viernes, 30 de septiembre de 2022

ULTRAJE A LA HISTORIA Y A LA CIENCIA DEL PRESIDENTE Y VICEPRESIDENTE DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE CASTILLA Y LEÓN.

Si en mi artículo anterior transcribo la queja, lamento, que por correo electrónico  expuse al Sr. Fernández Mañueco, me veo ahora impelido a efectuarlo también de la exposición hecha al Sr. García Gallardo, es decir, presidente y vicepresidente respectivamente de la Junta de Castilla y León. De haber sido atendido por uno u otro también hubiera manifestado también mediante mi blog mi gran agradecimiento, reconocimiento tras años de ser desatendido, de sufrir desaires, menosprecios, indiferencia del personal político, administrativo de la referida Autonomía. Ha sido un desmandarse, descarriarse, desmanarse  de la verdad, realidad, veracidad, autenticidad, certidumbre, certeza, y no sé si me dejo algún sinónimo más. Que haya tenido que acudir a la presidencia implica un caso verdaderamente abstruso, como pongo de relieve al referido afiliado de VOX gracias al cual es presidente quien ya queda dicho. He aquí mi exposición: 

Buenos días Sr. Juan García Gallardo

Me pongo en contacto con usted para informarle de un asunto que llevo tiempo batallando tanto a través de internet, por redes sociales (blog personal, facebook, twitter) como mediante correos electrónicos. 

Se trata de los restos de la reina Blanca I de Navarra que descansan en un sepulcro de la iglesia de Santa María la Real de Nieva (Segovia), los cuales, tras unos estudios, investigaciones y análisis científicos por ADN que se realizaron, demostraron que no eran realmente los de la reina Blanca I de Navarra.

Desde entonces todo esto, quizá por ciertos intereses, se ha ignorado y sigue dándose a intender a día de hoy que los restos verdaderos están ahí, no habiendo retirado la inscripción en el sepulcro.

Se le está dando mayor importancia a tener ese reclamo para la iglesia y la localidad que se conozca y prevalezca la verdad.

Por último le dejo un enlace al último artículo de mi blog personal donde podrá ver con más detalle todo lo expuesto anteriormente.

Espero que con su ayuda puedan dar una solución a este tema que expongo o al menos me pueda explicar los motivos que impiden que esto no haya sido solucionado tras tanto tiempo.

A la espera de su respuesta.

Reciba un cordial saludo de

Manuel López Peralta.


PP y VOX dejan la verdad ad calendas graecas. Y en este caso no solo en política.

'Sobre todo no te mientas a ti mismo. El hombre que miente a si mismo y escucha su propia mentira llega a un punto en el que no puede distinguir la verdad dentro de él, ni a su alrededor, y por lo tanto pierde todo respeto por sí mismo y por lo demás. Y al no tener respeto, deja de amar'. 

Esto lo asevera Dostoievski, que es bastante psicólogo. Sujeto tal no es fiable en el terreno de la política. ¡Ay del político en el que no quepa ni una verdad, que pánico infunde llegue a tener mando por lo dañino que resulta! Es cosa que está vista y comprobada. Pero llevar la política a lo que está ocurriendo con esto:

                                             


Si al principio pudo ser un error, desde que la ciencia descubrió la verdad constituye una mentira de lo más reprobable, vituperable, de vergüenza ajena. 'Lo peor -Ramón y Cajal dixit- no es cometer un error, sino tratar de justificarlo, en vez de aprovecharlo como aviso providencial de nuestra ligereza o ignorancia. De ambas hubo y, a posteriori, de circunstancias peores.

Caramba a lo que ha llegado la ligereza, la ignorancia -reza un dicho que 'la ignorancia es muy atrevida'-, quizá también la vanidad, vanitas vanitatum, et omnia vanitas, vanidad de vanidades y todo vanidad, palabras con que inicia Salomón su libro ECLESIASTÉS. 

Pero se deba este caso denigrante a lo que se deba es esto con toda precisión: tiranía, y como tal arbitrariedad e injusticia. No nos hallamos en una dictadura y por ende no cabe este avasallamiento, sujetar y dominar incluso a la historia y la ciencia. Por enésima vez repito que es demencial no admitir no aceptar el avance científico de nuestros días: el estudio de los genes, que tan gran servicio hace a la historia y a la vida. 

Que el Sr. Fernández Mañueco no me hayas contestado me hiere, claro está, pues, como dice Nietzsche, 'la palabra más soez y la carta más grosera, son mejores,son más educadas que el silencio'; ahora bien, lo que es indubitadamente de indignación es sostener, apoyar, la mentira y para más inri, para mayor escarnio, injuria, mofa, ludibrio, yendo contra el sentido común y rectitud moral  como queda evidente al rechazar gratuitamente la ciencia, cuyo hecho es prueba de estupidez supina. 

Me gustaría saber -reitero- a qué se debe ésta, mas los dos máximos cargos de las dichas  provincias de España no se hallan, ni mucho menos, dispuestos a atenderme. Nadie me atendió, insisto, en decirme en que estriba el hecho inaudito que ocurre con el falso sepulcro. Sé que no debo sorprenderme demasiado, habida cuenta de que la inverecundia hay que taparla, ocultarla, camuflarla. Ello, por supuesto, no cabe en el tema de que se trata, porque ha sido demostrado por la ciencia..., empero en concepto del orador y humorista estadounidense Mark Twain, 'ninguna cantidad de evidencia logra convencer a un idiota'. Saben los aludidos que cuentan con éstos a los que pueden engañar fácilmente.

Con la confabulación puesta en práctica y las mentiras -y el mentir es arma defensiva en política- que se han urdido para sostener la mentira del sepulcro se viene engañando al vulgo necio. Sabido es que, como dice el Eclesiastés, stultorum infinitus est numerus, el número de los tontos es infinito. Se ha llegado a tratar de hacer creer al vulgo [y aquí quiero recordar las palabras de Don Quijote a Don Diego Miranda, Cabalero del Verde Gabán, cuando le dice que la poesía no es para el ignorante vulgo: "Y no penséis, señor, que yo llamo aquí vulgo a la gente plebeya y humilde; que todo aquel que no sabe, aunque sea Señor y Príncipe, puede y debe  entrar en número de vulgo"], hacer creer al vulgo, digo, en la existencia  de otro -o ya puestos a exagerar, otros- estudio genéticos que contradice al realizado por el Equipo Poblet. La cuestión, en fin, tiene su dosis de comicidad, irrisorio, ridículo, grotesco. 

Quiero rematar, y remato, este artículo consignando lo mucho que es de lamentar por lo que tiene de deplorable, desastroso, detestable, abominable, pésimo y algún otro epíteto que me deje en el teclado. Muchos, desde luego, caben. y no pocos he usado. Siempre, obviamente, yendo ad rem, a la cosa, a los hechos; no ad hominem, al hombre, a la persona. Disto años luz de gustar de lo que hoy tanto se da en la llamada parasitaria clase política: el insulto personal. Ya he indicado que en cierto modo lo es someter al silencio, en pro de la mentira, a una persona. En opinión de Unamuno, "a veces, el silencio es la peor mentira'.