sábado, 25 de mayo de 2013

España en la ruina por la mala política y la generalizada corrupción

Los políticos no son necesarios, pero ellos nos convencen de que los
necesitamos para resolver los problemas que,sin ellos, no existirían.
- Fernando Sánchez Dragó -

Lo malo que ha de existir el Estado, que es imprescindible como mal menor, como justifica, verbigracia, Schopenhauer. Ya que en la actualidad nos esquilman, que no nos quiten la libertad de expresión, garantizada por la Constitución, que, pese a ello, otras cosas nos quitarón. 

De hombre despreciable, política despreciable.
Dice Aristóteles, en "La política", que el hombre es un animal político, así define la raza humana. Para Anatole France es: ese animal llamado hombre. Lo apunta con alusión a la tercera acepción que el DAE da de la palabra animal: Persona de comportamiento instintivo, ignorante y grosera. En el fondo -y en su seperficie- mala, aun a veces no dándose en ella la ignorancia y/o la grosería. Muchas son las opiniones que hay del individuo humano, por lo general inhumano, tildándose a la humanidad de cruel. Por ejemplo, Baltasar Gracián, en "El Criticón", escribe de la humana fiereza:

 ... que si los hombres no son fieras es porque son más fieros, que de su crueldad aprendieron muchas veces ellas. [...] Y, porque lo entiendas, advierte que entre los leones y los tigres no había más que un peligro, que era perder esta vida material y perecedera, pero entre los hombres hay muchos más y mayores: ya de perder la honra, la paz, la hacienda, el contento, la felicidad, la conciencia y aun el alma. ¡Qué de engaños, qué de enredos, traiciones, hurtos, homicidios, adulterios, envidias, injurias, detracciones y falsedades que experimentarás entre ellos! Todo lo cual no se halla ni se conoce entre las fieras. No hay lobo, no hay león, no hay tigre, no hay basilisco, que llegue al hombre: a todos excede en fiereza. 



Muy conocida es la frase del filósofo inglés Thomas Hobbes: homo homini lupus est, el hombre es un lobo para el hombre, escrita en su "Leviatán". Es un dicho de Plauto en que convergen Gracián -entre los hombres, cada uno es un lobo para el otro- y Hobbes. La obra del inglés y "El Criticón fueron publicadas en el mismo año, 1651, pero no sabe si ambos autores se conocían. 

No se olvida Gracián de criticar a los políticos, y así en su epígrafe caco político dice:

¿No habéis oído nunca nombrar el famoso Caco? Pues este lo es de la política: digo, un caco de la razón de Estado. De este modo corren hoy los estadista, al revés de los demás; así proceden en sus cosas para desmentir toda atención ajena, para deslumbrar discursos. No querrían que por las buenes les rastreasen sus fines: señalan a una parte y dan en otra; publican uno y ejecutan otro; para decir no, dicen sí; siempre al contrario, cifrando en las encontradas señales su vencimiento. Para es menester un otro Hércules que, con la maña y la fuerza, averigüe sus pisadas y casigue sus enredos. 

Hércules averiguó las pisadas del ganado que le había robado Caco, aunque éste, para despistar, lo condujo andandando hacia atrás. A lo que parece, ahora hace hace falta un hércules, u hombre de mucha fuerza, y no ya física sino moral y de voluntad para cumplir al menos con nuestras obligaciones de ciudadano, y la principal es no callarnos de la podredumbre que nos circunda y esquilma a beneficio de políticos corruptos y de corruptos no políticos. Como es palmario, para ser político no es conditio sine qua non, condición indispensable, ser corrupto, aunque, según tenemos a la vista, apenas alguno se salva de caer en la corrupción económica, así como para ser corrupto no es necesario ser político. Ni banquero, ni empresario, ni siquiera hombre de negocios, sin ánimo de lucro, a lo Urdangarín. Es, a todas luces, inconcebible la pasividad que se ha tenido con la corrupción imperante en los políticos y, al socaire de la política, en una estadística aterradora de individuos. 

