El reinado de Juan Carlos I, con la política llevada en él, ha sido de fomento de una corrupción jamás vista. Puede subrayarse que no ha habido un Gobierno que no haya perjudicado a alguna faceta de la propiedad del ciudadano, es decir a éste en sus intereses. Y si a su actividad laboral nos referimos, pues el paro fue in crescendo. Qué no ha sido ruinosa política para todos los ciudadano? Admitido. Incluso algunos hicieron su agosto, por aquello de que 'a río revuelto, ganancia de pescadores', pero una inmensa mayoría ha sido muy perjudicada, cuando no arruinada totalmente; en fin, la tónica es que las campanas doblan a ruina de España, que no a otra cosa la han llevado políticos que no han sido de gran valía, que digamos, y han estado afectados de corrupción. Obviamente no generalizo en cuanto a cacos políticos, pero, eso sí, puede decirse que la corrupción ha sido general en la Política, por aquello de que 'una gota de miel estropea un baril de miel'. Pocos fuera del barril.
En nuestros días hablar de Política es hablar de corrupción, de torpezas y cobardías por doquiera, asimismo de un tremendo abuso. Vivimos una política deshumanaizada, pues que no está centrada en la persona. Lejos de ello, ésta ha perdido gran parte de las conquistas sociales conseguidas en el siglo pasado y anterior. Al ciudadano se le ha convertido en mera mercancia , los Gobiernos son manejados por las finanzas y los mercados en un política global que constituye una verdadera conlragración mundial, una guerra en la que no deja de haber heridos y bajas como ya he apuntado: ruina parcial y ruina total. Hay, sí, vencidos y vencedores. Los políticos, que, como digo, están al servicio del capital y, por ende, más que mirar por el bien de la ciudadanía esquilman a ésta en beneficio de aquél, procuran, por todo hacer, no dejar de actuar pro domo sua, para la casa suya. Se ha dicho que no hay un rey pobre, y puede decirse que hoy día no hay un político pobre, ya de primera línea, segunda o tercera. ¡Cuán distinto a tiempos pasados que hubo más de uno que se arruinó por la Política!
Hablar de Política, insisto, es meramente tratar de corrupción, en su versión de robo, o de la marcha de la Economía mundial. El homo politicus totalmente sacrificado al homo economicus. ¿Qué pasa con el valor del dinero, qué pasa con los tipos de interés? Véamos algo en el siguiente vídeo referente a la negación de la Reserva Federal a subir los tipos de interés.
Ni que decir tiene que ningín político -presidente o ministro- se va a ocupar de que un ciudadano, equis número de ellos, perciba buen cupón de su depósito en tal o cual inversión, el caso es que, si ello es necesario al Estado,reciba éste una parte leonina. Y mientras los tipos de interés están en su mínimo histórico casi puede decirse lo mismo del SMI, salario mínimo interprofesional. ¿Cómo puede explicarse que la vivienda tenga un coste medio, en renta o en pago de hipoteca, de trescientos a cuatrocientos euros mensuales, y aquél sea de seiscientos treina? En el colmo del abuso del político al ciudadanosurge esta interrogante:
Y esta otra que, asimismo, marca un descaro inaudito este otro que inserté en abril de este año en mi artículo: 'Visión de la actual Políca española por personas a las que el presidente Rajoy no podrá amordazar'. En verdad, lo intentó en balde. En cuanto a la secesión de Cataluña, contra la que debiera luchar con uñas y dientes, ni lo intenta.
En lo que a Política se refiere, puede decirse con el poeta que cualquier tiempo pasado fue mejor. He aquí, por ejemplo, cómo describe Augusto Martínez Olmedilla, en su biografía 'José Echegay (El madrileño tres veces famoso) su vida - su obra - su ambiente', en que estudio la cuarta parte del siglo XIX, en el capítulo III, epígrafe 'Bienandazas', escribe:
Pobre España pobre, el mismísimo expresidente Aznar expone en cuanto a la situación económica que "España está intervenida de hecho" por la situación "límite" en que se encuentra, y sólo falta que sea intervenida "de derecho". Algo le debe a él esta situación "límite", a su política y, por añadidura, a los célebres 'sobres' que, a decir del profesor de Ciencias Políticas y Sociología de la Complutense de Madrid, Jorge Verstrynge, creó.
