miércoles, 31 de mayo de 2017

Un vistazo a LOS AUSTRIAS MENORES (Felipe III - Felipe IV - Carlos II) Segunda parte.

F E L I P E  IV, 'el Grande', o 'el Rey Planeta'. 

Grande, a decir de Quevedo,  solamente lo fue como los pozos profundos ; porque se les quitó mucha tierra. Ya he consignado dónde y cuándo nació. 

Matrimonios e hijos.

Siendo príncipe se desposó con Isabel de Borbón, hija de Enrique IV de Francia y de María de Médicis, en 1615. Hubieron de espera la edad matrimonial en 1620 y comenzó el matrimonio en El Pardo Un mes después volvió la Corte a Madrid y muere Felipe III -31de marzo de 1621, a las 9:15-.

Tuvieron siete hijos, pero solo dos llegaron a adultos: Baltasar Carlos, Príncipe de Asturias, que muere a punto de cumplir 17 años, y María Teresa de Austria, que casó con Luís XIV de Francia. 

Isabel de Borbón era inteligente, como indica el hecho de que al ostentar la regencia de la Monarquía española en la Guerra de Cataluña fue en su política partidaria del duque de Nochera y estuvo en contra del Conde Duque de Olivares. Poseía también una gran belleza física, muriendo en la flor desu vida -a la edad de 40 años- de la enfermedad de erisipela, ´que se apoderó del rostro, garganta y pecho'. 

Leyendas sobre esta reina y el conde de Villamediana

No puede extrañar la leyenda de que Juan de Tarsis Peralta, conde de Villamediana, estuviera enamorado de la reina y que al representarse en Aranjuez 'La gloria de Niquea', incendiera premeditadamente el teatro para salvar, sacándola en brazos, a la reina, asimismo la de que se presentó a un baile con una capa cubierta de reales de oro, con lo que aludía a su suerte en el juego, y con la leyenda "Son mis amores reales". Con este título y y tal episodio ha escrito Joaquín Dicenta un drama. Otra leyenda hay sobre la expresióm 'Picar muy alto' : Alababa la reina al conde como picador, y el rey le respondió: 'Pica bien, pero pica muy alto'. 

Luís Carandel, que tanto ha escrito sobre Madrid, dice al respecto:
Este es el madrid donde tuvo lugar el episodio de los amores de del conde de Villamediana, misteriosamente asesinado en la calle del Arenal. Por los mentideros de la corte se decía que el conde, que era un exquisito poeta, estaba enamorados de la reina Isabel, esposa de Felipe IV. En los días precedentes, el conde se había paseado por las calles de Madrid con un mote enel escudo que decía: <Son mis amoresreales>. Cuentan que el rey, cuando lo supo, aludiendo dijo aludiendo a los reales de vellón, la moneda de la época: 'Pues yo se los haré cuartos'. Sea o no cierto que Villamediana tuviera amores con la reina o que el rey fuera vengador de la ofensa, la verdad es que en Madrid nadie dudó de ello. Don Luís de Góngora, gran amigo del conde, escribió es décma que corrió de boca en bocapor toda la ciudad: 
¿Quién que medianamente conoza la Histora de la Literatura ignora esta composición de Góngora? 

'Mentidero de  Madrid, / decidme, ¿quién mató al conde? / Ni se sabe ni se esconde / mas el caso discurrid, / Dicen  que le mató el Cid / por ser el conde lozano; / disparate chabacano, / la verdad del caso ha sido / que el matador fue Bellido / y el impulso, soberano'.               

(De este poeta y palaciego, que contrajo matrimonio, en 1601, con Ana de Mendoza, descendiente del marqués de Santillana, tan mujeriego como el mismo Felipe IV, y que no dejó de estudiar el doctor Marañón en su 'Don Juan', trataré equis día, es figura muy interesante de la época, tanto en la Historia propiamente dicha, como en las Letras. No será mi primer artículo sobre él, ya en internet, ya en papel. Aquí me limitaré a lo enunciado el el título de este artículo).           