No hay que dejar obrar al ladrón, y, para nuestra vergüenza, se le ha dejado hasta que los medios de comunicación y la ciudadanía en general se rebeló tan sólo hace unos tres años. Y, claro, tantos años almacenándose corrupción llegó al desbordamiento. Bien se lamentaba Luther King: Tendremos que arrepentirnos en esta generación, no tanto de las malas acciones de la gente perversa, sino del pasmoso silencio de la gente buena. Murió en 1968, no conoció, pues, la monarquía de Juan Carlos I con su bipartidismo gobernante, ¿Que diría de vivir hoy? Y vivir podía puesto que nació en 1929. Ha sido necesario que aumentara el deseempleo de manera muy alarmante para que se diera un paso adelante -perdón por el pareado- contra la torpe y deshonesta política que se vino sufriendo a lo largo de algo más de tres décadas. Y paralelamente al paro, la corrupción en la que está incluida la familia real. 

Tanto ésta como el Gobierno estaban únicamente atentos a su prosperidad, como los hechos han venido a demostrar, la cual iba en consonancia con la destrucción económica del país. El paro estuvo siempre en un número muy alto. Con Felipe González había 2.969.472 sin trabajo; con José Mará Aznar, 2.181.248; con Zapatero, 4.010.700. Con Mariano Rajoy ya es el acabóse, rebasan con creces los 6.000.000. Terrible, cuando ya un millón lo sería, aun cuando Aznar decía España va bien. Pero el Gobierno de Rajoy que ha alcanzado el pináculo de la evasiva podía emitir:   
                

Las noticias de estos días están desvelando la corrupción en que está envuelto el PP desde Aznar, pues que lo de los sobres de sobresueldos data de su llegada al Gobierno en 1996. La declaración de Eugenio Nasarre le ha sido fatal al partido hoy en el gobierno, impregnado de corrupción hasta las orejas desde el mencionado expresidente, tanto es así que si otros declaran como Nasarre ¿qué va a ser del PP? Sobre el contenido de esta declaración, expresa de este modo su sorprosa Jiménez Losantos:
Uno de los del PP, el ideólogo de Aznar, el ideólogo del Centro, Nasarre cantó "La Traviata", después el "Nabucco", luego "Don Carlo", luego "La Forza del destino"; en fin, las obras completas de Verdi. ¿Y por qué problemas de conciencia? Pues no lo sé. El caso es dos elementos de segundo nivel como son Nasarre y García-Escudero, ahora presidente del Senado pero que nunca ha sido una figura prominente el el partido, pues artestiguaron los dos...[...] Aznar debería explicar que era eso de que el sueldo de diputado o senador no bastara y tuvieran que ponerle un sueldo que era eldoble o el tiple de lo que pagamos los ciudadanos a los que representan la soberanía nacional por trabajar para un partido. 
Otra inverecundia de la política -sus... "negocios"- que ha quedado publicada es que la trama Gürtel, encabezada por Francisco Correa, asumió los 32,452 euros en gastos de iluminación de la finca Los Arcos del Real, donde se celebró la fiesta tras la boda en el Monasterio de El Escorial. Tremenda megalomanía de Aznar, que no recordará... Alejandro Agag ha dicho que fue un regalo de boda, y Ana Botella ha asegurado que no hubo contraprestación. 

Guerra civil en el Partido Popular.

Ahora están pasando los políticos por las horcas caudinas, se les está sometiendo a repuración de su conducta -es consecución de la ciudadanía-, aunque es de suponer que por la misma, por deficiente que fuere, no se les sancionará gran cosa, la mentira y el poder, ésya ya pasado, ya presente, les valdrá para zafarse de todo castigo; ahora bien, bueno es que sus trapos sucios salgan a la vista. Vale para que no se crea en los políticos a pies juntillas. Craso error. El filósofo y novelista francés E. Thiaudière aconseja: No os atéis en política a ningún partido. Todos son malos. Recordemos nuevamente la opinión del gran estadista Winston Churchill: La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre. Con excepción de todos los demás. En política, pues, sólo nos queda el recurso de buscar lo menos malo; claro que, por desgracia, se corre el riesgo de equivocarse, en el cual han caído de bruces los votantes del PP, al nombrar como líder a Mariano Rajoy. Bien metió la pata Aznar al designarle como su sucesor. Han terminado enfrentándose políticamente.

