La probabilidad de perder en la lucha no debe disuadirnos
de apoyar una causa que creemos justa.-Abraham Lincoln -
¡Qué daño hace a la sociedad y se hace a sí mismo quien no se interesa por la política! El ciudadano está obligado a ocuparse de la misma pro domo sua, por su beneficio, no efectuarlo es cobardía y/o necedad.
de apoyar una causa que creemos justa.-Abraham Lincoln -
¡Qué daño hace a la sociedad y se hace a sí mismo quien no se interesa por la política! El ciudadano está obligado a ocuparse de la misma pro domo sua, por su beneficio, no efectuarlo es cobardía y/o necedad.
Ha sido necesario que treinta y tantos años de acomodaticia política en beneficio de los políticos haya llevado a España a la, por un lado, dramática y, por otro, esperpéntica situación en que nos hallamos para que la ciudadanía haya salido de su letargo político, que por parte de mucho ha estado en su fe desmedida a un partido. Y la casta política encantada de poder caminar a sus anchas, incontrolada. Ello, en definitiva, vino a incrementar el complejo de superioridad del político y, consecuentemente, a creerse con un poder sin límites sobre el pueblo, el cual está muy lejos de tener. Empezó viendo como bichos raros a los "indignados", mas ya parece que se va enterando de que el ciudadano, además de voto cada cuatro años, tiene voz a diario. Es este un tema a que, desde una variación u otra, he aludido más de una vez; incuestionablemente en gran parte la nefasta situación que padecemos se debe al silencio -censura no habiéndola oficialmente- que impuso la familia real y el gobierno. Claro que hay que ocuparse de la política, que, como en algún artículo he expuesto, ya lo recomiendan los clásicos. Pero ahora es de la infanta sui generis, muy especial, de la que quiero hacer expresa referencia.
Una infanta dedicada a los negocios con su marido.
Una infanta dedicada a los negocios con su marido.
No creo que el juez Castro se atreva a citar como imputada a la infanta Cristina, ya de momento se ha dejado ver que volverá a rechazarse; se exteriorizan opiniones que son para dejar patidifuso a cualquiera, por cortito de alcances que fuere, tenemos que leer: El fiscal general del Estado, Torres Dulce, insiste en que no hay elementos para imputar a la infanta. ¡Pues si llega a haberlos! Y don Eduardo, como se infiere de su cargo político, ha estudiado Derecho. De acuerdo hay que estar con él al asegurar que corresponde al juez instructor decidir si la imputa. Como vemos en las noticias que están apareciendo, el instructor del Caso Nóos se ha cargado de elementos para citarla como imputada, las últimas pruebas halladas son contundentes, de absoluta convicción.
El trato de favor ya inicialmente, cuando aun en el caso de dejar actuar al juez sin la menor interferencia y la imputara por segunda vez, ahora con más pruebas adquiridas, es evidente que una sentencia justa condenatoria no se iba a cumplir. Pero no ya en Cristina de Borbón, tampoco en Iñaki Urdangarin del que sí es de esperar dicte el juez sentencia condenatoria. Porque como es palmario no hace falta tanto valor para pronunciarse contra él como contra ella. Obviamente, por ser vos quien sois. Ya la vez pasada al ser desimputada se produjo una manifestación de protesta con un lema indubitable: se fue contra el juez por tratarse de la hija del rey.
El trato de favor ya inicialmente, cuando aun en el caso de dejar actuar al juez sin la menor interferencia y la imputara por segunda vez, ahora con más pruebas adquiridas, es evidente que una sentencia justa condenatoria no se iba a cumplir. Pero no ya en Cristina de Borbón, tampoco en Iñaki Urdangarin del que sí es de esperar dicte el juez sentencia condenatoria. Porque como es palmario no hace falta tanto valor para pronunciarse contra él como contra ella. Obviamente, por ser vos quien sois. Ya la vez pasada al ser desimputada se produjo una manifestación de protesta con un lema indubitable: se fue contra el juez por tratarse de la hija del rey.
