viernes, 27 de junio de 2014

El matrimonio Urdangarín-Borbón y sus defensores continúan hundiendo la monarquía

A la infanta Cristina no le ha salvado ni la paz ni la caridad, no ha tenido posibilidad de zafarse de la verecundia harto merecida de ser imputada por irregularidades legales. Cierto que la imputación no significa el banquillo ya -sólo que está en su camino-, que aún puede demorarse el que se siente en él, e incluso evitarlo, sacarla de este camino. 
                                                                                 

Simultáneamente a emitirse la noticia de que el juez Castro imputa a la infanta Cristina para que sea juzgda por fraude fiscal y blanqueo, surge la increíble noticia de que Anticorrupción y la defensa de la infanta recurrirán la imputación. Por parte de su abogado defensor lo entiendo. Los de tal profesión unas veces tienen que defender a una persona decente, y otras a un delincuente. Pero me resulta inconcebible que Anticorrupción se situe del lado de la cónyuge de Hurtanga; es anticorrupción, no procorrupción. Por lo que afecta al fiscal que con el juez Castro lleva el caso nada más raro que se haya erigido en su defensor, ya tiene como abogado defensor el que la facilitó su padre cuando "regía" como monarca, lo que escribo entrecomillado por cuanto hoy día un rey no dirige, no gobierna, no manda, es en el fondo una figura decorativa. Se le adjudican equis funciones, mas siempre respaldadas por el Gobierno. Con motivo del cambio de jefe de Estado es tema que se ha tratado ampliamente; entonces, en tal caso, ha podido ver hasta el ciudadano más obtuso lo mucho que en el reinado de Juan Carlos I se ha tergiversado la marcha política, que, claramente, se convirtió en "marcha trinfal" para la familia real y el bipartito, triángulo del desastre a que hemos llegado. Para Marcha Triunfal ya tenemos la del poeta nicaragüense Rubén Darío, muy bella para todos, mientras que la que nos han hecho padecer sólo lo es para dicho trío del que largo y tendido he hablado desde todas sus facetas. 

Hace hincapie el juez en la colaboración de Cristina de Borbón en las hazañas de su marido, la considera colaboradora indispensable. No puede haber nada más evidente, no es posible que para el fiscal Horrach y demás no sea así. Hay que pensar, considerar -no se puede discurrir de otra manera- que se ve, pero no se acepta, se niega verlo. Cristina de Borbón no sólo ha sido la coautora de la obra de Hurtanga, o hurto del duque de Palma -en-palma-do- como prefiere él-, sino que ha constituido su alma mater, madre nutricia. "Tú que exageras -Ángel Ganivet dixit- la parte que el amor tiene en el arte, hay que reconocer que yéndose Dulcinea nos queramos sin Don Quijote"; así con Urdangarín: yéndose Cristina nos quedamos sin Iñaki. ¿Quién hubiera fiado en entregarle un céntimo al ex jugador de balonmano? Se lo entregaban al duque de Palma -duque de pacotilla, por pura vanidad real, por no poder ser infante Urdangarín-, y ello ya ha sido declarado por algunos de los encartados en el affaire Nóos-Aizoon, escándalo tan real -de realidad- y real -de realeza- que ha asombrado, y no de admiración, a los cuatro vientos.  

lunes, 23 de junio de 2014

Hoy día el ADN es prueba irrefutable, tal la ciencia

El principio del gobierno democrático es la virtud.
                            - Montesquieu - 

