lunes, 29 de octubre de 2018

La muerte es pavorosa (Primera parte)

La figura de la muerte en cualquier
traje que venga es espantosa.
       - Miguel de Cervantes -
 
Se pretende edulcorar la muerte. Veamos de algunos autores cómo tratan de quitarnos o, cuando menos, aminorar en gran parte, el miedo al pavoroso evento para todos indefectible. No pensemos en la muerte, es muy doloroso. 'Ni el sol ni la muerte pueden mirarse pueden mirarse fijamente', dice François de La Rochefoucauld. El sol ciega; la muerte, enloquece si nos entregamos a pensar en ella con continuidad. Ya lo expone, en su 'Diario', María Bashkirtseff: 'Cuando pienso que vivimos una sola vez y que cada minuto nos acerca a la muerte, me siento enloquecer'. 

Mucho habla de la muerte Marco Aurelio en sus 'Pensamientos', y vamos a evocar algunos 
¿Qué es la muerte? Si se considera por sí misma, es decir, separando con el pensamiento lo relativo a la imaginación, se verá en ella únicamente la obra de la Naturaleza. Luego sería pueril atemorizarse por algo natural.. ¿Qué digo? No es solamente la obra de la Naturaleza, sino algo sumamente útil. Lo esencial es saber qué tiene de el hombre de Dios, cuál de sus partes y cómo está dispuesta esta parte.
No hay otro camino a seguir que la conformidad. Como reza la paremia, 'a la fuerza ahorcan'. Y así encontramos de dicho emperador del imperio romano este otro pensamiento. 
Te embarcaste, has navegado y llegaste hasta el final del viaje, pues sal del barco:: si es para otra vida, todo en ella estará lleno de Divinidad, los dioses están allí; si, por el contrario, es para entrar en el reino de la insensibilidad, ya no estarás expuesto a los dolores y a los placeres de hallarte ligado a ese cuerpo que no es ni siquiera el lino del ser que encierra y a quien obedece porque éste es un espíritu, una divinidad, mientras que lo demás solo es una mezcla vil de sangre impura y polvo. 
Añade algo que, en el fondo, tampoco resulta reconfortante y que, por supuesto, sabemos. Vuelve a la Naturaleza.
La muerte es un misterio de la Naturaleza como el nacimiento; otra combinación de los mismos elementos que, si se disuelven, es para formar seres nuevos. Por consiguiente, no puede humillarnos; no tiene nada que repugne a la esencia de un ser inteligente ni al plan de su formación. [...] El destino de todos, hombres y mujeres,, ¿no es el de envejecer y luego morir? Y cuando estos mueran, ¿qué será de los que vengan después? Todo esto no es más que hediondez y putrefacción dentro de un sudario.
Verdad puede tener, plus minusve, más o menos, pero de consuelo, lenitivo, absolutamente nada, más bien, por el contrario, confirma el triste panorama que tenemos, sobre todo visitando un cementerio. 

¿Es verdadero su valor, su indiferencia, frente a la muerte? En el 'Libro áureo' se contradice:
No quiero negar que no tema la muerte como mortal, porque no hay comparación del hablar de la muerte en vida a gustar la muerte cuando ya se pierde la vida. No hay prudencia de prudente, ni esfuerzo de esforzado, ni señor tan enseñoreado, que pueda quitar el temor del espíritu y el dolor de la carne en esta hora. 
Y ya no refugiándose en la Naturaleza.
Todos los trabajos de la vida son arduos, pero el de la muerte es muy arduo; todos son grandes, pero éste es muy grande; todos son peligros, pero este es muy peligroso; todos al fin en la muerte  han fin, sino el de la muerte que no sabemos qué es su fin.
El único consuelo ante la muerte es la Religión, que no la Filosofía. 

La esperanza de una existencia futura
en un mundo mejor aparenta ser un 
consuelo, un alivio para el mal de la
vida. Pero esa esperanza no se funda
más que en la fe o en el ensueño.
                - Schopenhauer 

Sabemos de la enemistad de este filósofo con Jehová imputándole el triste mundo que ha creado y encima se jacta de su obra, como si fuera bella y buena; a este filósofo pesimista le irrita el optimismo del Dios de los judíos. Schopenhauer, como las grandes religiones, nos conforma y nos consuela de tener que morir devaluando la vida -indudablemente es para muchos de gran valor, ya por lo que tienen, ya por lo que son, ya por lo que saben- . Unamuno, que quiere que haya un Dios que evite  vayamos a la plena destrucción, se cobija en la Religión. En su 'nivola' 'San Manuel Bueno, mártir' escribe: 
Todas las religiones son verdaderas en cuanto hacen vivir espiritualmente, a los pueblos que las profesan, en cuanto les consuelan de haber tenido que nacer para morir, y para cada pueblo la religión más verdadera es la suya, la que lle ha hecho.  
Para nuestro gran pensador el ideal religioso de inmortalidad es el cristianismo. El acierto del catolicismo -dice José Manuel Martínez Hernández, apud 'La experiencia trágica de la muerte'- estriba en que ha sabido dar la mejor respuesta posible al anhelo más profundo del hombre, al deseo de seguir viviendo después de la muerte. Efectivamente. Unamuno dijo: 'No sé lo que daría por saber que después de muerto seguiría siendo Miguel de Unamuno'. 

No había nacido Jesucristo cuando Lucio Anneo Séneca el Joven, aseguró: 'Lo que hay detrás de la muerte, vida es'. No puedo entender que haya quien afirme -como Enrique Heine en  'El libro de Lázaro'- que 'la muerte es buena; sin embargo, valdría más aún no haber nacido'. Entonces, no será buena. Corrobora la preferencia de no nacer, sobre el hecho de que suceda, el referido filósofo cordobés en uno de sos 'Aforismos morales': 'Nadie aceptaría la vida -dice- si al tiempo de recibirla tuviera entendimiento'. Esto nos recuerda los versos de la escena  segunda, del acto primero, de 'La vida es sueño', de Calderón de la Barca, cuyo parlamento empieza así: 
Príncipe Segismundo: ¡Ay mísero de mí! ¡Ay infelices! Apurar cielos pretendo, / ya que me tratáis así, / qué delito cometí / contra contra vosotros naciendo ; / aunque si nací, ya entiendo / qué delito he cometido: / bastante causa ha tenido / vuestra justicia y rigor, / pues el delito mayor / del hombre es haber nacido.
Este ""delito"" le hemos cometido todos. Y sobre todos ha recaído la misma condena. Hemos sido condenados a muerte. Considerándolo bajo el punto de vista bíblico, el delito no estriba en nacer sino en la desobediencia a Dios: si no hubieran comido nuestros primeros padres del árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, éste no existiría empezando por la muerte. 

