miércoles, 26 de abril de 2017

Santa María la Real de Nieva (Segovia) y su cura párroco hostíl a la Ciencia

El sacerdote conoce únicamente un peligro grande,
ese peligro es la Ciecia.  -  Federico Nietzsche -

Concibo  que un clérigo, jerarquía profesional aparte, esté reticente de los avances científicos que de lleno toquen la Religión, pero no que se encuentre sistemáticamente no ya desconfiado, sino escéptico en todo lo que atañe a la Ciencia; esto es inadmisible en toda persona que se halle en sus cabales, y pues doy por hecho que el referido Alfonso Agueda Martín lo está, y así lo deseo, entiendo que no se trata de que no crea, sino de que afecta no creer. Eso sí, ya es osadía sin límites desdeñar, despreciar, desestimar, desechar, denegar, la prueba científica del ADN. Y, por si fuera poco dislate, hecho o dicho disparatado, lo ratificó exponiéndome qué él tiene prueba en contra. Tendré que pensar con Amadeo Mozart que un cura es capaz de cualquier cosa. O con el muy creyente y luchador por la Cruz, Miguel de Cervantes Saavedra: Tienes que desconfiar del caballo por detrás de él; del toro, cuando estés de frente; y de los clérigos, de todos los lados. 

Creacionismo y evolucionismo.     

Ya he hablado de cómo la Ciencia se opone a la Religión, discrepancia entre creacionismo y evolucionismo. La ciencia desmiente en general la concepción de la Creación según el Génesis, primer libro de la Biblia, tanto en lo que se refiere a la Naturaleza como al alma humana. Federico Carlos Saínz de Robles al hablar de estos <ismos>, en su ´Diccionario de la Literaturade Sainz de Robles ´, empieza diciendo: 
´Nombre dado al sistema  -metafísico, psicológico, cosmológico- que defiende la creación ex neillo de la nada. / Metafísicamente, el creacionismo defiende la nenesidad mediata o inmediata de la creación por cuanto fuera de adios existe. / Psicológicamente, el creacionismo defiende la creación divina del alma humana contra las diversas opiniones radicalmente anticreacionistas  o que atribuye la creación del alma a espíritus superiores o a las almas de los padres. (v. Trafucionismo). Cosmológicamente, el creacionismo prueba la creación por Dios del mundo real.
Ello, en fin, se dicutirá en Filosofía, pero es la Ciencia la que lleva, y ha de llevar, la voz cantantante La Iglesia se ha visto obligada a ceder, pero no en cuanto al alma, sosteniendo que es Dios quien, finalmente, insufla el alma al nacer. 
                                                                           
La creación del hombre, de Miguel Ángel, en la Capilla Sixtina
Queda combatido por el evolucionismo. La Religión tiene por base la Fe, que establece como una de sus tres Virtudes Teologales, y la Ciencia se fundamenta en la verdad. La Religión tiene dogmas  -hay que creerlo porque lo dice la Iglesia-, la Ciencia realidades , pruebas. 


A lo que parece, la Religión no quiere saber nada de la evolución de la escala humana. No quiere saber nada de                                                                                                                
 

                                                                           
   
Recordemos el aserto de Federico Nietzsche: Los monos son demasiado buenos para que el hombre descienda de ellos. 
                                                                             
      
                                                                                

 C l e r i c a l i s m o. 

Soy contrario al clericalismo en cuanto su definición indica:

1.| Influencia excesiva del clero en los asuntos políticos.
2.| Intervención excesiva del clero en la vida de la Iglesia, que impide el ejercicio de os derechos a los demás miembros del pueblo de Dios-
3.| Marcada afección y sumisión al clero y sus directrices. 

El clero ha de abstenerse en absoluto de intervenir en materia política, circunscribirse a lo suyo. Se impone por diversos motivos, en los que ahora no hace al caso entrar en su análisis. La separación de la Iglesia y el Estado, existente en teoría y no debe fallar en nada en la práctica. El clericalismo ha mucho que quedo desfasado, vivimos tiempos de anticlericalismo, cuya idea la RAE define como ´actitud contraria al clericalismoo a todo lo que se relacion con el clero. No me molesta todo lo que atañe al clero, no soy absolutamente anticlerical, pero "zapatero a tus zapatos", así como, por otra parte, detesto la existencia de un sinnúmero de clérigos -ambos sexos- más o menos imperfectos -algunos sumamente- y ese sentido de superioridad que anida en ellos como hijos predilectos de Dios, que los eligió para que trataran de salvarnos de la muerte eterna. (sic).  Y demás cuentos chinos. 