Esta manifestación dejó huella, y si ahora la infanta no fuera imputada constituiría una indignación de la nación aún mayor si cabe por lo que de descomunal tendría en cuanto a favorecer la corrupción. Está claro que, como leemos en el texto que acompaña a este matrimonio de la realeza, sin justicia independiente, siempre habrá corupción, siempre la política, si la conviene, impedirá que se haga justicia. Ello es algo que lo sabemos bien, porque en esta España que ha llegado al summum de la corrupción, cayendo increíble alto número en ella, lo estamos viendo frecuentemente en políticos, banqueros..., se evita su captura o que incluso caídos bajo la acción de la Justicia y condenados, se les indulta ipso facto. Inverosímil el elevadísimo número de indultos en el gobierno de Aznar, en el de Zapatero y en el actual. No cansados de indultar cacos, los dos últimos presidente lo hacen de criminales de ETA.
Déjese al juez Castro que actúe como juez ejemplar, de paso se cumple el artículo 14 de la Constitución, ya que la política ha hecho que se incumplan tantos y tantos, que ahora no hace al caso entrar en ello pero que está en el conocimiento de todos. Ha sido a lo largo de los cuatro presidentes habidos en este reinado; dígase lo que se diga, y un día lo detallaré, el haber ido de mal en peor desde Felipe González, y ya en el precipicio con Zapatero, cuya política desastrosa sigue Rajoy, el que más ha mentido y engañado a los españoles y con quien más éstos la han errado en las elecciones.
Lo que falta por ver.
Pronto vamos a ver qué pasa con la infanta Cristina y la Justicia. Confiemos que el juez Castro siga valeroso y temamos que los políticos -igual PP que PSOE- nos van a desfraudar hasta en este caso que fastidia a todos, a las víctimas de la crisis y a los que menos les ha afectado, porque es hiriente que se escamoté la razón, que se imponga la arbitrariedad, que se trate de memo al ciudadano. Claro que los hay, pero de esto a pensar que todos lo no políticos profesionales son poco inteligentes y tienen poco juicio, son mentecatos, hay una sideral diferencia. Políticos hay también que no son unas lumbreras, que digamos, ni, por supuesto, les hace falta para su dedicación, basta con ser honesto. Ya sé que el político tiene su gran maestro en Nicolás Maquiavelo, el cual exalta el poder, el éxito, la imagen y la eficacia por encima de la lealtad. Según él, mentir está bien si logra un fin político. Pero a esta altura de la humanidad no se puede admitir que sea lícito conseguir un propósito mediante astucia, hipocresía, engaño. Ni siquiera en el campo, no muy noble, de la política. Lo hemos visto con Rajoy que sólo así ha obtenido su mayoría absoluta. ¡Para lo que le sirve y nos sirve! Plena decepción de la confianza y esperanza que en él depositaron sus votantes.
No se ha de camuflar con la mentira, y menos cuando ésta no puede emplearse porque la verdad está a la vista, la imputación de la esposa del procesado Iñaki Urdangarin tan culpable como la de su socio Diego Torres, pues que tanto Cristina de Borbón como Ana Tejeiro formaron con Carlos García Revenga la banda de los negocios sin ánimo de lucro. Lo malo que esta clase de negocios no existe, no puede existir, sería una antinomia, una contradicción, negocio es lucro. Resulta abstruso, por lo que tiene de absurdo, que todavía no se haya imputado a la infanta, que, además, por ser tal constituyó el alma mater de la empresa. Innúmeras veces se ha asegurado que ni Urgandarin ni Torres hubieran conseguido sus... "éxitos" de no estar éstos respaldados por la realeza. Es incontrovertible.
Que no continúe el blindaje de la infanta y la ayuda a su tan detestado marido ante los Tribunales de Justicia al extremo que está llegando: visible ayuda indirecta a Urdangarin y directa a su mujer. En varios artículos me he ocupado ex profeso de las vicisitudes de este affaire del matrimonio Urdangarin-Borbón, y de pasada en algún otro -en el anterior, por ejemplo- y siempre he dado por hecho que el duque de Pon-la-palma es muy dudoso que sea encarcelado -en cuanto a su cónyuge queda descartado- y de serlo apenas calentará el catre. Pero -insisto- al menos que haya sentencia, que ya está su suegro, el presidente o el ministro de Justicia, para indultarle.
En fin, no sólo esta pendiente si se imputa o no a la infanta -golpe tremendo que se quiere evitar a la monarquía ya en pésimo estado-, sino también la fianza solidaria de Urdangarin y su socio, fianza en proceso de embargo. No se evitará -difícil obra- que a la infanta no afecte la fianza económicamente, aunque sea inocente, tan sin malicia que no era consciente de que vivía y se enriquecía muy por encima de sus posibilidades, incluso firmaba en barbecho.