Es un punto de Religión que no entendemos, pero, en fin, ya dice Santa Teresa de Jesús: 'Lo que no entendáis, no os canséis,. Hay muchas cosas que no son para hombres ni para mujeres'. [...] 'Tan gran Dios y Señor tenemos, que una palabra suya tendrá en sí mil misterios'. Y en nuestros días Camón Aznar, en 'Aforismo del solitario', nos aclara: 'El misterio en Religión no lo forma lo desconocido , sino lo contradictorio'. Sin duda. Mismamente la Biblia es sumamente contradictoria.

Nos aferramos -esto sí lo entendemos- a la Resurrección. No es muy halagüeño, que digamos, lo de pulvis es et in polverum reverteris, polvo eres y en polvo te convertirás, (Génesis, 3:19). Según la Biblia, 'los vivos tiene conciencia de que morirán, mientras que los muertos de nada tienen conciencia en absoluto (Eclesiastés, 9:5; Salmo 146:4). Deja claro que los muertos no piensan ni sienten. Compara la muerte con un sueño profundo. (Salmo, 13:3; Juan, 11:11; Hechos, 7:66). ¡Albricias!, puesto que también nos enseña que Dios puede despertarlos a la vida (Job, 14:13). La Biblia nos da esperanza de resurrección, pero, tristemente, se contradice. En principio, Jehová nos enseña que con la muerte nuestra vida se acaba Léase el Eclesiastés (9: 5, 6, 10). El Salmo 146: 4 expone que cuando morimos, mueren también nuestros pensamientos. 

Ingenuidad de Platón al creer en la inmortalidad del alma. Consideraba que la muerte es la separación del cuerpo y alma, que ésta es inmortal y se va al mundo de las ideas. Y, por tanto, dice: 'Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo. Mahatma Gandhi va más lejos: 'Si la muerte no fuera preludio de otra vida, la vida presente sería una burla cruel'. El poeta uruguayo Mario Benedetti  llega a decir: 'La muerte es una traición de Dios'. Esta esperanza en otra vida anida en varias profesiones religiosas y, por supuesto, y perdón por la insistencia, de ello somos anhelantes, pues, indubitablemente, morir quita sentido a la vida. La citada escritora, pintora y escultora, María Bashkirtseff, exclama en su 'Diario': 'Vivir, tener tanta ambición, y al fin ... el olvido... Como si yo nunca hubiera vivido!

¿Vamos a dejar de existir? ¿No vamos a ver a Dios? San Pablo en su Primera Carta a los Corintios, nos dice: 
Al presente no vemos a Dios sino como en un espejo, y bajo imágenes oscuras. pero entonces  lo veremos cara a cara. Yo no lo conozco ahora sino imperfectamente , mas entonces lo conoceré con una visión clara, a la manera que soy yo conocido. (13:12). 
PERO ¿con qué ojos si se destruyen con el cuerpo; con qué entendimiento si también muere el alma?         
     

viernes, 19 de octubre de 2018

Versando algo sobre historia medieval a la pata la llana. Con una alusión personal a una comentadora más de los capiteles del claustro de un pueblo segoviano

Puesto que Catalina de Lancaster murió en 1418 y su nuera, María de Aragón la sobrevivió veintisiete años, es ella y su primo carnal y esposo, Juan II de Castilla, quienes habían de continuar lo que iniciaron los primeros Príncipes de Asturias. Es lógico y natural se dé todo el mérito de la creación del lugar a la nieta de Pedro I de Castilla, entroncada con la rama asesina Trastámara, y a su esposo Enrique III sin cuya ayuda imprescindible no hubiera sido posible. Esta ayuda ha sido presentada por Manuel González Herrero, e ignoro, de momento, si la citada autora de su tesis bajo la elección de lo que queda del otrora Monasterio de Santa María de Nieva, hace referencia a ello y, por consiguiente, figura en la bibliografía que haya usado para su tesis. Absurdo que Diana Lucía Gómez Chacón proteste –repito- de que el protagonismo se le lleve Catalina de Lancaster, habiendo participado más en la obra del monasterio su nuera. Fue la suegra la impulsora, la creadora, de la puebla. Nada tiene que ver que otras reinas y reyes aportaran más; a cada época lo suyo, la reina inglesa hizo lo que a ella le tocó hacer. Por otra parte, y con relación a la edificación del monasterio,  es obvio lo que apunta Diana: que a lo largo del tiempo se sustituyeran ‘los primitivos materiales perecederos por otros más consistentes, -pizarra y ladrillo- y por la elaboración  y materialización de su programa arquitectónico de mayor complejidad que el anterior. Ignora, al parecer, que cada tiempo deja su impronta.

Catalina de Lancaster se quedó muy pronto viuda, Enrique III el Doliente murió a los 27 años de edad el día de Navidad de 1406, sobreviviéndole su viuda doce años, en los que tampoco gozó de buena salud. No muy a su voluntad fueron las bodas de sus hijos. El Príncipe de Asturias, futuro Juan II, huérfano de padre a los dos años de edad;  hasta reinar estará bajo la tutela compartida de su madre y de su tío paterno Fernando el de Antequera hasta que éste fue rey de Aragón y queda como única regente su madre.  Estaba planificado su matrimonio con su prima la infanta María de Aragón. Ésta  como reina consorte de Castilla dejó mucho que desear, ya que se inclinaba a sus hermanos en las contiendas bélicas, según tengo tratado en algún que otro artículo. También cabe hablar, e intuyo no lo hará, de su conducta en general, de su extraña muerte en Villacastín (Segovia) el 18 de febrero de 1445. 

No debió sentir mucho Juan II a su primita, y se entusiasmó con Isabel de Portugal cuando se la eligió el condestable de  Castilla, don Álvaro de Luna. También eran consanguíneos, por lo que se hubo de solicitar la licencia papal. ¡Y adelante con endogamia! Gran daño ha hecho en la salud de los reyes de la dinastía Trastámara, Austrias y Borbones.  Muy enamorado de su joven y bella esposa, ésta le mangoneó a su antojo, al extremo de conseguir la muerte del valido al que tan unido desde la niñez y pubertad estaba el hijo de la Lancaster, con aquiescencia de ella. Don Álvaro había elegido muy bien, al menos de momento, para el rey, pero fatalmente para él. Realmente, en realeza y realidad, para los tres: reina, rey y valido. Tras la decapitación de don Álvaro en la Plaza Mayor de Valladolid –2 de junio de 1453- , Juan II cayó de bruces en el remordimiento y siguió al condestable en el Mas Allá el 20 de julio de 1454. Su viuda pasa a residir a su villa de Arévalo, regalo que le hiciera su pretendiente, donde  como ‘la loca de Arévalo’ vive hasta 1496, alcanzando la edad de 68 años, muy longeva para aquel tiempo.