Casó, Felipe IV,  en segundas nupcias con su sobrina Mariana de Austria, hija del emperador Fernando III y de su esposa la infanta María, hija a su vez de Felipe III y de su mujer Margarita de Austria, efectuándose la boda en Navalcarnero (Madrid) el 7 de octubre de 1649 y trasladándose a El Escotial a pasar la noche de bodas. Estaba comprometida con su primo Baltasar Carlos, Príncipe de Asturias, pero murió en 1646. Al verificarse el matrimonio contaba Mariana la edad de 15 años, y su tío la de 44, la diferencia era notable. Como refiere el P. Florez:
Al modo que el rey don Felipe II, por muerte de su hijo, casó con la destinada para el príncipe, así don Felipe IV tomó en segundas nupcias para sí a la que estaba tratada de casar con el príncipe don Baltasar Carlos: su hijo: Ambas de la Casa de Austria y y ambas últimas mujeres de estos reyes. La presente era hija del emperador Fernando III y de doña María, hermana de nuestro monarca, y, por consiguiente, era la novia sobrina Llámabase Mariana y fue la primera de este nombre. 
Tuvieron cinco hijos; sobrevivieron tres: Margarita Teresa de Austria, casada con el emperador Leopoldo; Felipe Próspero de Austria, Príncipe de Asturias, que muere a corta edad; y Carlos, rey de España: Carlos II.  

El destino de ambas esposas fue soportar el summum de la infidelidad conyugal. Otras lo soportarán más o menos, ¿qué reina no ha pasado el sino en este aspecto? Las excepciones son raras, escasas.

Sublevación de Cataluña.      

A causa de las guerras en el exterior y del mal trato  que daba el el valido, atropeyando los fueros catalanes, alojando tropas en los pueblos del Principado y permitiendo los desórdenes a que se entregaba la soldadesca. Más aún: mandaba a los virreyes castigar duramente las venganzas contra estos actos por parte de los altivos catalanes. Quería el Conde-duque que se sublevaran para para que le sirviera de pretexto para quitarles sus antiguos fueros. Ante su provocación se rebelaron, empezando por dar muerte al virrey, marqués de Santa Coloma, extendiéndose la rebelión por toda Cataluña, con reunión en Barcelona. Pidieron protección al enemigo de España número uno, que en secreto impulsaba toda insurrección, el astuto y prudente ministro del rey de Francia, cardenal Richeliieu, quien se la prometió enérgica y decidida. 

Había efectuado Pau Claris la proclamación de la República catalana, y seguidamente, considerando que las tropas castellanas penetraban por el sur de Cataluña, se realizó la entrega del Principado a Luís XIII de Francia. El 26 de enero de 1641, el marqués de Vélez fue derrotado por lo catalanes en montjuic. Se ampliaba la guerra, cuyo final Modesto Lafuente describe de esta manera: 
Barcelona, y casi todo el principado de Cataluña, volvieron a la obediencia del rey de Castilla a los trece años de una guerra sangrienta y tenaz, y volvieron más por el odio a los franceses que por afición a los castellanos. Sin rebajar el mérito del marqués de Mortara y de don Juan de Austria en el sitio de de Barcelonaque produjo su rendición, de cierto no habría sido fácil., dado que fuera posible sujetar al Principado, a no haber precedido el grito de popular de <mueran los franceses> Tan abominablemente se hbían éstos conducido [...], que les pareció a los catalanes cien veces más soportable y preferible la dominación de Castilla. [...] Discreto y político, como no tenía de cstumbre, anduvo Felipe IV de Castilla en confirmar a los catalanes sus fueros tan luego como se sometió Barcelona. 
Apenas terminada la insurrección de Cataluña, estalló la de Nápoles, por el cabecilla, pescador y analfabeto, Masaniello, apoyada por Francia, y que fue sofocada por don Luís de Haro. 

Fue, como veremos, el reinado de Felipe IV  un cúmulo de guerras.  Y ello en busca de recuperar  la grandeza que se iba perdiendo, con tal idea tomó parte en la guerra de los treinta años con sus pretensiones a los Países Bajos, pero perdimos la batalla de Rocroi, viéndonos obligados a aceptar la paz de los Pirineos, conseguida mediante el casamiento de María Teresa, hija de Felipe IV -ya señalada en el primer matrimonio de nuestro monarca- con Luís XIV de Francia.         
 
Conspiración de Aragón.

En Aragón la misma canción: los altos impuestos que imponía el valido, y por lo que los nobles decidieron disvincularse de Castilla, ergiéndose en líder de esta sublevación el duque de Hijar, proclamándose rey, Fue rápidamente vencida la revuelta por las tropas castellanas, y al no tener gran transcendencia al duque no se le condenó a muerte, solo fue recluido a sus feudos, prohibiéndole participar en la Cortes Aragonesas. En este evento jugó un papel importante el hecho de que el rey siguiera los prudentes consejos que le daba la célebre monja, mediante correspondecia epistolar que ambos sostenían, Sor María de Agreda, abadesa del convento de Madres Concepcionistas de Agreda (Soria). . 
                                                                                                
Pérdida de Portugal.

