jueves, 27 de marzo de 2014

La petición de la dimisión de Mariano Rajoy es aún más mayoritaria que fue su elección como presidente

Solo se necesita una chispa para que el incendio prenda. [...]
El conflicto que no se vivió en el pico de la crisis, tal vez se
pueda estar incubando ahora - Ignacio Fernandez Toxo -  

Hay que ver lo que, en este caso, va de ayer a hoy, no ya, y desde  el principio de su  mandato,  los partidos políticos votan su dimisión sino el pueblo. 

                                                                                                                          


Y se estima que no es un presidente, actúa como dictador.


Ha llegado el momento -¡ya era hora!- de que el pueblo se rebele contra la tiránica política que viene siguiendo en su mayor perjuicio. Si muy vituperable es que empleara la mentira al cien por cien para gana las Elecciones, es peor que continúe instalado en la falacia para hacer un flaco servicio, causarle perjuicio a la ciudadanía, arrimando el ascua a su sardina. Todo esto está dicho por activa y por pasiva y en ello están de acuerdo todos los autores, el país y el extranjero en general, a excepción del perteneciente "a su sardina". Craso error el de la ciudadanía votando a Rajoy, que no ha corregido la política de Zapatero sino seguido la de este antecesor, aumentándola y confirmándola. 

España camina hacia una gran destrucción con este Gobierno de imprevisible continuación y de visible necesidad de una política honrada.

El referente y no, por cierto, término modélico de referencia, a lo largo del reinado de Juan Carlos I  es el dinero y éste suele hacer estragos, ya dice Francisco Delicado, en La Lozana Andaluza -y gusto de recordarlo porque lo sé por experiencia-, exponiéndolo en latín, omnia per pecuniam falsa sunt, todo es falso a causa del dinero. Y siempre hubo políticos falsos per se, por sí mismo. En la misma novela, tambien en boca de la Lozana, expone: ¡Por mi vida que no son locos! Decidme: ¿Quién mejor sabio que quien sabe sacar dinero de bolsa ajena sin fatiga? Nos hallamos, pues, en una política de sabios, sabios que han arruinado al país, que por regla general se han súper enriquecido. Como excepción de los que no han trincado -en su época no estaba de moda, se puso después- el recién fallecido ex presidente Adolfo Suárez, de aquí el homenaje que el pueblo llano le ha brindado y en el que no dejó de manifestarlo. 

Nuestra existencia como referente. 

Lo era para este novelista y economista que abogó por una economía "más humana, más solidaria, capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos".                                                     


Con la reacción que ha tenido el Gobierno, incluida la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, y la alcaldesa Sra. Botella, queda evidente el poco aprecio en que tienen la dignidad del pueblo, que no otra cosa defendía la Marcha de la Dignidad, siendo algo colateral y anecdótico el incidente del grupopo que se defendió contra el ataque de los guardias. Hay que reprochar la violencia por ambas partes; se ha de proceder con educación y respeto. No hay que mostrarse tan tendenciozo. Claro que pedir ecuanimidad a un político, máxime de estos días, es pedir peras al olmo. ¡Con qué ahínco defienden su chollo! No hay dinero, no hay poder, que legalmente pueda coartar la libertad del ciudadano; vil astucia es tildarla, sin excepción, de libertinaje. Debiera enterarse los políticos de este aserto de Pascal: La justicia sin fuerza es irrisoria; la fuerza sin justicia es tiranía. 

La política tuerce a veces -no digamos con las guerras- la trayectoria de nuestra existencia, no somos, por su causa quienes deberíamos ser, no nos dejaron nuestra vida hasta el final, la truncaron en un momento dado, y, por si ello fuera la política en esta época no respeta los derechos humanos. En lo que a España se refiere parece ser que la casta política, unida a banqueros y grandes empresarios pero indiferente al pueblo en general, se cree con potestad de avasallar. No, no tiene tal poder, no tiene porqué hacer vasallos, pasó aquel tiempo de la Historia. Vino otro que se pareció mucho, y se lucho contra él, ni comunismo ni capitalismo. Igualmente sin mordaza, sin que nos quiten la voz.
                                                                                 

Todo es negativo en Mariano Rajoy. 
                                                                               
Aparte de cuanto gravita sobre él, asimismo de algún otro miembro de su Gobierno, se alude un día sí y otro también a que no es el hombre idóneo, ni mucho menos, para ocupar la presidencia en este país en el que estamos en una crisis tremenda, en una crisis de modelo, que se nos ha vendido como perfecta y que es demencial, propia de demente, y que solo se hizo para mantener en el puesto y en el sueldo a los Borbones. Dicho así por emplear las palabras por segunda vez de Enrique de Diego en una entrevista con motivo de su libro "La monarquía inútil". Apunta, tanto en la entrevista como en el libro, que el balance de Juan Carlos es nefasto. Claro está que, pienso, que al bipartito -PP y PSOE monárquico- no le dejará su interés verlo así. 

La inteligencia y/o ecuanimidad de Mariano puede medirse a traves de esta opinión suya: "Estoy totamente convencido de que la infanta es inocente". Sin comentario por mi parte, se comenta por sí mismo.   
                                                                          

Sí vale la pena leer el comentario, visitando la página de esta viñeta, que se hace en torno a las comprometidas salidas del "humanitario y genial" presidente, y por ello paso a transcribirlas:   
Rajoy tiene muchas varas de medir.- La campaña contra la imputación de la infanta Cristina cuenta con la oposición de la fiscalía y del mismo presidente Rajoy. A nuestros políticos cuando les interesa no se preocupan sobre las decisiones de la justicia y en otras ocasiones confían en la inocencia, es el caso de la infanta Cristina. Pretende influir para que la justicia dé un trato diferente a la mujer del socio de Urdangarín que a la hija del Borbón. Como si los españoles no supiéramos de qué van el caso lo casos Bárcenas, Correa o Cristina. Se parece a los socialistas en temas parecidos. Dan asco estos políticos. Son todos iguales y van a lo van.
                                                                                                         



   


      

No puede haber más motivos, se dan todos, para que Rajoy dimitiera, jamás tuvo España tanta corrupción y un presidente, con algún que otro ministro, tan inepto. Al paso que vamos se va a repetir la Noche de San Daniel. No tanto cubrirse con la policía; hoy, como ayer, también los estudiantes de enseñanza media y universitaria, y en cincuenta ciudades españolas, en alguna no con desarrollo pacífico como en Pamplona, han convocado marchas en defensa de la educación pública, contra los recortes, las subidas de las tasas universitarias y la reforma educativa. (Supongo que se habrá enterado Cristina Cifuentes que las marchas no son solo en Madrid).

Con el secretario general de CC.OO -que no digo sea un santo-, y con cualquier otra persona sensata, me preocupa la gestión política y de los mandos.    

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