... al trepar al Guadarrama, tumba de hielo en que Felipe II
se escondió en vida, cerrando el libro de la epopeya española,
había yo meditado largamente... El Guadarrama, o sea, el
Monasterio de El Escorial, cuya triste mole descubrí a lo
lejos, es una losa fúnebre colocada sobre nuestra pasada
gloria. No parece sino que el gran Misántropo presintió la
ruina del imoerio de Carlos V, y levantó un podrás mortuorio
en conmemoración de la grandeza de España. En adelante
los Carlos de Austria se llamaría Carlos II. los Felipes, Felipe IV,
et sic de caeteris.
- Pedro Antonio de Alarcón, en 'Viajes españoles'. -
En cierto modo la decadencia de España se inicia en época de Felipe II, dando lugar por su fanatismo religioso a la sublevación de los Países Bajos. Pues quería más -a su decir- perder sus Estados que reinar sobre herejes. Cuando su media hermana Margarita de Palma (ésta era hija natural de Carlos V y Margarita Van Gheens, dama flamenca), a la que tiene de gobernadora en aquel país , con un consejo de regencia que preside el cardenal Granvela, le informa de los progresos de la doctrina luterana, que crea la liga titulada 'Compromiso de Breda', al frente de la cual están los condes de Egmonty y Horn, así como Guilermo de Nasau, príncipe de Orange, recibiendo mientras tanto una comisión que solicita permisividad de su idea religiosa, manifestándoles sus particulares sentimientos de conciliación, ofreciéndoles consultar al rey, es una intervención descartada en concepto del rey.
se escondió en vida, cerrando el libro de la epopeya española,
había yo meditado largamente... El Guadarrama, o sea, el
Monasterio de El Escorial, cuya triste mole descubrí a lo
lejos, es una losa fúnebre colocada sobre nuestra pasada
gloria. No parece sino que el gran Misántropo presintió la
ruina del imoerio de Carlos V, y levantó un podrás mortuorio
en conmemoración de la grandeza de España. En adelante
los Carlos de Austria se llamaría Carlos II. los Felipes, Felipe IV,
et sic de caeteris.
- Pedro Antonio de Alarcón, en 'Viajes españoles'. -
En cierto modo la decadencia de España se inicia en época de Felipe II, dando lugar por su fanatismo religioso a la sublevación de los Países Bajos. Pues quería más -a su decir- perder sus Estados que reinar sobre herejes. Cuando su media hermana Margarita de Palma (ésta era hija natural de Carlos V y Margarita Van Gheens, dama flamenca), a la que tiene de gobernadora en aquel país , con un consejo de regencia que preside el cardenal Granvela, le informa de los progresos de la doctrina luterana, que crea la liga titulada 'Compromiso de Breda', al frente de la cual están los condes de Egmonty y Horn, así como Guilermo de Nasau, príncipe de Orange, recibiendo mientras tanto una comisión que solicita permisividad de su idea religiosa, manifestándoles sus particulares sentimientos de conciliación, ofreciéndoles consultar al rey, es una intervención descartada en concepto del rey.
A éste le inspiraban aversión los Países Bajos, y actuó con los compromisarios de Brera de la misma desdeñosa conducta que su padre con los comuneros de Castilla; empezó por calificarles de Pordioseros, guardó silencio. Surgió la rebelión la predicación de la herejía de Lutero, cometiéndose violaciones y profanaciones en los templos católicos. La gobernadora entonces publica un edicto autorizando a los protestantes a practicar libremente su culto, mientras el rey no mande otra cosa. Felipe II, que desde el principio se hizo el sordo, de las advertencias de los nobles flamencos, que estaban políticamente de su parte y le habían dado muestras de su fidelidad en la guerra de Francia, como antes siguiendo a Carlos V en todas sus campañas, reaccionó no ratificando el decreto. Margarita por orden del rey tuvo que emplear la fuerza contra los insurrectos. Se separaron del Compromiso de Beda los conde de Horn y el de Egmont. Éste pertenecía a una de la familias más rica de los Países Bajas; era primo de Felipe II por vía materna; era, además un héroe del Imperio español, el vencedor de la batalla de San Quintín y de las Gravelinas. Pero fue decapitado en el Mercado de caballos de Bruselas. Verdadera metedura de pata de la Historia. Goethe le llevó a la literatura, y Beethove a la música.
Fue a los Países Bajos, enviado por el rey, el duque de Alba con facultades omnímodas, el cual, apenas tomó posesión de su cargo de gobernador, estableció el Consejo de Tumultos o Tribunal de sangre. Fueron condenados a muerte cuantos habían tomado parte en los desórdenes, sin exceptuar a los citados condes, a pesar de su separación del Compromiso de Breda. Diociocho mil cayeron bajo el hacha del verdugo, y treinta mil emigraron, perdiendo sus bienes. 'El día de la Ceniza se han preso cerca de 500: a todos estos he mandado justiciar. Para después de Pascuas temo que pasarán de 800 cabezas; escribe el duque al rey, quien le contesta con igual laconismo e indiferencia, aprobando su severidad. En fin, el fuego se encendió y se propagaría en una contienda larga y con altibajos para ambos contendientes.
