Imposible es que los malos no hagan algo
a su estilo.
-Marco Aurelio, Emperador romano -
Este mismo emperador dice: 'Si alguien puede rebatirme y aportar pruebas de que no pienso o actúo bien, cambiaré contento. Pues busco la verdad, por la que nadie recibió daño jamás. Sufre daño el que pernanece en su propio engaño e ignorancia. Pues sí; de momento, el de revelarse de ser tan soberbio como ignorante. Es muestra de necedad y/o maldad negarse a rectifificar un pensamiento o una conducta mala y errónea, y es de razón, de justicia y de honradez, cambiar. Malo el que no efectúe este cambio con gran contento. Quiero sentar estas premisas en un sentido lato, sin esclusivismo algumo, sin personalizar. Al final son los hechos los que cantan, los que nos presentan y definen; ya dice san Lucas: 'por sus obras los conoceréis' - 6: 43-44 -. La prueba existente respecto a la falsa inscripción de ese arcosolio que exhiben en la iglesia del pueblo de Santa María la Real de Nieva (Segovia) y mis reiteradas peticines de que procedan, como demandan de consuno la razón y la rectitud moral, a taparr, velis nolis, quieras o no quieras, guste o no guste, y aunque sea con tremendo disgusto, dicho letrero, es indefectible. No cabe, pues, mayor sinrazón que aún falte realizarse y que, igualmente, siendo tambien imprescindible, inevitable, haber cumplido mi solicitud, no solamente se me ningunea, sino que he sufrido el trato que ya he expuesto en algún artículo anterior.
Pienso, considero, que se halla errado el alcalde en cuestión -'tanto monta, monta tanto, el alcalde como el cura, el cura como el alcalde- referente a su potestad como tal, y que, por consiguiente, por lo menos en cuanto a mí, está procediendo a lo alcalde de Monterilla. Recordemos la paremia: ' Alcalde Monterilla, ¡ay de aquel que por su acera pilla! '. Según el paremiólogo, ' previene contra el autoritarismo cacequíl, como el de aquel alcalde que, a despecho de la voluntad del padre de la novia, casó a ésta con un muchacho, y cuando el padre, invocando el Concilio de Trento, se negó a reconocer la legitimidad del enlace, exclamó el de Monterilla: <Si es por eso, desde este instante queda derogado el Concilio de Trento.>.Supongo que ni el alcalde ni el cura del referido pueblo pretenden dejar sin efecto la prueba científica de ADN, pero lo que tenemos a la vista es que la obvian, que les estorba y se oponen. Así como así, de cualquier manera, sin más ni más, sin reparo ni consideración, a ' lo dice Blás, punto redondo'. Pues no señor -Pérez Esteban-, ser alcalde no autoriza a imponer lo incierto, porque así lo quiera; no está en su posibilidad ni en la del sacerdote del pueblo, no en su ministerio -como cargo, empleo, oficio u ocupación- ni en el de usted. ¿Estamos? Se lo digo a ambos desde este artículo.
YO NO OFENDO.
La dignidad es es el respeto que una persona tiene
a sí misma y quien la tiene no puede hacer nada
que lo vuelva despreciable a sus propios ojos.
- Concepcióm Arenal -
Ofender es, conforme enseña la RAE (diccionario), 'ir en contra de lo que se tiene comúmente por bueno, correcto, agradable. Ofender el olfato, el buen gusto, el sentido común'. Ir en contra de lo inegable, practicando el engaño no es bueno, correcto, agradable; lejos de ello, ofende al sentido común y es incuestionablemente de pésimo gusto, tanto que raya en lo inmoral, por lo que no lo entiendo en ustedes. Otra acepción del término 'ofender' dice: 'Humillar o herir el amor propio o la dignidad de alguien, o ponerlo en evidencia con palabras o con hechos. Yo -tomen 'nota bene'- no trato de ofender en tal o cual aspecto -nequaquam, de ninguna manera-, sino lisa y llanamente formular la petición de que no se mixtifique la Historia, lo que es tanto más reprobable cuando se va contra un caso científicamente probado. El que motiva mi reproche lo está desde el 9 de septiembre de 2008 y atañe a la falta de verdad o autenticidad de los restos que se exhiben en el citado pueblo segoviano en un arcosolio ubicado en el presbiterio de la iglesia.
YO NO OFENDO.
La dignidad es es el respeto que una persona tiene
a sí misma y quien la tiene no puede hacer nada
que lo vuelva despreciable a sus propios ojos.
