domingo, 7 de octubre de 2018

La Monarquía de hoy, la más rara

Las monarquías son una cosa esencialmente antigua; imposibles de modernizar y se desmorona apenas se las toca. Ya nadie cree en los derechos divinos y esas graciosas zarandajas. Véase lo que pasa en Gran Bretaña y en algunos lugares. Si las falsas reales, además de sus altos y estáticos privilegios, quieren tener los de los pequeños burgueses (amores, celos, cuernos, divorcios, suicidios falsos y otros modestos aditamentos de la vida) por mal camino van. Porque, si todos fuésemos iguales, salta a la vista que todos seríamos iguales para todo. Por eso, lo mejor es que queden en su Olimpo, sin que los escuchemos respirar.
- Antonio Gala -

Tremendo error de Juan Balansó en 'La Familia Real y la Familia Irreal'; mal vaticinio sobre el hijo de Juan Carlos I, el rey impuesto por el dictador Francisco Franco. Lo comprobamos si de tal obra leemos el capítulo titulado '¿Quién será la futura reina de España?', el cual empieza así.
Cuando llegue el momento de echarse novia en serio, Felipe de Borbón podrá elegir entre una veintena de princesas. Si se tiene en cuenta que su bisabuelo, Alfonso XIII, solo pudo escoger entre ocho, su abuelo, el conde de Barcelona, entre seis, y su padre, el rey Juan Carlos, entre diez, no cabe duda de que el príncipe de Asturias es un joven afortunado.
De nada le sirvió esta ventaja; su bisabuelo, su abuelo y su padre cumplieron con lo cánones de la monarquía en cuanto a contraer matrimonio el Príncipe de Asturias, pero Felipe de Borbón y Grecia despreció olímpicamente, con verdadero desdén, las normas a seguir y que hasta él supusieron la imposibilidad de reinar. Tiene el ejemplo más próximo en sus tíos paternos, x x al casarse con Eldemira Sampedro, y el infante don Jaime contrayendo matrimonio con Manuela Dampierre. No piensa que se repita la Historia. Dice:
Es demasiado culto e inteligente Felipe de Borbón para ignorar las obligaciones que como príncipe heredero debe a España. Y una de las provinciales obligaciones de su alteza es, sin duda alguna, proporcionar al país una buena reina. Como también es indudable que el príncipe sabrá conjugar sus obligaciones dinásticas con sus deseos personales.
De indudable, nihil. No ha habido conjugación que valga, él se ha atenido exclusivamente a sus deseos personales, enfrentándose a su padre, que, por otra parte, dada su vida donjuanesca carecía de poder moral. Éste ya había evitado en su hija una boda impropia, pero tuvo que pasar por las horcas caudinas con Letizia Ortiz Rocasolano, sería indefectiblemente su nuera. Y hoy día, a pesar de ser un matrimonio morganático, don Felipe es rey, y doña Letizia reina. Con referencia a la derogación de la pragmática de matrimonios, escribe Balansó: 'Si se derogase ahora, no ignora la Familia Real que, aun teniendo en cuenta los imperativos del presente, no faltará quien reproche que se haga en provecho de de la Sartorius, por ejemplo, lo que no se hizo n beneficio de la Dampierre...'. Se reprocha por todos y todo. Si Jaime Peñafiel protesta a voz en grito de la princesa, posteriormente reina,  que don Felipe  ha dado a los españoles, ¿qué decir de su colega en el estudio de dinastías reales actuales, si viviera?  Y ya no digamos de sus comentarios reprobatorios, que dejó escrito, de tanto indebido proceder. Él protesta contra los inadecuados matrimonios contraídos por las infantas Elena y Cristina, denominando a sus cónyuges 'bisutería fina'. Léase  'Los diamantes de la Corona' (1998). No los entiende adecuados para la sucesión, habla del balonmanista zurdo, y ni a éste ni al marido de Elena les encuentra adecuados para representar al Estado. Lo explaya en el epígrafe: 'Don Jaime y don Iñaki, jefes de Estado'.