Hiere al ciudadano con verdadero sentido de la justicia que pueda haber un individuo que sea intocable, no ya como infanta, incluso como rey. Y le ha habido y continúa habiéndole. ¡Y España se considera, y es considerada, como un país de Derecho! Vemos atónitos en muestra Carta Magna el irrazonable artículo 64.2 del que se viene hablando y recriminando hasta la saciedad -incluido quien suscribe-, estando ahora en candelero con motivo de cambio de rey, el hecho de que debe existir ahora la posibilidad de ser llevado ante los Tribunales de Justicia el rey Juan Carlos I, como un ciudadano más, una vez que ha dejado de ser soberano del Estado. He aquí la fotografía de los supuestos hijos que le reclaman su derecho de paternidad.                                
Demanda de partenidad tiene interpuesta por Ingrid Satlau, belga, y por Alber Solá catalán.
Ella presentó demanda en 2012, y en 2013 Solá en nueva demanda pidió la exhumación del cadáver de don Juan de Borbón para practicar un análisis de ADN. El abogado de Solá dice: Ahora ya no es inviolable y con la ley en la mano, tenemos la razón. Otra cosa es que ciertos intereses inclinen las cosas hacia otro lado. Tristemente cabe decir al abogado, Francesc Bueno, que es probable ocurra la otra cosa. De nada le va a servir que, como anuncia, amplie ahora el recurso con la prueba de abdicación del monarca, que certifica el fin de su inviolabilidad, y una muestra de ADN atribuida al monarca y que coincide en un 99,9% con la de su cliente. 


Ahora que la Ciencia resuelve este problema con toda facilidad y veracidad, plena garantía, lo que no ocurre con la investigación histórica, que en tantos errores ha incurrido y puede incurrir, nada más fácil que aceptar la prueba, si el demandado quiere probar que lo es injustamente, el negarse indica a todas luces su culpabilidad. Es muy distinto decir que eres hijo, y otra llegar al extremo de poner una demanda. Desde un principio tuvo el deber de defenderse -no fue Urdangarín al Juzgado de Mallorca a "defender su honor", como dijo a la prensa-, de dejar probado que no son hijos suyos. Temió tanto el ADN como cuando no quiso que se hiciera en torno a la descendencia de Carlos IV.  

Una hija implícitamente admitida. 

José María Zavala, en "BORBONES Y BASTARDOS, Los hijos desconocidos de la dinastía", Plaza & Janés 2011, escribe algo que es conocido y no carece de bastantes comentarios
En 1989, Olghina di Robilant rompió sus cuarenta largos años de silencio, necesitaba probablemente dinero.
El semanario milanés Oggi salió así, el 13 de septiembre de aquel año, con una sensacional exclusiva que removió, como una precisa carga de profundidad, los cimientos de La Zarzuela.
¿Qué decía Olghina di Robilant en aquella entrevista?
Esto mismo: "El rey de España es el verdadero padre de mi hija. Hoy puedo declarar tranquilamente que hubiera podido arrastrar tranquilamente a Juan Carlos a los tribunales, pero hubiese comprometido su futuro".   
Nueve años después, Juan Balansó y yo recordábamos aquella misma expolosiva declaración  de Olghina di Robilant, mientras almorzámos en el restaurante madrileño La Fonda.
Balansó estaba convencido de que Paola, la discreta chica que fijó lejos de España, era quien era. / Meses después en su libro Los diamantes de la corona un elocuente párrafo que resume más o menos, con la cautela propia de la letra impresa, lo que ambos comentamos entonces. 
En efecto lo corrobora Balansó, y Zavala no deja de consignarlo, de esta forma:
La supuesta hija del Rey, Paola, muy bella y distinguida, con la mirada clara, trabaja en una universidad norteamericana. Dos años antes de esta sorprendente manifestación, la cual acabamos de reproducir [la cual acabamos de reproducir], la condesa de Robilant no había tenido reparos en publicar, tanto en Italia como en España, varias cartas de amor a ella dirigidas por el entonces príncipe. Pero la declaración sobre la paternidad de su hija resultó, cuando menos, inesperada y no fue desmentida por la Zarzuela. El caso no merecía mayor atención de no haber nacido Paola Nicolis en 1959 (es decir, cuatro años antes que la infanta Elena), lo que la convertía en primogénita de don Juan Carlos. 
Anota Zavala que, efectivamente, la Zarzuela jamás desmintió las declaraciones de Olghina, y, en cambio, sí lo  hizo de las emitidas por María José de la Ruelle, que sostiene ser hija natural de la princesa María Gabriela de Saboya, el gran amor de Juan Carlos de Borbon, de los cuales escribe Jaime Peñafiel: Eran altos, rubios, de ojos azules, católicos, y también compartían las mismas aficiones: la equitación, la caza y los coches. [...] A Franco, como le confesó a su primo Francisco Franco Salgado Araujo, no le gustaba María Gabriela porque era "excesivamente libre y tenía ideas demasiado modernas. Se produjo la ruptura del noviazgo con el entonces don Juanito, por imposición de Franco, en 1961. Y se relacionó con el rejoneador Ángel Peralta, Nicolás Franco (hijo) y con el conde Pablo Nicolis de Robilant, su pariente; tuvo, en fin, esta hija de Umberto II de Italia una extensa y conflictiva vida amorosa que ahora no viene a cuento. 

