No sé si la verdad nos hará libres, pero el tratar de contarla
nos evitará ser esclavos. - Federico Jiménez Losantos -
No hay manera de que podamos dejar de leer muy torpes hechos, ya del pasado, ya del presente, de una u otra persona de esta familia. La reina consorte ha aparecido en el diario El Mundo: "Doña Sofía visita a los Urdangarin en Ginebra". Si antes es escudada la cónyuge de Iñaki en nueva ciudad, antes va a visitarles, no pdía faltar al santo de un hijo de este matrimonio tan desacreditado, caído tan bajo en la opinión pública, y él ante los tribunales de justicia. Acontecimiento familiar o no, la reina los visitará en Ginebra frecuentemente como hizo cuando estaban en Washington. Ahora Urdangarin se ha quedado en Barcelona -no se han atrevido a estirar más la cuerda- pero con plena libertad para trasladarse frecuentemente a ver esposa e hijos. Que doña Sofía es consciente de que actúa indebidamente como reina, lo indica el que estos viajes son de estranjis, de capadillo, ocultamente, y, a su vez, el hecho de que cuando El Mundo consultó a la Casa Real el viaje, ésta, sin desmentirlo ni afirmarlo, se limitó a exponer que no informa de las actividades privadas de sus miembros. Han de obedecer los empleados de la Casa, como los de cualquier casa con minúscula, a su familia jefe, mas en modo alguno la Prensa y la sociedad en general a cuyo servicio no están. Ello aun cuando puedan saber, los palaciegos, que una familia real no tiene vida privada. Como tengo comentado en otros artículos, fue una entente cordiale con el Gobierno en beneficio de ambos, y de rechazo se impuso mordaza a los medios de comunicación. Ni en libro se podía hablar de la familia real como no fuera laudatoriamente. Harto tratado lo tengo, y harto tratado está.
Poder sin transparencia es corrupción; sin control alguno, cae irremisiblemente en la corrupción, tanto más en un país cuyo jefe de Estado y el Gobierno nombra a los altos cargos de la Justicia, todo ello, en fin, es volver sobre el mismo tema como si de música de cámara se tratara. Verdad que no puede ser de otro modo porque no salimos del opus 1: "La corrupción", y del opus 2: "La mentira, falsificación, falsedad". ¡Y vivimos -se dice- en un país de Derecho! Es, tristemente, muy relativo, mientras el poder Judicial, no sea independiente del poder Ejecutivo.
Yo invitaría a don Juan Carlos, a doña Sofía, a todos ellos, que leyeran la "Apología de Sócrates", hay múltiples ediciones, la tienen, por ejemplo, en la Colección Austral.
Y que parasen mientes en este fragmento:
Ejemplaridad a lo socrático.
¿Dónde está el preferir la virtud a las riquezas? Por lo que veo y leo, no en la familia real ni en los políticos. Es la familia real la primera que está llamada a la ejemplaridad, en ella es el componente estético, innúmeras veces se ha afirmado que la ética en la monarquía es la estética de la misma. Iba a insertar aquí un reciente vídeo donde Jiménez Losantos una vez más analiza, en tertulia con Alejo Quadras y Eduardo Inda, cuán por tierra está,quedando ya evidente que el rey estuvo implicado en los """negocios""" del matrimonio Urdangarin-Borbón, mas opto por este otro, en que habla Losantos de la reciente presentaciónde de los Presupuestos del Estado.
Los pancalatanista acosan a Bauzá
Data la presentación de tales partidas nada menos que de la Edad Madia y tiene como objeto controlar el gasto público, en qué se gasta el Estado el dinero que aporta el pueblo, cuya voluntad de éste había de atender antaño el rey. Hoy día ni el rey ni Roque, al pueblo le han dejado afónico, y no le oyen. Al Gobierno con que vote cada cuatro años le basta, y no otra cosa desea.
Desastre económico y político.
Tenemos ruina económica como corresponde a nuestra ruina política, ambas generadas por torpeza y corrupción, y con banda sonora, en tan tenebrosa película, de la marcha funebre, de Federico Chopin. Y, no obstante, tiene su nota cómica por el evidente ridículo, extravagancia, de los dictados y máximas que tenemos que leer u oír de los políticos. Nos hallamos, según estudios al efecto, endeudados por una generación y media, pero se viene haciendo cínica propaganda. He aquí la gráfica, y continúa su línea ascendente.
