miércoles, 25 de julio de 2018

Tambaleante monarquía la de Felipe VI

No hay nada tan inseguro como
la grandeza de los reyes.
   - Quilón de Esparta - 

En aquel tiempo de este sabio de Grecia bastante menos segura que actualmente. De todos modos por lo que tiene de extemporánea la institución y el cargo, tiende a desaparecer. Hoy día no cabe tamaño engaño y, además, mezclado con lo divino.   

En una entrevista hecha a Jaime Peñafiel viene en todas sus manifestaciones a coincidir con Pilar Urbano sobre la peligrosidad en que halla la institución monárquica en España, una de las pocas monarquías que  quedan en Europa. Franco no la quiso consigo, pero sí tras de él. Notoria es la obsesión que este comentarista tiene con que la divorciada doña Letizia Ortiz Rocasolano ascendiera a princesa y luego a reina. Que yo sepa, no ha tenido tan duro adversario la princesa consorte Mette-Marit, esposa del príncipe heredero Haakon Magnus, de Noruega, que no reúne muy superiores cualidades, que digamos. a la del Príncipe de Asturias, matrimonio que antes de lo que se esperaba pasaron a reinar. Le vino a Juan Carlos I tanto mal, por sus propios méritos, que, muy lejos de su voluntad, tuvo que abdicar en su hijo para, de momento, salvar la Corona. Ante esta pregunta del entrevistador: ¿Cree que la reina Letizia puede influir sobre su marido para que tome decisiones contra su padre?, Peñafiel dice: 
Pone usted el dedo en la llaga.Letizia fue mal recibida por todos, cierto es. Se trato incluso impedir la boda. Quizá sea ahora la hora de la venganza de Doña Letizia. Muy fuerte lo que digo, pero posiblemente sea así. Pude pensar: "Yo la nieta de un taxista, se me impidió, se me insultó y metió en una familia impresentable totalmente". Porque si la razón de ser miembros de la monarquía es que sus miembros sean sean ejemplares, desde luego en esta familia no lo son. [...] Su hermana, su cuñado y ahora su padre. Y luego está la relación de su mujer con su madre. Es que es terrible, es para pensar en abdicar. La monarquía está tocada y con los años contados.
Se está proponiendo en estos días que Felipe VI elimine de la familia real a sus padres, igual que ha hecho con la infanta Cristina y con Iñaki Urdangarin. Esto también le es preguntado al viejo cronista, y responde. 
Como poder, podría, ¿pero có se hace eso en una crisis como la que tiene ahora la monarquía? Esta institución ya tiene su fecha de caducidad, y si no se reforma la Constitución es porque habría que votar la forma de Estado en referéndum y el resultado sería el que sería. La Monarquía se metió de forma tramposa en un paquete llamado Constitución [...] Si se reforma la Constitución habría un referéndum sobre la reforma de Estado y, por supuesto, la monarquía desaparecería.
Todo ello es evidente. y, por ende, sostenido  por este señor, por el otro y por el de más allá. Es muy fuerte esta afirmación de Peñafiel:, En el caso de Nóos se condenó al menos culpable, cuando la culpable total era Cristina. Y con la colaboración de Don Juan Carlos". Duro es también que afirme: "Vuelvo a repetir, la razón de ser de una monarquía es que sus miembros, todos, sean ejemplares y en la Familia Real española no hay ninguno. Ni Felipe, que se casó con quien no debía y ahora lo está pagando muy caro"

La verdad continúa in crescendo, descubierta y presentada por doquiera. 

 Peñafiel arremete también con dureza en su artículo 'El consorte real comisionista', publicado en 'A República' el 16 de este mes que finaliza. En él expone:  

El tema de las conversaciones de Corina  a (Villarejo-Villalonga)  es lo más grave que ha sucedido desde 1975, desde que la Monarquía es la forma de Estado en España  
 Y vuelve a la carga de la ejemplaridad.
Porque la razón de ser de las monarquías, esa institución medieval que ha llegado hasta nuestro tiempo, es que sus miembros sean ejemplares públicamente y, en la intimidad, lo parezcan. / Desgraciadamente en España no lo son. Ni en privado ni públicamente nadie.
No pierde ripio de atacar a Letizia, y para mientes en su pasado, sobre el que tanto se ha escrito y se continúa escribiendo.
El emérito con sus infidelidades matrimoniales; el  jefe del Estado, por culpa de su consorte. No es ejemplo de nada. Cierto es que la culpa la tenga por casarse con quien quiso pero no con quien debió. ¡Menudo pasado tiene la señora! Y ya saben ustedes lo que decía el Conde de Barcelona: "el pasado siempre es presente". 
Indubitablemente la monarquía instituida por el dictador Franco no cuadra a su finalidad. 