- Concepcióm Arenal -
Esto es impuesto ad libitum, a gusto, a voluntad, por los citados, y ante mi rechazo llegó a exponerme el sr. Agueda que yo blasfemo; esto es tan falso como el sepulcro cuya autenticidad él y el alcalde mantienen. Solo es cierto en el sentido de vituperar lo vituperable y no puede serlo más lo que ocurre con el falso sepulcro. Pero nada más lejos en mí que emitir 'palabra o expresión injusta contra alguien, y menos contra algo sagrado, ya por buena educación, ya por creyente, digamos que no blasfemo contra lo divino -aquí no hay nada divino- ni contra lo humano. No cabe en mí -reafirmo- la mentira ni la injuria, ni la calumnia, y me dolió. No dejé, por supuesto, de contestarle de modo fehaciente y adecuado -él lo segundo nunca lo realizó-, reprochándole su gratuita imputación. No hubo contrarréplica y viene refugiándose en el silencio. Mudarse a la calle del sordo es buscar una buena evasiva, pero nada justifica, salvo la mismo evasiva. Y de este no oír, en el sentido de no querer hacerse cargo, o darse por enterado, de aquello de que le hablan, se ha instalado.
Le envié por whatsap la noticia de la aplicación de ADN al duque de Medina Sidonia, a la que se prestó su hija Pilar para evitar la exhumación de su padre, y que al dar positivo se hubo de reconocer una hija extramatrimonial de Leoncio González de Gegorio y Marti, esposo de la duquesa roja. Posteriorme ha tenido lugar la exhumación de José María Ruiz Mateo con la finalidad de probar su paternidad de una tal Adela Montes de Oca, con resulta positivo. Finalmente una tercera noticia sobre dicho estudio genético: ' El ADN revela los últimos misterios de las momias egipcias.. El en primer caso le expuse: 'Lea esto. Y, por favor, actúe como Dios manda'. En el segundo: 'Para que vea que el ADN es admitido 'urbi et orbi'. Las dos únicas excepciones Vd. y el Sr. Pérez. En la última noticicia, le manifesté: 'Día a día sale a la palestra la ayuda que el ADN presta a la Historia. Pero usted y el alcalde en contra, como quien oye llover. A ver si llega el día que se dan por enterados. También de mis informaciones'. Continuación del silencio, al canto. Claro que para salir por peteneras, como siempre salió uno y otro, es preferible.
Puedo reprobar, y repruebo, el proceder del alcalde acerca del falso sepulcro.
Las palabras honestas nos dan el claro inicio de
la honestidad del que las pronuncia o las escribe
- Miguel de Cervantes -.
Un alcalde no deja de ser en alguna manera un funcionario público, y si tal persona acusara de injurias a otra, véase lo qu expone el correspomdiente artículo del C. C.:
Me enorgullece el maltrato recibido.
Como nada es más hermoso que conocer la verdad,
nada es más vergonzoso que aprobar la mentira y
tomarla por verdad. - Cicerón -
Es indubitable -y así lo entendiera el menos entendedor, el más mentecato, o cogido de la mente- que el estar anclados en la arbitariedad, no es ético, recto, conforme a la moral. Ya no digamos el imponer tiránicamente una mentira, siendo ésta imposible de sustentar. NO CABE DEFENDER O SOSTENER LO QUE DEFIENDEN Y SOSTIENEN, y para colmo propagan, no se puede dar más la nota. ¿Pero quién de ellos, y en general, bajo el campo de la ciencia de la que fue una figura el Doctor Reverte Coma, está capacitado para contradecir al equipo que realizó el estudio genético de los supuestos restos del Príncipe de Viana Solo están capacitados, en ello, para odiar a quien les presenta la verdad. No pueden ensañarse más conmigo: desprecio absoluto, los indicados portavoces de una mentira de lo más deplorable, por lo que tiene -reitero- de negar un hecho evidente. Un cargo político, y no digamos religioso, recaba ser leal, verídico: que dice, que incluye la verdad. Creo con Cicerón que cualquier cosa es es mejor que que la mentira y el engaño. Más que la descortesía llevada a límite de maltrato de obra, me duele el adulterar la Historia, incluso contra la Ciencia, y el absoluto desprecio a la verdad, inclusive estando respaldada por la prueba de ADN mundialmente respetada. ¡Ya es osadía! ¿En qué raya esta osadía? Dígalo otro, no me exponga el susodicho cura que blasfemo.