                                                                              
Para Darwin, hombres y monos desciende de un antepasado común: el primate. 


Vamos a dejarnos de teocratismo, o ´doctrina política que defiende y explica el gobierno ejercido directamente por Dios´, y del camelo, cual discurso intencionadamente desprovisto de sentido,  de que ´teocracia implica que la divinidad, considerada como soberana, es una dividad personal´. En la alta Edad Media este concepto desapareció y pasó a definirse el teocratismo como ´la doctrina política que defiende el gobierno de la clase sacerdotal, o del príncipe como ministro de Dios y en su cualidad, por tanto, de supremo sacerdote´. La teocracia, en fin, es cosa de la antigüedad  y en Oriente con su monarquía teocrático militar.

Que Mahoma fue el fundador de su religión y jefe civil de los muulmanes; que en el Tibet el Dalai Lama es jefe absoluto civil y religioso; que el pueblo judio del Antiguo Testamento fue llamado ´el pueblo de Dios´, pues era regido por Él, sus sacerdotes, sus profetas y sus reyes, no es ignorado por cualquier persona medianamente culta, así como que en España el teocratismo existió en la monarquúia visigótica  y en la de los Reyes Católicos y primeros Austrias. Pero Alfonso Aqueda Martín lo ignora, o afecta ignorarlo. E igualmente la teoría científica de la Creación y del hombre. Ciencia la que admita él, Historia idem eadem, idem, lo mismo, tenemos la misma.  Pensará que la Iglesia es infalible y que como él es un "profesional" de dicha institución no se equivoca. En todo caso, se trata de infabilidad papal y no deja de ser un dogma que parte de 1870, lo que, como es obvio, no pasa de se un mito, ficción, invención. Con decir con el general de división mexicano Pancho Villa que ´un cura es es un hombre de negocios como otro cualquiera, está todo dicho. Con referencia a los seglares, escribe el escritor inglés Ken Foller: 'todos toman lo que les conviene de la enseñanza de la Iglesia  y dejan de lado aquello que no se adapta a su forma de vida´, mas así ocurre también con los eclesiásticos y del rango que sean. Transgrieren la Religión unos y otros. 

El susodicho Sr. Agueda puede demostrar que los restos del sepulcro de "su" iglesia son de Blanca I de Navarra lo mismo que la Iglesia que atentó contra el astrónomo, ingeniero y filósofo Galileo Galilei, hombre, además, de cultura polifacética, por  descubrir que el sol no gira alrrededor de la tierra, sino lo contrario. La Iglesia arremetió contra él.
                                                                                
Galileo ante la Inquisición, de Joseph-Nicolás - Robert Fleury, siglo XIX 
Un hecho más inoportuno, equivocado, de los muchos que tiene la Iglesia y sus eminentes´Padres de la Iglesia´tan dados a imponerr su criterio y, con él, su voluntad. La Iglesia quisiera seguir su entremetimiento en Política -bastante tiene con la suya no siempre y en todo satisfactoria. Y corro, aquí y ahora, un velo sobre el Banco Ambrosiano y finanzas en general. La Iglesia tiene sus fallos, porque  sus representantes no pasan de ser hombres pecadores, más o menos imperfectos. Y de la maldad humanna harto se ha hablado, sin distinción, insisto no la hay, de clérigos y seglares. Thomas Hobbes y Baltasar Gracián, por ejemplo, señalan que ´el hombre es lobo para el hombre´. Respecto a sus "ovejas", la Iglesia mpuso sus


Mandamientos de la Santa Madre Iglesia.

1. | Oír misa entera todos los domingos y fiestas de guardar.
2. | Confesar los pecados mortales al menos una vez al año, en peligro de muerte y si se ha de comulgar.
3. | Comulgar al menos por Pascua de Resurreción. 
4. | Ayunar y no comer carne cuando lo manda la Santa Madre Iglesia. 
5. | Ayudar a la Iglesia en sus necesidades. 