Es así aunque lo  diga la tía paterna de Letizia, por republicana que sea ella y en general la familia. He aquí cómo queda patente en este vídeo en el que
 

'la tía de de la reina Letizia carga duramente contra Felipe VI y pide abolir la Monarquía'. Sobran razones para ello, incluso  bajo un criterio monárquico, el cual no se concibe a esta altura. No estamos ya en la Edad Media, y aun en la Edad Moderna, en que la justicia social brillaba por su ausencia. 

Las Infantas y el Príncipe de Asturias nacieron siendo don Juan Carlos el inseguro Príncipe de España -Franco podía eliminarle mientras viviera- y al poco tiempo de ocupar el trono los ya reyes se separaron clandestinamente al sorprender la reina Sofía a su marido con la actriz Sara Montiel. De este suceso ya hablé detalladamente en otra ocasión. La ex reina Federica aconsejo a su hija que no se separara, que transigiera con la infidelidad, porque el 'oficio' que tenía bien valía la pena, no iba a encontrar otro mejor. La reina se quedó en Zarzuela, hubo de aceptar el papel a que su marido la confinó.  

Todos los miembros de la monarquía instituida por aquel africanista que gustó de ser denominado Caudillo,  han incumplido los cánones monárquicos. En vida del dictador cumplió el don Juan Carlos -muy atento a ello estuvo Franco- el casarse bajo los mismo, pero ¿qué matrimonios han  efectuado los hijos del rey Juan Carlos I con su esposa? Inadecuados fueron los de las Infantas, e inadecuado totalmente el del príncipe heredero, pues en cuanto a la elegida de éste ni siquiera era soltera. 

Ya que he citado al príncipe Haakon Magnus y a su esposa, he aquí lo que sobre - - escribía en 2005 apúb 'El hombre que se acuesta con la reina', Jaime Peñafiel.
Dado el delicado estado de salud de Harald de Noruega, recientemente se le detectó un cáncer, es posible que Haakon sea el primer heredero que acceda al trono siendo todavía joven, por lo que la impresentable Metti-Marit podrá presumir de ser la mujer que se acuesta con el Rey , si es que para entonces existe ya la monarquía.
¿En España? Don Juan Carlos es todavía joven : sesenta y siete años. Dado que las expectativas de vida son cada vez más largas, de no producirse una abdicación, Felipe reinará los sesenta años. A esa edad una pareja, un matrimonio, si n o se ve afectado por la convivencia, que mata la pasión, el amor y hasta el cariño, bien puede Letizia ser la mujer que comparta el lecho con el Rey, como ahora lo comparte con el heredero. / ¿Desde cuándo? Digamos que desde el 22 de mayo de 2004. ¡Es un decir! 
Haralt V continúa vivo y reinando; Juan Carlos de Borbón y Borbón también continúa vivo pero sin reinar, viéndose forzado a abdicar, para tratar de salvar la corona, el 19 de junio de 2014. Desde esta fecha, pues, Letizia se acuesta con el Rey, según el libro de Peñafiel, su segundo marido, y es Reina. Es de la misma edad que Mette-Marit. 

Todos se descaminaron de su papel.  