Juan Balansó falleció en Madrid el 28 de junio de 2003, el día, casualmente, en que cumplía 61 años. De no ser así mucho habría comentado sobre el 'Caso Nóos' y del gerifalte Urdangarin, persona descollante en la actividad del trinque hasta ar con sus huesos en la cárcel, baldón enorme para la institución de la monarquía. No existió ninguna en  que el yerno del anterior monarca y cuñado del actual se encuentre preso. O dicho de otra manera, no existió preso alguno que tuviera por suegro un rey emérito y por cuñado un monarca. No hablo de política, habló de Historia. De ésta, y ya que estamos refiriéndonos a tan destacado experto en la misma, presentaré cómo señala la ignorancia en asesores de la Zarzuela, los coetáneos a aquel hecho..Lo encontramos cuando trata de 'La dinastía Marichalar'. Escribe:
"Había algún riesgo de que la infanta Elena diera a luz precisamente en la emblemática fecha y ello aconsejó tomar seguridades -descubrió Época (10-8-1998)-; sus padres prefirieron provocar el parto y que la criatura viniera al mundo el 17 de julio." Tarea inútil para cualquier persona culta. Si los asesores de la Zarzuela conocieran algo mejor el percal, sabrían que la sublevación militar que dio paso a la guerra civil fue iniciada por las guarniciones de África justamente el día 17 de julio, que es, por lo tanto, la verdadera fecha en que comenzó la contienda más sangrienta que ha conocido España.
Nuestro autor escribió 'La Corona vacilante'. versando sobre las veces que cayó; pues bien, otra vez vacila. Hoy día el trono de Felipe VI peligra desplomarse, ya ascendió a él con bastante exposición a ello, la sucesión no fue otra cosa que un apuntalamiento. 'La monarquía de Juan Carlos I  -Balansó dice-  pasará a la Historia como el reinado de la corrupción'. A tal reinado ha sucedido más descubrimientos del pasado de éste, lo cual revierte sobre el monarca actual, pero además durante las funciones de don Felipe se ha producido la condena de su cuñado, su ingreso en la cárcel. Es todo un torpedo en la línea de flotación, que causa enorme brecha a la obsoleta institución monárquica. El agua del rechazo la inunda e indefectiblemente se va a pique. En verdad que no es para rasgarse las vestiduras, manifestar duelo, a excepción de sus beneficiarios de algún modo, empezando por sus asalariados, pues éstos, como indica la Real Academia al definirlos, 'en ideas o en conducta supeditan su propio criterio al de quien les paga'.

Hay en el Reino de España un matrimonio morganático que reina. Pensaría el Príncipe de Asturias que si por ello no era excluido de reinar, igual le daba elegir esposa entre la realeza que entre la aristocracia, sangre azul, o entre los plebeyos, sangre roja, y eligió la roja. Este hecho es excepcional en la línea de sucesión, pero no lo es, ni mucho menos, en los hijos bastardos, de los que los Borbones tienen superabundancia, especialmente Alfonso XIII y Juan Carlos I.; ambos también grandes "financieros", quizá no entendiendo mucho de Bolsa, pero sí de llenarse los bolsillos. No se puede negar que Urdangarin salió un brillante discípulo de su suegro. Digamos de paso que el abuelo del rey emérito ha sido más generoso con algunos de sus hijos bastardos que él. Cierto también que don Juan Carlos es el Rey Intocable, le ha blindado el texto de la Constitución. Para los 'negocios' estaba blindado el abuelo, desechado por Franco tras la guerra civil, de él decía Valle Inclán: 
 


Tocó fondo el reinado de Juan Carlos I. Y en general la institución monárquica va desapareciendo de la faz de la Tierra en las zonas más adelantadas. 

Como donjuán solo le puso fin el transcurso del tiempo, mas no sé, no trato de saber,  como negociante. Por supuesto que con el capital que supo hacer y con la curiosa pensión que le ha quedado, o paga de rey emérito que le ha asignado su hijo, puede vivir sin penuria el matrimonio. Aparte de que a doña Sofía -de profesión reina, que dice Balansó- también se ha decidido que perciba una espléndida paga. El Jefe de Estado en una República únicamente percibe paga él, y jubilación cuando a ello le lleva la edad. Ningún pariente de él la recibe por ser familia, ni por tanto, pensión. Ya clama al cielo que la Reina consorte aparte de los 10.950 euros que gana al mes, cobre 1015 euros por cada acto que acude. Por supuesto que  tampoco forman lista sus familiares para sucederle en el empleo. Esta osada norma que impone la monarquía es demencial, caótica, absurda, incomprensible, pero mientras haya tontos...  'Con la salida de los familiares de los presupuestos públicos, ajenos a todo control, se presentaría de por sí un ahorro (Enrique de Diego).  Y, por otra parte, impone silencio, porque como dice este ensayista -nacido en Segovia en 1956-  'la monarquía casa muy mal con la libertad de expresión y solo acepta la sumisión plebeya o la adulación cortesana'.

