domingo, 30 de noviembre de 2014

De lo que se ha escrito y se escribe, de lo que se ha vivido y se vive, referente a los últimos Borbones y a la política en su reinado

Ya no se puede ocultar en lo más mínimo la corrupción y la bancarrota que la misma ha producido en todas las acepciones de la palabra. 

Mucho se ha escrito sobre ellos, primero de una manera laudatoria, como única posibilidad, pues la monarquía se protegió de cierta censura hasta el escándalo de Urdangarin y del safari del monarca con su amiga Corina y accidente incluidos. A partir de aquí pudo tomar la palabra la prensa y el libro, se pudo escribir la verdad, difundirla, y exponer cada cual libremente su criterio conforme faculta al ciudadano el artículo 20, de la Constitución sobre libertad de expresión. Se habla en él de respeto a la intimidad, mas obviamente no tiene tanta, por no decir ninguna,  un personaje público como un particular. De un pesonaje público, que vive, y a todo regalo -nadie con tanta largueza "pagado" como un rey-  del erario público, se puede contar todo, otra cosa es el insulto, ofender con términos malsonantes. Nunca diciendo la verdad, la cual ha de decirse por denigrante que sea hacia el individuo en cuestión. No por  presentar sus errores y/o malas acciones, se causa ofensa, ésta se la infirió a sí mismo el que obró mal. Además de la Carta Magna, y dentro de que se trata de personajes políticos, lo refuerza la Declaración de Derechos Humanos, 1948. en la parte que expone: 
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.   
Contra la dificultad de hablar de la monarquía no dejó de efectuarse; por ejemplo, Juan Balansó y Jaime Peñafiel publicaron, pero otros autores y sus libros encontraron grandes dificultades para publicar y el desarrollo de su publicación. Y ya por inercia del tácito silencio impuesto, como sabemos la misma Pilar Eyre con su libro La soledad de la Reina, publicado por Esfera de los Libros en enero de 2012, hubo de sufrir reveses, contratiempos de que ya hablé en su día al ocuparme de la obra.    
     
Jaime Peñafiel publicó en 2005, y en la esfera de los libros, "El  hombre que se acuesta con la reina". Ya en 2003 y en la misma editorial lo hizo de "A golpe de memoria". Interesante es también para conocimiento de los últimos borbones "Los tacones de Letizia y otras curiosidades reales", también de dicha editorial. En "El hombre que se acuesta con la reina" consigna este epílogo: 
Que ningún hombre, salvo el consorte pueda decir nunca que se ha acostado con la reina y ninguna mujer salvo la consorte con el rey. Que en lo posible, así sea. 
Él sabe que el primer caso puede darse, pero que el segundo puede tenerse por imposible. 

La segunda parte del libro está dedicada a 'los consortes españoles de hoy', y lleva estos titulares: 'Jaime Marichalar, el consorte banquero', 'Iñaki Urdangarin, el consorte vasco', 'Letizia, la nieta del taxista'. 

A callar ante el inminente matrimonio del Príncipe de Asturias. 

El Príncipe no pudo imponer a Isabel, ni después a Eva Sanun, pero sí a Letizia. Véamos el criterio de Peñafiel: 
Se dice, aunque la propia afectada lo ha desmentido, que doña Sofía se opuso al noviazgo de su hijo Felipe con la pobre Isabel Sartorius porque la joven era hija de padres divorciados. Pienso que a la Reina lo que no le gustaba era la madre, cuyo nombre se había visto mezclado en asuntos muy turbios.
Para asuntos turbios los de su hija y su yerno, matrimonio Urdangarin-Borbón. Continúa el referido autor exponiendo su punto de vista.
Por otro lado, que el matrimonio de los padres de Letizia estuviese roto desde hacía algunos años tampoco tenía la menor importancia. Diana Spencer, Sarah Ferguson, Tony Armstrong,-Jones, Henri de Montpezar, Mark Phillips y Mette-Marit contrajeron matrimonio con el Príncipe de Gales, con Andrés de Inglaterra, con Margarita hermana de la reina Isabel, con la reina Margarita de Dinamarca, con la princesa Ana y con el heredero de Noruega respectivamente cuando eran ya hijos de divorciados. Nadie se escandalizó por ello.
Bueno, alguien se escandalizaría. En cuanto a  Mette-Marit tenía además un hijo de soltera de su relación con el traficante de cocaina, Morten Borg, cuyo hijo lleva el apellido de ambos, Marius Borg Heiby. No dejó aun en Noruega de constituir escándalo. Y sabe bien el cronista que 'España es diferente'. Diré, mejor, que lo fue. Y de aquí la actitud que frente a la referida boda real española se adoptó y que él así describe.
José Antonio Sánchez, entonces director general del ente Ente Público, ordenó que el tema del noviazgo del Príncipe con la "estigmatizada" Letizia no se tocara en los programas rosa de la casa. [...] Incluso se prohibió el derecho constitucional de la libertad de expresión recogido en el artículo 20. 1 de la Carta Magna. 
Y transcribe el texto. Añade.
Todos estos derechos se conculcaron con la prohibición a compañeros que lo habían sido de Letizia a hablar de ella, y a los trabajadores de la casa, más de los mismo bajo amenaza de expedientes.
No se ocultó solamente el divorcio al que tanta paginación concede Peñafiel. Continúa en esta referencia a la censura.
Por supuesto quedaron secuestradas todas las imágenes de la joven existentes en los archivos de TVE y a quienes osaran fotografiarla, la Policía les arrebataba el material hasta con violencia. A los fotógrafos apostados en torno a la antigua casa de Letizia se les redujo por la fuerza. También fueron secuestrados los expedientes médicos genecológicos de Letizia, su partida de matrimonio anterior y el expediente de... divorcio. Para protegerlo se adquirió, incluso, una importante caja fuerte. ¡Una vergüenza! ¡Un atropello incalificable!   
De esta caja fuerte instalada en el Juzgado de Arganda del Rey, donde había vivido el matrimnio Alonso-Ortiz, ya he hablado en otro artículo. Como interesante al respecto, puede leerse en internet "La Comunidad de Madrid compra una caja fuerte para guardar la sentencia de divorcio de Letizia", asimismo otros escritos en dicha página. 

