domingo, 30 de julio de 2017

La mujer vista por cuatro poetas que la divinizan. (Segunda parte)

Aunque protestes, tú que crees que se ha
exagerado la parte que el amor  tiene  en
las artes, hay que reconocer que yéndose
Dulcinea nos quedamos sin Don Quijote.
                    - Ángel Ganivet - 

Antonio Machado. 

Leonor Izquierdo Cuevas fue la efímera esposa del poeta, y ni que decir tiene que también su musa. Cuando cuenta la edad de 52 años, y hace dieciséis de su viudez, surge a su vida otra mujer, otra musa, porque Machado se enamora de ella instantaneamente de conocerla aquel día de junio de 1928 en Segovia, donde a la sazón se hallaba como profesor de frances del Instituto de Enseña Media de dicha ciudad. Tiene la dama dieciséis años menos que él y es escritora y poetisa. ¿Casualidad de ser colegas? Probablemente radique en ello el interés de tal señora en relacionarse con él, que ya había alcanzado un alto relieve como escritor y poeta. Para conseguirlo la tal Pilar Valderrama se sirvió de una carta de María Calvo, hermana del actor Ricardo Calvo, amigo de Machado. Él acudió a la cita; al día siguiente Pilar le invitó a cenar en el hotel donde se hospedaba. 

Pilar de Valderrama estaba casada con el ingeniero Rafael Martínez Ramorate -tenían tres hijos-, atendía luminotecnia de teatros, de él dependía la del María Guerrero, y por aquel entonces estaba muy disgustada con él por cuanto le reveló el suicidio de una amante, y ella se lanzó a viajar, un buen día decidió ir a pasar unos días a Segovia. Fue un matrimonio malavenido, discorde, pero no se separaron, en este sentido cumplieron como católicos. Si ella hubo de sufrir infidelidad conyugal, parece ser se propuso no inferírsela a su marido, no practicar el quid pro quo. Esto es, por supuesto, lo que de abstruso tiene, más aún, de absurdo, esta relación platónica que sostuvieron Pilar Valderrama y Antonio Machado, que yo califico sui generis, de un género o especie muy singular y excepcional'.(RAE). De aquel 1928 hasta 1936 se cartearon y los fines de semana se trasladaba Machado a Madrid, donde, además, tenía a su familia, y en él se entrevistaban. Durante estos ocho años de cartas y entrevistas el estuvo enamorado de ella, y Pilar no de él sino del gran poeta                                                          .
No puedo expresar la emoción que tuve al encontrarme con él y estrechar su mano. Era el poeta tan admirado el que estaba ante mí, con su desaliño, sí, pero con un rostro bondadosísimo, una frente ancha y luminosa, una cabeza, en fin, admirable sobre un cuerpo alto, desgarbado y poco atractivo, Al verme, no supe que pasó por él, pero advertí que se quedó como embelesado, pues no cesaba de mirarme y apenas habló para decirme cuánto sentía estar tan ocupado con los exámenes, que no podía acompañarme ni atenderme como sería su deseo. Añadió que dos días después terminaba su actuacón en el tribunal y tenía que irse ineludiblemente a Madrid, lo que lamentaba, pues le agradaría verme y serme útil.
Se refiere en el artículo sobre la biografía que de Machado publicicó Ian Gibson - "Ligero de equipaje"- que tras la cena a que ya he hecho referencia 
Después de la cena", sigue contando la escritora, "como hacía una magnífica noche de fines de junio, estrellada y tibia,, no recuerdo si él o yo, propusimos un paseo hasta el Alcázar
En Madrid, y durante aquel verano de 1928, se ven en la Moncloa, en un bello parque ya desaparecido con las obras de la zona del palacio de la Moncloa, residencia del Presidente del Gobierno, y los de residencia del Rey del Príncipe. Cuando en otoño empieza el frío pasa la pareja a encontrarse en un café de Cuatro Caminos. Refiere Gibson:
Según reveló la escritora Justina Ruiz de Conde en 1961 casi seguramente  informada al respecto por la propia Valderrama, se llamaba el Franco-Español y estaba situado por la Avenida Reina Victoria, en su primera bocacalle a la izquierda [...], se encontraba al inicio de la calle del Doctor Federico Rubio y Gai 
Cambia el orden de encuentros, naturalmente, cuando al poco tiempo del advenimiento de la Segunda República -14 de abril de 1931- es trasladado a Madrid al Instituto Calderón de la Barca, pasando después al de Cervantes. Y no dejan el intercambio epistolar, pese al  intenso trabajo de Machado como poeta, escritor ya dramaturgo hallándose en Madrid y colaborando en la producción teatral con su hermano Manuel.  Hallándose en Segovia, ya colaboraba en 'Los lunes de El Imparcial', 'Diario de Madrid', y algún otro periódico nacional. Eran artículos sobre poítica. Surge la dictadura de Primo de Rivera, y él sigue con la pluma luchando por el ideal republicano. De Segovia no solo se trajo el recuerdo del conocimiento de Pilar Valderrama, también el de crear, con varios segovianos, un centro cultural para el pueblo, al que llamaron Universidad Popular, y... ; bueno, que nos lo diga el propio poeta:
Aquella horas, Dios mío, tejidas todas ellas con el lino más puro de la esperanza, cuando unos pocos viejos republicanos izamos la bandera tricolor en el Ayuntamiento de Segovia.  [...] Con la primeras hojas de los chopos y las últimas flores de los almendros, la primavera traía a nuestra República de la mano.
Al estallar la guerra se fue al garete aquel esperpéntico amor, que no paso por parte de ella de ser un 'amor de vanidad'. Quedó truncada por ella aquella relación que empecé calificando de rara y que también así le parece a quien escribiera la siguientes líneas en internet:
Desde la publicación en 1950 del libro 'De Antonio Machado a su grande y secreto amor' , escrito por Concha Espina y haciendo pública una colección de cartas entre Machado y una misteriosa mujer pero real Guiomar, varios y variopintos han sido los estudios dedicados al fenómeno Guimar. Todo parece indicar que Pilar de Valderrama nunca estuvo enamorada de Machado (aunque como buena cortesana fue diestra en el arte de "marear la perdiz"), como parece deducirse de su libro de memorias 'Sí, soy Guiomar', libro escrito en su vejez y publicado post mortem, para insistir en el carácter platónico de su relación con el poeta, pero sin explicar por qué de ser así se mantuvo en secreto  con tanto celo. Tampoco explicó la inspiradora de Guiomar por qué quemó la mayoría de las cartas que recibió de Machado, cuando -quizá advertida por sus contactos entre la clase acomodada- abandonó Madrid, rumbo a Estoril. en junio de 1936, un mes antes del golpe de Estado.
. Lo subrayado lo es por mí, singnificando con ello la plena coincidiencia de criterio. 