Alba pidió su relevo y le sustituyó en el gobierno Luís de Requeseens, que intenta acabar la guerra con medios suaves y conciliatorios, lo que por ser ya demasiado tarde resultó no solo imposible, sino improcedente. Muero Requesens al poco tiempo, recurrió Felipe II a reemplzarle con su hermano bastardo don Juan de Austria. Pudo éste, quizá entrar en favorables negociaciones, concediendo tolerancia, y así salvar la dominación española en aquellos países, pero el rey de España se mostró inflexible en la cuestión religiosa. Se unieron las provincias del Sur, hasta entonces tranquilas, haciendo causa común con las del Norte, formando un pacto llamado la Unión Bruselas. Juan de Austria obtiene en vano algunos triunfos, también considerables pérdidas, pero llegó a faltar recursos para pagar sus tropas , además de la tardanza de Felioe II en enviarle refuerzos. Lo uno y lo otro guardaban relación, aparte del recelo que tuvo siempre el rey su hermanastro. Murió con sospecha de haber sido envenenado.
Le sustituye Alejandro Farnesio, hijo de Margarita de Palma y de, su segundo marido Octavio Farnesi, duque de Parma. Pero el hijo de la primera gobernadora nada pudo hacer contra el de Orange, que funda con la Unión de Utrech una confederación de siete provincias, y esta asamblea, congregada en La Halla, destituye a Felipe II y proclama la separación de España. Poco después sucumbre Orange a manos de un asesino, y la consternación y debilidad que este evento produce en el campo de los rebeldes es aprovechada por Farnesio que toma Amberes y domina la línea del Escalda. Pero se niegan a volver a la obdiencia del monarca español, ofreciendo la soberanía sucesivamente a Francia, Alemania e Inglaterra.. La reina inglesa,, tan enemiga de España, les envó auxilios y al conde de Leicester, quien bélicamente no pudo frenar a Farnesio que se apoderó de varias ciudades. Pero les avoreció el hecho de que Felipe II hubo de llevarse fuerzas de los Países Bajos para atender la guerra con Francia, así como la muerte del duque.
Le siguieron dos gobernadores que lograron sostener todavía la dominación española, mas finalmente para no perderla por completo resolvió Felipe II abdicar en su hija Clara Eugenia, casada con Alberto, archiduque de Austria, que, siendo alemán, gozaba de simpatías entre los flamencos. Ahora bien tal cesión no era incondicional,, pues llevaba la claúsula de reversibilidad a la corona de España en caso de falta de sucesión directa en las descendencias de estos esposos; caso que efectivamente se ofreció luego. Ocurrió que esta determinación no satisfizo plenamente, ya que no obtenían su completa independencia ni la libertad de culto protestante , por lo que siguieron la guerra, auxiliados ahor por Mauricio de Nassau o de Orange, hijo de Guillermo, quien recobró totalmente su autonomía nacional.
Aún así hubo un asomo, indicic, de ostentar nuevamente la soberanía en estos países, pues murió sin sucesión la princesa Isablel Clara , volviendo nuestros soldados a Flandes . Se emprendió una campaña al mando de Ambrosio de Spinola Doria, marqués de los Balbases -suele llamársele marqués de Spinola-, conquistando Ostende. Hubo laTtregua de los Doce Años, tras la cual este general italiano al servicio de Felipe III ocupó Julieus y tre años después (1625) Breda, victoria inmortalizada por Velásquez en su lienzo 'Las lanzas''. El rey estaba muy necesitado de recursos y, sin embargo, continuaba la política externa de sus antecesores.Asimismo su sucesor Felipe IV hubo de renovar sus pretensiones a los Países por cuanto se los cedió en testamento su tía la princesa Margarita, que, cual queda expuesto, murió sin hijos.
Pero... fatal fue para España el cardenal Richelieu. Al gobernar Francia, pretende quebrantar el poder de la Casa de Austria, y se alía con los holandeses, es entonces cuando es derrotada por el célebre Condé nuestra infantería en la batalla de Rocroy.. Fue derrota determinante de nuestra decadencia; representó, como tantas veces se ha dicho, el principio del fin de la hegemonía militar de España en Europa. Por primera vez fueron derrotados los tercion españoles. Se remató en la también adversa batalla de las Dunas , y me refiero a la terrestre -hubo la naval de tal nombre- o batalla de Dunkerque, la cual algunos historiadores dan como hito, o hecho clave, de la pérdida española de la supremacía militar.
¡Esos Austrias menores con sus validos!