Insistiendo en el quebrantamiento de la Familia Real, empezando por el pater familiae, ésta ha hecho de sus obligaciones y deberes caso omiso, así ha empleado su puesto para enriquecerse, lo que constituye delito en general. Hasta el día de hoy las consecuencias han sido la abdicación, una multa que le fue impuesta a la infanta Cristina en la Sentencia del caso Nóos y cinco años y pico a su esposo el ex balonmanista Iñaki Urdangarin. La inmunidad e impunidad solo la tiene el Rey, pero se creyeron Cristina y su cónyuge  en posesión de ellas. A esta cualidad de inmune y de impune  

Ya comenté otrora lo que tiene de absurdo la concesión de tal privilegio, ese artículo de la Carta Magna -texto tan desfasado que está pidiendo a gritos una reforma-, ya que, como dice el barón de Montesquieu, 'la ley debe ser igual para todos, como la muerte'. Pero si, al menos, en esto, como en tantas otras cosas, se hubiera cumplido la Constitución. El texto de la misma dice taxativamente:
Articulo 64. 1. Los actos del Rey serán refrendados por el presidente del Gobierno, y, en su caso, por los ministros competentes.  La propuesta y el nombramiento del Presidente del Gobierno, y la disolución prevista en el artículo 99, serán refrendados por el Presidente del Congreso. / 2. De los actos del Rey serán responsables las personas que los defienden.
El bipartidismo que vino gobernando no controló al monarca -bien le fue con el PP y mejor con el PSOE-, le dejaron en tierra de nadie, y éste  'hizo de su capa un sayo'. Indebidamente porque esta expresión significa "obrar alguien según su propio albedo  y con libertad en cosas o asuntos que a él solo pertenecen o atañe", y no es así, puesto que, como vemos, existe un refrendo de los actos del Rey.

Todos se desorbitaron; dentro de la familia ninguno hizo caso al otro. Notorio es que la infanta Cristina y el príncipe Felipe se rebelaron de plano contra el padre al oponerse a sus respectivas bodas y velis nolis, de buen grado o por la fuerza, guste o no guste, hubo de transigir. La hija le manifestó que si no le autorizaba la boda se iba a vivir con él. A este respecto escribe Peñafiel en su obra citada:
¿Y si no atiende a razones?, como al parecer sucedió en el enfrentamiento entre padre, madre e hijo el día que les comunicó la "mala" nueva, ¿qué se puede hacer? Pues acoger a la nuera, o al yerno, en la familia y tratar de ayudarles a que el matrimonio funcione. Cuando doña Sofía aborda el tema de los matrimonios de los hijos, sorprende que lo haga como una madre normal, como una madre del pueblo sencillo y llano y no como reina. Si no, ¿cómo puede decir <son ellos los que eligen, son ellos los que deciden>?
Seguidamente, como no puede ser por menos, trae a colación el criterio que sobre este particular tenía su suegro: 
El Príncipe sabe que no puede ser libre para elegir a su futura mujer  porque ésta será la reina de España. Su libertad de elección está limitada... El Príncipe se casará con quien tenga que casarse, lo tiene muy claro, lo hará por encima de cualquier inclinación eventual... Un español siempre encuentra un argumento para justificar un error personal del Rey, pero es mucho menos generoso con los tropiezos o el pasado de la consorte.
Tal pensaba su abuelo, pero el Príncipe fue libérrimo para elegir esposa, reina que dar al reino. Dos grandes temores y la ocultación de ellos planearon ante la boda del Príncipe:el del divorcio y el del aborto, y no de su ex marido. El primero le arreglaron los novios con el primo y abogado de ella; David Rocasolano; el segundo llegó a salir a la luz, y entonces el obispo de Sevilla, Carlos Amigo, tratando de quitar importancia al divorcio salió por peteneras, exponiendo que 'no llegó a casarse nunca por la Iglesia. Ante Dios nunca estuvo casada'. (sic) El susodicho autor se lo rechaza recordándole que España es un país aconfesional y en el que el único matrimonio válido es el civil. Nada, efectivamente, pinta la Iglesia católica, para bien o para mal, en el divorcio de quienes también se casaron por la Iglesia. No quita lo civil para considerar con Severo Catalina que 'el divorcio es el recurso heroico de las almas pequeñas'. Lo expone en su libro 'La mujer', donde tanto la defiende. 

Poco más de tres años después de la boda de don Felipe se separó el matrimonio Marichalar-Borbón y el 15 de diciembre de 2009 firmaron el divorcio. La Casa Real lo dio a conocer el 9 de febrero de 2019. Por mucho que doña Sofía odie el divorcio, ya había dos divorciadas en el seno familiar. Y por muy en alta estima que tenga a su yerno Urdangarin, hoy día preso por corrupción y otros delitos, ha creado a la institución monárquica  una situación insostenible. ¿continuará pensando y exponiendo que 'Urdangarin es bueno, bueno, buenísimo'? Y también después de descubierto algún escarceo amoroso extramatrimonial., ello acompañando al caso Nóos. No es precisamente bondad en grado sumo el comportamiento que tuvo con su novia Carmen Cami. Y, desde luego, ya tenía las uñas largas.