A u t o r r e t r a t o. 




A sus viajes a París debió su buen conocimiento del idioma francés, y poder hacer de ello su 'pane lucrando'; implca también su avance en introducirse en la vida literaria -relaciónarse con grandes figuras de la época-, iniciada ya durante su formación en el Instituto de Libre Enseñanza. En París conoció e hizo amistad con Rubén Darío. Al volver a España, frecuenta los ambientes literarios -aquellas peñas-; conoce a Juan Ramón Jiménez, Ramón del Valle Inclán y Miguel de Unamuno. Como he dicho, su familia reside en Madrid, y él con ella.

Leonor Izquierdo Cuevas.



En 1907 gana la cátedra de francés en el Instituto de Soria, donde le espera el insuperable bien de 'amar y ser amado'. He aquí los datos biográficos de su amada: Leonor, nacida el 12 de junio de 1894 en  Almenavar (Soria) precisamente en el castillo, cuya planta baja estuvo alquilada a la Guardia Civil como casa cuartel hasta 1940.
 
Siglo XV. Inspiró a Bécquer algunas de sus leyendas



Hija de Ceferino Izquierdo, sargento de la Guardia Civil (?, es controvertido, hay quien le disminuye de suboficial de dicho Cuerpo) y de Isabel Cuevas. Estaban. Reside el poeta desde  enero de 1908, en la pensión propiedad de sus padres, regentada por su tíos,  -a la misma fue a dar tras de estar en otra- Machado se embelesó de ella, y, al ser correspondido, habló con la madre y se formuló el noviazgo. Pasó un año  y, los novios, aún tuvieron que esperar otro para que ella llegara a la edad legal para contraer matrimonio. Éste se efectuó en la Iglesia de Santa María la Mayor (Soria); Leonor ha cumplido 15 años y el poeta tiene 34. En ellos hubo compañía, felicidad, aun cuando no era de esperar.



Hallándose en París con su esposo, donde él había acudido para ampliación de estudios mediante una beca -julio de 1911- tuvo que ser hospitalizada durante unas semanas por un vómito de sangre. Se vio en la imperiosa necesidad de renunciar a  la becca y regresar a Soria rápidamente. Alquilando una casa  próxima a la  hermita de Nuestra Señora del Mirón, como lugar de aire sano para que Leonor superase su hematosis.. Para regresar hubo de ayudar a Machado económicamente su amigo Rubén Darío. De la hemorragia que Leonor sufrió en París, dirá <fulminó nuestra felicidad>. Antonio pasea a Leonor por los álamos del río Duero.
 