Recordemos lo mal que otrora sentaba a los tenientes generales, el Día de la Pascua Militar tener que inclinarse ante un Marichalar y un  Urdangarin. Y se trate de quien se trate, puesto que es evidente esto que el referido segoviano expone en 'La monarquía inútil':
Es notorio el servilismo que impera en los protocolos monárquicos, con indignas inclinaciones de cabeza, en el caso de los varones, o con una  genuflexa reverencia en las mujeres,, y la obligación de dirigirse a las personas de la familia real mediante los titulares  'señor', 'majestad', 'alteza', que representan una indignidad plebeya para quienes los pronuncian  y que, si bien pudieron tener sentido en los tiempos medios, resultan hoy absurdas y periclitada. [...] Monárquico es quien asume e interioriza su inferioridad.. Monárquico es sinónimo de servil.   
A lo que parece, va llegando a su fin, se ha disminuido en dinero y se ha aumentado en cordura. Según Cicerón, filósofo, jurista, político, romano, estultorum sunt plena omnia, todo está lleno de necios. Si no fuera así, serían menos en número y tamaño nuestros  males, pues el mismo filósofo dice que 'la necedad es la madre de todos los males'.  Si daño hace la inutilidad de muchos políticos, no digamos si va acompaña de cleptomania. Por sobra de ésta  y falta de aptitud para la política, ¡ay de mí España putrefacta. En el seno de la monarquía corrupción - el marido de la infanta Cristina por ello encarcelado- y en cuanto a ex ministros sirva como muestra Rodrigo Rato, el segundo del Gobierno de Aznar que acaba de ser condenado a cuatro años y medio de prisión.. Así el reino y su Gobierno. 


Punto de arranque de la pérdida de la Corona en don Juan Carlos de Borbón y Borbón.

Realizó el monarca un viaje en secreto con su amiga Corina Arsen para realizar un safari en Botsuana; mató algún elefante pero por la noche casi se mata él al caerse donde se hospedaba; se rompió la cadera y precipitadamente con Corina y ayuda fue traído a un centro hospitalario de Madrid. ¡Adiós secreto! Rajoy le echó un capote diciendo que tenía constancia de su viaje. Fue duramente atacado por no cumplir lo que al respecto marca la Carta Magna, hubo de perdón desde el hospital prometiendo que lo ocurrido no se repetiría. ¡Se había repetido tantas veces! Su prolongada cura y convalecencia fue un recuerdo constante para la herida moral de la ciudadanía: que en medio de una crisis pavorosa el rey se permitiera tales dispendios.

Y a Corina, ayudante  colaboradora en los negocios reales, se unió el predilecto yerno Iñaki Urdangarín. Llegaría a la predilección de los reyes, pero al principio le desagradó a don Juan Carlos  tal marido para su hija, teniendo que consentir  ante la amenaza de ella de irse a vivir con él. De menos desagrado fue la elección de la primogénita Infanta, pero también impropia.  Bueno dejemos los matrimonios  descentrados de la realeza en que, como falta a la misma, incurrieron los hijos de los reyes elegidos por Franco, y pasemos al triste epílogo de Corina y el ex monarca. Visiblemente le ha salido rana, ahora su ayudante y colaboradora habla de sucios negocios perpetrados por don Juan Carlos. Entre Urdangarín y Corina están quitándole el sueño a Felipe VI. El de reinar por largo tiempo, claro está. El Gobierno trata de que don Juan Carlos no sea juzgado, pero Corina sigue a la carga. Todo es riesgo y olor a corrupción; ni que decir tiene que es de justicia que se le depurase, que deben intervenir los Tribunales. La impunidad solo alcanza al monarca. y Juan Carlos dejó de serlo. Recientemente expuso Aitor Esteban, portavoz del Partido Nacionalista Vasco, 'yo me pregunto por qué el rey tiene que ser inviolable. Si los técnicos de Hacienda piden investigar al rey emérito será porque tienen indicios'.


Lo que vivieron las Infantas y el Príncipe de Asturias. 