El remordimiento también caló en ella, y en el silencio de la noche se oían sus gritos: ‘¡Don Álvaro, don Álvaro!’. Se llevó con ella a sus dos hijos, Isabel y Alfonso, que ya mayorcitos les apartó su medio hermano de padre, Enrique IV, y constituirían para él gran tormento moral. De ellos se servirían los nobles (caray con ‘la épica nobleza castellana’) como armas arrojadizas contra el monarca. Alfonso, el de ‘la farsa de Ávila’, que aquellos revoltosos nobles coronaron como Alfonso XII, desapareció pronto para bien del país, concretamente en 1468 con 14 años. Pero -¡ay!- quedó Isabel, que amargaría la vida de Enrique IV –soterradamente unida a la nobleza- hasta que envenenándole le dio pasaporte a la Eternidad. Nunca sintió remordimiento de ello, sí durante mucho años miedo a que la corona usurpada a su sobrina,  mediante injusta y vergonzosa guerra, fuera reconquistada por su auténtica propietaria, y para evitarlo trató con Portugal de dejar todo atado y bien atado. Emplearon los Reyes Católicos sobre todo una política de matrimonios. 

Isabel contrajo matrimonio con su pariente Fernando, por no perder la costumbre de la endogamia, hijo de Juan II de Aragón y de Juana Enriquez, segunda esposa del rey  Juan II de Aragón, siendo la primera Blanca I de Navarra, la cual cándidamente le hizo a su muerte rey de Navarra por torpe cláusula testamentaria. Estos príncipes que se casaron sin licencia papal –a posteriori lo arreglarían e incluso llegarían a ser los Reyes Católicos- supieron dominar a los nobles innobles y crear otro tipo de ‘nobleza’ más noble y culta. 

Juan Eslava Galán, en su 'Historia de España contada para escépticos, estima:                    

Los Reyes Católicos consiguieron modernizar el país, centralizar el poder y levantar los cimientos de un Estado poderoso. Por eso todos los dictadores lo ponen como ejemplo, olvidando sus torpezas, y no dejan de loar las excelencias de la pareja.

 Seguidamente lo expone.

En su proyecto para debilitar a la nobleza, los Reyes sustituyeron el arcaico Consejo Real heredero de la Edad Media, por una burocracia palaciega más acorde con los nuevos tiempos y nutrida por funcionarios procedentes de las clases humildes que fuesen fieles a la corona antes que a intereses de grupo o familiares. Con ellos formaron varios consejos o ministerios: de Finanzas, de la Hermandad, de la Inquisición, de las Órdenes de Caballería.
En cuanto a éstas, que eran muy poderosas por su patrimonio y ejércitos, nos dice: 
Los reyes consiguieron concentrar los tres maestrazgos (Calatrava, Alcántara, Santiago) en manos de Fernando el Católico, lo que robusteció el poder de la monarquía.
Ya la nobleza irá perdiendo progresivamente privilegios, se impuso la monarquía.
                                     
Habiendo llegado al límite cronológico de esta dinastía con que finaliza la Edad Media de nuestra Historia, aunque se diga que la Edad Moderna empieza con los Reyes Católicos, queda concluido este el tema. Otro día no hablaremos someramente, aun cuando, revisando en este blog etiquetas sobre los señalados personajes, se encuentran artículos en los que están tratados en profundidad. 



domingo, 14 de octubre de 2018

De mis contactos con la Administración para que se ponga fin a la mentira del sepulcro en la iglesia de Santa María la Real de Nieva (Segovia)

Cuando el señor que me contestó en nombre del delegado de la Junta de Castilla y León, en Segovia, me dijo que había hecho un gran trabajo de investigación, le respondí que no hay tal labor investigadora sino meramente de difusión. En efecto nada había que investigara través de los documento, puesto que ya había dejado evidente la Ciencia la falta de autenticidad del sepulcro del presbiterio de la iglesia de Santa María la Real de Nieva (Segovia). Le insistí, por tanto, que mis artículos sobre este particular son de información. Cuando en ADN habla, no cabe, cuerdamente, contradicción. Sin embargo, la ha habido, por lo que ésta se puede calificar de ridícula.

La investigación dentro de las Letras está en la líder del Proyecto Poblet, una profesora de la UAB en Historia Medieval, con el cometido de buscar el cadáver idóneo con el que practicar la prueba. La fotografía de los componentes del Equipo pude verse en Internet.

He explicado hasta la saciedad que el pronóstico dado por el Dr. José Manuel Reverte Coma, en el Informe que emitió de los restos encontrados, en la realización de una obra de albañilería, en una capilla adyacente al altar mayor, aquel junio de 1994, supeditó su identificación a la prueba de ADN. Carentes del menor fundamento histórico –éste y el científico hubieran tenido indefectiblemente que coincidir- se proclamó, obviando dicho dictamen, que los restos eran los de la reina que murió y fue enterrada en la localidad del óbito a primeros de abril –se discute la exactitud del día- de 1441. A tontas y a locas se erigió en el presbiterio un sepulcro para ella en la última decena del siglo XX.

Durante unos catorce años mantuvieron los santamarienses, en general los segovianos y los de la comunidad autónoma, la certeza de que los despojos mortales eran de la reina de referencia, lo que motivó un lite con Navarra que los reclamaba, retirándose del pleito  los navarros cuando la Ciencia dio rotundo mentís. Indubitable, como de ella. Concretamente fue el 8 de septiembre de 2008

Los del pueblo a que dieron origen los primeros Príncipes de Asturias, aunque se lleve la fama Catalina de Lancaster -¡pobre de su marido!-, la capital de provincia, la comunidad autónoma en total, no se ha dado por enterada, a lo largo de diez años que han transcurrido. de la presentación del resultado del estudio genético del Príncipe de Viana en el Monasterio de Santa María de Poblet ante el P. Abad. Quedó evidente que, como se publicó en todas las modalidades de los medios de información –internet incluido-, ni los restos de Poblet, atribuidos al Príncipe, ni los de Santa María la Real de Nieva, atribuidos a su madre, son de ellos. Como queda dicho, los navarros se enteraron y actuaron en consecuencia, mas en Castilla y León no se han dado por enterados. Quosque tandem, ¿hasta cuándo? Por férrea voluntad de algunos me parece que ad calendas graecas. Es triste, funesto, deplorable que se esté sometiendo ad libitum, a gusto, a voluntad, de equis señores.