María Teresa Yagüe, en su artículo 'Iñaki Urdangarín y sus juergas de macho ibérico' -2013-05-23- asegura que:
No es la primera vez que se habla de las presuntas infidelidades del duque de Palma. Cuando no había estallado el caso Nóos ni se sospechaba irregularidad alguna, ya había rumorea de que Urdangarín y su antigua novia Carmen Cami nunca habían dejado de verse incluso después del matrimonio de Iñaki con la Infanta. 
Y eso que la novia catalana de Urdangarín  se enteró que había roto cuando se anunció en la prensa del compromiso de la Infanta y el deportista. Pero en el pueblo de Puigcerdá donde la familia de Carmen Cami tenía una casa había rumores de que la relación personal entre los antiguos novios no se había roto. 
Según refiere Eduardo Inda y Esteban Urreiztieta en su libro 'Urdangarín. Un conseguidor en la corte del Rey Juan Carlos, Carmen a los pocos días del golpe recibido fue al banco para sacar su parte de la c.c. que tenían conjuntamente y se encontró que no había dinero. Su ex se había llevado la parte de ambos, ella perdía dos mil cuatrocientos euros. Gran indulgencia la de Carmen Cami, pues aun así... le disculpa, no ve que sea interesado y ambicioso, no lo era -ha expuesto- cuando iba con ella.  

Es irrisorio lo religioso que afecta ser Urdangarín -burlesco fingimiento o necedad suma si se lo cree- conforme ha exteriorizado a su entrada en la cárcel interesándose por oír misa y portando un rosario. Se extraña David Rocasolano de que ahora su prima hermana, la Reina, atienda infaliblemente la misa dominical  Todos son católicos como corresponde a personas de la realeza. Pero lo que importa verdaderamente es cumplir con las normas de ambas instituciones, y aquí sin temor a equivocarse se puede decir que de ello se andan a años luz.  

Se puede decir ya, ¡pero no antes...!, 'corregir o Durante equis años fue España <una monarquía protegida por la censura>, tesis que defiende Iñaki Anasagasti en su libro así titulado. Ya se puede exteriorizar un juicio de una obra, corregir o reprobar algo o a alguien'; finalizó con el viaje de incógnito del Rey, acompañado de Corina, en el safari de Botsuana que resultó escandaloso por la imprevisible caída de él  y la implicación de una intervención quirúrgica., lo que descubrió su escapatoria en días en que nuestro país se hallaba en gravísima crisis. ¡Menuda lección de patriotismo dio! Ésta amiga  y "ayudante" -trabajaba para España, no dejó de decirse-  que instaló a su lado  tenía buena relación también  con el matrimonio Urdangarín-Borbón, tanto es así que trató de colocar a Iñaki. Al safari de elefantes se aunó el caso Nóos en el que estaba involucrado de lleno la Infanta y su marido. A partir de aquí adíós a toda autoridad moral; hubo al serle dado el alta de pedir perdón a la nación. Luego al ser involucrado, ya por el conocimiento que se le ha atribuido en los """negocios""" del yerno, ya por su férrea defensa a éste y el tinglado -en su acepción de 'artificio, enredo, maquinación'- que preparó para liberar a su hija de una posible sentencia judicial condenatoria le creó un panorama de necesaria abdicación para salvar, de momento, la Monarquía. 
                                                                               
 
A la institución, ya en manos de los monarcas actuales SS. MM. Felipe VI y Letizia Ortiz le está causando mucho daño las secuelas de este pasado: el encarcelamiento de Urdangarín que lleva inherente el desbarajuste familiar que ha creado. Si bien es cierto que, como antes dije, nunca fue una familia bien avenida, y en este panorama de los padres crecieron los hijos, hoy día están todos muy encontrados. Y, en verdad, con una difícil problemática entre el papel familiar y el de la realeza. Tuvo Felipe VI que mutilar la Familia Real, y ahora tendría que hacer otra amputación: la de sus padres. En vez de 'Todo por la Patria', como rezaba en los cuarteles, 'Todo por la Monarquía'. 