De cómo cojea la Justicia a causa de la política lo apunta bien Pablo Sebastián en su artículo "Fiesta Nacional sin Rey". Tras relacionar los escándalos de corrupción, entre ellos el de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina en Nóos / Aizoon, escribe:
También deseo Manos Limpias retirar el Pasaporte a Urdangarin en cuyo caso no hubiera podido volver a Wasington y continuar en Telefónica un tiempo más. Tampoco ahora estaría con su esposa en Ginebra. ¿Por qué dijeron que él se quedaba en Barcelona? Bueno, rectificarían después. A ver si para ellos hay algo de justicia y de verdad; y por su verdad, que ya es notoria, sufren de algún modo las consecuencias judiciales. De las sociales no se escaparán, las sufren ya de España entera.
La heroicidad del juez Castro es similar a la de su colega Mercedes Alaya -también Pablo Rus-. En este país es difícil meter mano a los políticos de algún relieve e imposible a los presidentes nacionales. Posible a lo sumo en un presidente de Autonomía. Y volvemos a lo mismo: mientras el Poder Judicial no sea independiente del Poder Ejecutivo... ¡Adiós justicia que tantas veces se quiebra! Triste la corrupción de la política, triste la persistencia en los errores políticos y qué decir de que la corrupción se halle también donde menos tenía que estar. Se ha gobernado mal, y, para peor, en el marco de la corrupción. La sociedad quiere luchar contra los cacos, ¡pero cuán ignominioso que encuentra trabas para ello! Se hace ver con el matrimonio Urdangarin-Borbón, cada día más... La pregunta revolotea por doquier: ¿Cuál será el resultado final?
Se verá en noviembre de 2013.
El citado sindicato Manos Limpias, o sea la acusación popular en el caso Nóos, "lamenta profundamente y censura" las "desafortunadas" salidas del fiscal general del Estado. Si este señor no ha visto todavía "datos objetivos", no sé a qué datos espera, cuáles lo son para él. Lo que está claro por jurídicos y no jurídicos es la imposibilidad de imputar a la infanta, aunque hubiere motivo, ni siquiera citarla a declarar. El juez Castro por concienzudamente que tiene preparado el tema, aportando pruebas contundentes, como ya he dicho -indagado lo que la Audiencia de Palma le mandó indagar-, en cuanto a que la infanta se halla en un posible delito de blanqueo de capitales, tendrá que exonerarla velis nolis, quiera o no quiera. No está en sus manos implicarla penalmente; bueno, estarlo, lo está, pero, si intenta efectuarlo se lo arrebatarán de las manos.
El escándalo, eso sí, está garantizado; quiere el juez consultar a las partes: Manos Limpias, emplazar las abogacías del Estado y de Baleares, etc. Defiende a ultranza su posición honesta, pero ¿qué esperar si tiene en contra la institución monarquica y los políticos? Pues, sencilamente, las notas más discordantes y el juez dirá esto de España:
Y será opinión -ya reforzada- a escala nacional e internacional. Sí, la guasa llega a un límite de lo más molesto. Es evidente que no debiera tomarse a coña la corrupción, defenderla con la burla y disimulo. Aterrados por la política que sufrimos -y también aquel a quien la realidad no le ha alcanzado-, viendo que honestos jueces tienen que echarle valor para castigar la corrupción dominante, aplastante, ansiamos la espera de si al fin se imputa e involucra en el caso Nóos/Aizoon a la colaboradora y copropietaria del mismo doña Cristina de Borbón. La espera ha sido mucha; la esperanza fue poca desde un principio y ha ido descendiendo, tanto es así que apenas existe en la actualidad. Y desde el domingo 27 de ocrubre de 2013, sí, ayer.
Dios los cría y ellos se juntan.