Incumbencia incuestionable de la Junta.

Que es así, resulta más claro que la luz del día en el más luminoso del cálido verano. Es, repito, y nunca se repetirá lo bastante mientras no se lleve a efecto- plenamente de la incumbencia de la Junta poner fin a la  mentira del sepulcro, no obstante haber pretendido mi dialogante, en representación del Delegado de la Junta en Segovia, mostrarme lo contrario, y únicamente aceptó que de la Junta sí dependía Información y Turismo. Este señor no me negó que es competencia de la Junta modificar la falsa noticia de que le hablé, pero me presentó un inconveniente por demás abstruso. Me dice literalmente: Será competencia de la Junta cambiar esa información cuando haya consenso informativo indubitado sobre esa cuestión. De momento no le hay. Este señor se encuentra, a lo que cabe deducir, sumamente desorientado, desinformado, indocumentado. Si hubo una cuestión -y batallona fue-, ya no la hay cuestión, ya no hay que averiguar verdad alguna. En el tiempo actual no procede se esté de acuerdo o no, ya que se trata de una verdad irrefutable desde hace una década.

No cabe aprobar o desaprobar la certeza de lo que ha quedado evidente. De esta salida por peteneras, verdadera pueril   incongruencia, ya hablé en un artículo por aquella fecha de mediados de este año. Me hallo anhelante de sentido y lógica, y confío en llegar a encontrarla. Es descorazonador suplicar y suplicar que se respete la verdad, y no ser atendido, pero no me desanimo, como otrora tampoco se me acobardó con ataques a mi propiedad y persona a que ya he hecho referencia en artículos pasados.

Yo no soy servidos de la mentira por ningún motivo, por encima de todo soy amante de la justicia y de la verdad, estoy plenamente de acuerdo con este aserto del juez –valeroso y de gran ética profesional- José Castro Aragón: Cuando la lealtad a un hombre, sea a un rey, sea al ordenante de la India, pasa por encima de la lealtad a la justicia y a la verdad, esa lealtad se convierte en lealísmo servil.

ME QUEDÉ ESTUPEFACTO CUANDO EL EMPLEADO DE REFERENCIA ME EXPUSO QUE LO QUE EXPONÍA NO ES ASUNTO PROPIO DE LA ADMINISTRACIÓN.


Irrebatible, irrefutable, incuestionable, incontrovertible.

Se ha de tener por tal la prueba de ADN mitocondrial que dejó palmario que continúan perdidos los restos de Blanca I de Navarra. Como he dicho más de una vez está sirviendo de inestimable valor para los Tribunales de Justicia. Sirvió, repito, para los navarros,  en esta comunidad autónoma, como tantas veces he expuesto, y no obstante a esta altura cronológica hay quien me habló, como queda expuesto, de CONSENSO AFIRMATIVO INDUBITADO SOBRE LA CUESTIÓN. ¡Vamos que salida, escapatoria, pretexto!


Papel a jugar por la tesis de Diana Lucía Gómez-Chacón.

La disyuntiva es respetar el ADN mitocondrial que dio al traste con la patraña del sepulcro de la iglesia o invalidar esta prueba genética para seguir en el infundio. Y todavía no se ha impugnado. A ver si espera Diana a eso tan raro del CONSENSO INFORMATIVO INDUBITADO SOBRE LA CUESTIÓN. Caso de que tenga idea de ello. Yo no.

Desde aquí expongo al señor que me hizo tal manifestación que Diana Lucía tal vez le haya llevado la contraria, ya que, como he dado a ver, me prometió que no iría nunca contra el ADN. No la creo tan sin sentido: ir gratuitamente contra algo, sin conocimiento en ello, a lo alcalde de Monterilla.


Lo dejo en adverbio de duda, porque cabe pensar que haya obviado tratar de un punto que le atemorizaba. En un correo electrónico, cuando ya esquiva nuestro diálogo por recriminarle  la conducta que al respecto seguía, me dijo:
Tu último correo sí que me llegó pero no supe qué contestar, ya sabes que es una batalla en la que prefiero no meterme. De todas formas, te agradezco que me tengas informada de tus avances en el tema.
Con la palabra ‘avance’ quiere decir reiteración, pues yo nunca hablé de avances. No he avanzado; tampoco me hicieron retroceder lo más mínimo. Y es de esperar que al fin se imponga la verdad. Esto no es un tema político, pero sí administrativo, y bien sabía lo que se decía el director de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce cuando me recomendó que me dirigiera a la Junta. E igualmente el sacerdote del pueblo de la mentira del sepulcro, descargándose de mí, me hizo la misma indicación, asegurándome que él no movía un dedo para tapar la inscripción del sepulcro, que la Junta, que ella fue la que hizo todo. Tengo comentado que nada más lógico y natural que llevara la voz cantante La Administración. Tampoco se halla fuera de lo pertinente, perteneciente, correspondiente, que el cura y/o el alcalde hubieran solicitado salir de esta mentira que, como digo por enésima vez, es humillante.

Contribuya o no la referida –caso este último de que finalmente haya continuado sin atreverse a tomar parte por la verdad- en nada alteraría lo que ha quedado evidente desde hace una década. Mientras no impugnen el citado avance científico sobre los genes –ya la Autonomía de Castilla y León, ya cualquier otra de esta España tan dividida, o allende nuestras fronteras, continuará demostrada la falsa inscripción de ese sepulcro que se erigió para contener unos restos ignorados que, sin fundamento, razón, motivo, se sostuvo eran de quienes los del lugar querían que fueran. Éstos eran manifestándose públicamente el alcalde in illo tempore y un tal Felipe Molinero, que tras aparecer la prueba de ADN la combatieron desde El Norte de Castilla y desde El Adelantado de Segovia, o sea, la prensa local. No faltó un convecino irrelevante pero con sensatez que le objetara: ‘Cállate, Felipe, cuando la Ciencia habla, hay que dejarse de chovinismos’.


Y del papel depurador de la Real Academia de San Quirce, ¿qué?