Aznar acaba de recordarle que ganó por mayoría absoluta y tiene que cumplir su programa electoral. Está claro que Rajoy ha traicionado a sus votantes haciendo lo contrario de lo que prometió; verdad que tal hecho suele suceder, pero no al extremo -al cién por cién- que lo ha llevado Mariano, por lo que es acreedor a que cualquiera se lo reproche, y esta vez ha sido nada menos que su elector. Le ha dado a su conducta un golpe demoledor. Ha emitido, asimismo, una hipotética idea de sustituirle: Nunca -ha confesado en antena 3- he eludido mi responsabilidad; cumpliré con mis responsabilidad, con mi conciencia, con mi partido y con mi país, con todas las consecuencias. Pero, como sucede en política, se baten sin dejar de mimarse alternativamente; Aznar expone también que siente el mayor respeto y consideración por Rajoy, al que desea que logre el mayor éxito posible. Sí es bueno, dentro de su contradición, que haya manifestado la necesidad de llevar a cabo una profunda reforma fiscal y bajar los impuestos porque el proceso de castigo a las clases medias está siendo muy fuerte. Este es un golpe certero contra Rajoy tan odiado por éstas tras su traición.

Y, como repetidamente se quejan, sin comerlo ni beberlo -sin haber tenido parte en la causa o motivo del daño o provecho que se sigue, según la conocida loc. adv. coloq.-, la culpa es de la mala política, que no del pueblo. Para pasar de mala política a pésima surgió la corrupción, que los gobiernos, en vez de impedir, contribuyeron a ella, se implicaron. La avaricia del gran capital entró en juego, y los políticos también fueron seducidos por este pecado capital que, dicho sea de pasa y en honor a la verdad, no ha dejado de atraer a la misma Iglesia. La corrupción -Montesquieu dixit- raras veces comienza por el pueblo. Ya analicé el feroz apetito de riqueza material en mi artículo "Los políticos y el amor al dinero", insertado el 15 de noviembre de 2012, Han de ser impepinablemente controlados por la sociedad, de lo contrario corrupción al canto. Poder y honradez se contraponen; como reza la popular exposición, que no nos ponga Dios donde haya. 

Una primera batalla grotesca. 

Según comentario de Jiménez Losantos, el Gobierto está muy contento consigo mismo, lo cual o es de malvados o de cretinos, porque con seis millones doscientos mil parados no se puede estar ni contento ni feliz. Véamos la reacción del Gobierno ante el ataque de Aznar. Es Cristobal Montoro uno de los dos ministros  que ha defendido al presidente -los demás han escurrido el bulto-, manifestando a Aznar que no hay margen para bajar impuestos. Y tras contradecirle procedió a mofarse finamente espetándole: Y las añoranzas melancólicas me las dejo para otro día. Por otra parte, ha sembrado la duda de que haya mediado en el desconcertante dictamen de Hacienda afirmado que hay que descartar que Cristina de Borbón cometiera delito fiscal. (sic). El juez no lo acepta y continúa su investigación, lo quiere también la Audiencia Provincial de Palma que la desimputara, por si hay en copropietaria con Urdangarín delito fiscal. Veremos si tienen o no que lamentar su posible error los dos magistrados del trío que componen el tribunal. 

Luís de Guindos ha tenido una salida suicida para su reputación política, que además tan en baja se encuentra, afirmando nada menos que Rajoy es el presidente que precisa España para salir de la crisis. Y que el IRPF bajará antes del 2015. Bueno, da fecha "aproximada". (¡!)  Pero en notas cómicas se ha llevado la palma Ana Mato al exponer que el expresidente es un "referente" y no ha criticado al Gobierno. Caramba, esta señora no es capaz de ver nada, ni el Jaguar que estaba en el garaje de su ex marido, ni ahora la dura crítica de Aznar al Gobierno. Y ese coche es grande y la crítica también. Ha de mejorar su visión en los ojos y en el cerebro. Baladí la opinión de la vicipresidenta, se ha refugiado en el respeto a todas las opiniones. Jesús Posada, presidente del Congreso en esta legislatura de Rajoy, que fue ministro de Administraciones Públicas, en el gobierno de Aznar, cree que pasó su tiempo.  
   