En aquel silencio, ¿qué decir de la Iglesia? Quedó patente su trato de favor. Cuenta Andrew Morton que en reunión de Letizia y el príncipe Felipe con el arzobispo de Madrid, Enrique Rouco Varela,y otros representantes de la Iglesia, éste dijo a la novia: "Cuando usted se caso con Alonso Guerrero, lo hizo en una ceremonia civil. ¿Por qué ahora le parece importante casarse por la Iglesia católica?" Ella respondió: "He visto la luz. Cuando conocí a Felipe vi la luz de la Iglesia católica". Como apunta uno de los que estuvieron presentes, esta respuesta quizá la tuviera ensayada al conocer previamente la pregunta. Todo preparadito, pues. El autor de "Ladies of Spain" añadé: Letizia estaba a punto de cruzar el Rubicón: había pasado de un extremo en su vida conyugal -de estar casada con un hombre republicano, ateo, anticapitalista y bohemio-, a estar a punto de casarse con un segundo marido que representaba todo aquello que Alonso despreciaba.     

¿Es Letizia Ortiz Rocasolano una mujer hechicera?

En el sentido de la segunda acepción de la palabra, es decir, que por su hermosura, gracias o buenas prendas atrae y cautiva la voluntad y el cariño de las gentes, parece ser que lo es. ¿Hermosura? En el aspecto físico, sin ser una soberbia mujer, cierto es que resulta sugestiva, atrayente. Tras su segunda boda que le permitió hacer uso de intervenciones quirúrgicas de estética se produce bastante mutación en sentido positivo de su fisonomía.  

Ella cautivó el ánimo de estos seis hombres antes de surgir a su camino el Príncipe de Asturias.


A Alonso Guerrero Pérez le conoció desde el bachiller, era su profesor de Literatura en el Instituto madrileño Ramiro de Maeztu, etapa en que comienzan noviazgo, casándose diez años después -7 de agosto de 1998- en el Ayuntamiento de Almendralejo (Badajoz), oficiando el alcalde Manuel Moreno, del PP. Es, como la denomina Peñafiel, la breve esposa, el matrimonio apenas dura un año.        


Se habla de la relación que tuvo con Luís-Miguel Gómez redactor-jefe del diario 'Pueblo', en el que estuvo trabajando de reportera, lo que motivó la ruptura del matrimonio de él. En Jalisco trabó amistad con el pintor cubano Oswaldo Saavedra y se convirtió en su musa y modelo. No voy a entrar en las polémicas pinturas que de ella hizo, una de las cuales sirvió como portada del disco "Sueños líquidos", del grupo Maná.  Según declaración de Saavedra, Leti tenía un genio de mil demonios; también ha expuesto que estaba enamorado de ella pero que nunca hubo intimidad entre ellos. Paso por alto los controvertidos lienzos de que ya hablé, e ilustre con sus fotografías, en otro escrito. Hablaba Letizia  frecuentemente con su marido, aunque a veces desabridamente. En México trabajó y disfrutó cuanto le fue posible, fue hiperactiva. Pero regresó sin obtener el doctorado de periodismo. De su vida en aquel país  se levantó un muro al surgir su segunda boda, que tanto disgusto y trabajo dio al que hubo de terminar aceptándola como nuera, silencio a que también tocó la corneta en España y que, como hemos visto, Peñafiel califica de vegüenza, de atropello incalificable. Bueno, andando el tiempo, el rey pediría perdón, aunque fuera por otro motivo y dándose cuenta de que no podía actuar ad libitum, que ya la monarquía absolutista ha pasado a la Historia.           