Tiene gracia lo de hacer balance, es divertido, sorprendente, para informar a un cura de los pecados mortales una vez al año, pero súper gracia lo de ayudar a la Iglesia en sus necesidades. Será en mejorar el palacio Vaticano o sus finanzas tras el fracaso del Banco Vaticano, Banco Ambrosiano, de  historia tan controvertida y escandalosa. Ni de esto, que queda atrás, ni de la actual situación económica de la Iglesia católica hace al caso detenerme en este artículo que tiene como tesis opinar sobre la imposición de mantener a  todo trance, o sea, sin reparar en riesgos, una mentira que, repito por enésima vez, resulta imposible de sostener tras de haber sido descubierta por el ADN mitocondrial. No se le ocultaría al cura -supongo que tampococo al alcalde- el riesgo a que se exponía mintiendo a sabiendas de que la mencionada prueba científica lo había hecho imposible. La contingencia dio positivo y con proximidad, y es que había de encontrarse con quien se lo vituperase, alguien  a quien no podría comprar, bajo tal o cual aspecto, alguien que no se adedraría ante el sacerdote, el alcalde ni el lucero del alba que proceda arbitrariamente. La importancia que pueden darse, y ello es rechazable, es de ámbito pueblo, mas aunque fuera de ámbito nacional, continuaría defendiendo la verdad por amor a la Historia y por la verdad en sí. La mentira se ha de impedir reprimir, impedir, vetar, siempre. Algo de ello se está haciendo actualmente a escala nacional con el PP, la corrupción que contenía y con la que gobernó entregado a los... "negocios", mas esto ya es otro tema.                     

                                                                    
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sábado, 22 de abril de 2017

Santa María la Real de Nieva, pueblo sumiso a la mentira que desde él se difunde


F a n a t i s m o. 


Al demostrar a los fanáticos que se equivocan,  no hay que olvidar que se equivocan por su culpa.  – André Maurois, filósofo polifacético: novelista, ensayista e historiador -.
 
En el Diccionario de la Literatura, de Sainz de Robles, se define así el fanatismo: 
Exceso vicioso de celo en una creencia religiosa. Obstinación teórica y práctica en opiniones erróneas. Es el fanatismo una de las enfermedades mentales de mayor alcance y causa de mayores males. Obra siempre a impulsos de una imaginación desarreglada y de una viciosa asociación de ideas. [...] Hay fanatismo literario, artístico, político, religioso... / En todos los casos, el fanático piensa, juzga, a impulsos de de su pasión y no de la razón, que es, en general, la única y más segura guía del hombre./ El fanatismo por excelencia, al cual conviene como en propiedad este nombre, es el religioso.
Yendo en busca de la clave -en cuanto a noticia o idea por la cual se hace comprensible algo que era enigmático- de la conducta de pleno atropello, de evidente tiranía, con que están procediendo contra el pueblo -no digo con sus convecinos respecto al Sr. Pérez Esteban, porque éste no reside en Santa María, sino en su aldea natal, Villoslada- y contra mí, residente esporádico del mismo, el referido y el cura párroco, se ve ipso facto, en el acto, que carecen en absoluto de razón, que no es ésta su guía sino el fanatismo, la arbitrariedad que vienen practicando; actúan a su voluntad, ciertamente non sancta, sin que yo consiga que lo efectúen sometiéndose a la razón. 

Habiendo sido difundida urbi et orbi, a los cuatro vientos, a todas partes, la noticia de que los restos que se exhiben en el arcosolio de la iglesia no son de la madre del Príncipe de Viana -tampoco los que se tenían en el Monasterio de Poblet como  de él- es notorio, es decir, público y sabido de todos, por consiguiente nadie puede haber en el pueblo, por humilde que mentalmente sea, que lo ignore. No obstante, nadie presenta la más mínima queja de esta burla al vecindario. ¡Qué sufridos! ¡Qué sumisos! Como aquellos de la época de Fernando VII el Felón, ¡Viva las cadenas!  Quizás porque, en el fondo, si no en la superficie, les halaga, ya que como dice Jorge Bucay, psicodramaturgo argentino, nadie tiene más probabilidad de caer en el engaño que aquel para quien la mentira se ajusta a su deseo. Cayeron en el error, les engañó el deseo, y ahora no desean confesar su ´mea culpa´, culpa mía, entonarlo públicamente. Nadie en el lugar -a excepción mía, que tengo relación de alguna clase con él y residido esporádicamente- ha recriminado que no se proceda cual marcan los cánones de lo lógico o conforme al buen juicio, además del sentido de lo honesto, decente, razonable, justo, probo, recto, honrado. Incuestionablemente es tamaña indecencia, hecho vituperable y vergonzoso, que se trate de sostener, y aún hacer propaganda, una mentira a la que la prueba científica de ADN mitocondrial dio rotundo, terminante, mentís el 9 de septiembre de 2008. 