A los niños, antes de enseñarles a leer, hay que
ayudarles a aprender lo que es el amor y la verdad.
- Gandhi - 

Siendo niños los hijos de los reyes  don Juan Carlos de Borbón  y doña Sofía Grecia se separaron sus padres (¡ Si antes muere Franco, antes "cesa" el matrimonio de los Príncipes de España), y aunque fue una separación y divorcio sui generis, muy especial, excepcional, no dejaría de calar psicológicamente en sus vástagos. Ello crea un matrimonio anormal e inevitablemente repercute, plus minusve, más o menos, en los hijos, ya en el orden moral, ya en el material; como dice Tolstoi 'todas las felicidades se parecen, pero cada desgracia tiene una fisonomía especial'. Crecieron en un hogar falso, falsificado, y a falsear aprendieron, como bien pone de relieve la declaración judicial de la infanta Cristina ante el juez Castro. Supo declarar sin declarar. 




La monarquía parlamentaría ha de mostrar ejemplaridad.

En la citada obra de Enrique de Diego Opina así de la monarquía de hoy:
Zarzuela como sinónimo de corrupción sin paliativos, como una moderna escuela de Ali Baba, como patio de Monipodio, colección impúdica de traficantes internacionales de armas, comisionistas de alto porcentaje, banqueros de virtud frágil y directos estafadores compulsivos es más que un secreto a voces, es una acusación explícita y documentada desde que en 1999 el riguroso periodista Jesús Cacho publicara si espléndido libro 'El negocio de la libertad'.
Ya no es Corina, también Bárbara Rey están demoliendo la monarquía. Doña Sofía y don Juan Carlos sufren por su hijo, y éste por él y por su hija de dificilísima sucesión.


No ha podido la familia real española de nuestros días distanciarse más de dar buen ejemplo -no a  sus súbditos, que ya no los hay, ahora  hay ciudadanos, aunque algunos procedan como súbditos- al país, empezando por los políticos.

Evidente deja el citado libro de Jesús Cacho, la corrupción existente, pero también otras publicaciones, la bibliografía es amplia. No dejaré de citar 'FINAL DE PARTIDA - La crómica de los hechos que llevaron a la abdicación de Juan Carlos I', de Ana Romero. (2015).

Apostillando a esta autora podemos consignar que la Transición  no fue una gran gesta de Juan Carlos . Ella escribe: 'Cansado de la rutina de reinar'. Pues no, de esto no se cansó nunca, lo que pasa es que la circunstancias mandan, como ya he dejado expuesto. Ella misma dice que  ''todas las circunstancias que se desembocaron en su abrupta abdicación le impidieron celebrar su cuarenta aniversario en el trono'. Siempre quiso morir siendo rey, y esto bien lo sabe la autora de tal libro. También escribe en él:
Un cóctel amargo que insensibilizó al monarca frente a las nuevas necesidades de los españoles, ajenos a su gran gesta, la Transición, demasiado lejana en el tiempo como para seguir justificando los errores cometidos.
Nada más cuestionable, y cuestionado, que considerar una gran gesta la Transición, mas en este punto de vista suyo no entro, sería digresión. La cuestión es los fallos de que ha estado repleta la monarquía instaurada por el dictador Francisco Franco. En esta crónica de los últimos cuatro años del reinado de que hace relato apunta algo consabido de todos, en España y allende nuestras fronteras, y es:
Alejado de su mujer, la reina Sofía con la que hacía años que no convivía: de su hija, la Infanta Cristina, por su escándalos económicos que no supo o no pudo evitar, y de su hijo, el príncipe Felipe, cuyo matrimonio no entendió.
Esta elección es incomprensible, Jaime Peñafiel en su libro  'El hombre que se acuesta con la reina' (2005) hace decir a un señor de clase media que su hijo le hubiera dado un disgusto con semejante elección. Y escribe en dicha obra:
Me imagino que el hecho de que Letizia fuera una mujer divorciada debió de ser el desencadenante del enfrentamiento entre padre e hijo : y el divorcio la causa de las lágrimas de la Reina; y el divorcio el temor del Rey por la Institución; y el divorcio la razón más importante para blindar el noviazgo; y el divorcio... y el divorcio... una mujer divorciada... y con el marido todavía vivo...., ¡Como Wallis Simpson!  El hecho de que Letizia fuera una mujer divorciada bajó para siempre la barrera del divorcio, que tanto le desagradaba a la Reina.
Pasados los años hubo otra divorciada en la familia: la infanta Elena. Antes de matrimonio de doña Alicia con el Príncipe de Asturias se le hizo firmar a la novia un documento en el que aceptaba perder todo derecho sobre los hijos caso de divorcio. Contra tal saltarse la ley a la torera clama David Rocasolano en su obra 'Adiós princesa', publicación en la que revela hechos íntimos de la vida de su prima, no ya el popularizado divorcio de su primer marido, Alonso Guerrero Pérez, con el que él se llevaba muy bien y lamentó la ruptura que, como abogado, llevó y procuró fuera amistosa. Divulgó la ocultación de su aborto y desaparición de documentos del mismo, entendiendo que la paternidad se debía a su homónimo y amigo, novio y compañero de Letizia, David Tejera. Es libro al que ya he hecho referencia en otro artículo y que presenta la vida de su familiar antes de contraer segundas nupcias y, después, ya en el marco de la Familia Real. No deja de hacer una pintura de ésta. Por supuesto, en su acepción de 'descripción o representación de viva y animada de personas o cosas por medio de la palabra'.