Quien ha tocado la solfa a la corrupción de Partido Popular.


He aquí a José Luís Peña, exconcejal del PP en Madahonda (Madrid), denunciante del "caso Gürtel", de que grabó conversaciones.         
                                                  

Podemos leer el artículo de Jorge Otero publicado en Publico.es el 01/02/2013. Hay estos epígrafes acordes  con la política de la actualidad -Gobierno de Rajoy- y la corrupción de que se le acusa, helos aquí: 

Asegura [José Luís Peña] que la cúpula del PP toleró desde un principio la corrupción. "Si miro a los dirigentes actuales del PP lo único que veo es "Gürtel por todas partes". 

"Intenté hablar con ellos, pero no quisieron escucharme. Me expulsaron y me insultaron.

Mientras, Barcenas ha tenido un despacho en Génova hasta hace dos semanas. 

"Los que dicen que van a salvar a España, los que quitan las urgencias y bajan los sueldos, se están llevando el dinero crudo". 

El Gobierno tiene miedo.

Ello, como es obvio, da lugar a preguntarse: ¿por qué será? Y se piensa inexorablemente en vea que va a quedar patente, hasta en el presidente, que percibieron los pregonados sobres de dinero B. Los papeles de Bárcenas están dando mucho que decir; ya veremos lo que dan que hacer. Y junto a los que señalan de corruptos a equis componentes del Gobierno y sostienen que estamos gobernados por corruptos,  la desastrosa política que está haciendo, aunque De Guindos diga que Rajoy es el presidente ad hoc, para un fin determinado, en este caso como presidente; bueno, puestos a decir disparates, Rajoy manifiesta literalmente: El Gobierno está convencido de que hace lo que tiene que hacer. Lo malo, de lo que debiera apercibrse, es que sólo el Gobierno esta convencido, y que no percibe, observa, cae en la cuenta, que unánimemente se rechaza su actuación tan dañina como errónea, tan errónea como dañina. ¿Son equivalentes el presidente del Gobierno y la copropietaria de Aizoon? En lo de no ser conscientes en pensar y sentir lo que hacen, parece ser que sí.

Autobombo y delirio de Aznar.  

Aparte la amenaza de la corrupción, se auna el haber salido a escena el expresidente que le puso a dedo, como hace el PP, y para mostrarle su disconformidad con su actuación. Aznar pide a Rajoy que baje impuestos "ahora" y que cumpla el programa electoral. En este, como podemos recordar, prometió bajar los impuestos, reducir el gasto público, hacer frente al separatismo catalán, independencia del Poder Judicial y reasumisión por el Estado de determinadas competencias asumidas por las Autonomías. No podemos pagarlas ni queremos su transferencia. 

Le ha salido a Rajoy una grave preocupación y asimismo a sus incondicionales, mucho es lo que puede mover en su contra el expresidente de su partido. No es que se haya producido una, desavenencia, en el partido gobernante, porque ya la había, pero sí que se ahondará. A ver si esta división y esta lucha contra este Gobierno tiránico surte beneficioso efecto. Esto es una cosa, y otra esta afirmación de Pedro J. Ramírez: Aznar es la única salvación de España. Me parece desvariar, por muy importante que sea su periódoco y siga en él la línea que quiera. 

Creo también que Aznar ha empleado autobombo llevado de delirio de grandezas políticas, se ha mostrado muy superior a lo que realmente le corresponde. Los políticos en cuanto a seriedad infunden muy poca confianza, y hoy día no la causan en absoluto, están justificando la mala literatura que tienen. Antonio Gala dice que el descrédito se les supone a los polícos como el valor a los soldados. Aznar se cree que tiene un crédito total, que ha sido en política "Doña Perfecta". ¡Ya es sobrestimarse, tener complejo de superioridad! Se da el caso de que reprocha ahora errores en que cayó él, pero no voy a entrar en su política aquí y ahora; eso sí, para todos lo presidentes, incluido el detestable Zapatero y el actual Rajoy, bueno es ser elegido como tal. Y después les espera, junto con una gran jubilación -hay que pagarles lo bueno, si algo hicieron, y lo malo que han hecho-, un empleo mejor económicamente hablando. 
                                                                 
