sábado, 31 de marzo de 2018

Santa María la Real de Nieva (Segovia) y su obsesión con Blanca I de Navarra

La verdad puede eclipsarse, pero
no puede extinguirse - Tito Livio - 

Posverdad.

En este hecho de vulnerar la verdad se persigue la sentencia de que ‘una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en verdad’. Falso, aquí encaja el término de posverdad, incorporado a finales de 2017 al DAE. De esta palabra dice Darío Villanueva, director de la RAE:

<Para definir posverdad se partió de la idea de toda información de aseveración que no se basa en hechos objetivos, sino que apela a las emociones, creencias o deseos del público; como una distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales>

Que se dejen ya de emplear la posverdad, porque no cabe cuando la Ciencia ha probado que el sepulcro ubicado en la iglesia de Santa María la Real de Nieva es falso. El veredicto emitido pr el ADN no se puede cuestionar, nada tie de dudoso, es incontrovertible. Como dice don Sebastián en ‘La verbena de la Paloma’ –sainete lírico, libro de Ricardo de la Vega, música de Tomás Bretón- ‘hoy las ciencias adelantan, que es una barbaridad, una bestialidad’. Y si esto se comentaba en 1894, ¿qué decir en el siglo XX y XXI de enorme adelanto técnico y cientítico? 

No había –obviamente, pues, se halla en consonancia con la Ciencia- prueba documental de que los restos casualmente encontrados, durante una obra de albañilería  en la iglesia, fueran de Blanca I de Navarra (de estar probado documentalmente, la Ciencia hubiera coincido), ni lo afirmó el Dr. Reverte Coma en el estudio antropológico y paleopatológico que de ellos hizo, dejando sentado en el correspondiente informe que únicamente la prueba de ADN podía resolver la incógnita. El resultado de ésta en septiembre de 2008 no fue admitido por negativo. 

Pero contra la Ciencia estuvo siempre el alcalde del pueblo, Eusebio García, y, al cesar este en el cargo, su sucesor, Jaime Pérez, continuó respetando la decisión de su antecesor. Respetarla y/o coincidir con la suya; no rectificarla en cualquier caso. La muerte de Eusebio el 8 de noviembre de 2017, en la Residencia del pueblo –enterrado en él, que no en su aldea natal de Valladolid-  puso fin a su determinación ad libitum, a gusto, a voluntad, a su idea fija. Los que adoptan su actitud lo harán en su defensa, o es que también padecen esta perturbación anímica. Si era en su atención, ya pueden acatar la verdad, ella es el camino real, el grande, y  no hay grandeza donde no existe la sencillez, el bien y la verdad’, Tolstoy dijo.

¡Cuanta complicación y males está causando el escamoteo que se está haciendo de lo cierto. Los cicerones de antes, guías de turismo de ahora no están para enseñar y explicar mentiras, su misión es ilustrar sobre la historia, el arte y las curiosidades de una localidad, edificio, museo, etcétera, mas es evidente que no se documenta, instruye, a nadie dándole datos erróneos., o sea, con la mentira, el engaño. Así –señores guías de la Oficina de Turismo de Santa María la Real de Nieva, no se aclara nada, ni se da luz al entendimiento.
Vengo luchando contra la mentira del sepulcro desde el final de Eusebio como alcalde, y nunca se atrevió a oponérseme, a presentarme sus… “razones”. Cuando surgió Jaime Pérez –ascendiendo desde alcalde de su aldea de Villoslada de la Trinidad, de unos cincuenta habitantes- le cursé algún que otro correo electrónico al Ayuntamiento, pero fue machacar en hierro frío; desdé el primer momento me percaté de que no estaba dispuesto a corregir el disparate del arcosolio del altar mayor de la iglesia, al menos, y esto le afecta directamente, a eliminar los erróneas líneas de la página WEB del Ayuntamiento en cuanto a tal monumento funerario. No entró a polemizar sobre el tema, se limito a exponerme que no le preocupan los muertos, sino los vivos, y otras lindezas por este estilo.

De todo harto he hablado en mi blog. Doy por sentado que se lo comunicaría a su colega político, aparte de que éste se enterase per se; que ambos no dejarían de comentarlo. Ello tanto más considerando las quejas que no dejé de hablarle de lo que a cuento venía en lo tocante a su actuación con los despojos mortales, y ya, por extensión del hecho de terminar su mandato dejando exhaustas las arcas municipales, amén de lo que sobre este particular constituye vox populis. Ignoro, claro está, lo que ambos dos  comentaran de mis quejas; lo que sé es que no pudiendo desvirtuar mi propósito: la eliminación de la mentira, optó el Sr. Pérez por imponer la ruptura de correspondencia epistolar. No solo los dos regidores, también los corifeos de ellos jamás ninguno, y en general persona alguna, hizo el menor comentario cuando en mi blog traté este vergonzoso tema. Nada sobre el sepulcro, nada sobre la mala situación económica en que quedó el Ayuntamiento

De la oficina de turismo del pueblo y su guía a la Oficina de Turismo Provincial.