Lo ignoraré en tanto no vea si en la tesis de la susodicha se combate el falso sepulcro o se inhibe de ello. En el caso de que se corroborara la mentira sí tendría vela para intervenir dicho centro cultural que, como Diana, renunció a meterse en la batalla. Apoyo fue de la creación de la otrora Universidad Popular, Antonio Machado, tan amigo de la verdad. Pongo fin a este artículo  con su composición a la misma: ‘¿Tu verdad? No, la Verdad, / y ven conmigo a buscarla, / la tuya, guárdatela’.

domingo, 7 de octubre de 2018

La Monarquía de hoy, la más rara

Las monarquías son una cosa esencialmente antigua; imposibles de modernizar y se desmorona apenas se las toca. Ya nadie cree en los derechos divinos y esas graciosas zarandajas. Véase lo que pasa en Gran Bretaña y en algunos lugares. Si las falsas reales, además de sus altos y estáticos privilegios, quieren tener los de los pequeños burgueses (amores, celos, cuernos, divorcios, suicidios falsos y otros modestos aditamentos de la vida) por mal camino van. Porque, si todos fuésemos iguales, salta a la vista que todos seríamos iguales para todo. Por eso, lo mejor es que queden en su Olimpo, sin que los escuchemos respirar.
- Antonio Gala -

Tremendo error de Juan Balansó en 'La Familia Real y la Familia Irreal'; mal vaticinio sobre el hijo de Juan Carlos I, el rey impuesto por el dictador Francisco Franco. Lo comprobamos si de tal obra leemos el capítulo titulado '¿Quién será la futura reina de España?', el cual empieza así.
Cuando llegue el momento de echarse novia en serio, Felipe de Borbón podrá elegir entre una veintena de princesas. Si se tiene en cuenta que su bisabuelo, Alfonso XIII, solo pudo escoger entre ocho, su abuelo, el conde de Barcelona, entre seis, y su padre, el rey Juan Carlos, entre diez, no cabe duda de que el príncipe de Asturias es un joven afortunado.
De nada le sirvió esta ventaja; su bisabuelo, su abuelo y su padre cumplieron con lo cánones de la monarquía en cuanto a contraer matrimonio el Príncipe de Asturias, pero Felipe de Borbón y Grecia despreció olímpicamente, con verdadero desdén, las normas a seguir y que hasta él supusieron la imposibilidad de reinar. Tiene el ejemplo más próximo en sus tíos paternos, x x al casarse con Eldemira Sampedro, y el infante don Jaime contrayendo matrimonio con Manuela Dampierre. No piensa que se repita la Historia. Dice:
Es demasiado culto e inteligente Felipe de Borbón para ignorar las obligaciones que como príncipe heredero debe a España. Y una de las provinciales obligaciones de su alteza es, sin duda alguna, proporcionar al país una buena reina. Como también es indudable que el príncipe sabrá conjugar sus obligaciones dinásticas con sus deseos personales.
De indudable, nihil. No ha habido conjugación que valga, él se ha atenido exclusivamente a sus deseos personales, enfrentándose a su padre, que, por otra parte, dada su vida donjuanesca carecía de poder moral. Éste ya había evitado en su hija una boda impropia, pero tuvo que pasar por las horcas caudinas con Letizia Ortiz Rocasolano, sería indefectiblemente su nuera. Y hoy día, a pesar de ser un matrimonio morganático, don Felipe es rey, y doña Letizia reina. Con referencia a la derogación de la pragmática de matrimonios, escribe Balansó: 'Si se derogase ahora, no ignora la Familia Real que, aun teniendo en cuenta los imperativos del presente, no faltará quien reproche que se haga en provecho de de la Sartorius, por ejemplo, lo que no se hizo n beneficio de la Dampierre...'. Se reprocha por todos y todo. Si Jaime Peñafiel protesta a voz en grito de la princesa, posteriormente reina,  que don Felipe  ha dado a los españoles, ¿qué decir de su colega en el estudio de dinastías reales actuales, si viviera?  Y ya no digamos de sus comentarios reprobatorios, que dejó escrito, de tanto indebido proceder. Él protesta contra los inadecuados matrimonios contraídos por las infantas Elena y Cristina, denominando a sus cónyuges 'bisutería fina'. Léase  'Los diamantes de la Corona' (1998). No los entiende adecuados para la sucesión, habla del balonmanista zurdo, y ni a éste ni al marido de Elena les encuentra adecuados para representar al Estado. Lo explaya en el epígrafe: 'Don Jaime y don Iñaki, jefes de Estado'.

Juan Balansó falleció en Madrid el 28 de junio de 2003, el día, casualmente, en que cumplía 61 años. De no ser así mucho habría comentado sobre el 'Caso Nóos' y del gerifalte Urdangarin, persona descollante en la actividad del trinque hasta ar con sus huesos en la cárcel, baldón enorme para la institución de la monarquía. No existió ninguna en  que el yerno del anterior monarca y cuñado del actual se encuentre preso. O dicho de otra manera, no existió preso alguno que tuviera por suegro un rey emérito y por cuñado un monarca. No hablo de política, habló de Historia. De ésta, y ya que estamos refiriéndonos a tan destacado experto en la misma, presentaré cómo señala la ignorancia en asesores de la Zarzuela, los coetáneos a aquel hecho..Lo encontramos cuando trata de 'La dinastía Marichalar'. Escribe:
"Había algún riesgo de que la infanta Elena diera a luz precisamente en la emblemática fecha y ello aconsejó tomar seguridades -descubrió Época (10-8-1998)-; sus padres prefirieron provocar el parto y que la criatura viniera al mundo el 17 de julio." Tarea inútil para cualquier persona culta. Si los asesores de la Zarzuela conocieran algo mejor el percal, sabrían que la sublevación militar que dio paso a la guerra civil fue iniciada por las guarniciones de África justamente el día 17 de julio, que es, por lo tanto, la verdadera fecha en que comenzó la contienda más sangrienta que ha conocido España.
Nuestro autor escribió 'La Corona vacilante'. versando sobre las veces que cayó; pues bien, otra vez vacila. Hoy día el trono de Felipe VI peligra desplomarse, ya ascendió a él con bastante exposición a ello, la sucesión no fue otra cosa que un apuntalamiento. 'La monarquía de Juan Carlos I  -Balansó dice-  pasará a la Historia como el reinado de la corrupción'. A tal reinado ha sucedido más descubrimientos del pasado de éste, lo cual revierte sobre el monarca actual, pero además durante las funciones de don Felipe se ha producido la condena de su cuñado, su ingreso en la cárcel. Es todo un torpedo en la línea de flotación, que causa enorme brecha a la obsoleta institución monárquica. El agua del rechazo la inunda e indefectiblemente se va a pique. En verdad que no es para rasgarse las vestiduras, manifestar duelo, a excepción de sus beneficiarios de algún modo, empezando por sus asalariados, pues éstos, como indica la Real Academia al definirlos, 'en ideas o en conducta supeditan su propio criterio al de quien les paga'.

