ve en ello un intento de amedrantar y evitar las protestas por el riego de dura sanción económica si se producen altercados o enfrentamientos con la policía. "Usted pretende tener a los parados calladitos", le ha dicho Rubalcaba. "España va a salir a la calle: no nos callarán", ha advertido Coscubiela.
Que Rajoy pretende amordazar es evidente, ya le falló anteriormente efectuarlo a la Prensa, la cual lo estuvo largas décadas respecto a la institución monárquica tan mimada por el PP y, especialmente, por el PSOE. Ya  inció el mimarla Felipe González, conforme tengo tratado. El rey  siente afecto, lo exterioriza al menos, por los socialistas, recordemos, una vez más, que del anterior presidente dijo: Zapatero es un hombre íntegro. A este hombre íntegro, que muy bien ha desgobernado en España, y a Rajoy, que continúa el mismo plan, ha de estarles agradecido el monarca por el blindaje que hacen de la infanta Cristina. A la vista tenemos que la ciudadanía rechaza de plano dicha ley que Mariano sostiene no es mordaza, sino que garantiza la seguridad y la libertad. ¿Qué será la seguridad y la libertad para él? En principio, su seguridad en el poder y la libertad de actuar como le plazca: El Estado soy yo.   
                                                                          

Monarquía y Gobierno están en entredicho, se sostienen recíprocamente, si una cae, el otro también. 

Pronto vamos también a ver qué pasa con el juez Castro, qué le dejan hacer, cómo concluye la instrucción del caso. Visto desde el primer momento está que con el "caso Nóos" quedó la familia real española al descubierto, se alzó el telón de la farsa.   
                                                                           

El rey, apoyado por el bipartidismo, defiende/n a ultranza a la infanta Cristina y, con ella, se  defienden todos, porque no sólo el matrimonio Urdangarín-Borbón son acusados de enriquecimiento ilícito. De la, lógica y natural, indignación que genera la actitud del fiscal, que abiertamente defiende a la infanta, y, más o menos soterradamente, el Gobierno en la sociedad puede darnos idea este comentario de Federico Jiménez Losantos, criterio que es el unánime de los españoles. 
Todo para proteger a la hija del rey. Como dijo el juez decano de Zaragoza, "cualquier española hubiera sido imputada desde el primer día con los datos que hay sobre la infanta Cristina". ¿Qué pasa, que el juez decano de Zaragoza es un idiota que desconoce la justicia? No hombre, no, aquí los que desconocen el decoro son los que están en justicia, empezando por el ministro y terminando por el fiscal, pero todo coronado por Mariano, Rubalcaba y su majestad. [...] Como notorio, disimulando el trinque disimulado de estos sinvergüenzas, que han saqueado el dinero público, las arcas públicas, que se han llevado lo que está escrito y lo que no está escrito, que los pillan robando y Montoro disimula. 
En esto que es de vergüenza ajena, y en el detalle de que nuevamente el fiscal general del Estado expone que no hay trato de favor a la infanta, añade:
Salió otra vez, al mismo tiempo que conocíamos robos y atracos a Hacienda de Urdangarín y Cristina de Borbón, con la cantinela ridícula de que no hay ningún trato de favor a la infanta Cristina, a esa delincuente, presunta ¿verdad? Pero no son presuntos los dos millones y medio que se ha llevado de Mallorca, los tres y medio que se llevaron de la Comunidad de Valencia, lo que se llevaron de la Diputación de Barcelona, lo que se llevaron del Ayuntamiento de Alcalá de Henares y lo que se han llevado de las empresas a las que saqueaban, siguiendo una acendrada tradición familiar.

martes, 19 de noviembre de 2013

Miedo a la República por la mala imagen que se le adjudica gratuitamente o por intención inconfesable

La República presidencialista no surgirá de la casta parasitaria, pues es la 
gravosa corte del presente, la legión plebeya que nos asfixia, sino de una
sociedad civil rearmada intelectualmente y regenerada moralmente, que 
salga airosa y decidida de la tampa monárquica. Ser hoy y aquí republicano 
es, más allá de la convicción nacional, puro instinto de supervivencia. La
República es un ideal, también una necesidad. O España será republicana
o no será.                             - Enrique de Diego -      