Fue debida a la torpeza gubernativa del Conde-duue de Olivares.Los portugueses, que no se consideraban españoles, estaban predispuestos a tratar de independizarse en la ptimera ocasión propicia que se les presentara, y, así, aprovechando la sublevación de Cataluña y que el valido les impuso abusivos tributos, más su mandato de que todos los nobles con sus respectivas tropas se presentaran en Madrid para ir a luchar a Cataluña, ocasiomó la sublevación de Portugal. Alistaron sus tropas pero para sublevarse en Lisboa, y dueños de la ciudad proclamar al duque de Braganza rey de Portugal, denominándole Juan IV. En principio el duque vaciló en ponerse al frente del movimiento planificado por Juan Pinto Ribeiro, pero su mujer hija del duque de Medina Sidonia, acabó de decidirle conestas palabras que se han hecho históricas: 'Mejor quiero ser reina una hora, que duquesa toda la vida'.

'El valido doró la funesta noticia de esta forma:  'El duque de Braganza ha perdido el juicio: acaba de hacerse proclamar rey de Portugal, y esta locura da a V. M. algunos millones de sus haciendas'. El rey le contesto: 'Pues es necesario poner remedio'. Por el hecho de tener varias guerras simultáneas se demoró más de la cuenta el tratar de sofocar la sublevación, en tanto los portugueses se hicieron reconocer por varias naciones y prepararon una gran defensa militar. Llegado el momento del encuentro, y ayudados por Francia e Inglaterra, se empezó a perder batallas. Se sostuvo la lucha todo el reinado de Felipe IV, aunque vislumbrándose con el tiempo que era inevitable la segregación. En esta guerra de veintiocho años el ejército español fue derrotado en la batalla de Montijo (1644), em la batallalla de las Líneas de Elvas (1659), en la batalla de Ameixial (1663), en la batalla de Castelo Rodrigo (1664) y en la batalla de Villaviciosa (1665) Esta quinta victoria portuguesa, llamada también batalla de Montes Claros, por parte española dirigida por Luís de Benavides Carrillo de Toledo, marqués de Caracena, y por la portuguesa Antonio Luís de Meneses, marqués de Marialva, tuvo lugar el 17 de junio del ya mencionado año. Fue una aplastante derrota -cuatro mil bajas y seis mil prisioneros por parte de España, y solo setecientas en los portugueses, y condujo a la independencia de Portugal, firmada tres años más tarde por ambos países en el Tratado de Lisboa, 15 de febrero de 1668, principio del siguiente reinado, firmado por la regente Mariana de Austria. Durante la guerra -1656- murió Juan II, la continuación de ésta y la victoria corresponde al reinado de su hijo Alfonso VI de Portugal.  Murió Felipe IV a los tres meses justos de la batalla que implicó la pérdida de Portugal, Moreno, en su Historia , escribe:  
... quería sin duda aturdirse con el bullicio de la orgía para no oír los ayes de un pueblo que agonizaba. Mas, aunque no supo evitarlos, mostró Felipe IV no ser insensible a las desgracias de la nación; pues la pérdida de Portugal le produjo una melancolía tan profunda, que le llevó al sepulcro. 
Y Lafuente es del mismo criterio:
Felipe IV, no obstante la resignación religiosa con que exclamó: ¡Dios lo quiere, cúmplase su voluntad! no oudo resistir aquel golpe, y sucumbió de pesadumbre. Bajó, pues, a la tumba, dejando, dejando la monarquía menguada de reinos, desplobada de hombres, agotada de caudales, desprovista de soldados, extenuada de fuerzas, desmoralizada, abatida,, y pobre dentro, menospreciada y escarnecida fuera.
He aqui el fiasco dado al rey por el citado Benavides, tal como lo presenta el recién citado texto de Historia: 
Como un remedio heroíco se hizo venir de Flandes al marqués de Caracena, que prometió con presuntuosa arrogancia marchar en derechura a Lisboa, y conquistar todo el reino con la rapidez de un César. Al poco tiempo el soñador de tan rápida conquista, comunicaba al rey desde Badajoz el desastre que había sufrido en Villaviciosa. [...] La poderosa monarquía de Carlos V y de Felipe II, la nación a cuyo nombre y ante cuyas banderas había temblado el orbe entero, después de agotar todos sus recursos acabó por ser anonadada en Villaviciosa por un puñado de Portugueses. Ell infortunio de Vilaviciosa fue el resumen de un siglo entero de política infausta, consumido en empresas temerarias y ruinosas; fue el fruto y como el compendio de los errores y de los desaciertos de tres reinados.   
Conspiración de Andalucía.

