al género humano. - Fenelón -
Si, como dice este poeta y escritor francés, que además fue teólogo y obispo, la guerra es deshonra, ¿qué decir de la guerra civil? Él acusó al Rey Sol de realizar guerras que solo se basaban en motivo de gloria y de venganza; un fragmento de la carta que le dirigió dice:
Vuestro nombre se ha hecho odioso... , mientras vuestros pueblos mueren de hambre, el cultivo de las tierras está casi abandonado, las ciudades y el campo se despueblan, todos los oficios languidecen, Francia entera no es más que un gran hospital desolado y desprovisto. La sedición se extiende poco a poco en todas partes; creen que ya no tenéis ninguna compasión por sus males, que solo amáis vuestra autoridad y vuestra gloria Esta gloria que endurece vuestro corazón os es más querida que la justicia, incluso que vuestra salvación eterna, que es incompatible con ese ídolo de gloria / Solo amáis vuestra gloria y vuestra comodidad . Todo lo centráis en vos, como si fueras el dios de la tierra y todo lo demás solamente hubiera sido creado para seros sacrificado.Tal desastre del país le pagarían en la guillotina María Antonieta y Luís XVI al surgir la Revolución francesa, la monarquía absoluta se había hecho insoportable. Los zares seguían la misma conducta de egoísmo e irresponsabilidad, y así llegó también la Revolución rusa. Las imputaciones últimas del fragmento de carta que acabamos de leer les cuadra perfectamente a los reyes absolutos. El acuerdo de un rey con su pueblo suele ser el que dijo Federico II el Grande: 'He llegado a un acuerdo con mis súbditos: ellos dicen lo que quieren, y yo hago lo que me da la gana'. Y quien dice rey, dice dictador, pues se hallan los reyes tan dictadores, y éstos tan reyes.
18 de Julio. Alzamiento Nacional.
El golpe de Estado se produjo el 17 en las colonias de África, y en la península el 18. Entre las efemérides de este día hay una de verdadera vergüenza ocurrida en 1195, y es la derrota de Alfonso VIII de Castilla en la batalla de Alarcos por los almohades. Ante el desastre de la misma, se dieron cuenta los reinos peninsulares que que debían dejar de guerrear entre ellos y unirse contra el moro, prosiguiendo la Reconquista. Gracias a esta unión el Rey castellano pudo sacarse la espina en la batalla de las Navas de Tolosa, 16 de julio de 1212. Otra es también dolorosa: en 1895 se consolidó la pérdida de Filipinas. Recordemos también, ahora que está sobre el tapete, que el 18 de julio de 1957, a los dieciocho años de estallar la guerra, se inauguró el Valle de los Caídos.
Aquella guerra fue el choque de las dos España, la de la Tradición y la de la Revolución. Bastantes años antes había escrito Antonio Machado en su profético poema:
Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza..
Españolito que vienes
al mundo te salve Dios,
una de las dos España
ha de helarte el corazón..
Llegó la Segunda República con mucho lastre socialista y comunista, lo que no gustó a los republicanos doctor Marañón, Antonio Machado, Ramón Pérez de Ayala y Ortega y Gasset. Éste publicó en el diario Sol su artículo 'No es esto, no es esto'. Ellos fundaron el 10 de febrero de 1931, asumiendo la presidencia Antonio Machado, la Agrupación al Servicio de la República. No era un partido, pero querían movilizar a los españoles de oficio intelectual para formar un contingente de propaganda y defensa de la República.
Se dio el caso de que en guerra y en la zona republicana se fusiló a republicanos, tan como a Melquiades Álvarez, fundador del Partido Reformista en el que militaron Pérez Galdós, García Morente, Ortega y Gasset y Manuel Azaña. De este crimen -múltiple- expone José María Zavala.
Azaña fue presidente de la Segunda República del 11 de mayo de 1936 al 3 de marzo de 1939, sucediéndole José Miaja como presidente del Consejo Nacional de Defensa. Quedó muy amargado de la injerencia marxista en la República, que llegó a anular a la República, y de sus crímenes, tanto es así que, en entrevista con Sánchez Albornoz llegó a decirle: 'No quiero ser presidente de una República de asesinos'.
Nombramiento del general Franco como Jefe de Estado y desengaño sufrido por quienes le nombraron.