Hay en el Reino de España un matrimonio morganático que reina. Pensaría el Príncipe de Asturias que si por ello no era excluido de reinar, igual le daba elegir esposa entre la realeza que entre la aristocracia, sangre azul, o entre los plebeyos, sangre roja, y eligió la roja. Este hecho es excepcional en la línea de sucesión, pero no lo es, ni mucho menos, en los hijos bastardos, de los que los Borbones tienen superabundancia, especialmente Alfonso XIII y Juan Carlos I.; ambos también grandes "financieros", quizá no entendiendo mucho de Bolsa, pero sí de llenarse los bolsillos. No se puede negar que Urdangarin salió un brillante discípulo de su suegro. Digamos de paso que el abuelo del rey emérito ha sido más generoso con algunos de sus hijos bastardos que él. Cierto también que don Juan Carlos es el Rey Intocable, le ha blindado el texto de la Constitución. Para los 'negocios' estaba blindado el abuelo, desechado por Franco tras la guerra civil, de él decía Valle Inclán: 
 


Tocó fondo el reinado de Juan Carlos I. Y en general la institución monárquica va desapareciendo de la faz de la Tierra en las zonas más adelantadas. 

Como donjuán solo le puso fin el transcurso del tiempo, mas no sé, no trato de saber,  como negociante. Por supuesto que con el capital que supo hacer y con la curiosa pensión que le ha quedado, o paga de rey emérito que le ha asignado su hijo, puede vivir sin penuria el matrimonio. Aparte de que a doña Sofía -de profesión reina, que dice Balansó- también se ha decidido que perciba una espléndida paga. El Jefe de Estado en una República únicamente percibe paga él, y jubilación cuando a ello le lleva la edad. Ningún pariente de él la recibe por ser familia, ni por tanto, pensión. Ya clama al cielo que la Reina consorte aparte de los 10.950 euros que gana al mes, cobre 1015 euros por cada acto que acude. Por supuesto que  tampoco forman lista sus familiares para sucederle en el empleo. Esta osada norma que impone la monarquía es demencial, caótica, absurda, incomprensible, pero mientras haya tontos...  'Con la salida de los familiares de los presupuestos públicos, ajenos a todo control, se presentaría de por sí un ahorro (Enrique de Diego).  Y, por otra parte, impone silencio, porque como dice este ensayista -nacido en Segovia en 1956-  'la monarquía casa muy mal con la libertad de expresión y solo acepta la sumisión plebeya o la adulación cortesana'.

Recordemos lo mal que otrora sentaba a los tenientes generales, el Día de la Pascua Militar tener que inclinarse ante un Marichalar y un  Urdangarin. Y se trate de quien se trate, puesto que es evidente esto que el referido segoviano expone en 'La monarquía inútil':
Es notorio el servilismo que impera en los protocolos monárquicos, con indignas inclinaciones de cabeza, en el caso de los varones, o con una  genuflexa reverencia en las mujeres,, y la obligación de dirigirse a las personas de la familia real mediante los titulares  'señor', 'majestad', 'alteza', que representan una indignidad plebeya para quienes los pronuncian  y que, si bien pudieron tener sentido en los tiempos medios, resultan hoy absurdas y periclitada. [...] Monárquico es quien asume e interioriza su inferioridad.. Monárquico es sinónimo de servil.   
A lo que parece, va llegando a su fin, se ha disminuido en dinero y se ha aumentado en cordura. Según Cicerón, filósofo, jurista, político, romano, estultorum sunt plena omnia, todo está lleno de necios. Si no fuera así, serían menos en número y tamaño nuestros  males, pues el mismo filósofo dice que 'la necedad es la madre de todos los males'.  Si daño hace la inutilidad de muchos políticos, no digamos si va acompaña de cleptomania. Por sobra de ésta  y falta de aptitud para la política, ¡ay de mí España putrefacta. En el seno de la monarquía corrupción - el marido de la infanta Cristina por ello encarcelado- y en cuanto a ex ministros sirva como muestra Rodrigo Rato, el segundo del Gobierno de Aznar que acaba de ser condenado a cuatro años y medio de prisión.. Así el reino y su Gobierno. 


Punto de arranque de la pérdida de la Corona en don Juan Carlos de Borbón y Borbón.

Realizó el monarca un viaje en secreto con su amiga Corina Arsen para realizar un safari en Botsuana; mató algún elefante pero por la noche casi se mata él al caerse donde se hospedaba; se rompió la cadera y precipitadamente con Corina y ayuda fue traído a un centro hospitalario de Madrid. ¡Adiós secreto! Rajoy le echó un capote diciendo que tenía constancia de su viaje. Fue duramente atacado por no cumplir lo que al respecto marca la Carta Magna, hubo de perdón desde el hospital prometiendo que lo ocurrido no se repetiría. ¡Se había repetido tantas veces! Su prolongada cura y convalecencia fue un recuerdo constante para la herida moral de la ciudadanía: que en medio de una crisis pavorosa el rey se permitiera tales dispendios.

Y a Corina, ayudante  colaboradora en los negocios reales, se unió el predilecto yerno Iñaki Urdangarín. Llegaría a la predilección de los reyes, pero al principio le desagradó a don Juan Carlos  tal marido para su hija, teniendo que consentir  ante la amenaza de ella de irse a vivir con él. De menos desagrado fue la elección de la primogénita Infanta, pero también impropia.  Bueno dejemos los matrimonios  descentrados de la realeza en que, como falta a la misma, incurrieron los hijos de los reyes elegidos por Franco, y pasemos al triste epílogo de Corina y el ex monarca. Visiblemente le ha salido rana, ahora su ayudante y colaboradora habla de sucios negocios perpetrados por don Juan Carlos. Entre Urdangarín y Corina están quitándole el sueño a Felipe VI. El de reinar por largo tiempo, claro está. El Gobierno trata de que don Juan Carlos no sea juzgado, pero Corina sigue a la carga. Todo es riesgo y olor a corrupción; ni que decir tiene que es de justicia que se le depurase, que deben intervenir los Tribunales. La impunidad solo alcanza al monarca. y Juan Carlos dejó de serlo. Recientemente expuso Aitor Esteban, portavoz del Partido Nacionalista Vasco, 'yo me pregunto por qué el rey tiene que ser inviolable. Si los técnicos de Hacienda piden investigar al rey emérito será porque tienen indicios'.