Pero ni el mismísimo Satanás podía penasar en la posibilidad de que se runieran miembros del Gobierno con Iñaki Urdangain y su mujer.Empero así ha sido en la boda de Pablo Lara y Anna Brufau, todos juntos y revueltos en Barcelona. Podemos leer que: "Los políticos no se salvaron de las críticas ni como invitados en una boda. Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría y Ana Pastor no quitaron la sonrisa a pesar de ser acusados de ladrones. Los tres llegaban a la iglesia entre numerosos abucheos, ante gritos de "corruptos, ladrones". Ante esto los políticos seguían manteniendo la sonrisa. Javier Arenas también fue uno de los afectados. Tampoco se libraron expolíticos como María Fernández de la Vega que apareció junto a la madre de Pablo Lara en la escalinata". El broche de oro le puso la presencia del matrimonio Urdangarin-Borbón que se unieron al banquete pero no se atreviero a ir a la iglesia. Lo contrario de Rajoy que fue a la ceremonía pero no al banquete por rehuir a Artur Mas. En lo que atañe a Cristina y Urdangarin ya es... valor. Duramente -no cabe otra, claro está- lo analiza el vídeo de LD "Urdangarin y la infanta, de boda en Barcelona". Tal acto familiar le denomina "bodón de la corrupción".
¡De que manera tan incoherente están actuando los políticos y la familia real, un paso en falso tras de otro! Lo peor de la herida que causa a la sociedad ver a que extremo nos ha llevado, y está llevándonos, el bipartito, preocupándose ante todo de su bienestar, aunque sea sangrándonos, y el evidente trato de favor a Iñaki Urdangarín y especialmente a su esposa, es que se va a cerrar en falso y después se va a enconar más de lo enconado que ya está. Todo es deconcertante en la acepción de "hacer o decir algo sin la serenidad, miramiento y el orden que corresponde" (DAE). ¿Será por aquello de que a lo loco se vive mejor? Pues no, y trae crisis, la que venimos sufriendo que es económica, política y social.
Roma no quería pagar traidores, y ya los ciudadanos españoles abucheando a los políticos y a la familia real -a ésta recientenente a la reina y a los príncipes frente al Teatro Campoamor, en Oviedo- les demuestran que les rechazan de plano, que ansian tachar ya la monarquía
y esta política de partidos turnantes que ya ve la ciudadanía como más tunantes que los así llamados cuando Cánovas y Sagasta.
Déjese al juez Castro que actúe como juez ejemplar, de paso se cumple el artículo 14 de la Constitución, ya que la política ha hecho que se incumplan tantos y tantos, que ahora no hace al caso entrar en ello pero que está en el conocimiento de todos. Ha sido a lo largo de los cuatro presidentes habidos en este reinado; dígase lo que se diga, y un día lo detallaré, el haber ido de mal en peor desde Felipe González, y ya en el precipicio con Zapatero, cuya política desastrosa sigue Rajoy, el que más ha mentido y engañado a los españoles y con quien más éstos la han errado en las elecciones.
Lo que falta por ver.
Pronto vamos a ver qué pasa con la infanta Cristina y la Justicia. Confiemos que el juez Castro siga valeroso y temamos que los políticos -igual PP que PSOE- nos van a desfraudar hasta en este caso que fastidia a todos, a las víctimas de la crisis y a los que menos les ha afectado, porque es hiriente que se escamoté la razón, que se imponga la arbitrariedad, que se trate de memo al ciudadano. Claro que los hay, pero de esto a pensar que todos lo no políticos profesionales son poco inteligentes y tienen poco juicio, son mentecatos, hay una sideral diferencia. Políticos hay también que no son unas lumbreras, que digamos, ni, por supuesto, les hace falta para su dedicación, basta con ser honesto. Ya sé que el político tiene su gran maestro en Nicolás Maquiavelo, el cual exalta el poder, el éxito, la imagen y la eficacia por encima de la lealtad. Según él, mentir está bien si logra un fin político. Pero a esta altura de la humanidad no se puede admitir que sea lícito conseguir un propósito mediante astucia, hipocresía, engaño. Ni siquiera en el campo, no muy noble, de la política. Lo hemos visto con Rajoy que sólo así ha obtenido su mayoría absoluta. ¡Para lo que le sirve y nos sirve! Plena decepción de la confianza y esperanza que en él depositaron sus votantes.
No se ha de camuflar con la mentira, y menos cuando ésta no puede emplearse porque la verdad está a la vista, la imputación de la esposa del procesado Iñaki Urdangarin tan culpable como la de su socio Diego Torres, pues que tanto Cristina de Borbón como Ana Tejeiro formaron con Carlos García Revenga la banda de los negocios sin ánimo de lucro. Lo malo que esta clase de negocios no existe, no puede existir, sería una antinomia, una contradicción, negocio es lucro. Resulta abstruso, por lo que tiene de absurdo, que todavía no se haya imputado a la infanta, que, además, por ser tal constituyó el alma mater de la empresa. Innúmeras veces se ha asegurado que ni Urgandarin ni Torres hubieran conseguido sus... "éxitos" de no estar éstos respaldados por la realeza. Es incontrovertible.