De la Guerra Civil española se dice que supuso un millón de muertos, cifra que apuntó en su obra narrativa José María Gironella, estadística que es por demás dolorosa, transformadora de destinos pues cambió la vida de muchas familias. Huelga decir que para mal en la inmensa mayoría de los casos. Que muchos hallaran su bien, es también notorio. por aquello de totum revolutum, todo revuelto, que nos lleva al refrán que dice "a río revuelto, ganancia de pescadores", no falta quien astutamente busca beneficio de la situación. También hay favorecidos sin buscarlo, no por astucia sino por su propia buena estrella, que, como reza la frase, hay quien nace con estrella, y otros estrellados.

Quien culpa hoy a la República de la Guerra Civil, actúa con mucha ligereza, ésta no fue engendrada -mirémoslo bien, documentemonos- por los republicanos, quienes no pudieron evitar ser arrollados por por los bolcheviques, aquel comunismo y socialismo de otrora en que, precisamente, el PSOE no era defensor de la institución monárquica, no lo fue, obviamente, su fundado Pablo Iglesias. Comunistas, socialistas y demás hierbas constituyeron un lastre para la Segunda República que dio con ella en tierra; ya a su advenimiento exclamó Ortega y Gasset: No es esto, no es esto. El general Franco meditó mucho el hecho de adherirse a los militares golpistas contra el Gobierno legalmente constituido. Los desmanes del marxismo, que la República no pudo contener, principalmente en el primer momento del Movimiento, dio sentido a la triste realidad: el levantamiento de las fuerzas de África el 17 de julio de 1936. 

El Gobierno se fue quedando solo internacionalmente. El ejército en principio no luchó contra la República, se levanto incluso enarbolando su bandera, luchó contra el comunismo. El comunismo internacional ayudó al español, que no a la República. Ésta llegó a ser absorbida, dominada, por el bolchevismo. Como ha recogido  Claudio Sánchez Albornoz, Manuel Azaña, amargado de la clase de República que había, llegó a pronunciar esta amarga frase: No quiero ser Presidente de una República de asesinos. Pensemos,  consideremos, reflexionemos, que en la zona rupublicana se fusiló a republicanos, valga como paradigma Melquiades Álvarez que, recluido en la Cárcel Modelo, de Madrid, fue fusilado por unos anarquistas que le sacaron de la celda, le llevaron al patio, o al sótano -hay las dos versiones-, el 22 de agosto de 1936 y le fusilaron. Al morir les dijo: "Barbaros, ¿qué hacéis?". Cuando Azaña se enteró quedó impresionado, le brotaron las lágrimas. Pasan las generaciones y el recuerdo vivo desaparece y viene la Historia a mistificar los hechos. Pasarán, quiero decir, aquellas generaciones, porque aún quedan supervivientes de aquella guerra que Unamuno denominó "guerra incivil". 

El equitativo discurso contra la barbarie y el crimen en los dos bandos españoles.

Este ilustre intelectual español que tras estallar la contienda se rebeló contra los fusilamientos de la zona republicana, tuvo la nobleza de hacerlo igualmente de los asesinatos de la zona nacional. Surgió aquel 12 de octubre -1937- de triste recuerdo en Salamanca en que hubo de oír de labios del general Mllás Astray aquello de "mueran los intelectuales, viva la muerte". Se celebraba en el paraninfo de la Universidad el Día de la Raza; fue la espoleta que abrió el fuego entre el military el insigne filósofo y escritor el discurso del profesor Francisco Maldonado atacando violentamente a Cataluña y al País Vasco, regiones a las que califica de "cánceres en el cuerpo de España", y añade: "El fascismo, que es el sanador de España, sabrá cómo exterminalas cortando en la carne viva como un deciddo cirujano libre de falsos sentimentalismos". 