Y esta otra que, asimismo, marca un descaro inaudito este otro que inserté en abril de este año en mi artículo: 'Visión de la actual Políca española por personas a las que el presidente Rajoy no podrá amordazar'. En verdad, lo intentó en balde. En cuanto a la secesión de Cataluña, contra la que debiera luchar con uñas y dientes, ni lo intenta.
En lo que a Política se refiere, puede decirse con el poeta que cualquier tiempo pasado fue mejor. He aquí, por ejemplo, cómo describe Augusto Martínez Olmedilla, en su biografía 'José Echegay (El madrileño tres veces famoso) su vida - su obra - su ambiente', en que estudio la cuarta parte del siglo XIX, en el capítulo III, epígrafe 'Bienandazas', escribe:
La primera de todas, el coste de la vida. Su exponente primordial, los presupuestos del Estado, que, al surgir la Restauración (1875-76), cifraban los gastos públicos en 638.120.001 pesetas, poco más de lo que hoy consume el Ayuntamiento de Madrid. A tenor de estos números, la existencia se deslizaba plácidamente. Julián, el de La Verbena, es un tipo representativo en este aspecto: aquel honrado cajista "que gana cuatro pesetas y no debe ná", porque le basta su jornal para vivir holgadamente, sostener su casa con decoro y acudir a la fiestas populares con su traje azul, su hongo reluciente y su cigarro puro entre los labios. El jornal corriente de operarios fijos era de dos a seis pesetas (estos últimos, sólo los plateros, escasos en número y de técica refinada).Las personas, tanto como comer, necesitan casa -de lo primero poco se han ocupado los nuevos políticos, la llamada casta, y de lo segundo, menos-. En los sabios consejos que da Don Quijote a Sancho Panza siendo éste gobernador de la supuesta insula Barataria, le dice: Para ganar la voluntad del pueblo que gobiernas, entre otras, has de hacer dos cosas; la una, ser bien educado con todos, aunque esto ya otra vez te lo he dicho, y la otra procurar la abundancia de los mantenimientos, que no hay cosa que más fatigue el corazón de los pobres, que la hambre y la carestía. Véamos ésta en lo que atañe a la vivienda de ayer -este ayer tan cercano de nuestros abuelos- a hoy, siguiendo leyendo al citado novelista, dramaturgo y biógrafo:
Como el 38 por ciento de las viviendas de Madrid no llegaban entonces a 15 pesetas de alquiler mensual , y el 20 por 100 no excedían de 25, es evidente que se podía vivir con decorocon un ingreso que hoy se nos antoja ridículo.Vino la política del ladrillo, la burbuja inmobiliaria, picaresca y corrupción al canto, a poner la vivienda por las nubes, a empeñarse casi de por vida para su adquisición. Y llevando al matrimonio a la necesidad de trabajar ambos para con el jornal de uno comer y vestir, y con el del otro ir pagando la hipoteca de la casa. De no adquirila, de alquilarla, es someterse a una LAU -Ley de Arrendamientos Urbanos- que, por el contrario de un tiempo pasado, es leonina para el arrendatario. De ello ya me ocupé, y es probable que vuelva a ocuparme.
Pobre España pobre, el mismísimo expresidente Aznar expone en cuanto a la situación económica que "España está intervenida de hecho" por la situación "límite" en que se encuentra, y sólo falta que sea intervenida "de derecho". Algo le debe a él esta situación "límite", a su política y, por añadidura, a los célebres 'sobres' que, a decir del profesor de Ciencias Políticas y Sociología de la Complutense de Madrid, Jorge Verstrynge, creó.