Que no continúe el blindaje de la infanta y la ayuda a su tan detestado marido ante los Tribunales de Justicia al extremo que está llegando: visible ayuda indirecta a Urdangarin y directa a su mujer. En varios artículos me he ocupado ex profeso de las vicisitudes de este affaire del matrimonio Urdangarin-Borbón, y de pasada en algún otro -en el anterior, por ejemplo- y siempre he dado por hecho que el duque de Pon-la-palma es muy dudoso que sea encarcelado -en cuanto a su cónyuge queda descartado- y de serlo apenas calentará el catre. Pero -insisto- al menos que haya sentencia, que ya está su suegro, el presidente o el ministro de Justicia, para indultarle.
En fin, no sólo esta pendiente si se imputa o no a la infanta -golpe tremendo que se quiere evitar a la monarquía ya en pésimo estado-, sino también la fianza solidaria de Urdangarin y su socio, fianza en proceso de embargo. No se evitará -difícil obra- que a la infanta no afecte la fianza económicamente, aunque sea inocente, tan sin malicia que no era consciente de que vivía y se enriquecía muy por encima de sus posibilidades, incluso firmaba en barbecho.
De cómo cojea la Justicia a causa de la política lo apunta bien Pablo Sebastián en su artículo "Fiesta Nacional sin Rey". Tras relacionar los escándalos de corrupción, entre ellos el de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina en Nóos / Aizoon, escribe:
...con el agravante y sospecha de que la política en connivencia con la fiscalía del Estado y el Poder Judicial está abortando las investigaciones judiciales, que por otra parte los partidos y los gobiernos afectados impiden que lleguen al Parlamento y se investiguen como cabría esperar.Es incuestionablemente de lo más vergonzoso que además de faltar pan, falta justicia. Jamás creyó la señora Urdangarin en la posibilidad de verse involucrada, hiciera lo que hiciera, en asunto amargo, ¡le fue siempre todo tan fácil y la obsequiaron, incluso en lo laboral con tanta largueza! ¡Qué osadía la de un juez que le pide la declaración de la renta! Y, por si ello fuera poco atrevimiento, quiere que vaya a declarar. Qué le importa su economía, que le importa su vida, piensa ella. Tal fue, tal es la reacción de esta persona real a la que todo se le pasó desapercibido. Juez e infanta se conocen, pues como les conocemos a ellos casi todos, por fografía. ¿Llegarán a conocerse de visu? A ella le infunde pavor; él lo desea ahora y Manos Limpias lo deseó siempre.
También deseo Manos Limpias retirar el Pasaporte a Urdangarin en cuyo caso no hubiera podido volver a Wasington y continuar en Telefónica un tiempo más. Tampoco ahora estaría con su esposa en Ginebra. ¿Por qué dijeron que él se quedaba en Barcelona? Bueno, rectificarían después. A ver si para ellos hay algo de justicia y de verdad; y por su verdad, que ya es notoria, sufren de algún modo las consecuencias judiciales. De las sociales no se escaparán, las sufren ya de España entera.
La heroicidad del juez Castro es similar a la de su colega Mercedes Alaya -también Pablo Rus-. En este país es difícil meter mano a los políticos de algún relieve e imposible a los presidentes nacionales. Posible a lo sumo en un presidente de Autonomía. Y volvemos a lo mismo: mientras el Poder Judicial no sea independiente del Poder Ejecutivo... ¡Adiós justicia que tantas veces se quiebra! Triste la corrupción de la política, triste la persistencia en los errores políticos y qué decir de que la corrupción se halle también donde menos tenía que estar. Se ha gobernado mal, y, para peor, en el marco de la corrupción. La sociedad quiere luchar contra los cacos, ¡pero cuán ignominioso que encuentra trabas para ello! Se hace ver con el matrimonio Urdangarin-Borbón, cada día más... La pregunta revolotea por doquier: ¿Cuál será el resultado final?
Se verá en noviembre de 2013.