¿Para cuándo se deja por parte del Ayuntamiento borrar de su página WEB las líneas que mistifican la Historia? ¿Para cuándo se procrastiniza, en cuanto al cura, tapar la falsa placa del sepulcro? En balde vengo rogando al uno y  al otro, ya en mis artículos, ya en correos electrónicos, que procedan como es debido, como corresponde, lícitamente. No salen de su fanatismo; el del Sr. Agueda será religioso, y político el del Sr. Pérez -ni lo religioso ni lo político tiene porqué entrar en esta cuestión- , a ver si quieren dejar de equivocarse, a ver si tienen cura. Según Voltaire, cuando el fanatismo ha gangrenado el cerebro, la enfermedad es casi incurable. Cerebros curables y cerebros incurables ha de haber -supongo no soy neurocirujano, ni psiquiatra, los que requieren intervención quirúrgica o no-, no puede la cirugía resolver patologías psíquicas, la equizofrenia, por ejemplo, no se cura mediante el bisturí. En cuestión de Psiquiatría entra en juego el grado de inteligencia y de sentimientos innatos al individuo. Ambos parten del cerebro, nada tiene que ver el corazón con los sentimientos aun cuando Jaime Balmes, en El criterio, adjudica los sentimientos a dicha víscera cardiaca, lo que posteriormente a él ha quedado descartado; el corazón solo es el órgano destinado a regir el sistema circulatorio. Sin embargo, todavía se habla de tener buen corazón o de tener mal corazón. 

El fanatismo en el sujeto de menguado intelecto es rematadamente dañino, y súper difícil llevarle a que entre en razón, o sea, a que se dé cuenta de lo que es razonable; en presencia de imbéciles y de insensatos -Schopenhauer dixit-, no hay más que una manera de demostrar que se tiene razón: no hablar con  ellos. Pero no siempre es posible, y cuando se hace necesario, cuando resulta inevitable, se presenta una ardua lucha, ya lo dice Ramón y Cajal: razonar y convencer, ¡qué difícil, largo y trabajoso! ¿Sugestionar? ¡Qué fácil, rápido y barato! Lo del que ´el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios, me resulta increíble. Con la inmensa mayoría de este simio antropoide transformado en hombre  no existe el más ligero parecido con Dios. Recordemos la opinión de Nietzsche: El hombre, creó a Dios a su imagen y semejanza  en su orgullo. 

Evidentemente, incluido el clero. Ha hecho una religión a la carta. Y pues estoy luchando contra la mentira del citado pueblo segoviano, justificaré mi lucha con la siguiente afirmación de este polifacético filósofo -poeta, músico, filólogo- alemán: Nada es más necesario que la verdad y, con relación a ella, todo lo demás no tiene más que un valor de segundo orden. Se lo subrayo al alcalde y al cura de referencia que llevan el número de años que ya he dicho negándose a aceptar la verdad; no la aceptan -reitero-  ni aun estando científicamente probada, siendo por consiguiente una mentira imposible de seguir exponiendo. Si para ello es necesario pasarse la Ciencia por el triángulo de Scarpa, pues el político –Jaime Pérez Esteban- y el sacerdote –Alfonso Agueda Martín- se la pasan y se quedan tan panchos. Yo les pido explicación y les ruego que  procedan rectamente, mas, lejos de ello, a su manera tan reprobable de proceder aúnan una actuación de no muy elegante ética, que digamos: me someten a radical silencio. Ante este hecho absurdo e indelicado, carente de miramiento, de respeto, evoco nuevamente a Nietzsche: La palabra más soez y la carta más grosera son mejores, son más educadas, que el silencio. ¡Ay de la soberbia, orgullo, y la idea de superioridadl de tantos sacerdotes solo por el hecho de serlo! 

