domingo, 22 de septiembre de 2013

Esperanza de llegar a ver que "la justicia es igual para todos"

Si la justicia existe, tiene que ser para todos; nadie puede quedar excluido,
de lo contraio, ya no sería justicia. Paul Auster, escritor y guionista estadounidense.   

 En la apertura del año judicial, el fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce, ha dejado concebir en su discurso su deseo de que se actue combatiento la corrupción -¡y presidiendo el acto el rey!-. Que no sea sólo predicar, que sea tambíen dar trigo. La Fiscalía Anticorupción ha de perseguir también a los chorizos de alto coturno, de categoría elevada, porque los hay en toda la escala social. No se ha de hacer lo que enormemente duele a la ciudadanía, y es tratar de ayudar a que se evada de la acción judicial los de alta clase social o económica. Ha asegurado el Sr. Torres Dulce que "no hay zonas de penumbra para los corruptos". Haberlas, haylas, pero bueno es dar a entender que no se halla dispuesto a que las haya. A ver si le echa valor, él que ha de amar la justicia y la ama indudablemente, y lucha contra políticos que pretenden adulterarla, lo que si va en descrédito de ellos, va en primer lugar en el de la Justicia, que ya adolece de falta de crédito, aunque hay jueces que le dan brillo. Valga de paradigna el juez Castro. En esto de trincar, nadie en nuestro país puede tirar la primera piedra.      
                                                              
Relato refero, refiero lo que he oído, lo que ha oído España entera y el extranjero.Se trata de que no deje de hacerse justicia con Urdangarín pero también con Cristina, por muy infanta que sea. Tanto más ello. Invulnerable a la Justicia sólo lo es, y, por supuesto, absurdamente el rey. 
                                                                     

Si Urdangarin no era ambicioso, la metamofosis que como tal ha sufrido no ha podido ser mayor. Bueno, todos quisieron ser ricos, como dice la letra del Oriamendi, cueste lo que cueste, se ha de conseguir, lo malo que ser rico ilegalmente debe pagarse con la cárcel y la pérdida de lo trincado. ¿Pensaron ab ovo, desde el principio, que ellos estaban por encima de la juscia? Parece ser que sí, según se desprende de la osadía, atrevimiento, descaro con que atuaron. 

Rotundo mentís al discurso de Torres Dulce.

Se le ha dado Pablo Sebastián, en su artículo "Sí hay sombras en la corrupción", pasando revista a los interminables casos de corrupción en los que se hace la vista gorda y salen indemnes los cacos. Incluso condenados a los que el Gobierno indulta. Recrimia que la actuación, por acción u omisión, de la Fiscalía en los casos de corrupción -y especialmente la que afecta a los altos dignatarios y gobernantes del Estado- deja mucho que desear. El segunto punto y aparte apunta a la familia real y dice así: 
Empezando por el caso Nóos de Urdangarin y Torres donde esa Fiscalía, que preside Torres Dulce, ya ha hecho lo imposible para evitar que sea imputada o llamada a declarar a la infanta Cristina, al tiempo que h actuado para llevarse el caso al Tribunal Superior de Valencia y quitársela al juez Castro que instruye el caso. Como brilla por su ausencia la investigación y actuación de la Fiscalía sobre el escándalo del uso y disfrute, con fondos públicos, de la casa de El Pardo llamada La Angorilla, utilizada de manera sorprendente e irregular por la famosa princesa Corina, la amiga íntima del Rey.
Al final del artículo retoma el tema de la Casa Real: 
Debería denunciar Torres Dulce las trabas de la inspección de Hacienda a la investigación de los presuntos delitos de Nóos y Aizoon, para proteger así a la hija del Rey. Y no digamos los seguimientos policiacos a los periodistas y jueces que investigan la corrupción.


El Gobierno actua como handicap de la Justicia, en defensa de políticos y familia real.

Cuentan, evidentemente, los Tribunales con esta desventaja. Y es axiomático que mientras no sean independientes el poder ejecutivo y el poder judicial, los políticos corruptos cuenta con ciera facilidad para irse de rositas en sus tropelías, y abusarán de su poder para enriquecerse ilegalmente. Todo se corromperá.  En general los tribunales de justicia quieren actuar, pero... El presidente de CGPJ, Gonzalo Moliner, ve necesario "dejar trabajar" al juez Castro. ¿Se le dejará? De momento, se le está persiguiendo y ha infligido varias gamberradas de que ya he hablado y todos conocemos. Muy valiente, aún no ha acudido  la Polícia ni pedido amparo al Poder Judicial. ¿Verá ya la Fiscalía indicios sobre la Casa Real? Que dejen los políticos al juez Castro ir descubriéndolos. Y a la Justicia en general, pues el diario El Mundo ha publicado que la Fiscalía Anticorrupción ha descubierto importantes ingresos de dinero de las cuentas del Rey a un depósito bancario de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina. ¡Y padre e hija pretendieron hacer creer que ignoraban los """asuntos"""  del yerno y esposo respectivamente! 