Y ante esta ruina, el paro y la corrupción -lo primero deriva en su mayor parte de lo segundo- figuran a la cabeza de las preocupaciones de los españoles. Aparte del siguiente cuadro
hay otros motivos para la misma; por ejemplo, la crisis de valores, que se fueron al guano. Cuán cierto es que, como dice José Aranguren, los valores morales se pierden sepultados por los económicos.
En suma, y recordando a Sócrates, se prefieren las riquezas a la virtud, políticos hay que venden hasta la unidad de España. ¡Y con esta estructura política!... Antes de pensar en efectuar cambios, de una parte, en la Constitución y cubrir lagunas, de otra, lo pertinente sería convocar elecciones entre monarquía y república. ¿Infundir miedo una república? Pues no, y, en todo caso, ante la situación a que se ha llegado... ¿Es que no hay repúblicas en muy superior estado de economía y justicia que España? Por favor, seamos ecuánimes, imparciales de juicio, dejémonos de prejuicios. Miedo lo que hemos visto y ha traído la monarquía impuesta por el dictador Franco.
nos evitará ser esclavos. - Federico Jiménez Losantos -
No hay manera de que podamos dejar de leer muy torpes hechos, ya del pasado, ya del presente, de una u otra persona de esta familia. La reina consorte ha aparecido en el diario El Mundo: "Doña Sofía visita a los Urdangarin en Ginebra". Si antes es escudada la cónyuge de Iñaki en nueva ciudad, antes va a visitarles, no pdía faltar al santo de un hijo de este matrimonio tan desacreditado, caído tan bajo en la opinión pública, y él ante los tribunales de justicia. Acontecimiento familiar o no, la reina los visitará en Ginebra frecuentemente como hizo cuando estaban en Washington. Ahora Urdangarin se ha quedado en Barcelona -no se han atrevido a estirar más la cuerda- pero con plena libertad para trasladarse frecuentemente a ver esposa e hijos. Que doña Sofía es consciente de que actúa indebidamente como reina, lo indica el que estos viajes son de estranjis, de capadillo, ocultamente, y, a su vez, el hecho de que cuando El Mundo consultó a la Casa Real el viaje, ésta, sin desmentirlo ni afirmarlo, se limitó a exponer que no informa de las actividades privadas de sus miembros. Han de obedecer los empleados de la Casa, como los de cualquier casa con minúscula, a su familia jefe, mas en modo alguno la Prensa y la sociedad en general a cuyo servicio no están. Ello aun cuando puedan saber, los palaciegos, que una familia real no tiene vida privada. Como tengo comentado en otros artículos, fue una entente cordiale con el Gobierno en beneficio de ambos, y de rechazo se impuso mordaza a los medios de comunicación. Ni en libro se podía hablar de la familia real como no fuera laudatoriamente. Harto tratado lo tengo, y harto tratado está.
Poder sin transparencia es corrupción; sin control alguno, cae irremisiblemente en la corrupción, tanto más en un país cuyo jefe de Estado y el Gobierno nombra a los altos cargos de la Justicia, todo ello, en fin, es volver sobre el mismo tema como si de música de cámara se tratara. Verdad que no puede ser de otro modo porque no salimos del opus 1: "La corrupción", y del opus 2: "La mentira, falsificación, falsedad". ¡Y vivimos -se dice- en un país de Derecho! Es, tristemente, muy relativo, mientras el poder Judicial, no sea independiente del poder Ejecutivo.
Yo invitaría a don Juan Carlos, a doña Sofía, a todos ellos, que leyeran la "Apología de Sócrates", hay múltiples ediciones, la tienen, por ejemplo, en la Colección Austral.
Y que parasen mientes en este fragmento:
He aquí de que manera hablaré a los jóvenes y a los viejos [...] porque es preciso que sepais que esto es lo que Dios me ordena, y estoy persuadido que al mayor bien, que ha disfrutado esta ciudad, es este servicicio contínuo que yo rindo a Dios. Toda mi ocupación es trabajar para persuadiros, jóvenes y viejos, que antes del cuidado del cuerpo y de las riquezas, antes que cualquier otro cuidado, es el del alma y su perfeccionamiento; porque no me cansaré de deciros que la virtud no viene de las riquezas, sino por el contrario, que las riquezas vienen de la virtud, y que es de aquí de donde nacen todos los demás bienes públicos y particulares.Si un burro cargado de dinero no puede ser del todo envidiable, no deja de ser despreciable un señor que es rico por ilícitos medios, claramente haberse dedicado a trincar valiéndose de equis ventaja. Pero sigamos con la auto defensa de Sócrates.