Clérigos y seglares moral y sentimentalmente son iguales a lo largo de la escala social; del más humilde sacerdote al papa, del mendigo al rey. En todos caben, y de hecho cupieron, los siete pecados capitales: lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia. Y en esto no puede decirse, con Jorge Manrique, que cualquier tiempo pasado fue mejor, sino tolo lo contrario. En cuanto a la avaricia, que el DAE define como “afán desmedido de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas”, a la vista tenemos la corrupción, en su vertiente de robo, que ha venido desgobernando nuestro país hoy día tan sucio y pobre para la ciudadanía en general como próspero para lo que era la casta y ha resultado la trama. Para las religiones -y es tema que tengo más que tocado- tampoco el dinero -avaricia del mismo- es cosa muy molesta, que digamos.

No es la política, ni mucho menos, buena escuela de Moral y Ética, ella es muestrario de mentira, hipocresía, y… negocios turbios e indignos, ¡pero al extremo que ha llegado en estadística y gravedad del trinque, nunca como hoy se robó -antes se robaba en pesetas, ahora en euros-; antes hacía """negocios""" solo el político de primera línea, a veces, ahora también el de segunda y tercera. Tampoco tenía España tantos políticos, tan bien pagados y con tantos privilegios. Han sido, realmente, una carcoma  del dinero público. Dijo Aznar en una ocasión que en el PP no había corruptos, y, no obstante, tenía de vicepresidente a Rodrigo Rato. No vio a este gigantesco ejemplar, que es presuntamente de tal fauna, ni al que había tenido de ministro, Jaume Matas, muy elogiado por él, ni sabía nada de nada. Aznar, a decir de Jorge Verstrynge, es el creador de los célebres Sobres de sobresueldos; quizá también lo ignore, como asimismo a todos, y son muchos, los presuntos delincuentes de Gürtel. De las mismas dotes detectivescas ha sido Esperanza Aguirre con sus dos inmediatos fieles servidores: Francisco Granados e Ignacio González. Y con todos en general. ¡Ay del que tiene ojos y no ve!, que dice la Biblia. 

Terminante NO a la tiranía. 

He jurado sobre el altar de Dios hostilidad eterna contra toda forma de tiranía sobre la mente del hombre.  – Thomas Jefferson, tercer presidente de los Estados Unidos. 

Veamos cómo define el Diccionario de la Real Academia Española esta palabra tan desagradable:

1.     | Gobierno ejercido por un tirano.
2. |Abuso o imposición en grado extraordinario de cualquier poder, fuerza o superioridad.
3.     | Dominio excesivo que un afecto o pasión ejerce sobre la voluntad. 

Me repugna que tiránicamente impongan los referidos la mentira contra toda razón, siendo así que, como afirma el filósofo y matemático  René Descartes, la razón o el juicio es es la única cosa que nos hace hombres y nos distingue de los animales. Pienso, y supongo que así lo entendería el más lerdo, que el hecho de ser alcalde y/o diputado provincial no concede derecho a la sinrazón, a proceder de  manera injusta, cual es la imposición de la mentira. Tampoco, por supuesto, el haber recibido el orden sacerdotal. A uno y a otro les recalco, les vengo repitiendo hasta la saciedad, que la mentira que sostienen a ultranza carece de  defensa una vez que está probado por la Ciencia que lo es, y, por ende, resulta inaudito, escandalosamente vituperable, lo que están haciendo y que, palmariamente, constituye una extralimitación de sus facultades otorgadas por sus respectivos cargos. A ellos puede tiranizarles el deseo de que los restos fueran de Blanca I de Navarra, y se ve que así es, pero no pueden tiranizar a nadie e irrefutablemente han de acatar la realidad. Podrá ser poco extraña la mentira en la casta, y aun cuando también en la Religión las hay a lo largo de la Historia, pero incuestionablemente no se halla en consonancia con la moral católica, ni con la moral en genera.l Debe ser de ello consciente el Sr. Agueda, que ha de conocer, cuando menos, las tablas de la Ley que Jehová entregó a Moisés en el monte Sinaí.

Si muy lamentable –por el daño que implica, de una parte y por la vergüenza, de otro- es la cloaca, en cuanto a lugar sucio, inmundo, en que España se ha convertido por motivo o causa de nefasta política, inmundicia que tapaba la mentira e hipocresía y en la actualidad está saliendo a la superficie, es igualmente de pena  –acaso y según referencias que tengo pudiera ser también de Derecho Penal- cuanto al anterior alcalde constitye vox populis, voz del pueblo, comentario del lugar santamarieño. Me apena, sí, me aflige, siento vergüenza ajena por lo que están haciendo y diciendo en torno a la mistificación de la Historia. Hora es ya de que dejen de falsearla, falsificarla, deformarla, ya no digamos de venirme con salidas por peteneras,  y cuando se han percatado de que les resulta inútil, haber pasado a adoptar, como ya he consignado, el ningunearme. Ello dejando aparte -expuesto también en otros artículos- el proceder con la razón de la fuerza, a falta de la más mínima fuerza de la razón, lo que me hizo recurrir a la Guardia Civil, que, lógica y naturalmente, no podía consentirlo, aunque el alcalde llegada a decirme que la misma lo sabía. ¡Ya es mentir! Le he expuesto por correo electrónico su mentira contra la Benemérita y aún estoy esperando que me conteste.