Lo que vivieron las Infantas y el Príncipe de Asturias. 

A los niños, antes de enseñarles a leer, hay que
ayudarles a aprender lo que es el amor y la verdad.
- Gandhi - 

Siendo niños los hijos de los reyes  don Juan Carlos de Borbón  y doña Sofía Grecia se separaron sus padres (¡ Si antes muere Franco, antes "cesa" el matrimonio de los Príncipes de España), y aunque fue una separación y divorcio sui generis, muy especial, excepcional, no dejaría de calar psicológicamente en sus vástagos. Ello crea un matrimonio anormal e inevitablemente repercute, plus minusve, más o menos, en los hijos, ya en el orden moral, ya en el material; como dice Tolstoi 'todas las felicidades se parecen, pero cada desgracia tiene una fisonomía especial'. Crecieron en un hogar falso, falsificado, y a falsear aprendieron, como bien pone de relieve la declaración judicial de la infanta Cristina ante el juez Castro. Supo declarar sin declarar. 



lunes, 1 de octubre de 2018

Confraternizar con la mentira es sumamente vituperable. Lo hizo y me temo siga haciéndolo en su tesis Diana Lucía Gómez-Chacón.

Cuando la lealtad de un hombre, sea a un rey, sea
al ordenante de la India, pasa por encima de la
lealtad a la justicia y a la verdad, esa lealtad se
convierte en lealismo servil.
-José Castro Aragón -


Hay que procurar ser persona íntegra, lo que es imposible adhiriéndose a  la mentira. Reprobé desde un principio a Diana Lucía (Lucía es apellido, me aclaró) que siguiera la corriente al alcalde, al párroco y al  "guía de turismo" -ja, ja, ja.- en cuando a lo que éste informaba -continúa informándose, dicen que ahora por otros cicerones- acerca de Blanca I de Navarra. Y no dejé de pedirle, ya que ella iba a escribir su tesis tomando por tema el monasterio, inquiriese del cura su opinión sobre el falso sepulcro. He aquí su respuesta, con bastante demora,  aquel 22 de septiembre de 2010.
Siento no haberle podido contestar hasta ahora. Hace unos días me encargaron la realización de un póster científico para las jornadas del departamento sobre el patronazgo artístico en el siglo en el siglo XV hispánico, por lo que he tenido que dejar a un lado el románico  aragonés, pero nunca pierdo de vista a  Santa María la Real de Nieva.
Y ahora entra a """atender""" mi petición, revelando pánico a enfrentarse con la realidad,   y presentándome una evasiva que la sitúa en muy mal lugar. Pésima su actitud, y así su respuesta.
Con respecto a lo de  la opinión de Alfonso acerca de los restos de Blanca de Navarra he de decirle que cuando Vicente me expuso su punto de vista  él no estaba presente. Yo no le corregí porque considero que cada uno puede tener su opinión y su ilusión acerca de la naturaleza de los restos conservados en la iglesia, y si él quiere seguir pensando que es la reina Blanca la que está ahí enterrada por mí puede seguir haciéndolo. Yo sé que no es así pero no me considero con derecho a abrir los ojos a nadie, sobre todo, si no quieren hacerlo. 
 Si esto no es salir por los cerros de Úbeda, que venga San Juan de la Cruz, que por allí estuvo, y lo vea. Lo de 'enseñar al que no sabe' y/o 'corregir al que yerra', primera y segunda de las Obras de Misericordia, de las espirituales, respectivamente, no cuentan para ella. Y con tal mentalidad se va a dedicar, o se dedica ya, a la enseñanza! No rechistó a Vicente, el guía, jubilado conserje del Ayuntamiento. Y del párroco continuó diciéndome.
Cuando el cura me enseñó el templo y algunas estancias conventuales no me habló de la reina en ningún momento ni yo me interesé por su opinión al respecto. Así que no puedo ayudarle. Lo que sí le diría es que le preguntase usted directamente a Alfonso porque no creo que se niegue a contestarle, además es una persona bastante llana y agradable. 
La visitante, que estaba viendo sobre lo que iba a escribir, no se interesó por la opinión del cura sobre el falso sepulcro ubicado el presbiterio de la iglesia. El cura naturalmente había de prescindir del tema, dado su interés en persistir en lo que ya era una colosal mentira desde que el ADN dio mentís. Lo que no es natural sino de lo más chocante y contradictorio, absurdo, es que por su parte no recabada la opinión de quien preside la iglesia. Yo lo hice sin necesidad del consejo de Diana, pero lo que quería es ver por dónde salía el referido ante entablar ella tal diálogo. Hoy tengo a la vista que tal chica que ha escrito un artículo y su tesis sobre el monasterio -lo que de él queda- de la actualmente Santa María la Real de Nieva no ha debido en ésta hacer mención del falso sepulcro. No cabe dudarlo, pues no dejaría de ser muy raro, a la vista de que <si él quiere seguir pensando que es la reina Blanca la que está ahí enterrada, por mi puede seguir haciéndolo> Pero hay más a esta indiferencia, y es el hecho de que quienes no quieren apearse del engaño son, precisamente,  los que le han publicado su tesis; entonces no habrá tenido posibilidad de enfrentarse a la mentira del sepulcro.   

En cuanto a la interpretación de los capiteles trata Diana de mojar la oreja a Sánchez Sierra, muestra que se ha quedado corto en alguno. Están ya súper interpretados, no cabe decir nada nuevo con fundamento, salvo que se incurra en ser descubridor de lo descubierto. Él tuvo la delicadeza de mencionar la conferencia que pronunció la santamariense Carmen Muñoz García en el pueblo, estando a la sazón colocada en Valladolid como funcionaria de las Cortes de Castilla y León en calidad de jefa de servicio de Gestión Parlamentaria y Régimen interior, de 1983 a 2003.  Editó la conferencia en dicha ciudad con el título 'Referencias históricas sobre la sepultura de la Reina Blanca de Navarra en Santa María de Nieva y su relación con los restos hallados recientemente en la Capilla Mayor de la Iglesia'. (largo título y gran empleo de mayúsculas)  La mencionó pero no la combatió directamente; ya fue suficiente expusiera que según el dictamen del análisis de los restos cadavéricos dado por el antropólogo Dr. Reverte Coma asegurando que se ignoraría la pertenencia de ellos mientras no se aplique el ADN. Cuando la susodicha Diana Lucía eligió para su tesis el mismo tema que Antonio Sánchez Sierra hacía unos dos años que la aludida prueba científica había eliminado el cuento chino del sepulcro. A él se fue sin fundamento, todo fue espejismo, ilusión, concepto irreal.