El alegato De la Ruelle le calificó la Zarzuela de "infundio que carece de fundamento" -obviamente todo infundio carece de fundamento-, mas ella, con su abogada, Dominique Rémy, insiste en que es "hija natural del rey de España". Manifiesta como detalle que "en 1953, el año que fue concebida, el príncipe Juan Carlos y María Gabriela de Saboya "estaban en un crucero en el Agamenón" y habían tenido una relación de la  cual ella sería fruto". Se trata, como todo el mundo sabe, de los cruceros que organizaba la reina Federica con gente de la realeza para que codearan y surgieran matrimonios. Si puede ser una mentira -¡pero cómo una mentira tan expuesta puede exirtir!- que María José de la Ruelle tenga por padres los que sostiene tener y que fácilmente puede negarlo la Zarzuela, si la primera en ello es la Saboya, parece, en cambio, revestir verosimilitud el caso de la dos recientes demandas de paternidad que gravitan sobre el ex jefe del Estado español, don Juan Carlos de Borbón y Borbón. Ya veremos si continúa con el mismo, inconcebible por sumamente injusto, privilegio de ser invunerable ante la ley; pero lo que la Constitución no puede concederle es que no resulte afectada su conducta por la sociedad, que, indubitablemente, puede decir y actuar contra él. Y a la prueba me remito; ya hemos visto, y he apuntado, que ha tenido que abdicar contra su voluntad.   

lunes, 16 de junio de 2014

La mentira de casi todos los políticos es notoria, y a veces conlleva violencia

Todo el esfuerzo de los políticos se emplea en cubrirle el rostro
a la mentira para que parezca verdad, disimulando el engaño y
disfrazando los designios.
                          - Diego de Saavedra Fajardo - 

Las mentiras afloran rápido a la superficie para toda la ciudadanía; la corrupción o trinque tarda más en descubrirse y no es asequible a todos su descubrimiento, mas una vez que por equis personas se descubre rápido hoy día pasa a los medios de información, principalmente en internet. La mentira, además, es a veces tan  cínica que se presenta como tal desde el primer momento. Todos sabemos quién ha dicho que la crisis ha terminado ya, y muy a propósito salió esta viñeta que debiera avergonzar a los señores que, tan sin piedad contra los que sufren el paro y demás penalidades, han emitido semejante falacia. ¿Pero qué manera tienen de entender que ha terminado la crisis?  
                                                                                 

Pues muy parecida a la violencia. ¿Qué pasa que los políticos, los gobernantes, cuando causan daño al ciudadano, a grandes sectores de la sociedad -que siempre hubo ciudadano a quien la política destrozó- no es conducirse violentamente? Hay que gobernar para toda la escala social, no para un determinado estamento. Véase lo que a este respecto opina este escritor argentino:                                                                      

Incuestionablemente los que la provocan son los que con sus mentiras esquilman. Y además al estilo infanta, que es  el "no saber nada de nada". Estamos asqueados de leer que Rajoy no sabe nada de nada. A decir de Sartre, la violencia es injusta según de donde viene; ello queda complementado con el siguiente aserto del filósofo alemán Max Stirner: El Estado tiene su propia ley de violencia, pero la del individuo la llaman crimen. ¿La de los malos gobiernos que hacen tremendo e irreparable daño, ¿qué es? Vida y dulzura, esperanza nuestra, con perdón de estas palabras de La Salve. Violencia es, de modo impepinable, lo que refiere el mosaico que inserto a continuación.   
                                                                                 