Unamuno que, como rector de la Universidad, presiside el acto, tomó la palabra:
Estáis esperando mis palabras. Me conocéis bien, y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. A veces, quedarse callado equivale a mentir, porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia. Quiero hacer algunos comentarios al discurso -por llamarlo de algún modo- del profesor Maldonado, que se encuentra entre nosotros. Se ha hablado aquí de guerra internacional en defensa de la civilización cristiana; yo mismo lo hice otras veces. Pero no, la nuestra es sólo una guerra incivil. Vencer no es convencer, y hay que convencer sobre todo, y no puede convencer el odio que no deja luga para la compasión. Dejaré de lado la ofensa personal que supone su repentina explosión contra vascos y catalanes llamaándolos anti-España; pues bien, con la misma razón pueden ellos decir lo mismo. El señor obispo lo quiera o no lo quiera es catalán, nacido en Barcelona, y aquí está para enseñar la doctrina cristiana que no queréis conocer. Yo mismo, como sabéis, nací en Bilbao y llevo toda mi vida enseñanando la lengua española que no sabéis...
Su enemigo de siempre, José Millán Astray, empezó a gritar: ¿Puedo hablar? ¿Puedo hablar? Dijo. ¡Cataluñá y el País Vasco, el País Vasco y Cataluña, son dos cánceres en el cuerpo de la nación! El fascismo, remedio de España, viene a exterminarlos, cortando en la carne viva y sana como un frío bisturi. No supo continuar hablando. Se oyeron voces militares de Viva la muerte. Y Unamuno continuó:
Acabo de oír el necrófilo e insensato grito de ¡Viva la muerte! Esto me suena lo mismo que ¡Muera la vida! Y yo, que he pasado la vida componiendo paradojas que excitaba la ira de algunos que no las comprendían he de deciros, como experto en la materia, que esta ridícula paradoja me parece repelente. Como ha sido proclamada en homenaje al último orador, entiendo que va dirigida a él, si bien de una forma excesiva y tortuosa, como testimonio de que el mismo es unsímbolo de la muerte. El general Millán Astray es un inválido. No es preciso que digamos esto con un tono más bajo. Es un inválido de guerra. También lo fue Cervantes. Pero los extremos no sirven como norma. Desgraciadamente en España hay actualmente demasiados mutilados. Y, si Dios no ayuda, pronto habrá muchísimos más. Me atormenta pensar que el general Millán Astray pudiera dictar las normas de la psicología de las masas. Un mutilado que carezca de la grndeza espiritual de Cervantes, que era un hombre, no un superhombre, viril y completo a pasar de sus mutilaciones, un inválido, como he dicho, que no tenga esta superioridad de espíritu es de esperar que encuentre un terrible alivio viendo como se multiplican los mutilados  su alrededor. El general Millán Astray desea crear una España nueva, creación negativa sin duda, según su propia imagen. Y por eso quisiera una España mutilada  (...) 
Interrumpe el general para decir, por todo decir, ¡Muera la intelectualidad traidora! ¿Viva la muerte! Por el alboroto del público se entendió que dijo: ¡Muera la inteligencia! ¿Viva la muerte! José María Peman por calmar los ánimos intervino exponiendo: ¡No! ¡Viva la inteligencia! ¡Mueran los malos intelectuales! Unamuno no se acobarda y continúa:
Este es el templo de la inteligencia y yo soy su sumo sacerdote. Vosotros estáis profanado su sagrado recinto. Yo siempre he sido, diga lo que diga el proverbio, un profeta en mi propio país. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis, porque para convencer hay que persuadir. Y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho.
El insigne profesor de la universidad salmantina acabo su accidentado discurso, verdadera lección de lo que era e iba a ser la guerra. ¿Qué hubiera pensado al ver el comportamiento de injusticias y crímenes cruentos -porque la injusticia es en sí un crimen- que cometieron cuando vencieron? Como si no hubieran sido suficientes los perpetrados durante la guerra. ¡Como para convencer! No pudo verlo, le adelantaron la hora de la muerte, y menos mal que no fue con balas. Diez días después Franco firma el decreto de su distitución como rector, ya desde el día negro, infeliz, infausto, quedó en arresto domiciliario. De asco y pena muere el 31 de diciembre de 1936. 

jueves, 14 de noviembre de 2013

No más recortes y más predicar con el ejemplo. Ni más corrupción y mentiras

No hay más que un poder: la conciencia al servicio de la justicia; 
no hay más que una gloria: el genio, al servicio de la verdad.
                                      - Victor Hugo - 