La verdad antes que la paz.

Primero la verdad que la paz, es una frase grabada en la fachada de la Casa-museo de Unamuno. Para  él < veritas prius pace, primero la verdad que la paz>. Es mejor verdad con guerra que mentira con paz. Y, aquí por lo menos, los conservadores nos tienen la paz de la mentira. No me predique la paz, que la tengo miedo. La pereza. La sumisión y la mentira Ya conocéis mi divisa: primero la verdad que la paz. Antes quiero verdad con guerra que no mentira con paz.  El espíritu acomodaticio y la cobardía motiva en múltiples casos adaptarse a la mentira, es una transigencia de servilismo e implica enorme oprobio, mientras que la lucha por la verdad nos dignifica. 

Ya hace falta ser falso a nativitate, de nacimiento, para llevar a efecto una imposible mentira como de la que vengo protestando y rogando su corrección. A decir de Federico Schiller,  una persona falsa es capaz de llevar la mentira al centro del cielo. No tan lejos, en el caso que nos ocupa, se ha llevado, pero sí a la capital de la provincia. De ello trataré otro día, ahora concluyo consignando que yo también antepongo la verdad a la paz, que únicamente unida a ésta me apetece, la deseo. Y, como, por otra parte,  soy libre, no vivo bajo una dictadura, continuaré  de por vida en defensa de la verdad, de lo justo, recto, honrado. Sea contra quien sea, que una cosa es el hombre y otra su cargo, dicho sea basándome en esta frase del citado dramaturgo, historiador y filósofo, alemán. Y este aserto o afirmación es: “Hay que distinguir al hombre de su cargo”. 

miércoles, 19 de abril de 2017

(Parte IV) - FELIPE II el Prudente - Rey universal (Panorama de su reinado)

Batalla de San Quintín.

Enrique II de Francia rompió el armisticio de Vancelles que concertó con Carlos V, se alió con el papa Paulo IV e invadieron Italia, siendo el ejército mandado por el duque de Guisa, pero fue vencido por el duque de Alba. El que éste no marchara sobre Roma motivó el enojo deFelipe II, que se hallaba en Flandes y lanzó por esta frontera sobre Francia un ataque al mando de Manuel Filiberto, duque de Saboya, cuyo militar se puso al servicio de España desde Carlos V al despojarle Francisco I de su Estados, los cuales recobró en virtud del tratado de Chateau Cambresisen recompensa de su gran servicio. 

Era fuerte plaza esta ciudad, pero fue sitiada. Dos ejércitos franceses trataron de levantar el sitio, uno le mandaba el almirante Codigny, que logró romper las filas; el otro estaba bajo el mando del duque Montemorency y fue derrotado por el duque de Saboya, cayendo prisioneros el general enemigo y gran parte de los jefes. Pese a la heroica defensa de Coligny, cayó la plaza en poder español. Se considera el sitio de de la ciudad de San Quintín como ´un hecho de armas de los más notables y famosos que registra la historia militar´. El 13 de junio de 1558 las tropas españolas vencen nuevamente a las francesas en la batalla de Gravelinas, y Francia tiene que firmar la Paz de Chateau Cambresis. Ésta tuvo por base el matrimonio de Isabel de Valois, hija de Enrique II,  con Felipe II. En la celebración del tratado una astilla de lanza se clavó en la cabeza del rey francés, produciéndole la muerte pocos días después.  
                                                                         
Duque de Montmoreney
Monasterio de El Escorial.