David Rocasolano ya pronosticaba el divorcio de Felipe y Letizia.

Se dice que va a reeditar su libro y/o escribir otro sobre el mismo tema. ¿Haría más revelaciones de su prima? No se interesó por la estancia de ella en Méjico, que muy comentada ha sido. ¿Produjo o no la ruptura del matrimonio  de su jefe en el periódico 'Público de Guadalajara', Luís Miguel González, que puso en duda su amiga, compañera y copartícipe de vivienda, Sara Cuéllar? Manifiesta al ser preguntada  a este respecto:
No, no creo. Eran muy buenos amigos, se llevaban mucho. Él era de la lita, su jefe y amigo. Además conozco a su esposa y eso no es cierto. Pero la mujer de Luís Miguel se divorció de él después de enterarse de lo de Letizia... Será por cosas de ellos. De hecho, supe de la separación después que se fue Letizia. A mí no me consta.   , y si lo hicieron, lo hicieron muy bien porque ninguno de los dos me lo dijo. Luís Migues es un hombre muy cabal y profesional
Pero he aquí la contradicción:
Respecto a esta información,  tres fuentes que solicitaron el anonimato , compañeros en el periódico de Luís Miguel y Letizia, coincidieron que entre ellos hubo más que una simple amistad. "Era bien sabido que andaban. No se esforzaban mucho en ocultarlo" Y aseguran que esto fue el detonador para que el matrimonio del mexicano fracasara.
Otra fuente afirma: "Cuando Letizia volvió a España, una amiga comento: "¿Cómo ven que Luís Miguel hasta lloró cuando supo que Letizia se regresaba?" [...] Recién dada la noticia de que la hispana se convertiría en la futura princesa de Asturias, dicen que el propio Luís Miguel mandó un correo electrónico a todos sus amigos de entonces para pedirles que por ningún motivo hablaran sobre la relación que sostuvo con ella, que lo negaran a toda costa.
Todo fue esfuerzo para ocultar su pasado en Méjico, se dice que el mismo Rey se movió para que se echara un telón. Es el caso que, no obstante, es más desconocido que la reina consorte Letizia se come -o comía- la uñas, es ambivalente y usa gafas. Si es así, ha evitado una fotografía con gafas tanto como hoy día la infanta Cristina trata de evitar ser fotografiada visitando a su marido en la cárcel, fotografía por la que se ofrece una alta suma, puesto que implicaría una especie de bomba atómica para la monarquía española que continúa una conducta de la que mucho se protesta



Si in illo tempore se habló de Letizia en Méjico, yéndose paulatinamente descubriendo su vida y milagros, hoy en día, con más libertad de prensa, sale a público conocimiento el tren de vida del nuevo monarca y de su consorte reina. Tal en este vídeo de hace diez días.

' Letizia y Felipe en el último escándalo: Lujo, dinero y secretos '

Según el conde  de Segur, 'el matrimonio es el egoísmo de dos'. Por la situación económica nada boyante del pueblo español, la deuda de España, no debiera la monarquía seguir in crescendo en lujo y despilfarro o gasto excesivo y superfluo. Doña Letizia fue pobre, y ahora se desquita. En opinión del canciller alemán Konrad Adenauer, 'es costumbre monárquica robar, pero los Borbones exageran'. Es su criterio y el de otros que se interesan por la Historia Debiera el rey emérito solicitar una investigación como a cualquier ciudadano; debiera demostrar a su antigua amiga y secretaria de negocios, que mienten en la vergonzosas imputaciones que le hace.

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