De vuelta a España, Letizia, y roto el matrimonio, entabló noviazgo con su compañero David Tejera, de Canal +, con quien estuvo compartiendo piso durante una temporada. Según las malas lenguas, y en concreto el libro 'Adiós Princesa', de David Rocasolano, a este su último novio corresponde el embarazo, cuyo aborto se realizó en la Clínica Dator, de Madrid, y del que hasta presenta factura de fecha 27 de octubre de 2002. Entre otras exposiciones, niega que el embarazo pudiera ser de Alfonso Guerrero, por las fechas de interrupción del mismo, supone que el padre de la criatura había sido David Tejera. Asegura también el autor que Letizia había actuado de espaldas a David a quien nunca informó su embarazo. ¿Es o no un libelo "Adiós princesa"? En todo caso no es la pertinente actuación de un familiar -¡vaya familiar!- y de un abogado -¡vaya abogado dedicado a la defensa del cliente!- a quien acudieron en su día en petición de ayuda doña Letizia y el Príncipe de Asturias. Por el contrario, el comportamiento de Tejera fue caballeroso; muy distinto es que ahora no haya tenido reparo en exponer que no es partidario de Felipe VI; lo primero implicaba un respeto a su ex novia, y lo segundo significa la plena libertad a manifestar nuestro pensamiento político. El ejemplo que ha dado la monarquía de Juan Carlos I no es como para ser monárquico, aparte de que la monarquía es absurda por lo que tiene de extemporánea. 

La institución monárquica ha de adaptarse a sus reglas y preceptos.

Más que del pasado adjudicado a la que fue Princesa de Asturias consorte y desde el 19 de junio de 2014 es reina consorte, ha de contar para todos los españoles, monarquicos o no monárquicos pero sostenedores de la institución, las actuaciones de los reyes, ya que la monarquía es constitucional. Lo que de ella se diga afecta principalmente a su esposo. Claro está que decir  que de un modo principal no es manifestar que únicamente, pues la ciudadanía puede pedir el respeto a los cánones de la monarquía. No a todos los reyes, por ejemplo, les fue agradable volver a casarse por razón de Estado. 

No ha mucho emitió en su programa Federico Jiménez Losantos: 
¿Ha hecho Felipe VI algo malo? Nada. ¿Puede hacer algo? Discutible. ¿Ha hecho algo bueno? Tampoco.  
Nada favorece a Felipe VI lo que ha dado que hablar con su matrimonio irregular, independientemente del curriculun vitae, carrera de la vida, e incluso curriculum vitae et studiorum, carrera de la vida y estudios, de la mujer que ha elegido para esposa, sin atender gran cosa, que digamos, a que elegía a la vez que esposa probable reina para España. Le bastó casarse por amor, contrariando a su padre. A tal efecto expone el citado escritor británico: 
Por mucha tensión que la decisión de don Felipe hubiera creado entre él y el rey, sus hermanas le apoyaron. Al fin y al cabo, ambas se habían casado con plebeyos, y ambas lo hicieron por amor. "Desde el principio de su noviazgo las infantas se pusieron de parte de don Felipe", recuerda un antiguo trabajador de palacio. "Las infantas le dijeron a su padre que tenía que comprender que los tiempos habían cambiado. Ya no era necesario casarse sólo por obligación. Se daban cuenta de que don Felipe estaba enamorado y que el rey no debía obligar a su hijo a casarse con una mujer de la que no estuviera enamorado. 
Cita Morton que Carmen Duerto, autora de la biografía de la infanta Elena, expone que ésta "estaba muy contenta por no heredar la corona". Cuando Eva Sannum lo temió, ya que pudo casarse con ella pero teniendo que renunciar al trono. La infanta Cristina y su marido también les aydaron en otras facetas.    

Ante la realidad y sin cerrar los ojos a la misma.
            