Sabido es de todos que en conmemoración de la victoria de San Quintín se edificó este Monasterio, y fue bajo la advocación de San Lorenzo, porque en tal día -10 de agosto- de 1557 ocurrió la derrota del ejército de Montmoreney. La biblioteca de esta maravilla arquitectónica habla de lo dado a la cultura que era Felipe II en cualquiera de sus manifestaciones:                                                                           

Gustaba de la escultura y de la arquitectura, amigo era de Juan de Herrera, arquitecto de este monaterio. Su preocupación por la cultura y la Literatura creó una biblioteca privada, que era la  mayor de Occidente, convirtiédole al palacio en centro de investigación. Nada había que escapara a su inteteres, así su atracción por los jardinnes, trayendo de Holanda e Italia jardineros 

domingo, 9 de abril de 2017

(Parte III) - FELIPE II el Prudente - Rey universal (Panorama de su reinado)

Batalla de Lepanto.

Fue como una extensión y remate de la lucha contra los moriscos. La amenaza árabe no había dejado de existir, se imponía abatir el pendón de la Media Luna, cuyo imperio turco con las escuadras de Selín II, que se había apoderado de Chipre, tras efectuarlo de otras islas, entrañaba visible alarme para Venecia y para España. Con la caída de Chipre, las rutas comerciales de Venecia en Oriente, y de todo el Mediterráneo, quedaban a merced de los turcos, quienes proyectaban la conquista de Malta, Peligraba el comercio, peligraba Venecia, Génova, Roma, o Estados pontificios, y principalmente nuestra Fe, de la que sus primeros paladines eran el Papa y Felipe II. Nuestro coetáneo historiado Fernando Díaz Plaja, en su ´Otra Historia de España´, comenta nuestra victoria de Lepanto de esta manera:
Se vencía al mismo tiempo al propugnador del culto de Mahoma , al depredador de las costas de italianas, el protector de los piratas de Argel que asaltaban los pueblos mediterráneos españoles. Era el enemigo del rey y también de su comercio. Pero, sobre todo, era el enemigo de Dios, el Anticristo. Por eso la preparación de su hundimiento se hace con una declaración más religiosa que política. El hecho de que el papa -también en su doble vertiente de jefe de la cristianad y jefe de unos Estados pontificios- contribuya con barcos y bendiciones a la empresa, hace ésta más santa. La tercera potencia, Venecia, defendía únicamente su interés comercial y la libertad de navegación de sus naves por el Mediterráneo oriental.
Creó el Papa Pío V la Santa Liga consolidada en la primavera de 1571, y Felipe II designó a Juan de Austria como jefe de la coalición, era el triunfador contra los moriscos; ahora bien, no se olvidó de don Álvaro de Bazán, que estaba considerado como el mejor marino de Europa, y a él quedó encomendadas las treinta galeras de Nápoles como reserva de socorro para remediar cualquier dificultad que surgiera en el encuentro con el turco. Tan ilustre marino nació en Granada en 1526, hijo de marino le dedicó su padre desde muy joven a la Armada, en la que pronto prestó importantes servicios, tal como en la lucha contra los piratas berberiscos.

A esta Batalla de Lepanto asistió en la galera Marquesa, de Andrea Doria, y combatió bizarramente, el soldado Miguel de Cervantes Saavedra, siendo herido en una mano, que le quedó inútil, por lo que recibió el apelativo de "el manco de Lepanto". En Él Quijote´ hace varias referencias a aquella gloriosa hazaña, que considera como ´la más memorable que vieron los siglos pasados ni esperan ver los venideros. De hacer una irrupción en la Literatura, tendría que citar a varios destacados poetas que cantaron en versos inmortales esta epopeya acaecida a la once de la mañana del 7 de octubre de 1571.