Le envié por whatsap la noticia de la aplicación de ADN al duque de Medina Sidonia, a la que se prestó su hija Pilar para evitar la exhumación de su padre, y que al dar positivo se hubo de reconocer una hija extramatrimonial de Leoncio González de Gegorio y Marti, esposo de la duquesa roja. Posteriorme ha tenido lugar la exhumación de José María Ruiz Mateo con la finalidad de probar su paternidad de una tal Adela Montes de Oca, con resulta positivo. Finalmente una tercera noticia sobre dicho estudio genético: ' El ADN revela los últimos misterios de las momias egipcias.. El en primer caso le expuse: 'Lea esto. Y, por favor, actúe como Dios manda'. En el segundo: 'Para que vea que el ADN es admitido 'urbi et orbi'. Las dos únicas excepciones Vd. y el Sr. Pérez. En la última noticicia, le manifesté: 'Día a día sale a la palestra la ayuda que el ADN presta a la Historia. Pero usted y el alcalde en contra, como quien oye llover. A ver si llega el día que se dan por enterados. También de mis informaciones'. Continuación del silencio, al canto. Claro que para salir por peteneras, como siempre salió uno y otro, es preferible.
Puedo reprobar, y repruebo, el proceder del alcalde acerca del falso sepulcro.
Las palabras honestas nos dan el claro inicio de
la honestidad del que las pronuncia o las escribe
- Miguel de Cervantes -.
Un alcalde no deja de ser en alguna manera un funcionario público, y si tal persona acusara de injurias a otra, véase lo qu expone el correspomdiente artículo del C. C.:
... el acusado quedará exento de responsabilidad probando la verdad de las imputaciones cuando éstas se dirijan contra funcionarios públicos contra hechos concernientes al ejercicio de sus cargos o referidos a la comisión de infracciones administrativas.Yo imputo al Sr. Pérez Esteban un hecho que le concierne -y si no le concierne que me lo hubiera dicho desde un principio- por su cargo de alcalde, y es que no haga desaparecer de la página web del Ayuntamiento las líneas erróneas sobre el sepulcro de Blanca I de Navarra, cuyos restos continúan desaparecidos, habida cuenta -repito hoy por enésima vez- de que NO SON los que dice la inscripción. Si del Sr. Agueda Martín, cura párroco del pueblo, solicito que tape la placa, asimismo vengo siolicitando del alcalde lo que queda dicho. Éste no me ha dicho que blasfemo -menos mal-, pero también me ningunea; y no creo que se trate de algo que tenga alguna justificación el menosprecio que hace de mí. Ya no digamos que el Sr. Agueda observe la misma conducta; él ha de saber que el evangelista san Juan llama al diablo el 'Padre de la Mentira'. No, no, está política -y entiéndase aquí por política su acepción 11: 'arte o traza con que se conduce un asunto o se emplean los medios para alcanzar un fin determinado'.- es moralmente inadmisible. Se trata visiblemente de una arbitrariedad, de un comportamiento o proceder arbitrario, es decir, 'sujeto a la libre voluntad o al capricho antes que a la ley o a la razón' (DAE). Perdón por la reiteración, ¡si el repetirlo hasta la saciedad sirviera para que los referidos se dieran por enterados y actuaran de modo pertinente!...
Me enorgullece el maltrato recibido.
Como nada es más hermoso que conocer la verdad,
nada es más vergonzoso que aprobar la mentira y
tomarla por verdad. - Cicerón -
Es indubitable -y así lo entendiera el menos entendedor, el más mentecato, o cogido de la mente- que el estar anclados en la arbitariedad, no es ético, recto, conforme a la moral. Ya no digamos el imponer tiránicamente una mentira, siendo ésta imposible de sustentar. NO CABE DEFENDER O SOSTENER LO QUE DEFIENDEN Y SOSTIENEN, y para colmo propagan, no se puede dar más la nota. ¿Pero quién de ellos, y en general, bajo el campo de la ciencia de la que fue una figura el Doctor Reverte Coma, está capacitado para contradecir al equipo que realizó el estudio genético de los supuestos restos del Príncipe de Viana Solo están capacitados, en ello, para odiar a quien les presenta la verdad. No pueden ensañarse más conmigo: desprecio absoluto, los indicados portavoces de una mentira de lo más deplorable, por lo que tiene -reitero- de negar un hecho evidente. Un cargo político, y no digamos religioso, recaba ser leal, verídico: que dice, que incluye la verdad. Creo con Cicerón que cualquier cosa es es mejor que que la mentira y el engaño. Más que la descortesía llevada a límite de maltrato de obra, me duele el adulterar la Historia, incluso contra la Ciencia, y el absoluto desprecio a la verdad, inclusive estando respaldada por la prueba de ADN mundialmente respetada. ¡Ya es osadía! ¿En qué raya esta osadía? Dígalo otro, no me exponga el susodicho cura que blasfemo.
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