España es monárquica de hecho pero dista una distancia abismal de serlo por voluntad. Ya no lo era cuando la monarquía fue instaurada por el dictador  Franco, y en la actualidad con otras  generaciones resulta tanto menos monárquica, han quedado los monárquicos reducidos a los asalariados de la institución -por el interés te quiero, Andrés-. Se tejió una leyenda rosa, además de implantarse en cierto modo censura, para dar vida a la monarquía de Juan Carlos I, la cual ha dado un resultado nefasto, se la disfrace de lo que se quiera. Felipe VI ofrece transparencia y honestidad, lo que es algo que sólo está en sus manos en lo concerniente a la Corona y en el ámbito de rey constitucional. 

Dijo Juan Balansó que el reinado de Juan Carlos I pasara a la Historia como el reinado de la corrupción. Hay que ver a que situación se ha llevado al país. ¿Qué está haciendo el Gobierno por dar trabajo y techo? Nada, y el mal se incrementa. Con la burbuja del ladrillo la vivienda fue de mal en peor. No tanta hambruna y existencia en condiciones infrahumana cual, entre otras, es no tener casa, lo que es tan necesario como panem nostrum cotidianum, pan nuestro de cada día. A diario necesitamos también vivienda. Precisamente este sábado 29 de noviembre nuevamente Miles de personas acuden a las Marchas de la Dignidad para pedir "Pan, trabajo y techo". No ha dejado de exponerse que el derecho al pan, al techo y al trabajo digno están recogidos en la Constitución.  

Los nuevos reyes se sienten innovadores.

Felipe VI y la reina consorte Letizia siguen quebrantando normas monárquicas -no podemos achacar a ella la incurrida con su matrimonio-; en cuanto al monarca se lee estos días con estupefacción que ha eliminado a Dios en las invitaciones oficiales, así como efectuar las juras o promesas de cargos ante la Biblia y crucifijo, que queda a voluntad del interesado, entendiendo que con esta rectificación se cumple con el derecho a la libertad religiosa que impone la Constitución. Bien, pero ya se cumplía al poder optar entre jurar o prometer. Y el 'que Dios guarde' era mera fórmula que hasta en tiempos de Franco se empleaba con Pelé y Melé en escritos a la Administración. Aquel chistoso: 'Dios guarde a usted para bien de la patria'. 

Por su parte la reina prohibe la ceremonia de izar la bandera en Zarzuela. He aquí las cuatro razones que para tal determinación presenta Estrella digital:

1. La Zarzuela no es en sí misma una institución militar, pese a que tenga una guardia de esta índole, sino la residencia oficial de Felipe VI.
2. A Ortiz Rocasolano le molesta el sonido de la corneta propio de esta ceremonia. Este gesto patriótico tiene lugar en dos momentos del día, a las ocho de la mañana y al anochecer, y se representa en todas las instalaciones militares españolas.
3. En una ocasión, los guardias de La Zarzuela hicieron esperar durante unos minutos a la peluquera de la Reina Letizia porque, por cuestiones logísticas, no podían cederle el paso durante la ceremonia militar. El enfado de la mujer de Felipe VI fue muy acentuado.
4. La señora Ortiz tiene alergia a los uniformes militares y no es de su agrado que los guardias hablen con sus hijas.  

Puede ser todo lo antimilitarista que quiera; ahora bien, del mismo modo que se ha adaptado a la religión católica para casarse con el Príncipe de Asturias y ha tenido que cumplir en otros actos con la Iglesia, ha de acomodarse a actos o ceremonias militares. Ha de saber, y se lo doy por sabido, la intima relación de la monarquía con lo religioso y con lo militar. Lo primero ya lo palpó en su segundo matrimonio.


Según dice el pie de la foto 'Letizia Ortiz tuvo que rendir cuentas ante la autoridad eclesiástica por su primer matrimonio. El trono y el altar encontraron la solución para seguir hermanados'.


Últimamente ha resultado ser una falsa polémica su actitud anticastrense; más vale así, es contraproducente a su papel de reina. Algunas veces es bueno rectificar. Por otra parte, tiene el Rey y la Reina más que suficiente problema con el caso del matrimonio Urdangarin-Borbón. Ni que decir tiene que también les afecta de plano el estado de coma en que se halla el bipartidismo. Fueron y son las dos columnas que sustentaron la monarquía y que la sustentan. Hizo el Gobierno de 'la gallina ciega' con la corrupción -del bipartito y otros partidos-, pero ya no se le permite la sociedad que siga este juego, y de ello se ha percatado Rajoy y Felipe VI. Y el presidente, como en la conocida letra, Hace que hace / Y no hace. Lo principal para erradicar el trinque es, digo por enésima vez, que el Poder Judicial no le tuviera por su mango el Poder Ejecutivo. Si aun así van a la cárcel ministros y presidentes autonómicos, irían bastantes más de éstos y de la casta política en general; en suma, la limpieza de la política, de lo judicial y de todo corrupto sería la necesaria.   

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