La táctica en que se desenvolvió la batalla, perseguida por ambas partes, fue el acercamiento de los barcos para entablar lucha de tipo terrestre; por nuestra parte se persiguió facilitar la actuación de los arcabuceros y, seguidamente, de los piqueros en un cuerpo a cuerpo. Por lo que se refiere al enemigo se entiende que su idea era intentar mientras tanto acciones de flancos para envolver en centro mandada por don Juan. La galera de Ali Bey pretendió el abordaje de la Real y fue protegida a un costado por Sebastián Veniero, el general veneciano, y por el otro costado se pegó la nave de Marco Antonio Coloma, general del Papa. No obstante, una galera turca logró abordar por la popa a la Real, y los arcabuceros españoles hubieron de recurrir a la espada, pero he aquí que el marqués de Santa Cruz se presento rápidamente aferrándose a la galera enemiga, la separó e incendió. En la galera Real se combatió y saltando a la de Ali Bey izaron en su palo mayor la enseña de la Santa Liga y ofrecieron a dos Juan la cabeza del decapitado almirante turco. Cervantes, en ´Don Quijote´ (I - 38) lo expone así: 
... a la hora y media que se combatía fue Dios servido dar la victoria a la Real de S. M. de la real del turco degollado al Bajá con más de quinientos turcos y derribados los estandartes y enarbolando la cruz
Terminada la batalla se percataron todos de la que se daba entre Uluch Ali y Andrea Doria en el centro del golfo. Fue vencido el prior de Malta y corría el riesgo de ser apresado, peo Álvaro de Bazán llegó con sus galeras y lo impidió. Empezando entonces un temporal, facilitó la huida de Uluch; este superviviente del bando enemigo reconquistó Túnez un año después, por cuya negligencia en el cuidado de esta plaza reprendió duramente el rey a don Juan y al cardenal Granvela, y en 1573 se recuperó. 

Todas las grandezas humanas, sean de la índole que fueren, engendran enemigos, y así los engendró el auge de España. No solo a Guillermo de Orange hizo pupa la trascendental victoria obtenida por España y sus aliados en el Golfo de Lepanto, sino que las principales potencias trataron de frenar el auge español. Por ello, ´después de la Victoria de Lepanto, Flandes se convirtió, durante la década de los setenta del siglo XVI, en el gran problema, la gran pesadilla de España", por decirlo con palabras de Ricardo de la Cierva. 


Don Juan de Austria

domingo, 2 de abril de 2017

(Parte II) - FELIPE II el Prudente - Rey universal (Panorama de su reinado)

El príncipe Carlos.

Constituyó una de las dos grandes espinas de su padre -la otra sería el desastre de la escuadra invencible-, ambos llegaron a odiarse, pero antes odió el hijo al padre, que el padre al hijo. Y para inri un punto importante de la leyenda negra. Dado que se había planteado casarle con Isabel de Valois y que el rey al quedar viudo la tomó por esposa, se ha creado una literatura que pone en solfa -es evidente lo que de ridículo y calumnioso tiene- la relación amorosa entre Carlos y su madrastra, quienes, por otra parte, se llevaban bien pese a la anormalidad mental de él, tanto es así que al morir el príncipe la reina pasó llorando dos días hasta que Felipe tuvo que prohibirle el llanto. Entre esta literatura -también la música se ha ocupado del tema- está el drama de Lope de Vega titulado "Castigo sin venganza", y el de Federico Schiller, "Don Carlos", adscrito a las ideas europeas de entonces que eran hostiles a España. 

Por su demencia fue desgraciado e hizo sufrir intensamente a su padre al que mucho dolor causó adoptar la drástica medida de someterle a prisión, impuestas por las circunstancias. Eran éstas sus simpatías por el pueblo flamenco, queriendo ir de gobernador a los Países Bajos en vez del duque de Alba. Trató de escaparse, sostuvo correspondencia con Guillermo de Orange cual auténtico espía de su propio padre. No ya esta rebeldía, también su enajenación mental se ponía de relieve en hechos que cometía: Tiró por la ventana a un paje, atacó con cuchillo a los ministros de su padre, trataba a sus caballos brutalmente; a un zapatero que le presentó unas botas algo estrechas le hizo comérselas como castigo; amén de alguna otra crueldad. Al ser encerrado las cometería consigo mismo, bebía agua helada después de sudar, y regaba con ella su lecho antes de acostarse desnudo; se entregó a huelgas de hambre, el cual a veces saciaba tragándose cosas: las piezas de su escritorio, su anillo de diamantes... No dejaba que le atendiesen ni curaran; permanecía, melancólico y taciturno, en un sillón durante días enteros. Buscando la muerte sin cesar , la consiguió por inanición al año  de su prisión en Arévalo, donde pasó muchos años de su demencia Isabel de Portugal, la abuela demente de Juana la Loca, el 24 de julio de 1568. Se especula, hipótesis tras hipótesis, si la demencia del príncipe Carlos es debida a su herencia  -también su primo Sebastián de Portugal era desequilibrado- o a la caída que sufrió en 1562 en unas escaleras de Alcalá de Henares en cuya localidad se encontraba para asistir a clase en la Universidad, sufriendo lesiones en la cabeza, perdiendo temporalmente la vista y teniendo que ser sometido a una intervención quirúrgica.