domingo, 4 de diciembre de 2016

EL CARDENAL MENDOZA Y LA GUERRA DE GRANADA

Fue el final de la Reconquista una de las grandes empresas de los Rees Católicos. 
                                                                                 
Concluida la guerra dinástica y lograda la pacificación interior del reino, pensó el rey en la recuperación del Rosellón y la Cerdeña  usurpados por Luís XI de Francia a Juan II de Aragón cuando éste se alió con con el rey francés  para defenderse de la rebelón que en Cataluña había promovido el príncipe de Viana dada la mala conducta de su padre, que le retenía la corona de Navarra, y su madrastra -doña Juan  Enriquez, madre del futuro Fernando el Católico-, usurpándole el reino  de por vida  aun acosta de guerras. 
                                                                              
                                                                        
No compartió  Isabel de Trastamara la pretensión de su marido y optó por la conquista del reino de Granada. Ya su hermanastro y antecesoer, Enrique IV, convocó cortés generales en Cuéllar para exponer su propósito de acabar la REconquist, proyecto que entusiasmó al marqués de Santillana, del cual se hizo porta voz, y, engeneral,  a toda la nobleza. Logró el rey un brillante ejército; formaba parte del mismo una falange de tres mil seiscientas lanzas equipadas lujosamente y con pingüe sueldo, cuyos mesnaderos constituían la guarda del monerca el cual lo costeaba. He aquí, en los llamados "contunuos del rey" el gérmen del ejército permanente. 

Apenas iniciada la campaña, el pusilámine don Enrique da la orden de retirada prometiéndo, ante el enojo de los nobles, se continuaría en la primavera siguiente. Así se hizo, pero otra vez la retirada tras esquivar, por voluntad del rey, decisivas acciones ante el temor de que fueransangrientas. Se obtuvo como único resultado la conquista de Gibraltar por el duque de Medina-Sidonia. No está de más recordar que tampoco hizo garn cosa, que digamos, por iliminar de la península el poder zarraceno el padre de don Enrique y doña Isabel, Juan II de Castilla , quien en tal aspecto solo cuenta con en su haber con la victoria de la batalla de Sierra Elvira (1431), llamada también de la Higueruela, por una pequeña higuera que había en el sitio del combate y que, tras él, quedó intacta.

Cómo llegó la hora de acabar la Reconquista. 

Propuso la guerra de Granada el confesor de la reina Fray Fernando de Talavera. Dícese que al quedar vacante la silla episcopal de Salamanca y serle ofrecida contestó: 'Señora, no tengo de ser obispo hasa que lo sea de Granada'. En realidad todos deseaban su conquista y en primer lugar la reina y su gran consejero, su colaborador a lo largo de los veinte años que vivió de su reinado. Era, sí, don Pedro Gonzáles de Mendoza el más importante de sus colaboradores, lo fue con plena influencia en la corte desde su nombramiento de cardenal, al extremo de que Pedro Mártir de Anglería le llamase "el tercer rey de España"
                                                                           
   
 Nombrado capitán general, se adhirió a él toda su familia para luchar contra el infiel. Arbitró dinero que, en opinión de Napoleón I, es lo más importante para ganar una guerra. La elevada renta de la mitra toledana -en la que sucedió a Alfonso Carrillo (1482-  le permite pasar sus huestes particulares de cuatrocientas lanzas a mil, a las que se unió las milicias de la sede de Sigüenza y las de Guadalajara. Justificación de la guerra fue la negativa de Muley Hacén, el rey moro, a pagar los parias que que debía desde 1478, y, por otra parte, la toma de Zahara (1481), donde la morisma pasó a cuchillo a sus habitantes, sirvió para la ruptura de hostilidades. Un ejército al mando del marqués de Cadiz, don Rodrigo Ponce de León, les dio la respuesta arrebatándoles Alhama.     

Algo sobre el proceso de esta guerra. 

En la toma de Loja fracasó el rey Fernando frente a la heroíca defenda de Aliatar , 'la mejor lanza de la morisma'; mas al fin cayó en poder de nuestras armas en mayo de1486, en cuya conquista se distinguió Gonzalo de Córdoba, que aún no era denominado <Gran Capitán>. El duque del Infantado fue el primero en penetrar en Illora .Y también partició decisivamente en Moclín, Montefrío y Colomera.. En Vélez-Málaga sufre el gal tremenda derrota. Málaga cayó seguidamente, a pesar de la enorme resistencia de su gobernador, Hamet el Zegri, el cual ingrsó 'ipso facto' en la cárcel y murió en ella. Baza, donde se refugió el zagal tras su derrota, pese a la ttenaz defensa de Cid HHialla, se entregó después de larga resistencia, merced al esfuerzo del almirante, del duque de Alba, Nájera y otros , alentados todos por la presencia de Isabel en el campamento. Almería y Cádiz cayeron al poco. Solebreña fue sitiada por Boadil (agosto 1490), pero hubo de levantar el sitio al saber que los condes de Tendilla y de Cifuentes avanzaban hacia Almuñécar, y que el rey Fernando se preparaba a cortarles la retirada en el valle de Lecrín.   