En Andalucía se pensó seguir el ejemplo de Cataluña y Portugal. Era en esta región el duque de Medina Sidonia gran terrateniente. Ante el éxito de su pariente el duque de Braganza,, planeó otra conjuración separatista, mas ésta fue descubierta y se fue al traste. Los comprometidos pagaron con la vida, aunque el de Medina Sidonia pudo salvarse gracias a su parentesto con el valido. Éste era cuñado del duque de Braganza -Juan IV- y sobrino del Conde-duque. Se le indultó al traidor a condición de que dirigiera un cartel de desafio al otro duque traidor, quien no hizo caso de tal reto.  

Caída del Conde-duque de Olivares. 

Era llamado por Francisco de Quevero, 'el segundo Nerón' . Había nacido don Gaspar de Guzmán, como aquél, también en Roma. Bueno, en  el caso del emperador en Anzio.  Motivo para detestar de él tenía. Muy conocido es el atropello que con él cometió en 1639 el valido por haber dejado bajo la servilleta del rey un escrito denunciando su pésima política. Precipitadamente le detuvo, confiscó sus libros, y le envió al convento de San Marcos de León donde hubo de permanecer hasa 1643 en que el tirano fue desterrado a Loeches.   

La desastrosa política seguida por él trajo la consecuencia de que llegó a ser execrado públicamente, creándose en la Corte un partido que consiguió en el ánimo del rey desafección, por desconfianza, respecto de su favorito. Percatándose éste de que palidecía su estrella, y pensando pudiera tener el mismo fin que don Rodrigo Calderón, solicitó retirarse del gobierno, lo que ipso facto le fue otorgado. Fue desterrado a Loeches (Madrid) y posteriormente a Toro -en aquel entonces ciudad-, donde murió en 1660. Todos los bienes que dejó fueron confiscados, y Felipe IV se quedó con una posesión que tenía a las afueras de Madrid, la cual recibió el nombre de 'Buen Retiro'.  

En artículo aparte, que tengo in mente, sobre este personaje hablaré de él ampliamente; ahora bien, no he de dejar de mencionar la biografía que de él hizo el doctor Marañón, titulada 'En conde-duque de Olivares - La pasión de mandar'. Expone en el Prólogo, por él mismo escrito:
Mi pretensión no ha sido convertir al político que vio deshacerse el Imperio español en un heroe. Sino demostrar que al lado de sus grandes defectos, Don Gaspar de Guzman tuvo virtudes notables y algunas excelsas; y que, por estas virtudes, fue muy superior a la casi totalidad de los españoles de su tiempo. Fue el que recogió, por designio iinescrutable de Dios, en sus fuertes manos, un mundo que estaba ya deshecho. Su ambición de mandar no le impidió darse cuenta de que todo se venía abajo, porque é lo vio, y más que lo dijo, lo gritó; y lo sufrió en su alma de gran español. Lo que no supo fue sacrificar a tiempo su disfrute del poder, y convertir en sacrificio en transaciones convenientes al bien público.    
Intentó el rey gobernar, pero no tardó en poner otro valido, efectuándolo en el pariente de Olivares, D. Luís de Haro. (Había nacido en Valladolid en 1598, obtuvo el título de duque del Carpio en galardón de haber conseguido la paz de los Pirineos; adoptó medidas loables- Murió en 1661). 

 España en plena decadencia.




La constante guerra en el exterior y en el interior, la lucha contra los protestantes y la católica Francia llevó a la ruina a España, mientras nuestro vecino país de los Pirineos nos quitó nuestra hegemonía en Europa, que ostentará Luís XIV de Francia, 

ROCROI, la puntilla del Imperio español y de sus gloriosos Tercios.  

La Paz de Westfalia puso fin a la guerra de los Treinta Años -Alemania- y la de los Ochenta Años, entre España y los Países Bajos; ella por lo que tiene de compleja y benefatora no puede comentarse en corto número de líneas. 
España continuará desplomándose.durante el reinado siguiente, que se inicia con la regencia de Mariana de Austria desde la muerte de Felipe IV hasta el 17 de septiembre de 1675 que ocupó el trono el último hijo de ambos.


                    

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