En pos de salvar a Felipe VI (y no dejará de ser de momento) Pilar Urbano le pide que reaccione al escándalo de las cintas de Corina. 

Reaccionar entre él mismo. Sin perder un instante, porque no se quema solo él, se quema la Corona. Ha de adelantarse a la posible querella. Ha de adelantarse a la posible investigación en el Congreso. Ha de dar el paso, zancada, de reparar el daño, restituir lo defraudado, colaborar con la Justicia a través de sus asesores jurídicos, hacer donación pública de los bienes que hubiera obtenido ilícitamente o valiéndose de su condición de autoridad suprema de la nación. [...]  Juan Carlos l ha proyectado una densa sombra sobre la Corona. Y Juan Carlos l tiene que eliminarla. No puede, no debe, gravar a su hijo con ese estigma final.
Él temía que su hijo, por su matrimonio, se cargada la Monarquía, y aquí sí que puede aplicarse el dicho de 'ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio'. Afirma Corina que Juan Carlos ayudó a Iñaki en los ... """negocios""" , con lo que ha ayudado a salir de esta duda, si queda demostrado. Si llega a ser antes de la Sentencia de Nóos... Y proclama: <Iñaki no distingue entre el dinero público y el dinero privado. Y el Rey no distingue lo legal y lo ilegal>.. En definitiva, en una pésima situación está el monarca anterior y el actual; uno puede perder el enorme capital que hizo -evidentemente y como queda dicho, valiéndose de su condición de autoridad suprema de la nación-, y el otro el empleo de rey que, como dice Juan Balansó no hay ningún otro tan bien pagado. 

Alea iacta est, la suerte está echada.

De este tinglado armado por Corina Larsen Adkins -princesa consorte de 2000 a 2005- puede derivarse el divorcio entre los Reyes eméritos. Iñaki Anasagasti, que mucho ha escrito sobre el anterior monarca, expone:
Juan Carlos de Borbón ya no es la figura intocable para los medios de comunicación y las conversaciones de Corina con José Manuel Villarejo y Juan Villalonga no hacen más que seguir destruyendo la coraza, ya prácticamente desquebrajada, de impunidad del rey emérito.
Aún ha de destruirse totalmente, porque como Anasagati continúa diciendo,
A pesar de todo El País, El Mundo, ABC, La Razón y algunos digitales se resisten a informar sobre este terremoto informativo tratando de negar la realidad y viviendo en una realidad paralela como si no existieran las redes, las televisiones españolas y las extranjeras.
Y termina emitiendo esta dura, pero justa, afirmación.  
El Rey, como ha dicho Peñafiel, deberá ser procesado. 
Es evidente y lo reclama la sed de la ciudadanía en que se cumpla el artículo 14 de la vigente Constitución, el cual proclama la igualdad ante la ley. Empieza dándolo mentís la superabundancia de aforados que hay en nuestra diferente España. Increíble país en esto. De momento, el Gobierno está consultando sobre la inviolabilidad del ex monarca Juan Carlos I, y se ha apuntado que a partir de su abdicación puede ser investigado por la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo. 

Concluyendo este artículo, la tesis que lo vertebra, consignarė lo muy confusa, falsa y contradictoria  que está resultando la conducta de toda la família -y los padres del monarca continúan en la Familia Real-. Está a la vista que todos ellos quieren a Urdangarín y demostrårselo al país, siendo rechazable de plano esto segundo habida cuenta de su condición de realeza. A la madre del Rey no le preocupa el daño que implica para su hijo la visita a su yerno encarcelado. Ello, indubitadamente, supone un desprecio a la ciudadanía de la nación en la que fue reina consorte. Se dice que acudirá a verle acompañada de su consuegra. Oirá a esta señora quejarse de la "injusticia" que se ha cometido con su hijo. Mejor que la acompañe su hija, esposa del presidiario, aunque tendrá que oír lo mismo. ¡Ay de la injusticia con el matrimonio! Esperemos que no lo piense, considere, la mejor suegra de España también así, y que no continúe en la idea y creencia de la probidad de Urdangarín. 
 
           

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