El citado sindicato Manos Limpias, o sea la acusación popular en el caso Nóos, "lamenta profundamente y censura" las "desafortunadas" salidas del fiscal general del Estado. Si este señor no ha visto todavía "datos objetivos", no sé a qué datos espera, cuáles lo son para él. Lo que está claro por jurídicos y no jurídicos es la imposibilidad de imputar a la infanta, aunque hubiere motivo, ni siquiera citarla a declarar. El juez Castro por concienzudamente que tiene preparado el tema, aportando pruebas contundentes, como ya he dicho -indagado lo que la Audiencia de Palma le mandó indagar-, en cuanto a que la infanta se halla en un posible delito de blanqueo de capitales, tendrá que exonerarla velis nolis, quiera o no quiera. No está en sus manos implicarla penalmente; bueno, estarlo, lo está, pero, si intenta efectuarlo se lo arrebatarán de las manos.
El escándalo, eso sí, está garantizado; quiere el juez consultar a las partes: Manos Limpias, emplazar las abogacías del Estado y de Baleares, etc. Defiende a ultranza su posición honesta, pero ¿qué esperar si tiene en contra la institución monarquica y los políticos? Pues, sencilamente, las notas más discordantes y el juez dirá esto de España:
Y será opinión -ya reforzada- a escala nacional e internacional. Sí, la guasa llega a un límite de lo más molesto. Es evidente que no debiera tomarse a coña la corrupción, defenderla con la burla y disimulo. Aterrados por la política que sufrimos -y también aquel a quien la realidad no le ha alcanzado-, viendo que honestos jueces tienen que echarle valor para castigar la corrupción dominante, aplastante, ansiamos la espera de si al fin se imputa e involucra en el caso Nóos/Aizoon a la colaboradora y copropietaria del mismo doña Cristina de Borbón. La espera ha sido mucha; la esperanza fue poca desde un principio y ha ido descendiendo, tanto es así que apenas existe en la actualidad. Y desde el domingo 27 de ocrubre de 2013, sí, ayer.
Dios los cría y ellos se juntan.
Pero ni el mismísimo Satanás podía penasar en la posibilidad de que se runieran miembros del Gobierno con Iñaki Urdangain y su mujer.Empero así ha sido en la boda de Pablo Lara y Anna Brufau, todos juntos y revueltos en Barcelona. Podemos leer que: "Los políticos no se salvaron de las críticas ni como invitados en una boda. Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría y Ana Pastor no quitaron la sonrisa a pesar de ser acusados de ladrones. Los tres llegaban a la iglesia entre numerosos abucheos, ante gritos de "corruptos, ladrones". Ante esto los políticos seguían manteniendo la sonrisa. Javier Arenas también fue uno de los afectados. Tampoco se libraron expolíticos como María Fernández de la Vega que apareció junto a la madre de Pablo Lara en la escalinata". El broche de oro le puso la presencia del matrimonio Urdangarin-Borbón que se unieron al banquete pero no se atreviero a ir a la iglesia. Lo contrario de Rajoy que fue a la ceremonía pero no al banquete por rehuir a Artur Mas. En lo que atañe a Cristina y Urdangarin ya es... valor. Duramente -no cabe otra, claro está- lo analiza el vídeo de LD "Urdangarin y la infanta, de boda en Barcelona". Tal acto familiar le denomina "bodón de la corrupción".
¡De que manera tan incoherente están actuando los políticos y la familia real, un paso en falso tras de otro! Lo peor de la herida que causa a la sociedad ver a que extremo nos ha llevado, y está llevándonos, el bipartito, preocupándose ante todo de su bienestar, aunque sea sangrándonos, y el evidente trato de favor a Iñaki Urdangarín y especialmente a su esposa, es que se va a cerrar en falso y después se va a enconar más de lo enconado que ya está. Todo es deconcertante en la acepción de "hacer o decir algo sin la serenidad, miramiento y el orden que corresponde" (DAE). ¿Será por aquello de que a lo loco se vive mejor? Pues no, y trae crisis, la que venimos sufriendo que es económica, política y social.
Roma no quería pagar traidores, y ya los ciudadanos españoles abucheando a los políticos y a la familia real -a ésta recientenente a la reina y a los príncipes frente al Teatro Campoamor, en Oviedo- les demuestran que les rechazan de plano, que ansian tachar ya la monarquía
y esta política de partidos turnantes que ya ve la ciudadanía como más tunantes que los así llamados cuando Cánovas y Sagasta.
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