Este precioso camino que conduce a la Ermita de San Saturio fue uno de los itinerarios predilectos de Antonio Machado y aquí escribió algunos de los poemas  de sus 'Campos de Soria'.
Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería. /  Oye otra vez, Dios Mío, mi corazón clamar. / Tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía. / Señor, ya estamos solos mi corazon y el mar.

En el cementerio del Espino se marca el itinerario a la sepultura



 Toda la familia, consaguíneos y política, quedó tremendamente afectada.
 


Machado, no pudiendo soportar aquel escenario donde era feliz con Leonoor, solicitó traslado a Madrid, mas hubo de conformarse con Baeza (Jaén), dode tuvo que pasar siete años  de  desagradable estancia, como puede deducirse de las siguientes líneas:
Esta Baeza, que llaman la Salamanca andaluza, tiene un Instituto, un Seminario, una Escuela de Artes, varios colegios de Segunda Enseñanza, y apenas saben leer un treinta por ciento de la población. No hay más que una librería donde se venden tarjetas postales, devocionarios y periódicos clericales y pornográficos. Es la comarca más rica de Jaén, y la ciudad está poblada de mendigos y de señoritos arruinados en la ruleta.   (De una carta a Unamuno en 1913).
Su madre se fue a vivir con él en esta localidad  para que no estuviera tan solo en su ánimo abatido. Estando en Baeza estudió por libre, de 1915 a 1918, la carrera de Filosofía y Letras, y pasó, entoces, a solicitar nuevo  traslado,  ya con más méritos en su corriculum, consiguiendo salir de Andalucía. 

Su nuevo destino Segovia, a la que arribó el 26 de noviembre de 1919.Ya está cerca de Madrid, de su familia. De la trayectoria que sigue a partir de su estancia en Segovia ya he dicho algo. En Madrid se reúne  nuevamente con su madre y su hermano José; fue con ellos con quienes Antonio Machado compartó los últimos años de su vida, siendo José el único miembro de la familia que acompañó a ambos, hermano y madre, en su destierro a Coulliere. En 1940 se exiló a Chile, donde fue a parar también su hermano Joaquín. Allí murió José en 1958 a los 79 años de edad. Joaquín tres años antes. Manuel no encontró problema de expatriación por sorprenderle la guerra en Burgos donde con su mujer, Eulalia Cáceres, habían ido a visitar a su cuñada Carmen Cáceres, monja.Murió en Madrid en 1947 a los 72 años de edad. Su viuda ingresó en una congregación reliigiosa. Es el único de los hermanos Machado, cuyos restos reposan en España, él está enterrado en el Cementerio de La Almudena.   

El éxodo. 

Durante la guerra civil perteneció a la 'Asociación Interbacional de escritores en defensa de la cultura' - AIEDC -; hubo de abandonar Madrid en busca de zona más segura. Estuvo en Valencia, de aquí pasó a Barcelona, y el 22 de enero de 1939 se inició la huida a Francia, pasando la última noche en España en Viladesons ; ya en tierra francesa durmieron en  un  vagón de tren en vía muerta. Al día siguiente se trasladaron en ferrocaril hasta Collioure, encontrando albergue en el Hotel Bounognot-Quintana. En el le sorprendió la muerte.
 
El 22 de febrero de 1939, a la edad de 63 años.


Refiere José -transcribo-:
que su madre saliendo por unos instantes del estado de semi-inconsciencia en que la habían sumido las penalidades del viaje, y al ver vacía la cama de su hijo junto a la suya, preguntó por él con ansiedad. No creyó las piadosas mentiras que le dijeron y comenzó a llorar. Murió el 25 de febrero, justo el día que cumplía ochenta y cinco años de edad, haciendo efectiva la promesa que formuló en voz alta en Rocafort: <Estoy dispuesta a vivir tanto como mi hijo Antonio>

Murió Machado a las tres y media de la tarde del 22 de febrero de 1939 , miércoles de ceniza.
Como Amado Nervo y Ana, que tan unidos estuvieron en la vida por amor, y tan distaciados en sus respectivos restos mortales, así Antonio Machado y Leonor. 

De su producción literaria, incluida la de la guerra cicil y de este periodo de su vida en Madrid, Valencia y Barcelona, trataré otro día; en este escrito constituye el leitmotiv su devoción, inclinación, a la mujer. No creo, empero, que a Pilar Valderrama la tuviera por perfecta al cien por cien. Era un gran enamorado, mas, no obstante, proclamó: 'creo que la mujer alcanza una virtud insuperable y que la decadencia de España depende del predominio de la mujer y de su enorme superioridad sobre el varón.
 
*Imágenes pertenecientes al blog: http://rinconesibericos.blogspot.com/

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