domingo, 3 de enero de 2021

Problemática de las elecciones

En las elecciones el pueblo tiene la ilusión de ejercer el poder, pero no es así, claro, no hay voluntad general, ésa es una idea metafísica.
-Gustavo Bueno-

Hemos de hablar en todo con conocimiento de causa, no digamos en política-Aquí se habla mucho lo que se dice 'por boca de ganso; para evitarlo se necesita documentarse sobre el político, que no deja de ser ante todo un captador de votantes. Hay que tratar de conocer la trayectoria política de tal del sujeto de referencia, quien lo que ante todo quiere es alcanzar la poltrona, el Poder. Para ello tanto le interesa el voto de una persona culta como como el de la iletrada, el de un inteligente o el de un maldito mentecato y de mala ralea -que el tonto, como considera Unamuno, generalmente es avieso-, ya que se trata del número, no de la calidad. ¡Que mezcolanza tan dañina! No en balde un destacado político hubo que no halló bueno el sufragio en su acepción de sistema electoral. Él dijo: 'enemigo del sufragio universal, pero su manejo práctico no me asusta'.

Durante mucho tiempo se excluyó del oto a la mujer por tenerla como ignorante, y en verdad lo era, porque no se la equiparaba en educación con el hombre. Fue precisamente una mujer -Clara Campoamor- la que logró el voto para ellas . Cabe preguntarse si por ser hombre se dispone de modo indefectible de estudios, de inteligencia cultivada o, simplemente, sin cultivar . Bien es cierto que cuando no la hay natural poco puede cultivarse, pues como dice el clásico adagio 'quod natura non dat, Salamantica non praestat', lo que la naturaleza no da, Salamanca no presta. Ya en la Biblia, concretamente en 'el Eclesiastés', podemos leer 'stultorum infinitus est numerus', el número de tontos es infinito Y existieron, existen y existirán siempre. Varios autores podría citar que concurren en esta idea, valga para ejemplo Cicerón: 'Todo el mundo está lleno de estúpidos'. Aquí no hay distinción de sexo, hay grandes hombres y grandes mujeres por razón de su intelecto.

La mujer, insisto, no es un ser inferior al hombre en cuanto a inteligencia, aunque no haya faltado quien lo ha asegurado, incluido un padre de la Iglesia Católica; lo ocurrido es que imperó enorme machismo al que ya el cristianismo algo frenó. Este prepotencia del varón respecto a la mujer le vetaba pisar el Instituto y la Universidad -no faltó la que se disfrazó de hombre para poder asistir a ella-. Difícilmente podía trabajar más allá de menesteres muy humildes. Hay que excluir dos oficios, el de estanquera y el de reina, no obstante este último se vio interceptado en algunos reinos, recordemos la disputas con tal motivo surgidas entre Fernando el Católico e Isabel al pronto de casarse, mas se llegó al 'Tanto monta, monta tanto Isabel como Fernando'.

Esta prepotencia del hombre ya queda lejos y la verdad es que como todo tiene sus pros y sus contras, pero no he de ir por este camino de digresión, y regreso al emprendido.

Tanto el voto del hombre como el de la mujer puede ser acertado o desacertado, digamos que uno y otra votan, y esto es lo indudable, al que entienden que va a beneficiarles en su enclave social. Mentira es, por mucho que quiera hacer ver que un partido político vela por toda la escala social, que el presidente del mismo así actúe, ello no pasa de una añagaza de propaganda electoral. Cada partido tiene sus propias miras, cifradas en defender un sector social, que no la sociedad en general. A decir del novelista y economista José Luís Sampedro 'hay dos clases de economistas: los que trabajan para hacer más ricos a los ricos y los que trabajamos para hacer menos pobres a los pobres'. El político igualmente sigue una u otra meta. Y él advierte: 'Somos naturaleza. Poner el dinero como bien supremo nos conduce a la catástrofe'.

Papel del votante.

Curiosamente los votantes no se sienten responsables del fracaso del Gobierno que han votado.
- Alfredo de Moravia -

Que me perdone este novelista, dramaturgo y político italiano, pero no comparto plenamente su criterio en la responsabilidad que el votante tiene en cuanto a la tarea política que el elegido presidente desarrolla. Sin entrar en detalles de lo que ofreció y no cumplió, digamos en primer lugar que a ninguno se le vota para que practique la corrupción. Por otra parte, inmerso hasta el cuelo el bipartito,¿a quién se votaba cuando ambos llevaban la voz cantante? Un tercer partido que había, y no reconocido como corrupto, desapareció. Dijo Julio Anguita que 'quien vota a los corruptos los legitima, los justifica y es tan irresponsable como ellos´. Hubo una época en España que no había otra salida.

Se engaña al pueblo miserablemente; la Constitución Española 1978 prescribe en su inicio.

Artículo 1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que programa como valores superiores de su ordenamiento jurídico, la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. /2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. / 3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.

