Hay que tener mucho cuidado con lo que se cree saber, porque por detrás se oculta una cadena interminable de incógnitas. - José Saramago -.
La Creación del Mundo. By Valeria |
Al fin comprendí que no puede el hombre hallar razón completa de todas las cosas de Dios que se hacen en este mundo; y que cuanto más trabajare por descubrirla menos la hallará; aunque dijere el sabio que él la sabe, nunca podrá dar con ella. (Eclesiastés, cap. 8). En consonancia expone Santa Teresa de Jesús, "Tan gran Dios y Señor tenemos que una palabra suya tendrá en sí mil misterios". Ella nos recomienda: "Lo que no entendáis, no os canséis,. Hay muchas cosas que no son para hombres ni para mujeres. Por su parte ha expuesto José Camón Aznar esta opinión en sus "Aforismos del solitario": 'el misterio de la Religión no lo provoca lo desconocido, sino lo contradictorio'.
No entendemos la vida, no entendemos la muerte. Anhelamos saber si hay vida después de la muerte La hay, sí, para el alma, que es inmortal. Al romperse la unión de cuerpo y alma, ésta va al mundo de los espíritus, pero el cuerpo... ¡Ay de su destino a corto plazo! Queda en espera de la Resurrección de los muertos
El tema de la muerte tan entroncado en la Filosofía, cuyos pilares son Dios, la muerte y el ser, tiene que ver principalmente estudiada por la Ciencia, la cual fue aberrantemente atacada por la Religión, recordemos la Inquisición, todo ignorancia y fanatismo. La ciencia que rechaza de plano la Religión, incurre también en otra torpeza; dela la cosa en su punto el gran científico Alberto Stein al decir: " la ciencia sin religión esta coja, y la religión sin ciencia está ciega". La Religión -corroboramos- no puede excluir la Ciencia, ni esta a aquélla.
Sobre la muerte se ha filosofado -es el musagetes de la filosofía, que dice Schopenhauer, en tanto el poeta ha perseguido belleza. Y en verdad que la han logrado Jorge Manrique con sus Coplas a la muerte de su padre; Bécquer, Ángel Ganivet y un largo etcétera. Para este: "vida y muerte sueños son, / y todo en el mundo sueña,/ sueño es la vida del hombre, / sueño la muerte en la piedra?. Sin querer abstenerme hic et nunc, aquí y ahora, de mencionar a ese obseso de Dios y de la muerte, que es Miguel de Unamuno, como refleja en sus nivolas (concretamente en "San Manuel Bueno y Mártir"), como ensayista y como poeta.
¿Qué escritor -lo haya tratado más o menos- no ha emitido su opinión sobre la muerte? "Si la muerte no fuera el preludio a otra vida, la vida presente sería una burla cruel, dice Mahatma Gandhi Indigna y se teme la muerte, así José Saramago pensará: "la muerte no necesita ser cruel. Llevarse la vida de alguien es más que suficiente". Lo que es axiomático es su aserto de que "sin muerte no hay resurrección, y sin resurrección no hay Iglesia". Piensa también que "para continuar viviendo, hemos de morir. Esta es la historia de la humanidad, generación tras generación". Evidentemente, ya dice Unamuno: "semillas somos los hombres del árbol e la humanidad".
La Creación de Adán, de Miguel Ángel Bounarroti |
Es el científico, que no el eclesiástico por teólogo que fuere, quien ha de investigar en las incógnitas de este Más Acá, y con proyección al Más Allá, dicho sea sin desdeñar la teología, o 'ciencia que trata de Dios fundada en los textos sagrados, la tradición y los dogmas. La Ciencia nos dice que la Creación tiene cuatro millones de años. El primer ser vivo fue una célula de origen vegetal, ésta evolucionó e hizo seres. Nosotros venimos de los peces, de mamíferos primates y de primates homonibus. Fuerza es también admitir la existencia de contradicción entre Religión y Ciencia.'
Sabemos que fuimos condenados a muerte, nos lo dice el Génesis -e igualmente podemos recordarlo si leemos la visita de la imagen a ver, en que se evoca el porqué de la misma-, pero no, y esto es lo que principalmente nos preocupa si con la muerte acabamos. Leí esta frase en la puerta de un cementerio: <Como te ves, me vi, como me ves, te verás, haz bien y no pecaras, todo se termina aquí>.