 Lo concerniente a la Industria corresponde a tal Ministerio, cuyo ministro en la actualidad es José Manuel Soria, que es también Presidente regional del PP en Canarias. Entre las funciones del rey, consignadas en el artículo 62 de la Constitución no figura la de representar en el extranjero -obviamente tampoco en España- embajadas comerciales. No puede, por ende, sino dejar perplejo a todo ciudadano tener que leer esta noticia: "Los Príncipes viajan esta semana a EE UU para estrechar lazos. La visita tendrá una importante proyección económica y comercial, con la que se quiere dar una imagen de España que convine su visión histórica y su capacidad para sobreponerse a la crisis". Una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa, es absurdo mezclar lo dispar. Aparte de ello, para tal proyección no era, insisto, necesario montar un desplazamiento tan importante, máxime en la situación angustiosa en que se encuentra nuestro país y que muy bien es conocida en norteamérica; bueno, en el mundo entero. (En nuestra época los modernos medios de comunicación han hecho del mundo un pañuelo, le ha achicado a mera vecindad). En buena sindéresis sólo cabe pensar que tal representación a los fines expuestos, comerciales y culturales, ha podido, y ha debido, ser limitada al máximo. Los príncipes que se hubieran quedado en casa.

Por otra parte, al monarca ya le representan sus ministros. Éstos, ademas, son los responsables de sus actos; de su refrendo trata el artíclo 64 del texto constitucional, y que en su efectividad tiene total parecido con el artículo 14, igualdad ante la ley, el 35, derecho al trabajo, el 43, protección de la salud, el 47, derecho a la vivienda, y tantos otros que en la práctica nihil, nada, todo ello papel mojado; según el DAE, de poca importancia o que prueba poco para un asunto. Coloquial, cosa inútil o inconsistente. Mayor importancia tiene para los políticos cuando lo emplean de comodín. Claro que, en el fundo, es fallando a blancas, surge ipso facto que es un pretexto. En la Carta Magna, desde luego, no figuran los recortes de derechos sociales, indultos a los corruptos y a los criminales de ETA, como otros hechos, unos del pasado, otros del presente aparte los indicados. Tampoco contempla despilfarros de viajes, incluidos los relativamente justificados, varios en absoluto, que hace el presidente Rajoy para eludir su presencia para dar explicaciones de las que, por otra parte, se evade con su mayoría absoluta obtenida de la manera reprobable que en seguida salió a la superficie. Mintió, engañó, al cién por cién. 

El despilfarro no cesa.

En el libro titulado "La inútil momarquía" podemos leer:
Estamos en una crisis tremenda, en una crisis de modelo, y un modelo que se nos ha vendido como perfecto y que es demencial, propio de dementes, y que sólo se hizo para mantener en el puesto y en el sueldo a los Borbones. [...] Se convirtió la política en una especie de tómbola que ahora mismo está haciendo quebrar la nación. Hay una casta política, y el jefe de esa casta parasitaria es Juan Carlos. La gente ha sido durante cuatro décadas abrumada por una propaganda monárquica juancarlista, el motor del cambio, la sacrosanta transición, las proezas que parece que se reproducen cada día. Yo he vivido esa época, y no es verdad, fue una época pragmática y desde luego con una frivolidad, con una inconsecencia en la generación de modelo de Estado que estamos pagando muy caro. No lo pagan ellos, porque ellos viven en el privilegio. 
Evidentemente, no tienen apuro, estrechez económica, y, aunque para cubrir el expediente digan lo contrario, no les importa la situación de la sociedad como evidencia su actuación, y así: 
 Ha generado -continúa De Diego- el Borbón con su chambelán Suárez esto que es terrible, que es un cachondeo, esto que es un grupo parasitario de políticos expoliando a una población y hundiendo a una sociedad, y el culpable es Juan Carlos. [...] De la monarquía no se ha podido hablar; de ahora en adelante el tabú ya está roto.
El capítulo V le titula: "La corrupción siempre empieza por la cabeza", en concepto del autor se inició en el rey. Sabido es que tan pronto interpretó este papel emprendió la labor de hacerse con una fortuna, e igualmente no se ignora cómo y quienes le ayudaron a ello. En primer lugar Sabino Fernández Campos y Manuel del Prado y Colón de Carvajal, cuyo segundo individuo, que fue su administrador privado durante más de una veintena de años,  terminaría en la cárcel. Asimismo otros colaboradores y amigos. No dejó de ocurrir pese al omnímodo poder de la monarquía y al limitado, al no ser independiente del Poder Ejectivo, de la Justicia, lo que nos da a pensar la magnitud de los delitos por los que fueron encarcelados, los cuales hoy día son conocidos en la inmensa mayoría de la sociedad, basta querer documentarse al respecto.   