Sólo una gracia tengo que pedirles. Cuando mis hijos sean mayores, os suplico los hostiguéis, los atormentéis, como yo os he atormentado a vosotros, si veis que prefieren las riquezas a la virtud, y que se creen algo cuando no son nada; no dejeis de sacarlos a la vergüenza, si no se aplican a lo que deben aplicarse, y creen ser lo que no son; porque así es como yo he obrado con vosotros. Si me concedéis esta gracia, lo mismo yo que mis hijos no podremos menos que alabar vuestra justicia. Pero ya es tiempo de que nos retiremos de aquí, yo para morir, vosotros para vivir ¿Entre vosotros y yo, quién lleva la mejor parte? Esto es lo que nadie sabe, excepto Dios.Esta lección de Moral -y hay una Moral cristiana, y una Moral no religiosa- debiera conocerla también los gobernantes, que tan imperfectos son como personas y, por tanto, como políticos. En la Historia de España -en otras, por supuesto, también, en todas partes cuecen habas- siempre hubo casos de corrupción económica, pero desde la dictadura de Franco es una constante en la política, afectando a presidentes, ministros, otros altos cargos políticos, medianos y bajos. Ocurre -reitero- porque el político abonó el campo para ello. Se viene anhelando que la Justicia sea independiente, y ni PSOE ni PP han movido un dedo en tal sentido, dando, empero, esperanza en realizarlo, esperanza siempre esfumada. Diré por enésima vez -repetido está hasta la saciedad y ha de estar captado por todo bicho viviente- que no lo hacen porque sería tirar cantos a su tejado y, como suele decirse, ningún tonto tira cantos a su tejado. Se está tomando el pelo al pueblo con la componenda política existente.
Ejemplaridad a lo socrático.
¿Dónde está el preferir la virtud a las riquezas? Por lo que veo y leo, no en la familia real ni en los políticos. Es la familia real la primera que está llamada a la ejemplaridad, en ella es el componente estético, innúmeras veces se ha afirmado que la ética en la monarquía es la estética de la misma. Iba a insertar aquí un reciente vídeo donde Jiménez Losantos una vez más analiza, en tertulia con Alejo Quadras y Eduardo Inda, cuán por tierra está,quedando ya evidente que el rey estuvo implicado en los """negocios""" del matrimonio Urdangarin-Borbón, mas opto por este otro, en que habla Losantos de la reciente presentaciónde de los Presupuestos del Estado.
Los pancalatanista acosan a Bauzá
Data la presentación de tales partidas nada menos que de la Edad Madia y tiene como objeto controlar el gasto público, en qué se gasta el Estado el dinero que aporta el pueblo, cuya voluntad de éste había de atender antaño el rey. Hoy día ni el rey ni Roque, al pueblo le han dejado afónico, y no le oyen. Al Gobierno con que vote cada cuatro años le basta, y no otra cosa desea.
Desastre económico y político.
Tenemos ruina económica como corresponde a nuestra ruina política, ambas generadas por torpeza y corrupción, y con banda sonora, en tan tenebrosa película, de la marcha funebre, de Federico Chopin. Y, no obstante, tiene su nota cómica por el evidente ridículo, extravagancia, de los dictados y máximas que tenemos que leer u oír de los políticos. Nos hallamos, según estudios al efecto, endeudados por una generación y media, pero se viene haciendo cínica propaganda. He aquí la gráfica, y continúa su línea ascendente.
Y ante esta ruina, el paro y la corrupción -lo primero deriva en su mayor parte de lo segundo- figuran a la cabeza de las preocupaciones de los españoles. Aparte del siguiente cuadro
hay otros motivos para la misma; por ejemplo, la crisis de valores, que se fueron al guano. Cuán cierto es que, como dice José Aranguren, los valores morales se pierden sepultados por los económicos.
En suma, y recordando a Sócrates, se prefieren las riquezas a la virtud, políticos hay que venden hasta la unidad de España. ¡Y con esta estructura política!... Antes de pensar en efectuar cambios, de una parte, en la Constitución y cubrir lagunas, de otra, lo pertinente sería convocar elecciones entre monarquía y república. ¿Infundir miedo una república? Pues no, y, en todo caso, ante la situación a que se ha llegado... ¿Es que no hay repúblicas en muy superior estado de economía y justicia que España? Por favor, seamos ecuánimes, imparciales de juicio, dejémonos de prejuicios. Miedo lo que hemos visto y ha traído la monarquía impuesta por el dictador Franco.
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