El autobombo con que se ha pronunciado es irrisorio; al parecer él se considera capaz de arreglar en cuatro días lo que el PSOE y el PP han estropeado en treinta años, pues la microeconomía, la cartera del ciudadano fue de mal en peor; verdad que, como dice el poeta y crítico inglés Samuel Johnson, las actividades del gobierno ejercen poca influencia sobre la felicidad privada de los individuos. Ya es más corriente -añado yo- que perjudiquen; siempre perjudican a algún sector aun cuando acostumbren a decir en la Elecciones que gobernarán para todos. Lo que está claro es que:
                                                 
con ayuda de la monarquía. Se les coge además en unos renuncios tremendos; por ejemplo, ahora Aznar sale defendiendo la monarquía, pese a su origen falangista. Bastante menos simpatía hubo entre don Juan Carlos y él que la existente con Felipe González y con José Luís Rodríguez Zapatero. De este último aseveró el rey: Zapatero es un hombre íntegro y sabe a dónde va. Que Santa Lucía le conserve la vista a su majestad. También es de lince la del príncipe Felipe al emitir: Cataluña no es problema. El presidente que no prometió esquilmar al pueblo, pero lo está haciendo, si prometió, ya lo he dicho, hacer frente al separatismo catalán, y se ha tumbado a la bartola. En cuanto al rey ha hecho lo mismo, y, sin embargo, la Constitución en lo referente a la Corona empieza diciendo: El rey es el jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia. Esto que subrayo es lo que hay que tener en cuenta. El peligro de la pérdida de Cataluña es inminente, pero no se enteran. 

La mejoría efectiva del caos político y económico en que nos hallamos, el único medio de dirigirnos hacia la normalidad, que no relativa y por inercia, estriba en que los políticos no tengan su pie sobre el cuello del ciudadano, que la sociedad recupere su papel. Esta es la clave,  y la Historia de España, de Fernando García de Cortázar, lo comenta así: 
En el ámbito cultural, como en los demás, el PSOE, y los partidos nacionalistas en la comunidades en que gobiernan, han tenido a su favor la completas desmovilización de la sociedad española, una de la más pedurables y peligrosas herencias del franquismo. Mantenida en una eterna adolescencia, la sociedad ha sido manipulada al antojo de los políticos, sin que nadie se haya preocupado por ayudarla a madurar confiándole actividades públicas, monopolizadas por el Estado. Esta es una de las apuestas del siglo XXI, la de resucitar la sociedad civil, destruida por la guerra y por la dictadura, e incorporarla al diario quehacer de la nación. 
Es evidente que a la casta política -sí, parece como raza a permanecer separada- no les interesa la resurrección de la sociedad civil, tienden, más o menos celadamente, a imposibilitarlo, no quieren perder el chollo que tienen. De aquí su aversión al diálogo con el no político, pese a ser el dialogar una de las características de la democracia. La democracia -Churchill dixit- es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás. Lejos de doblegarse, ni dialogan. Pienso ahora en el caso que hizo el bueno de Aznar al ochenta por ciento de los españoles que se pronunciaron abietamente -aparte el resto en silencio-  contra nuestra intervención en Irak. Y recuerdo con pena la secuela de su adherirse a Bush y a Tony Blair: el mayor atentado terrorista que hemos sufrido, del que comentó Antonio Gala: ¡Qué cara nos ha salido la foto de las Ozores! 


Esta fotografía dio lugar a este monumento en el Parque del Buen Retiro (Madrid).
                                                        

Y a este otro en la estación ferroviaria de trenes de cercanías en Atocha. 


  
Bastantes errores políticos cometió este presidente -también bastante bibliografía hay al respecto- de lo que acaso un día trate específicamente, pero esta masacre que se produjo por su culpa... Es injusto que los políticos por ruinas y muertes que motiven no senn juzgados, sólo algún dictador. ¿No puede concebirse que José María Aznar viendo estos recuerdos que han de pesar sobre su conciencia -al menos ello indicaría que la tiene- le haya quedado buena imagen de su labor política. Además, y como de costumbre en los políticos, no arregló lo que hizo mal su antecesor; nada arreglan del anterior y continúan estropeando por su cuenta. 

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