si es volcar sin sentido los sueños
al mar?
- Enrique Santos Discépalo -
Amor.
Debo puntualizar algo generalmente confuso: las dos caras de la medalla del amor .Eros y Antero (el amor y el desamor). La estimación de un amor difícil o desamor tiene su anclaje en la pasión sexual -Venus-, pero el amor que no se olvida, que no muere, es de otra índole que el apetito genésico, fisiología, sino mucho más, va más allá de los sentidos corporales sin excluirlo 'per se'.
Para delimitar estos dos campos en el concepto general del amo, clarifico que hay amores que pueden catalogarse en uno u otro extremo: el platónico, idea; el aristotélico, materia, pero los más frecuentes son aquellos que participan de ambos, con más o menos dosis de uno o de otro, según predomine en sus protagonistas el sentimiento o la sensación.
Para Freud no existe más que la libido, término por él creado y al que asigna determinaciones y significados y significados cambiantes, aunque haciéndolos radicar en el apetito sexual, placer erótico e instinto de la vida frente al de la muerte. Es una amplia y compleja teoría en la que se exagera el dominio -cuando el predominio , ya constituye duda y ha sido negado- del apetito sexual en nuestra vía psíquica, y las extravagancias y neurosis que los deseos sexuales no conseguidos generan.
Digamos de paso, pues no podemos parar en el creador del psicoanálisis, que hay que distinguir entre la mente y el y el espíritu. Sabemos, por ejemplo, que para las depresiones de la mente hay fármacos,, pero no para las del alma.(Tampoco sabemos dónde se aloja el alma. ¿En el cerebro? No hay neuropsiquiatra que nos lo diga).
La frase <te amo con toda mi alma> nos da la clave. Si se amara solo con el cuerpo, iría declinando el amor a medida que envejecemos, mas es notorio que, generalmente, envejecer no separa y que se lleva más resignadamente en el matrimonio. 'Para una pareja verdaderamente unida -André Maurois dice en 'Sentimientos y costumbres'- la pérdida de la juventud no es una desgracia. La dulzura de envejecer juntos hace olvidar la pena de envejecer'.
Lo que produce el desamor, incluso en plena juventud, es que el amor-sentimiento de uno de los dos corresponda al amor-sensación del otro. Entonces puede contar el paso del tiempo viniendo a destruir el matrimonio (la pareja en general)lo más mínimo o se busca el pretexto y con la mayor irresponsabilidad, tanto más en nuestros días en que el matrimonio no infunde respeto alguno ni como contrato civil ni, y esto es lo más grave para los católicos -verdad que lo somos de pacotilla- como sacramento.
Concepción Arenal achaca al aburrimiento de la mujer las deslealtades y rupturas, pero la mujer que verdaderamente ama no siente tedio. Ni el hombre frente a su amada. No vacilo en sentar esta premisa: Nada hay más constante que el amor verdadero, solo es grande el amor que no puede decir adiós. Pero creo que 'el amor más fuerte y poderoso no es el que sube desde la impresión, sino el que desciende desde la admiración', como opina Severa Catalina en su libro 'La Mujer'.
Nostalgia de amor.
Así como la muerte es, según Schopenhauer, el genio inspirador de la filosofía, así también el amor lo es del arte. 'Tú que crees que se exagera la parte que la mujer tiene en las artes, hay que reconocer que yéndose Dulcinea nos quedamos sin Don Quijote', dice Ganivet. La mujer, el hombre, el amor, ha creado gran número de manifestaciones artísticas cuando este elevado sentimiento no es diálogo sino monólogo, no es la alegría de la compañía sino la tristeza de la soledad.
Como expone Unamuno, 'los grandes amores tienen por fin producir grandes obras poéticas; los amores vulgares terminan en hacer hijo, los amores heroicos en hacer poemas o cuadros o sinfonías'. Hagamos la salvedad de que él escribió poemas y algo más, tuvo nueve hijos y estaba muy unido a su esposa, Concepción Lizárraga, enamorados desde niños.
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Ya es dejar buen recuerdo tributarle en Salamanca un homenaje. |
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a los ochenta años de su muerte. Había nacido en 1864y contrajo matrimonio en 1891. Envidiable fue el matrimonio de Unamuno..
Mejor, como él y otros creadores, escribir poemas o pintar cuadros o componer música, desde un amor dulce, porque al lado de la mujer también se puede crear y no solo hijos de la carne, también del espíritu: arte.
Sabemos, asimismo, que muchos autores escribieron amores desgraciados que no son, ni mucho menos, autobiográficos. La clave es que encontramos más inspiración y belleza en el dolor y en la melancolía. Por regla general los novelistas no hablan bien de la vida matrimonial; hemos de entender que es muy difícil escribir sobre los matrimonios felices mientras, por el contrario, los fracasos matrimoniales brindan facilidad para escribirlas, tienen interés novelesco, tanto para el autor como para el lector.
Dirijo este artículo principalmente a los dolientes separados -que haberlos, haylos-: divorciados, entre los que comúnmente hay de la pareja uno que sufre; a los que padecen la desgarradora viudez y, en fin, al amante no correspondido, a lo Petrarca, sin esperanza de que su amor halle correspondencia, a los condenados, en la situación que fuere, a "vivir" amor unilateral. Algunos, casi todos como Stendhal, conforme apunta Ortega y Gasset, no conocieron el dual, nunca fueron amados. ¡Y en tantos dejó el sueño de amor una sedimentación de amargura! Lo refleja la lamentación del dramaturgo y letrista de tangos argentinos que sirve de epígrafe a este artículo.
Finalmente recordemos el siguiente epitafio que el matemático y teólogo inglés Guillermo Whiston, que sucedió a Newton en la cátedra de matemáticas, puso en la sepultura de su mujer:: <Fue la única esposa de Guillermo Whiston> Lección de amor y de matrimonio
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