Cristina, Urdangarin y el monarca necesitan el valladar del Gobierno para que se cumpla la voluntad de la familia real, que es evitar sean condenado el matrimonio "infanta Cristina", porque, de ser marcados como..., digamos ricos ilegales, quedaría por los suelos la "marca España". La "Corona" no consiguió intalarles en Catar pero con mejor suerte lo ha realizado en Ginebra a la vera del Aga Kan, amigo de Juan Carlos I como ya referí en reciente artículo. El juez Castro no se decidió desde el principio de la imputación al duque en-palma-do, o seudoduque de Palma, a retirarle el pasaporte. Es de desconfiar -insisto- que sean juzgados, de serlo, que cumplieran su condena, de haberla.  Sí es posible que hayan de irse todos.    
                                                                                                                                                                    

Lo que dure la institución monárquica, durará el bipartito, de aquí que tanto el PP como el PSOE defiandan al rey y a su familia -la de éste-. No ya el PP sino que se da el caso insólito que el PSOE, que por naturaleza no puede ser monárquico protege la monarquía, nada de convocar Elecciones a ver si España, que nunca votó a Juan Carlos de Borbón, le vota. U opta por darse una República. Harta está la ciudadanía de los políticos de esta monarquía corrupta. Al rey se le satiriza abundantemente, he aquí, por ejemplo, esta  viñeta.     
                                                                           
Para facilitar su lectura, dado el pequeño tamaño de su impresión, transcribo el texto. 

¡Estoy hasta la polla! Tengo la espalda más retorcida que el rabo de un cochinillo, de pasarme media vida tirado a la bartola en el sofá y en la cubierta del yate... / Me duelen todos los huesos de las antiguas lesiones y fracturas de cuando pasaba las vacaciones aquí y allá. / Tengo las caderas más trilladas que el ojete de Jorge Javier Vázquez... primero la que me jodí en Bostwana y ahora la otra... / Aún me siento un joven putero y tarambanas pero dentro de un cuerpo ajado y decrépito. / ¡Esto ya es otra cosa! ¿Me habéis puesto para que me salga de la pierna el pantalón para reventar elefantes -Sí. / ¿Y la polla de titanio? -Sí. / ¡Bien! Pues primero me voy al club y despúes para celebrar el polvo, a matar a un paquidermo.       


Y de políticos enfermos de corrupción no dejaré de consignar que si existe una corrupción política a lo largo de nuestra historia, esta patología se lleva la palma en nuestros días. Porque                                                                                   
Hay cacos en todos los partidos políticos. Unos contra otros lo emplean como arma arrojadiza; ahora bien, dentro del mismo se defienden unos a otros con todo el rostro que haya de echarse. ¡Y se quedan tan panchos para el futuro! Sí, aunque éste les desmienta duramente. Aznar aseguró en una ocasión como un jabato, o sea, valente, osado, atrevido, que en el Partido Popular no había ningún chorizo, eran todos personas decentes. ¡Y decimos de la infanta Cristina! Los políticos tampoco son consciente, no les consta lo que no quieren. Por ello recientemente ha dicho Ruiz Gallardón: La honestidad de Rajoy es motivo de orgullo y ejemplo. Su defensa llega al máximo indultando, con preferencia, ¡claro!, políticos y banqueros. El indulto por parte del presidente, del ministro de Justicia y, por supuesto, del rey, ha de quedar erradicado para los que con sus trinques ha llevado a España a la funesta situación en que se encuentra.    
                                                                               
Y en lo que atañe a su fama en el extranjero es pésima; el gran caso de de corrupción de Bárcenas ven que está implicado el Gobierno, hacen caso a los documentos.
                                                                           
Pero no es sólo, ni conocen sólo, este caso sino todos. entre los principales estos:
                                                                                 
                                                                           
En fin, que el Fiscal Anticorrupción que hoy tenemos, cumpliendo su palabra, actúe contra la misma sin sombra de excepción, y, lo que aparece dudoso dada la conducta que ha tenido hasta aquí, que el Gobierno así lo quiera. Creamoslo, aunque sólo sea por aquello de ¡Oh!... qué hermosa apariencia tiene la falsedad. (Shakespeare).  
       

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