La única derrota sufrida por nuestros reyes es la de Ajarquía, en  1483, batalla motivada más que por ansia de liberación, de rapiña en una zona que supuestamente estaba bien cultivada. Se sacaron la espina los castellanos en la batala de Lucena en la que murió Aliatar y fue hecho prisionero Boadil , que fue encarcelado en el castillo de dicha localidad cordobesa. A cambio de la libertad, acepto las condiciones ominosas que, lógica y natuaramente, le fueron impuestas. 

Muley Hacén murió, viejo y ciego, en brazos de la sultana Zorara, dejando el trono a su hermano el Zagal, en la creencia de que Boadil había muerte en Lucena. Cuando éste llega al Albaicín y se reúne con su madre, Aixa, y su esposa, Moraima, surgen discordias y ha de conformarse con que su tío resida en la Alhambra y él en el Albaicín. Ya estamos en el principio de la toma de Granada con la batalla de La Zubia, localidad próxima a la comarca de la Vega de Granada, y la erección de la ciudad de Santa Fe, construida en ochenta días, cuadrangular, de cuatrocientos pasos de largo por trescientos doce de ancho, con varias torres, muros, cuatro puertas, que en la actualidad perduran, y, coda ella, cincundada por una fosa. Vino a sustituir el campamento inncendiado.                   

No pudiendo Boadil resistir por más tiempo el cerco de Granada, encargó al waAbol-Cacim y al alcaide Aben-Comixa la confección de las condiciones de la capitulaión con Hernando de Zafra y el Gran Capitán, en representación de los Reyes Católicos..Con relación a estas condicioenes -que al ser incumplidas por nuestra parte, provocarían, andando el tiempo, ell alzamiento de los moriscos en el Albaicín-, firmadas el 21 de noviembre de 1491, ha de precipitarse la entrega de la ciudad, que, según la primera claúsula será a los sesenta días.  

Toma de Granada.                                                                            
 
                                                                         
"Rendición de Granada", de Francisco Padilla y Ortiz
El 2 de enero de 1492 el gran cardenal de España  a la cabeza,  del Ejército, se posesiona de Granada enarbolando el estandarte de la Cruz del Salvadoren la Torre de la Vela, la más alta de la Alhambra; el comendador Gutiérrez de Cárdenas puso el pendón de Santiago, y el conde de Tendilla, el de los Reyes. Las llaves de Granada, entregadas por Boadil a Fernando en la orilla del Genil, pasaron del rey a la reina, de la reina al príncipe don Juan, luego a manos del cardenal  Mendoza y, finalmente, a las del conde Tendilla, nombrado gobernador de Granada y de la Alhambra. Como arzobispo se designó  -¡al fin!- a Fernando de Talavera. 


Desde el almanecer de aquel dia estaba el ejército sitiador vestido de gala, el cardenal Mendoza se pone en movimiento con sus tres mil infantes. Boadil deja sus alcázares  y al  encontrar al rey Fernando le entrega las llaves diciéndole: "Estas son, Señor, las llaves de ese paraíso". Fernando rehuye que le bese la mano.  Sigue su camino y, según la descripción, "al llegar a un alto cerro desde donde se divisa por última vez la arabesca ciudad del Genil, volvió hacia ella sus llorosos ojos y dio un hondo suspiro, por lo cual se llamó a este sitio el suspiro del moro; pero la madre de Boadil, mostrando más entereza, le dijo: "Llora, que bien debe llorar como mujer, quien no supo defenderla como hombre". Se dio o no esta crueldad en su madre, Leonardo de Villena en su libro 'El último suspiro de Boadil', sostiene que este fue un invento del obispo Antonio Guevara para congraciarse con el emperador Carlos V. Emilio Castelar se ocupa de ello en "Leyendas, tradicciones históricas". 

En Granada cabalgando por la Vega fue muerto Martín Vazquez de Arce, hijo del secretario personal de la familia de Mendoza. Martín fue nombrado paje del primer Duque del Infantado Famoso es su sepulcro joya de este aristócrata militar, muerto a los veinticinco años                  

Este recinto de la catedral de Sigüenza (Guadalajara) se compone se sepulturas de esta familia, y fue creándose por todos ellos. 

El Cardenal Mendoza está enterrado en la Catedral de Toledo como si de un Trastamara más se tratara; bueno, a tres sirvió, tres reinados alcanzó. .Nació en la villa de Guadalajara y murió en la ciudad de Guadalajara. Enrique IV la transformó en tal.
                                                                       
  
 Pero sabido es que los Mendoza tienen  su propio panteón en Guadalajara, cripta de la iglesia de San Francisco, el cual sufrio un gran destrozo en la guerra de la Independencia, produciénse revoltijo de resros. Los cadáveres fueron trasladados a Pastrana pero en hurnas mezcladas.                                              

No sé hasta qué punto pueda incurrir en digresión, consignando estos detalles, ¡pero la campaña de Granada debe tanto a los Mendoza, de Guadalajara! 

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