Mosaico con los sobresueldos de tales señores y señoras


No es de extrañar, pues estas noticias de... cosillas  se expanden también fuera de España, el resultado que se obtuvo en las elecciones europeas. ¡Vaya 2014 con abdicación y todo! Si Rajoy no sabe nada de nada del dinero del PP, tampoco lo sabrá ninguno de sus colegas. Esto de transformarse en súper rico sin darse cuenta puede ser una tontería, pero una tontería que -de ser cierta, ya que relata refero -más que oído, leído- beneficia grandemente. No tanto si la justicia fuera igual  para todos. No obstante, a algunos políticos no les ha valido ni la bula de Meco. Ante esta corrupción se comprende el aferramiento del bipartito a que no sea independiente del poder ejecutivo, el judicial. Vienen reclamando su independencia  la sociedad, y los políticos lo prometen en su programa electoral, pero ¡son tan frágiles de memoria!... Y precisamente Mariano ha sido el que más de cuantos en el mundo fueron; caso único por haber incumplido la totalidad de sus promesas electorales. 


jueves, 12 de junio de 2014

Entre la volubilidad, la mentira y la estupidez

La monarquía, como institución, y el rey Juan Carlos están  en gran descrédido y, sin embargo, al presentar su abdicación surge una ola de cortesanía que me deja estupefacto. ¿De dónde emerge? Como no sea del fondo del mar. 

¿Dónde están las llaves?
Matarile, rile, rile.
¿Dónde está las llaves?
                                                             Matarile, rile, pon chimpó

Caray cuánta volubilidad; bueno, ya se dice en la ópera de Verdi -Rigoletto- que la mujer es voluble, como una pluma al viento, / cambia de palabra y de pensamiento. En este caso quedaría patente que el hombre es igual de inconstante. Asimismo que entre volubilidad y estupodez suele darse concomitancia. Ayer don Juan Carlos era reprobado unánimemente por la casi totalidad de la sociedad, y de la noche a la mañana pasa a lo contrario, es alabado, cayendo en el olvido sus fallos sin cuento y estando uno en marcha: nombrar un abogado -por añadidura catalán separatista- para la defensa de su hija que ha caído bajo la acción de la Justicia, amén de algo más en su defensa, cuando ante esta circunstancia debió proceder de manera primigenia como rey. Pidió disculpa por lo de Botsuana, y ha vuelto a ocurrir en otra equivocación. 

Huele a falaz propaganda política la adhesión que se está pintando, ya a la institución, ya al monarca, que, contra lo que aseguró siempre -asimismo respecto a él la reina consorte- no abdicaría nunca. Pero ha tomado las de Villadiego, es decir, ha resultado impensable su abdicación y da que pensar que huye de riesgos y compromisos, como no deja de considerarse que debió afrontarlos antes de irse. Cierto que conseguir la reivindicación del afecto de los españoles lo tenía sumamente difícil, por no decir imposible. Tanto le hundió lo que él hizo como lo que hicieron Urdangarín y Cristina, y para remate el apoyo de la reina a la hija y al yerno, y el ya poco disimulado hecho de la mutua y recíproca aversión con su esposa. 
  

Gran parte del visto bueno que da la ciudadanía a Felipe VI se basa en la ignorancia.
  
El príncipe Felipe va a reinar. Se quiere hacer ver que a voluntad de la inmensa mayoría de los ciudadanos; sí, pero hay que vetar elecciones por si acaso demostraran las urnas que el deseo mayoritario afecha a la República. ¿Por qué esperar mucho y bueno de él? Ya he dicho en escrito anterior que no cabe tal espera y esperanza. Pensar que el nuevo monarca va a ser Deus ex machina, Dios fuera de la tramoya, (en el sentido de "el que arregla las cosas en el momento crítico") es supina necedad. Primero habría de tener tal capacidad en las materias precisas, aparte de que en ello no sería el único en España. Segundo, y también definitorio, que "la forma política del Estado español es la monarquía parlamentaria" (1, 3 de la Carta Magna). En ella el rey carece en absoluto de poder ejecutivo. 
                                                                               

Como ha dicho Enriqueta Expósito, profesora de derecho constitucional en la Universidad de Barcelona, su papel será el de un moderador que puede hacer sugerencias y medir. 