jueves, 7 de noviembre de 2013

Presidente Rajoy, alias el Imbatible. Y desigualdad del ciudadano ante la ley

Nada más triste que el espectáculo de un país que por temor soporta un gobierno detestado.
                                                         - André Maurois -  

Es injusto que Rajoy resulte imbatible no por su capacidad mental, ni por su razón, ni por no aparecer la menor nube sobre su honestidad, pues no es ningún genio -un Egenio García más-, no muestra razonables medios de gobernar, y tampoco su honestidad aparece clara; de momento, ha quedado por mentiroso en cuanto a que no tuvo arte ni parte en el caso Bárcenas, siéndole probado la buena relación entre ellos. Asimismo el "buen servicio" que el hoy presidiario hizo al PP y, por reciprocidad, el excesivo buen comportamiento del partido con él. Nadie da mucho por nada -fuera del ámbito particular de la familia-, y tanta generosidad -la conocemos bien- con el extesorero entraña de por sí sospecha. Ésta no se ha desvanecido, porque Mariano se niega a dar explicaciones a los partidos políticos -el de la oposición y los demás-, escudándose en la mayoría absoluta obtenida en la elecciones. 

Podrá hacerlo cubierto por la actual legislación -que queda probado debe cambiarse-, pero el que pueda negarse y niegue le ha hundido moralmente aun cuando gracias a ello ha tenido la batlla ganada negándose a darla. Mariano escurre el bulto, Mariano no da la cara, Mariano vence pero no convence. Si presentara batalla o, cuando menos,  aceptara la que le presentan sería incontrovertiblememte derrotado. Cuando no puede rehuir encuentros, ya vemos que queda sumamente dañado, empezando por no entrar en materia, salir por peteneras. Lo suyo es la inhibición por antonomasia, no dar explicaciones de lo que hizo ni de lo que hace o no hace. Hace lo que no debe, y debería hacer lo que no hace, es lo que está claro. Y después inconscientemente habla de la democracia de España, ¡ya es osadía! En cultura y talento no es un Castelar, obviamente, mas en picardía se le puede comparar con el lazarillo de Tormes. Pero Lázaro no caía en avaricia, sólo pretendía cubrir sus necesidades primarias. Si es cierto lo que aquí leemos, "El Avaro", de Molere, Harpagón, sería todo generosidad.   
                                                                                  

Dejé consignado en otro artículo la adecuada respuesta que le dio Antonio Gala cuando emitió la sandez de que España es una democracia seria. Entre salidas extemporáneas y hacer oídos sordos a cuanto se le recrimina, va tirando; este enajenarse de la controversia con otros partidos políticos se lo posibilita lo que ya queda dicho, y es tal vez lo que le sostiene al frente del Gobierno. Muchos somos lo que pensamos -no se puede legislar contra el mero pensamiento de la persona- que Rajoy es culpable de lo que se le imputa, tanto más por cuanto él reuhuye afrontar declaraciones. A nivel judicial, dado su relieve político -primero el rey, luego él- se va escapando de que le sean reclamadas, quizá si fuera un presidente autonómico o un ministro... Pero siempre, por supuesto, encontrándose en ex, o sea, habiendo dejado de serlo. 