¿Pero qué idea tiene de la hija de Juan de Gante y de Constanza de Castilla la  autora del artículo?

Escribe en cuanto a los posibles artífices del conjunto decorativo:
La reina Catalina de Lancaster no habría contado con los suficientes conocimientos teológicos como para asumir tal responsabilidad. Lo más probable es que el conjunto del decorativo segoviano sea obra de los por aquel entonces priores, quienes habrían contado con la colaboración de sus más destacados hermanos.
Emplea todo en tiempo verbal potencial, cualquiera que tenga más o menos idea de la época puede hacer suposiciones. Parece ser que no mucha tiene de la reina fundadora, cuya labor, en lo que al transcurso de nuestro paso por esta mundo se refiere,  seguiría, como es lógico y natural, su primera y su segunda nuera, María de Aragón e Isabel de Portugal.

Tenía Catalina una educación acorde con su clase y con su tiempo, pero muy relativa sería cuando no estaba preparara para la política en la que incluso hoy día hay tantos mediocres -y aún menos- , carencia que se notó  grandemente a la muerte de su marido. Sabido es que en la primera parte de la Edad Media muchos reyes no sabían leer ni escribir, pero aún así tenían derecho a gobernar por la gracia de Dios. En la baja Edad Media (siglo XII al XV) adquieren importancia las ciudades, los comercios y la burguesía, más la cultura continúa en los monasterios. Los monjes y monjas eran las personas más cultivadas durante la Edad Media. No dominaba, ni mucho menos, en la primera Princesa de Asturias interés por la cultura ni por la política, de lo que en verdad gustaba era de la religión, de aquí sus grandes inversiones pecuniarias para fundar y mejorar conventos. El referente de esta Edad era la Religión, sus reyes se preocupan primordialmente de ello, pero como sostiene un escritor tan religioso como Tolstoy, 'el gran número de conventos e iglesias es siempre señal del atraso de un pueblo'. Sí, para el pueblo la hambruna.


¿Proseguirá Diana obviando la mentira del sepulcro? Yo continuo suplicando, a toda escala administrativa, que se admita la verdad.

No hay grandeza donde  no existe
la sencillez, el bien y la verdad.
- León Tolstói -

Me manifestó, como he expuesto en mi artículo anterior, que no puede contradecir, ni va a hacerlo nunca, los resultados  de los análisis de ADN, pero 'del dicho al hecho va mucho trecho' Como he dejado de manifiesto, contradijo siempre, aunque fuera pasivamente con su silencio,  el resultado del estudio genético presentado en el Monasterio de Poblet el 9 de septiembre de 2008, ¿rectificará en su tesis? Ya sería el colmo que no lo hiciera, aunque pudiera disgustar al organismo que le costea la edición, por lo que implica de compromiso a tapar la falsa inscripción del sepulcro e indicar al representante del Ayuntamiento que no exponga en su página web que en la iglesia se encuentra el sepulcro de la reina navarra. Como saben quienes tienen conocimiento de mi blog, yo rogué esta pertinente acción al presidente de la Diputación provincial y no obtuve respuesta. Saben también del problema que la mentira del sepulcro está creando, llegando incluso Información y Turismo de Castilla y León a informar erróneamente. A tal efecto me dirigí a la Consejera de Cultura y Turismo, María Josefa García Cirac, y al no obtener contestación lo efectué al Director General de Turismo, Javier Ramírez Utrilla, respondiéndome su secretaria, ofreciéndome algo en cuya espera estoy, demora que se deberá a la época vacacional que atravesamos.  

Me manifestó la referida, como dejé a la vista -su correo-e- en mi artículo anterior, que no puede contradecir, ni va a hacerlo nunca, los resultados de los análisis de ADN, pero del dicho al hecho hay mucho trecho. Es, por el contrario, lo que ha hecho, aunque sea con su silencio, desde que contactó con el pueblo. Además, si piensa, como me dijo, de dejar a Vicente con su ilusión, no digamos al cura y al alcalde. O alcaldes, porque cuando la Diputación de Segovia le sufragio la edición de su tesis aún vivía el anterior. Si cambió de mentalidad y, en efecto, dejó de contradecir la inequívoca prueba científica de ADN, tendrá que admitir el presidente de la Diputación y sus diputados provinciales -entró ellos el alcalde Santa María- que debe taparse la falsa inscripción del sepulcro. Por obvias razones que lo hacen pertinente desde la fecha de la indicada prueba genética, cuyas explicaciones he dado hasta la saciedad.

Cuando Diana está tras la publicación de su tesis aparece el siguiente vídeo -5.07.2016- que puede verse bajo el título 'Claustro de Santa María la Real de Nieva - arquitectura - rehabilitación -. Su texto sintetiza la historia artística del mismo. Explica los capiteles del claustro.                                                                                                                                          

Corresponde a 'Documentos por descubrir' -arteguías -, y hace una sucinta pero completa síntesis del claustro

Tanto en papel como en vídeos se halla harto explicado. ¿Vendrá otro a incrementar el refrito? Estos pseudoinvestigadores debieran conocer estas palabras del escritor, diplomático y político Juan Valera y Alcalá-Galiano: 'Entiéndase que yo no escribo para enseñar cosas nueva, sino para entretener a quien tenga el antojo de leerme, y acaso para vulgarizar lo ya olvidado de puro sabido por los hombres doctos'. Y en otra parte expone: 'Si para escribir fuera preciso decir algo nuevo, nos pasaríamos la vida en continúa holganza.

Dejando la Historia del Arte y pasando a la HISTORIA propiamente dicha se le podría haber pedido por los editores de su tesis que investigara a quien corresponde el monasterio de Santa María la Real de Nieva, (Segovia) creado por Catalina de Lancaster, si a la Iglesia o al Municipio. Ello es la verdad que se ha de buscar para que se haga justicia en el litigio judicial entre el Obispado y el Ayuntamiento.