Llegó la Segunda República con mucho lastre socialista y comunista, lo que no gustó a los republicanos doctor Marañón, Antonio Machado, Ramón Pérez de Ayala y Ortega y Gasset. Éste publicó en el diario Sol su artículo 'No es esto, no es esto'. Ellos fundaron el 10 de febrero de 1931, asumiendo la presidencia Antonio Machado, la Agrupación al Servicio de la República. No era un partido, pero querían movilizar a los españoles de oficio intelectual para formar un contingente de propaganda y defensa de la República.
Se dio el caso de que en guerra y en la zona republicana se fusiló a republicanos, tan como a Melquiades Álvarez, fundador del Partido Reformista en el que militaron Pérez Galdós, García Morente, Ortega y Gasset y Manuel Azaña. De este crimen -múltiple- expone José María Zavala.
La cárcel Modelo ardió como una enorme falla el 22 de agosto de 1936, al inicio de la Guerra Civil. Una treintena de políticos fueron conducidos a empellones hasta el sótano para ser ejecutados. Ramón Serrano Súñer escuchó estremecido, durante horas, los disparos de los milicianos. Cuando Juan Simeón Vidante vicesecretario general del PSOE, y fiscal del Tribunal de Cuentas, bajó al sótano de la prisión antes de amanecer, provisto de una linterna, tropezó con los cadáveres, para poco después identificar a los políticos que habían sido sus compañeros de escaño en la Cortes. Fernando Primo de Rivera llevaba aún el cigarrillo en la mano que pidió antes de morir.. Julio Ruiz de Alda yacía también agujereado por las balas. Melquiades Álvarez mantenía los ojos abiertos... Vidante se los cerró piadosamente.Puede leerse que 'la muerte del político -dicho político republicano- produjo una fortísima impresión en el presidente de la República, que llegó a pensar incluso en la dimisión'. Un día llegó a decir: 'La guerra está perdida, pero si por milagro la ganáramos, en el primer barco que saliera de España tendríamos que salir los republicanos si nos dejaban'. Este político, que para muchos tiene una imagen siniestra, pudo incurrir en algún error político, pero no era un criminal ni un corrupto -versión ladrón-; él presidió la Segunda República de - a - y se preocupó de poner a salvo cuantos cuadros pudo de la pinacoteca del Prado. A este efecto que dijo: 'El museo del Prado es lo más importante para España, más que la Monarquía y la República juntas'.
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| Niceto Alcalá Zamora y Manuel Azaña |
Nombramiento del general Franco como Jefe de Estado y desengaño sufrido por quienes le nombraron.
Muerto en accidente de aviación el general José Sanjurjo cuando se dirigía a España desde su destierro en Portugal, líder del bando militar sublevado, surgió la necesidad de elegir un jefe entre ellos que asumiera el mando castrense y el político en la zona golpista. Entre los generales había republicanos, como Mola, Cavanellas, Queipo de Llano, y también contaban monárquicos, cual Dávila, Kindelán. Para la elección de Franco intervino el coronel Yagüe El nombramiento fue en el aeródromo de Salamanca. Nicolás Franco, su hermano, manipuló las actas de la reunión de Burgos -29, septiembre, 1936-. Son acérrimos partidarios de él Millán Astray, que otrora le hiciera jefe de la Legión, y Kindelán. Éste y Nicolás Franco redactaron el documento. Cabanellas es partidario de que se nombre un triunvirato. Queipo de Llano siente inseguridad y abandona la reunión; se abstiene de votar por discrepar de la medida adoptada. Primero Franco apareció nombrado como jefe del Estado Español, y no, como en el decreto, 'Jefe del Gobierno del Estado Español'. Ello fue manipulación de Nicolás Franco.
De la Junta de Defensa Nacional se abstuvieron también en la votación los dos coroneles de Estado Mayor: Montaner y Moreno Calderón, ambos aduciendo como motivo su inferior graduación. El primero que se pronunció por Franco fue el general Kindelán, luego Mola, Orgáz... Todos. a excepción de Cabanellas que optó por abstenerse y comentó más tarde:
'Ustedes no saben lo que han hecho, porque no le conocen (al general Franco) como yo que lo tuve a mis órdenes en el Ejército de África como jefe de una de las unidades de la columna a mi mando; y si, como quieren, va a dársele en estos momentos España, va a creerse que es suya y no dejará que nadie lo sustituya en la guerra ni después de ella, hasta su muerte.
No se equivocó lo más mínimo. Tropezó el Generalísimo con algunos de sus generales -más hubieran mostrado su desacuerdo de no hacerse temer-, sobre todo los monárquicos, que querían diese paso a la Monarquía. Lo estuvo esperando a lo largo de la guerra el destronado Alfonso XIII, que, en contacto con Franco, le felicitaba en todos sus avances victoriosos y le donó económicamente cuanto pudo. Murió dos años -escasos- después del Año de la Victoria, como hicieron llamar a 1939, y habiendo recibido una brutal negativa en cuando a facilitarle la vuelta al trono. De haber vivido más lo hubiera hecho con esta decepción a cuestas y viendo que tampoco el Príncipe de Asturias había de reinar. Éste tuvo el consuelo de verse trasplantado por su hijo el Príncipe de España. Franco era monárquico, pero un monárquico sui generis, muy excepcional. Se defendió como un gato panza arriba de quienes querían reimplantar la monarquía.
Derrotado el fascismo -1945-, Varela, Kindelán, Solchaga, Orgaz y Saliqué. firmaron una carta a Franco, que le entregó Varela, manifestándole era llegada la ocasión de dar a España un régimen estatal bajo la forma monarquía. El dictador se la pasó por el triángulo de Scarpa. En marzo de 1945 le nombró alto comisario de España en Marruecos; se deshizo de él, pues, sin dejar de tenerle vigilado. Murió en Tanger en marzo de 1951a la edad de sesenta años, y se le otorgó, post mortem el título de capitán general y el marquesado de Varela de San Fernando. En San Fernando (Cádiz) nació.
Conocido es el prestigio de Alfredo Kindelán-se consideraba igual a Franca, y en verdad que no ya era igual, sino en bastantes aspecto muy superior- en el campo de la aviación Pionero de la Aviación militar, asumió el mando de la escuadrilla que se estrenó en la guerra de Marruecos; en 1915 se encargó de la Escuela Nacional de Aviación (ENA), civil, del aeródromo de Getafe. Continúa incesante su actividad y cargos en cuyo detalle no entramos. Tras la dictadura de Primo de Rivera, que mereció su apoyo, se marchó a Roma. Al venir la República se asiló a Francia y posteriormente a Suiza donde trabajó como ingeniero en la empresa Saurer de Arbon. Regresó a España en 1934 para colaborar en el golpe de Estado de julio de 1936. Es ascendido por la Junta de Defensa Nacional a Jefe del Aire, cargo que desempeñó durante la guerra incluidas las fuerzas las fuerzas aéreas de la Legión Cóndor alemana, y la Aviación Legionaria italiana.
Confiaba en Franco como ocasión para restaurar la monarquía una vez acabada la guerra. En balde buscó la restauración de Alfonso XIII , aquí se equivocó en gran medida, ya que, con algo de duda, no dejó de consigna en el documento de nombramiento de Franco como mandatario: 'mientras dure la guerra', mas ello desapareció en la manipulación que del escrito se hizo por parte de Nicolás Franco. Surge su enfrentamiento al Caudillo; en 1945 le ataca en un discurso pro-monárquico, y pierde su cargo en la Academia Militar. Escribió 'Mis cuadernos de guerra' y le eliminaron una parte en la que critica las decisiones de Franco en el frente del norte. Súper exigente censura aquella del Ministerio de Información y Turismo, dirigido por Fraga Iribarne, del que yo padecí en un libro una mutilación. A partir de entonces se produjo el choque frontal entre Kindelán y el dictador, trató de la restauración de la monarquía en el infante heredero, conde de Barcelona. Cuando en 1946 el 'manifiesto de Lausana', exigiendo la inmediata restauración de Juan de Borbón, Franco ve que es encabezado por Kindelán, ordena que sea encarcelado. Media el general Dávila, sugeriendo a Franco que desistiera de encarcelarle, dada su edad -sesenta y siete años- y los servicios realizados, y éste rectifica enviándole desterrado a las islas Canarias. Volvería a Madrid, recuperaría en parte su prestigio, ocupa su puesto en la Real Academia de la Historia; se le concede el la Medalla Aérea que acepta bajo aprobación de Juan de Borbón. El 1961 es nombrado marqués de Kindelán, y al año siguiente muere el 14 de diciembre.
Muy pesaroso debió llegar a estar de que cuando Cabanelles desconfió de poner en manos de Franco el poder de la España nacional, insistiera él llevado de la idea, repetimos, de que el ferrolano restauraría a Alfonso XIII.
Hemeroteca. Tras participar convencidos en el golpe contra la República, se enfrentaron al Caudillo para evitar que se perpetuara en el poder, pero acabaron desterrados, encarcelados o desquiciados'. Esta última circunstancia se dio en el general Tella, que perdió el juicio al haber sido completamente apartado del ejército, obsesionado por la injusticia. Se había atrevido a decir a Franco que él no había hecho la guerra para que se perpetuara en el sillón, sino para restaurar la monarquía. Es evidente que no todos los combatientes hicieron la guerra en pro de la institución monárquica, así como que no lucharon para que Franco se mantuviera en el poder de por vida. Le dieron un poder del cual abusó en primer lugar contra quienes se le confirieron.
La posguerra - Treinta y nueve años de dictadura.
Quien se venga después de la victoria
es indigno de vencer. - Voltaire -
Franco manchó su victoria con una feroz represalia, su castigo a los vencidos fue de auténtica sevicia. Ay victis, ay de los vencidos, que exclamó el galo Breno, vencedor de la batalla de Allia contra los romanos y al reprocharles éstos una injusticia. Ya durante la guerra no puso fin a los fusilamientos entre el elemento civil de su zona de mando, lo que manifiestamente se halla en contraste al viso de cruzada que dio a la guerra a lo que tanto contribuyó el clero, el cual nada hizo para evitar, reducir, los crímenes que a mansalva se realizaban. En la zona nacional no hubo un ángel que pusiera fin a los fusilamientos, mientras en la zona roja surgió un ángel rojo que sí lo hizo. Quosque tandem, hasta cuándo los fusilamientos de los nacionales. De modo increíble hasta la muerte del dictador. Tras la guerra, de 1939 a 1945 hubo unos sesenta mil, luego descendieron algo. Las ejecuciones eran extrajudiciales, cuando más un simulacro de juicio, practicado, por supuesto, en el ámbito militar. Otros murieron en los campos de concentración o en prisión, tal el caso del poeta José Hernández. Las prisiones improvisadas eran infestas y lejos de prestar a los presos asistencia sanitaria, se les negaba en absoluto este trato. La Iglesia, que estrechamente estaba unida al dictador, siguió dando por bueno su venganza, y en el colmo del servilismo cuando acudía a un templo le pasaba bajo palio.
De los crímenes de ambos bandos en el curso de la guerra hace Fernando Díaz Plaja, en su 'Otra historia de España', esta visión:
Sus ascensos, salvo el primero a teniente, tienen por base su valor -en el, y solo en el, radica su valer-; fue ascendido a capitán por su valor en la batalla de Beni Sale (Tetuán), en los combates se distinguía por su arrojo y belicosidad. Era <entusiasta de las cargas a la bayoneta para desmoralizar al enemigo> y asumió grandes riesgos encabezando el avance de su unidad. Decían los moros que tenía baraka, protección divina, vio caer en combates varios oficiales a su lado. Pero no dejó de recibir el bautismo de sangre, y fue en junio de 1916 en El-Biutz, entre Ceuta y Tánger, siendo herido en el bajo vientre, cuya intervención quirúrgica le costó la pérdida de un testículo, pasó a ser monórquido. Consiguió, aunque para ello tuvo que recurrir a Alfonso XIII, un ascenso por esta herida, que fue el de comandante, pero no que se le concediera la Cruz Laureada de San Fernando. Se la concedería a sí mismo siendo ya dictador. De teniente coronel se casó el 23 de octubre de 1923
Valentía bélica aparte, Franco era un individuo mediocre. En la Academia Militar de Infantería de Toledo fue un alumno nada destacado, obtuvo el puesto 251 º de los 312 de su promoción.. Si ascendió vertiginosamente no fue, ni mucho menos, por razón de estudios. No era un hombre amante de ellos -estaba encasillado en lo militar-, no era, ni mucho menos, dado a la cultura.