Mariano está gobernado dentro de lo inoportuno e inconveniente, y de aquí no hay quien le saque, se aferra a ello cerrilmente y en todas las acepciones de la palabra: de manera cerril, a secas, con laconismo descortés. Cerril en el sentido de obstinarse en una actitud o parecer, sin admitir trata ni razonamiento. Por otra parte, todo viene a indicar que le  da igual gobernar que desgobernar, con tal, esto es lo que le importa, de permanecer en el poder cubriendo vanidad, residiendo en el Palacio de la Moncloa y tener un empleo pagado con largueza tanto más aunándose privilegios. Clama al cielo que el PP impida debates de reproches a Rajoy por sus mentiras; en general, que le esté blindando.
                                                                     

sábado, 2 de noviembre de 2013

El juez Castro echa más leña a la hoguera de la infanta Cristina

Arréglese el Estado como se conduce a la familia, con
autoridad, competencia y buen ejemplo.  (Confucio) 

 La aparición de pruebas de haber sido coartífice de las actividades supuestamente delictivas de Iñaki Urdangarin su cónyuge la infanta Cristina es el rayo que no cesa, dicho sea así pasando a servirme de una expresión del título de la obra más importante del poeta Miguel Hernández, frecuentemente obtiene el juez instructor un documento más de las actuaciones impactantes, cuando menos, del alma mater del Instituto Nóos, sin ánimo de lucro y que, como humorísticamente se dice, ha resultado sinónimo de lucro. Evidentemente no han podido sacar más ganancia, dada la ya señalada base de garantía al ser su alteza real su madre nutricia. Pero si la ganancia ha sido colosal, no les ha hecho -a ellos y a sus socios- muy buen provecho, que digamos, al caer, por numerosos delitos aflorados a la luz, en manos de la Justicia. "Negociaron" a ojos vista, mas huelga decir aun cuando más de una vez lo dije, que el matrimonio de la realeza, en consecuencia el asociado de Torres-Tejeiro, pensaron que tenían asegurada la impunidad, mas, ¡ay!, les salió el tiro por la culata, loc. verb. coloq. de que la RAE apunta es dar un resultado contrario del que se pretendía y deseaba. En esta línea de seguridad pensarían, por su parte, Diego y Ana, la paremia según la cual quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija, de la que nos aclara Luís Junceda, en su "Diccionario de refranes", que "recuerda las ventajas que logra el que tiene protección poderosa". Ha quedado de sobra comprobado. Claro está que la más beneficiada es la infanta, que ni siquiera ha sido imputada como los cuatro restantes componentes de Nóos., individuos ya más conocidos que la Parrala. 

Ya en mi artículo anterior versé sobre este caso de corrupción al que he dedicado varios titulares, analizado desde diversos puntos de vista, pero el tema no se agota. No digáis -nos manda la becqueriana rima- que agotado su tesoro, / de asuntos falta, enmudeció la lira: / Podrá no haber poetas; pero siempre / habrá poesía. En el caso que nos ocupa no falta la basura del trinque, es "tesoro" que no se agota, ni en términos generales ni limitándose a Nóos/Aizoon. Al quinteto de esta empresa, en su doble acepción de local de actividades y de acción o tarea, se le está presentando una situación muy difícil por hercúleas que sean sus defensas. ¿Podrán ya salvar a Cristina de Borbón de ser imputada? Ahora es aún más difícil que la vez anterior, pues hay más pruebas y más contundentes, si cabe, siéndole fatal, por pésina e inevitable, esta última revelación: "La Infanta Cristina defraudó a Hacienda alquilándose a sí misma el palace de Pedralbes". Y es la propia Agencia Tributaria la que ha aportado esta documentación al juez Castro. Nada ya puede dar mentís a la participación directa y personal de la señora Urdangarin; como dice la propia noticia, están desmontados todos los argumentos de Anticorrupción, la Abogacía del Estado y la Agencia Tributaria en contra de su imputación. Efectivamente, salvo que se lleve a efecto un incontrovertible desafuero, Cristina se halla en la necesidad de tener que acudir al juez instructor como imputada y salir como condenada. Nada ya puede soslayarlo con apariencia de subterfugio, sería, ya lo he dicho, un palpable acto violento contra la ley. 
                                                                                                                                                         
Y cinco días ha la Agencia Tributaria puso de relieve que la hija del Rey gestionaba los movimientos de Aizoon.
                                                                       
A ver si ya el fiscal general del Estado ve indicios de blanqueo, etcétera. Si abre los ojos lo ve, pero si no quiere abrirlos...