Rajoy que tire las tijeras, recorta mal.
                                                                               
Una sugerencia muy importante que puede hacer al presidente del consejo de ministros es lo que de básico tiene hacer desaparecer las autonomías, con lo que se reduce un importante porcentaje de lo que se viene llamando la casta política parasitaria. Dentro de su actuación en "reinar sin gobernar"-importante les es prevalecer, que es una  acepción de reinar-  puede mostrarse como buen actor dando buen ejemplo, moderánse la familia real y controlando, aunque sólo sea en el orden moral, que no es poco, al Gobierno y políticos en general. Un trabajo de asepsia si le es abordable, y en su Casa puede realizarle con pleno gobierno o mando. Hasta aquí todo ha sido corrupción, mentiras y recortes asfixiantes para la economía del ciudadano. Y, por si ello fuera poco desastre, se ha llegado a la exarcebación de los separatismo catalán y vasco. El siguiente diálogo es decir algo del desastre político español, con tanta más agudeza cuanto que es en clave de humor.     
                                                                                 
  
Y el príncipe, ya en el dintel de la puerta de ser rey, hallándose muy avanzado el caso de Arturo Mas, afirmó que Cataluña no es un problema. Es algo que en su día comenté y que aquí y ahora saco a relucir por la petición que acaban de hacerle un grupo importante catalán de que apoye la independencia. Le invitan a ser traidor. Con este hecho se percatará de que Cataluña sí es un problema, ya no digamos con lo ocurrido  

domingo, 8 de junio de 2014

SUCESIÓN O REPÚBLICA

Dado el carácter antinatural de la antigualla monárquica -por la que una familia
se transmite la jefatura del Estado- la propaganda cortesana se ha enroscado
en destacar la supuesta utilidad de la monarquía.  [...] Los mismos miembros 
de la familia Borbón tienden a hacer referencias a ta melifluo criterio utilitarista,
con la fatal petulancia de tenerse por útiles. Aunque el criterio utilitarista es, en
apariencia, de difícil evaluación, en el caso español  la inutilidad, y el perjuicio,
son manifiestos.
                          - La monarquía inútil, de Enrique de Diego - 
 
 Ambas salidas, monarquía, república, y así, sin preparación previa, tienen su riesgo. Muchos son lo que, no ya por ser monárquicos -poquitos hay en España, maxime después de la amarga experiencia que deja el rey saliente- sino por miedo a una república defectuosa optan por la sucesión, habiendo venido en un improviso la abdicación de Juan Carlos I. Ha sido, como tanto se ha dicho, una espantá, tal como expone Jiménez Losantos en el siguiente vídeoblog que titula "Esta larga despedida del Rey va a significar la despedida de muchas cosas".

   

Que es una epantá es visible para el más necio. Cuanto más tarde abdicara más difícil, si no imposible, que se prodijera la sucesión, que contra lo que parece piensa don Juan Carlos, ignorantemente, no depende de él sino de las Cortes. Éstas pueden decantarse por la monarquía o por la república. 

Defender al pobre no es devorar al rico que lo es legalmente. Legalidad y Constitución para toda la escala social.

( Si acaudalado en gran escala, pocos ).   