Hoy día el Dr. Manuel Sans Segarra está investigando sobre la muerte, dando conferencias, creando vídeos y publicando libros, se halla entre los destacados investigadores de la muerte. Su principal obra quiere hermanar ciencia y religión, por lo que no deja de recordarnos el aserto de Albert Einstein: <la ciencia sin religión está coja, la religión sin la ciencia está ciega>. Asimismo evoca la idea de Richard Feynman quien afirmó que la <la ciencia es la creencia en la ignorancia de los expertos>. Siempre hay más que aprender, que descubrir. El Dr. Sans Sagarra nos dice:
"A lo largo de este libro, exploraremos la idea de que la Supraconciencia existe no sólo en la vida, sino también después de la muerte y antes del nacimiento. Esta concepción sugiere que la conciencia es eterna, algo que trasciende la vida individual y está presente en todo el universo. El mensaje es muy claro y, sin duda, no puede ser más alentador: la muerte no es el final de la conciencia, sino simplemente un cambio en su forma de manifestarse. [...] "La muerte y el cuerpo no son entidades separadas, sino que están interconectadas y forman parte de un todo mucho más grande La Supraconciencia sugiere que la mente y el cuerpo son parte de un sistema más amplio que incluye todo el universo y que la conciencia es la fuerza que los une. En definitiva, todos y cada uno de nosotros somos naturaleza, somos polvo de estrellas, somos energía cuántica universal".
Existe enorme discrepancia entre el Creacionismo y el Evolucionismo. Y aparte de ambas teorías, el destino del hombre tras la muerte. Habla la Biblia de las cuatro postrimerías: muerte, juicio, infierno y gloria. Pero esto se ha catalogado como algo infantil, Unamuno, por ejemplo, da por abolida la idea del infierno, afirma que ya nadie cree en él, arma que utilizaba la Iglesia.
El Dr. Manuel Sans Segarra proclama la Supraconciencia, cual ya dejo comentado, y trata de reducir nuestro pavor a la muerte, de probar, de alguna manera, que no existe. que la muerte -insistimos- es sólo una nueva fase de la vida. Lo existente es una egomanía que enturbiar la verdadera visión de ésta. Pero proclama que la vida es un milagro, sin entrar a analizar qué es un milagro. Hay, por supuesto, quien no cree en los milagros, sí, desde luego, nuestro Premio Nobel Jacinto Benavente, él manifiesta: "hay quien no cree en los milagros, y, sin embargo, lo primero que debiéramos decir cada mañana al despertarnos es: ¡Milagro!, ¿Milagro!".
Para el Dr. Sans Segarra se ha conseguido en el campo de la Ciencia poder asegurar nuestra existencia más allá de la muerte física. "Hoy en día parecer ser los científicos, más que los teólogos, quienes están interesados en explorar la teología natural -búsqueda de Dios a través de la ciencia-. Paul Davies ha llegado incluso a escribir: <Puede que padezca extraño, pero tengo la sensación de que la ciencia nos indica el camino hacia Dios con más seguridad que la religión>. Por lo que atañe al susodicho Dr. Manuel Sans Segarra nos expone en su citada obra cómo fue seducido por el estudio de la muerte:
"Desde el primer momento en que conocí estos fenómenos -llamados neardeath studies (NDS) en inglés--, se despertó en mí un profundo interés por conocer su etiopapatología (sus causas y mecanismos) y su fisiopatología (las alteraciones que ocasionan en el cuerpo). Consulté la extensa bibliografía existente y diversas disciplinas relacionadas: neurología, psiquiatría, psicología, física teórica, filosofía, metafísica, y religión. No cabe duda de que el profundo conocimiento del ser humano que he adquirido ha influido en mi concepción existencial.
He podido descubrir la realidad de la vida humana en su tridimensionalidad. La auténtica finalidad es descubrir y vivir de acuerdo a la Supraconciencia, nuestra realidad existencial, que nos hace únicos e irrepetibles y nos permite ser felices y libres".
De lo que pasa más allá de la muerte ya hemos repasado algo de lo que dice la ciencia, habiendo tomado como referente al susodicho cirujano. En cuanto a Religión sabemos lo que a los cristianos nos dice la Biblia, libro, por otra parte, tan polémico como puede ser el Corán, libro sagrado del Islam, y otros libros tocantes a otras religiones. (Atrayente me resulta el Corán por lo de las huries, esas bellísimas doncellas de cuya posesión gozan en el Paraíso después de su muerte).
Las experiencias cercanas a la muerte servirán de algo a la ciencia médica, mas resolver la incógnita de la muerte es harto especulativo, difícil.
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