De que un guía, como ya queda dicho, no ha de enseñar errores, sino dar correcta explicación, paso al caso de la sorpresa, sobresalto, estupor, que recientemente he sufrido con la citada oficina de Segovia al leer en ‘Portal de Turismo de Castilla y León’ el aserto con que dicha página se abre: <En el templo se encuentran los restos de Doña Blanca de Navarra’. Esta tremenda afirmación gratuita, arbitraria, sin fundamento, motivó que ipso facto les dirigiera  la carta siguiente:

Buenas tardes. Solicito de esa Oficina Regional de Turismo la amabilidad de explicarme a qué se debe que informen de que en el templo se encuentran los restos de dona Blanca de Navarra. Nequaquam, de ninguna manera, de ningún modo,, son los que contiene el arcosolio ubicado  en el presbiterio de la misma. Otra cosa es que en la iglesia puedan estar, ya que los que se encontraron en 1994 NO SON DE LA REINA BLANCA I DE NAVAVARRA. Lo dictaminó así la prueba de ADN  mt., la cual es inequívoca. El cura párroco debe tapar la falsa inscripción, y el alcalde eliminar tal información de la pagina WEB del Ayuntamiento. Lejos de ello, ignorando, o afectando ignorar, el resultado del estudio genético de referencia, se está haciendo propaganda de lo que si al principio pudo ser lo que en vulgo se llama una metedura de pata , desde la presentación de aquél, en septiembre de 2008, constituye evidente mentira, por consiguiente inaplicable. En nadie debiera caber la mentira, ¡y qué decir cuando se miente, se engaña, contra algo que está demostrado! Salvo que desvirtúen el ADN, que mucho está haciendo por la Historia y por la Justicia y es universalmente reconocido. | Un saludo.

Opino que la respuesta recibida fue discordante. No la esperaba tal, sino que se me  comunicase que procederían a rectificar el supino error que emitían. Turulato tras leer:  

Buenos días, le hago llegar este email al Ayuntamiento de Santa María, puesto que nosotros no somos (ni estamos capacitados) para contestar a esta pregunta que usted nos hace.
Si quiere usted hablar con el Ayuntamiento directamente el teléfono es  - .
Esperando haberle sido de utilidad.
Atentamente.

Di una réplica que no era precisa, necesaria, indispensable, habida cuenta de que si al alcance de Turismo no está corregir una información equivocada que viene dando, no procede continuar más manifestación al respecto. En ella, entre otras cosas, les dije:

Buenas tardes. Paso a darles las gracias por su respuesta, aunque sea opuesta a satisfacerme, […] Lamento que no sean quienes ni estén capacitados para contestar mi pregunta; bueno, pues sigan propagando lo que no es cierto, si en ese centro no está la posibilidad de corregirlo, pues no son culpables. Pero insisto en lo indignante de que se está fomentando, alimentando, protegiendo, enardeciendo, una mentira que clama al cielo, la cual lleva casi diez años desmentida por la infalible prueba de ADN mitocondrial.
Atentamente. 

De ésta, a pesar de que fue publicada urbi et orbe, a la ciudad de Roma y a todo el mundo, a los cuatro vientos, no ha llegado, por lo visto, a conocimiento del pueblo santamarteño y tampoco a la capital de provincia. Pues a informarse tocan, que yo lo vengo notificando en e-mails y en artículos. Como puedo probar. NADIE ME  NIEGA LA VERDAD QUE PRESENT0, PERO NADIE PONE FIN A LA MENTIRA, Y YO ESTOY SIGUIENDO AHORA EL CAMINO INDICADO, PARA ELLO  POR LA JUNTA.

Hay algo que no quiero dejar de consignar, y es el proceder de mi corresponsal por lo que tiene de improcedente. Ya le dije: ‘No me explico que me facilite el número de teléfono de dicho centro por si quiero tratar directamente el tema. Está tratado hasta la saciedad, y el aludido regidor se llama andana. No sabe de ello y muestra serle indiferente. ¡Pues si llega a  interesarle! Se aferra a no quitar la mentira en la página WEB del Ayuntamiento, siguiendo la voluntad non sancta de su antecesor.  Porque no puede negarme, y no me lo niega, que es una mentira como un piano, valga el adjetivo ponderativo coloquial.

Si la Junta de Castila y León entiende que no es de su cometido, incumbencia, obligación moral, imponer que se tape la inscripción del falso sepulcro en la iglesia, sí esperaba yo le concerniera respecto al Ayuntamiento, pero, en fin, si la corrección de la mentira de referencia es más bien asunto académico... A tales entidades estoy notificando cómo y hasta qué extremo se está tergiversando la Historia.

Si creo que concierne a la Junta de Castilla y León las oficinas de Turismo del enclave de su comunidad autónoma, y bajo esta creencia he de solicitar que no se informe de un modo tan descomunalmente erróneo, como ya queda dicho.
                                                                            

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