No es que me incline incondicionalmente a Pablo Iglesias bis -en principio sí por su sentido de justicia social que muestra a primera vista-. Admito que es evidente esto que afirma en su artículo titulado Decide la gente, del que entresaco estas líneas:
... cuando un régimen político entra en descomposición, el ritmo de los acontecimientos se acelera y se pierde la capacidad de garantizar la estabilidad. Las últimas elecciones europeas sugieren que los dos principales partidos que llevan gobernando nuestro país desde 1982 han perdido la confianza de la ciudadanía, y ambos son incapaces de ofrecer un un proyecto de futuro que genere ilusión y confianza entre los ciudadanos de este país. La abdicación de Juan Carlos I no es un acontecimiento aislado; es un síntoma más de esa descompoción y de la incapacidad de nuestras instituciones para dar solución a la crisis económica, política y social que afecta a la vida cotidiana de tantos ciudadanos.    
¿Decide la gente? Debiera decidir, tenerla en cuenta los políticos que la representan, mas sabido es que sólo cuenta para las elecciones, y con pautas marcadas. Con todo lo que se halla bajo mínimos el bipartito, aún existe y el PP gobierna, tiene la sartén por el mango y, por supuesto, continúa tal bipartito escudándose en la Constitución, mientras, por otra parte, se miccionan en este medio cuando lo entiende conveniente a su política muy particular; de hecho, se han dejado invalidados varios artículos de dicho texto, en primer lugar el 35 sobre derecho al trabajo, y el 47, el cual empieza: "Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada". ¿No será a excepción de los de sin techo, cuyo número, como el del paro, procuró el PSOE y el PP que fuera in crescendo. ¿Y qué decir de la igualdad ante la ley? Próximamente tendremos ocasión de ver un mentís más de este artículo 14 si no se sienta en el banquillo la infanta Cristina y con su cónyuge es sentenciada.  Y a día de hoy se saltan a la torera el artículo 92 de dicha Carta Magna, que trata de Referéndum, cuya punto 1 expone taxativamente: Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos. Nada de ello quiere saber el Rey y el Gobierno; para lo que les interesa la Constitución es sagrada, pero para lo que no les interesa ya no hay que tomarla al pie de la letra. 
                                                                                 


Punto de vista de la familia de la futura reina.

Henar Ortiz considera que su sobrina tiene en contra para reinar lo poco preparada que está, su replublicanismo, alude que la misma Letizia se declaró otrora "laica, roja y republicana". Esta tía paterna está al lado de los grupos que piden una república, se adhiere al referido líder de Podemos, pide democracia y fin de la monarquía. ¿Qué dirá ahora David Rocasolano? O también el autor de "Juan Carlos I: El último Borbón - Las mentiras de la  monarquía españolas". Ellos entre la inacabable literatura y prensa -ésta, claro está, más en el extranjero- que existe y continuamente se publica de los que rechazan de plano la institución monárquica tan proclive a producir reyes que son sumamente personas muy... imperfectas.
                                                                                
[Para facilitar la visualización del texto de la sobrecubierta la transcribo:
"Adiós Princesa es una historia del choque de un gran tren expreso, los borbones, contra una modesta caravana de gitanos, los Ortiz-Rocasolano. Nos han arrollado y ni siquiera se han procupado de mirar hacia atrás. Erika está muerta y los demás nos hemos quedado solos y mutilados. Por eso escribo esto. Sé que la historia no tiene vuelta atrás. Pero esa historia, hasta ahora, sólo ha sido contada de arriba a abajo, con todo su glamour y su mentira. Ahora yo voy a contarla de abajo arriba. Desde lo que queda de aquella caravana destruida de gitanos. Advierto desde ya: no es una historia alegre". 

Ahora no entro en el contenido, está fuera de contexto, sólo le consigno como muestra de que ambas familias, los Ortiz-Rocasolano y los Borbón están tan distantes como antes de emparentar. Si he de formularle una aclaración: No entiendo que los familiares de la impensable reina consore de España confundan ser rojo, con ser republicano, y menos lo entendería si parte de su sobrina. Rojos eran lo socialistas y comunistas, los que quemaron iglesias, fusilaron y tenían checas. Mataron incluso a republicanos;  Manuel Azaña lloró al enterarse que  habían fusilado a Melquiades Álvarez, su primer mentor político. Fue detenido y llevado a la Cárcel Modelo, de Madrid, fusilado en agosto del funesto 1936. Azaña terminó muy amargado y dejó la presidencia diciendo: "Yo no quiero ser presidente de una república de criminales". Ya con el lastre socialista y comunista que trajo la II República, dijo un ilustre republicano: "No es esto, no es esto". 

Si doña Letizia es roja no es republicana, si republicana no es roja. En cualquier caso, hoy día Princesa de Asturias y a partir de pocos Reina de España, está obligada, pro domo sua, a ser monárquica. Y si es laica, pues tendrá que adaptarse al catolicismo, que no en balde está llamada a figurar entre "Memorias de las Reinas Católicas de España". Me refiero a la obra del P. Enrique Flórez de Setién. Bueno, ya se adaptó en su segundo matrimonio, que su primero fue sólo civil.