Lo de la soberanía del pueblo es una filfa, un engañabobos, que por necios, indubitadamente, toman los políticos a la sociedad, se pasan de listos Se apoyan en la Carta Magna cuando les conviene y la incumplen cuando quieren Está claro que, como afirma Castelao, 'el pueblo solo es soberano el día de las elecciones', (Harto demostrada está la contradicción del ilustre gallego médico, dibujante, escritor y político. Como tal perteneciente al partido republicano. Se ausentó de España en 1938 y falleció Buenos Aires el 7 de enero de 1950a los 56 años de edad. debido a un cáncer de pulmón. Como representante del nacionalismo gallego, mal lo hubiera pasado con Franco de caer en sus garras.

Está visto y comprobado que los Gobiernos -españoles y desde Franco- han venido pasándose por el Triángulo de Scarpa desatendiendo varios artículos e incluso llevando la contraria a otros . De ello he hablado hasta la saciedad , asimismo lo han hecho firmas más autorizas en materia política, pero hasta el día hoy todo ha sido la clásica 'vox clamantis in deserto' Pobre pueblo, por la política, por sus artífices, está encaminado al desencanto. Perfectamente lo expone el locutor deportivo canadiense, Shorthouse: 'cuando hayáis vivido más tiempo en este mundo y sobrevivido a las ardientes y agradables ilusiones de la juventud, , hallaréis que vuestro amor y piedad por el pueblo se duplican, y que vuestra admiración y apego a cualquier partido u opinión política desaparece por completo'.

Es evidente que con el paso del tiempo se impone el despecho, la desilusión, desesperanza, decepción, y tanto por parte del pueblo como de los partidos . Por parte del primero, ya Eurípides consideraba: 'Tres son los partidos que dividen al Estado: los ricos, gente inútil y siempre ávida de acumular bienes; los pobres, gente violenta, envidiosa y que se dedica a injuriar a los ricos, bajo la influencia de las calumnias que levantan sus perversos jefes . El tercer parido se halla formado por la clase media, siendo ésta la que crea la prosperidad de los Estados , la que mantiene el buen orden y la constitución establecida'. Los partidos todos mienten; para el médico y escritor satírico John Arbuthnot, 'todos los partidos políticos mueren destrozados por sus propias mentiras'.

La Política es genuina mentira, engaño.

El arte de la guerra es el arte de destruir a los hombres, de la misma manera que la política es el arte de engañarlos.
-D' Alambert, enciclopedista-

El mal o el bien en política no estriba en los votantes, que al fin y a la postre, no figuran en el Gobierno, realmente sino relativamente -los representantes le son impuestos-, y claro está también que para ningún partido se vota autorización a la mentira y a ser "chorizos". No obstante lo cual, mentira y política unidas, tanto es así que Voltaire define la política identificándola con la mentira: '¿Qué cosa es la política sino el arte de mentir deliberadamente?' El arma arrojadiza de los político es la mentira, según el poeta alemán Rollenhagen, 'la falsedad gobierna el mundo entero'. De aquí se infiere que es incuestionable este terrible aserto que es nada menos que de Shakespeare: 'la política está por encima de la conciencia'. Mienten los políticos como bellacos, y ya dentro de esta picaresca y teniendo también por base la mentira y todos sus sinónimos, engaño, falsedad, hipocresía, etcétera, la corrupción.



Creo que expuesto por este estadista estadounidense de primera talla y con gran influencia en la política internacional, no cabe la menor duda de su afirmación. Este republicano conoce bien el paño.

Es irrefutable que en la política se reproducen los ladrones por generación espontánea pero, como contagio de ellos y del anterior monarca, también en la sociedad hay un apabullante porcentaje de cacos, dándose entonces el caso de que éstos votan, a un colega o que lo va a ser.

Política = binomio. Política - dinero.

La política hoy en día la hace exclusivamente el dinero, y de ello se queja el citado economista: 'somos naturaleza -dice-, poner el dinero como bien supremo nos conduce a la catástrofe'. Hay que ser humanista (para ser humanista no hace falta ser cristiano, pero para ser cristiano hay que ser humanista), Clara Campoamor decía: 'ante todo soy humanista'. Es importante el estudio de las Letras para tener humanidad, benevolencia, compasión, caridad.. Y ésta es una virtud teologal y debe poseerse aun no siendo creyente. En el político, con letras o sin letras -que muy incultos los hay-, la benevolencia suele esfumarse, pierde la conciencia. Ya hemos en "el cisne de Avon" que opina es carente de conciencia la política. Concepción Arenal estima por su parte que 'el hombre se mejora a medida que se ilustra, se ve por la historia y se explica por la razón. La inteligencia cultivada rectamente suministra medios para combatir el mal. Esta idea última merece ser subrayada, porque hay que hay que ejercitarse en el estudio pero dentro de la rectitud.

Los votantes tendrían que avivar el seso, ¿pero valdría de algo? Tal como son los políticos... Los políticos tenían que ser -todos, sin excepción de jerarquía- personas íntegras, que, como dice Ortega y Gasset, 'el mando debe ser anexo a la ejemplaridad'. Exactamente como es conditio sine quam non, condición indispensable, en la Monarquía moderna En este mundo es sabido, no sé si en alguna galaxia más, el detestable modelo dado por la monarquía de Juan Carlos I y su corte de políticos, que no quiso otra. La de las cortesanas ya se las buscó por su cuenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario