sábado, 22 de marzo de 2014

Los españoles defienden su dignidad

¿Es esta la "marca España"?

No se la ha de marcar de esta manera, negándole toda justicia social.
                                                                                
 
Se aboga por un estado de Derecho, por verdadera existencia de democracia, que no de boquilla., fingiendo veracidad. La multitudinaria -España entera- marcha hacia la dignidad y revela que ya la ciudadanía no puede sufrir más penurias; es, por otra parte, que no es posible tras haberles dejado la mala y corrupta política "sin pan, sin  trabajo, sin techo", con la pérdida en múltiples ciudadanos de sus ahorros en las Cajas bancarias, que unos han recuperado y otros tratan de recuperar. Se ha llegado, evidentemente, a una libérima actuación del Poder y del Gobierno sin respeto al ciudadano, en cuanto a sus derechos prescritos en la Carta Magna. Que ésta puede cambiarse, sí, y se hace necesario, ha quedado obsoleta después de tantos años, pero nunca será para quitar el derecho al trabajo, a la vivienda y otros que le son consuetudinarios al ciudadano bajo mínima justicia social. 

La situación a que ha llegado nuestro país causa grima, de una parte, y vergüenza ajena, de otra. No es que se dé la nota, que también, porque se impute a la infanta Cristina, como un ministro señaló, sino por la estampa que presenta. Véamos cómo se expone recientemente en la prensa:
Las últimas noticias no son nada buenas y no solo por en avance insufrible del paro y las bolsas de pobreza del país, sino por los problemas añadidos -muchos de ellos gratuitos- que se acumulan por doquier. [...] En los juzgados se amontonan los escándalos de corrupción. En la crisis económica que hace estragos, a pesar de los anuncios de los misteriosos brotes verde que no acaban de brotar. En la plazas y calles que ahora se innundan de manifestantes y de marchas reivindicativas como la multitudinaria de este sábado en Madrid. En el Palacio Real donde enfermo y abatido el rey medita.
Medita y teme por el final de la institución, no más.
 
Con increíble atrevimiento no ha hablado el Gobierno solo de "brotes verdes", se ha llegado a decir que lo peor de la crisis ya ha pasado; más osadía aún, que la misma crisis ya ha pasado. Sí, será por haber aumentado en la legislatura de Rajoy el número de parados.  


A la generalidad de los ciudadanos se la ha llevado a una situación límite. 

Se ha llegado a una situción que clama al cielo, es manifiestamente escandalosa. Y vista desde el otro lado: banqueros y políticos, también.
                                                                          


Las manifestaciones han constituido una constante desde que Mariano Rajoy y su Gobierno subió al poder; la de este sábado ha sido de ámbito nacional culminando en Madrid, a él han acudido, repetimos, ciudadanos de  todas las regiones, que ahora para bien de los políticos son Autonomías y, por contra, su desaparición dejaría de ser funesta para la sociedad. No perteneciente, claro está, a la política y a la Adiministración. Y aprovecho para repetir una vez más que hay que reducir el exorbitante número de políticos y de empleados de organismos tan innecesarios como los políticos en exceso. Por mucho trigo, nunca es mal año, que reza la frase. Pero por políticos, sí.   
                                                                                


Están plenamente justificadas las innumerables protestas que jalonan la calamitosa legislatura que venimos padeciendo y que ha dejado a una gran mayoría de la ciudadanía de la manera ya dicha y que todos vemos: "sin pan, sin trabajo, sin techo, sin...", lo que, lejos de tratar de conseguir como prioritario de toda política, lo incrementa ahogando económicamente, esquilmando al ciudadano. ¿Por qué el Gobierno de Rajoy no limita su política de recortes a los corruptos? A éstos recortarles todo lo trincado- y aplicarlo también, insistimos, a una drástica reducción del excesivo número de políticos? La necesidad y perentoriedad de ello es evidente. La solución, plus minusve, más o menos, de la crisis -lo ha probado más de un economista- sería eliminar las Autonomías; son insostenible económicamente, amén de crear otros males. Y, por supuesto, no es menos pertinene empezar a defender con energía la unidad de España. Se encuentra, incuestionablemente, tan dentro de la Constitución como respetar,  que igualmente lo prescribe dicho texto, trabajo, vivienda, educación, sanidad... ¡¡¡JUSTICIA!!! 
                                                                             
       
 A lo que vemos, hay dos varas de medir, aunque diga lo contrario el artículo 14 de la Carta Magna. Vemos que                       
Y tantas más arbitrariedades , o sea, actos contra la razón y  la justicia. Varias viñetas al efecto inserté al tratar el tema justicia, y ahora no quiero de hacerlo en tercer lugar de la siguiente, pues que también encarna una verdad incontrovertible.   
                                                                               

Trapisondas y mentiras son de temer por parte del Gobierno al que se trata de poner freno, moderar sus acciones.  

¿Será cierto que hoy es la fecha en que comienza el cambio, se iniciará alguna justicia social  o se continuará haciendo multimillonarios y mendigos esclavos, eliminando clases medias? El Gobierno queda avisado en el manifiesto de la "Marcha de la dignidad", leído por el actor Willy Toledo y la periodista Olga Rodríguez. El largo título encierra toda la tesis del mismo; dice así: No al pago de la deuda, ni un recorte más, fuera los Gobiernos de la Troika, pan, trabajo y techo para todos y todas. Que se vaya el Gobierno del PP y, también, todos los gobiernos que recortan derechos sociales básicos, todos lo gobiernos que colaboran con la política de la Trika.  

En mis artículos anteriores ya se desprende mi escepticismo en que, tanto por parte del monarca respecto al caso familiar que le afecta como con referencia al Gobierno, se gire hacia lo razonable y justo, pero tampoco hay porqué callar, aguantar pasivamente. Algún apoyo ha de tener la verdad y la justicia, España no es un país solo y aislado, hoy día "el mundo es un pañuelo, y no muy limpio", a decir de Antonio Gala, y lo de hoy, allende nuestras fronteras, coadyuva grandemente al desprestigio de nuestra nación ya de por sí no muy sobrada del mismo, que digamos. Y pendiente está lo del matrimonio Urdangarín-Borbón.              

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