Hechas estas aclaraciones en torno a Henar Ortiz, comprendo que esté que trine con la política que se ha desarrollado en este reinado de corrupción e igualmente que no sea monárquica, aunque, según se refiere, algo se ha beneficiado de haber ascendido a princesa su sobrina: mejoró de tienda en Oviedo. 

martes, 3 de junio de 2014

Cuánto impasse, Dios mío, al caso infanta Cristina, siendo tan inteligible. - Y algo acerca de la repentina abdicación de su paladín contra la acción de la Justicia

Es vendible que la infanta termine imputada, por una razón muy clara.
Porque si no termina imputada,  el  escándalo jurídico va a ser de tal
magnitud  que lo único que nos queda en este momento,  que  es el
respeto por la la Justicia, se irá sencillamente por el sumidero.
                                       - Javier Nart - 

Es recibida en la puerta del juzgado por su abogado, que tras saludarla comprueba lo bien preparada que acude.
                                                                                    
 
Su declaración fue chistosa, mas no dejó de ser válida. Aparte de que también por ella declaran los hechos que constituyen pruebas fehacientes, fidedignas, inequívocas. Y, por supuesto, contra toda preparación de sus abogados, el juez Castro consiguió hacerle hablar de lo que no ve ni sabe.                                                                              

El juez instructor continúa impávido destapando toda la delincuencia que haya en el affaire Nóos en el que el socio del yerno del rey, Diego Torres, ha involucrado, complicado, incluido, en el asunto al monarca. Con los correos electrónicos como arma arrojadiza de plena destrucción que, dosificadamente, ha ido presentando ha querido él y su abogado defensor dejar patente que el rey no sólo sabía de la actividad del matrimonio Urdangarín-Borbon sino que les ayudaba en tales "negocios". Pero ante la virulencia moral que la misma presentaba, determinó don Juan Carlos enviarles a Estados Unidos.

Matar dos pájaros dos de un tiro. 

Malas lenguas aseguran que fue también por tener una amante casi estable, una rusa de 1,90 de estatura, la cual fue vigilada por CNI. Parece ser que en el aspecto de fidelidad conyugal tampoco tiene una "conducta ejemplar"; no la tuvo tampoco con sus novias anteriores, cuyas relaciones fueron al hundimiento al manifestársele la infanta Cristina. Simultaneaba in illo tempore a Carmen Cami, la novia a punto de casarse, con su anterior noviazgo Susana López; nada, pues, puede tener de sorprendente sus relaciones con la rusa que concluyen pocos días antes de partir para Whasington, a decir de unos, meses después según otros. Aunque de nada referente a economía sabe ni se entera, es de suponer que no estaría tan ignorante ni torpe en cuanto a la... "amistad" existente entre Iñaki y la esposa de un amigo -matrimonios amigos ambos- como asimismo con la rusa.  
                                                                                 

Pero es mujer apasionada y su amor por su cónyuge tiene capacidad de perdón para toda vileza que éste cometa. Ya hemos leído lo que dice Henri Beyle, conocido por su seudónimo, que tanto sabe "Del amor". Claro que también dice el padre del existencialismo
                                                                                   
  
Y nuestro Ortega y Gasset afirma que cada uno ama según es. O no ama; digamos con Bécquer, que en su corazón no hay una fibra que al amor responda. Además, se trataba de dos infidelidades. Hoy está cuesta abajo en la rodada en cuanto a campeón de talonmano, pero de haber podido, como él esperaba -ella tampoco dejaba de esperarlo- con sus éxitos financieros, no hubiera dejado de procurárselos amorosos. Triste destino el de esta infanta del amor, como la concibe para su defensa el buen penalista Jesús María Silva. Nadie mejor que él, catedrático de Derecho penal, sabe que lo tiene que defender carece de tal posibilidad bajo el punto de vista del Derecho, que aunque a veces va por distinto camino que la moral, no en cuanto a la Lógica. Si el enriquecimiento del matrimonio Urdangarin-Borbón ha sido torticero, no lo va a ser también conseguir una sentencia torticera. Que se dé el carpetazo es otra cosa, y cuando no se ha conseguido hasta aquí... Es evidente que el juez consiguió, y nada menos que contra el poder, que Cristina fuera a declarar en calidad de imputada.