Franco era muy gris, pero sí muy dado a la Legión, y desde un principio africanista. Estando con destino en su tierra, esperó tal destino solicitado. El 6 de febrero de 1912 recibió un telegrama -también su primo Pacón y Camilo Alonso Vega- con el siguiente texto: 'Queda usted destinado a las órdenes del alto comisario en Marruecos, general en jefe Aizpiru'. Los tres muy contentos gritaron: -¡Ascenso o muerte! Ya como legionario accedió al mando de la Legión a la muerte en combate en junio de 1923 del teniente coronel Rafael Valenzuela, que había sucedido al teniente coronel José Millán Astray, fundador del Cuerpo.
En el orden político también se le puso su camino hasta constituirse en dictador a pedir de boca: los asesinatos de Calvo Sotelo y de José Antonio Primo de Rivera, en junio y noviembre de 1936, respectivamente, le dejó el camino expedito.
Ser soldado de brava Legión.
He aquí el retrato de la misma, in illo tempore, en aquel tiempo, que en 'Franco confidencial', hace su autora, Pilar Eyre.
Franco nació con muy buena estrella, aunque hijo de un alcohólico que llegó a amancebarse.
De que dista mucho de ser una persona brillante lo pone de relieve su cuñado Serrano Súñer en sus 'Memorias'. Es amigo de José Antonio Primo de Rivera desde la Universidad, compañero en la misma, y un día preparó un encuentro de los tres en el que Franco les decepcionó:
Pudo asegurarse en el poder contra viento y marea. Como su victoria se debió, según se asegura mayoritariamente, a la colaboración, que no ya ayuda, de los dictadores Hitler y Mussolini, al ser derrotados se vio en el aire, pero la guerra fría que surgió entre Rusia y Estados Unidos, y dado el anticomunismo, hizo que éstos optaran por dejarle en el poder. Él, naturalmente, a la vez que caía el Eje dio un giro a su política de ángulo llano, pasó de un extremo a otro.Terminó constituyendo España en un reino. Un reino sin rey -¡que original-, pero para qué estando él. En tanto viviera no le habría, y se otorgo la potestad de elección del mismo mientras viviera; en cualquier momento podía cambiar por otro al elegido Juan Carlos de Borbón y Borbón.
Pudo también, y este es otro logro valor inmenso, asegurarse en el matrimonio y siendo el suyo tan problemático ante su situación en el aspecto sexual.
Pilar Eyre en su biografía 'Franco confidencial' (2013) dice que 'era un hombre frío, con una vida sexual casi inactiva, que después de engendrar a su hija no volvió a tener relaciones sexuales ni con su mujer ni con nadie'. Cree la autora que los dos estaban contentos con esta situación, se querían muchísimo, eran cómplices, no podía vivir el uno sin el otro, Y en su opinión 'el orgasmo de Franco fue el poder'. Es de suponer en cuanto a ella que también lo era el que su marido estuviera en el poder. Pero tan deplorable circunstancia conyugal, ¿a qué se debía? Según los galenos, no impide el coito ni el engendrar hijos el tener un solo testículo. Lo que explica la inhibición de Franco en esta faceta de la vida es, en el orden psíquico, que su padre le maltrataba a él y a su madre, y del complejo de Edipo, hay que pasar al hecho, no solo apuntado por Eyre, de que 'tenía una firmosis muy acentuada, el prepucio muy cerrado ¿Por qué no quiso nunca operarse, ni siquiera cuando fue herido en tal zona? Inconcebible; a ver si va a resultar que temía más al quirófano que a los moros. En las etapas que estuvo en África, ya en Regulares, ya en la Legión, extrañaba a sus compañeros el que jamás pisó un prostíbulo ni le vieron trato con mujer.
Este hombre casto era inclemente, muy sanguinario. No dejó de firmar sentencias de muerte hasta pocos días antes de la suya, y en aquella ocasión, yendo incluso contra el ruego del Papa. Es evidente que la casi totalidad de sus generales, de más inteligencia y mejor sentimiento que él, a quien le cuadra perfectamente esta idea de Charles Chaplin: 'Cuando se mata de uno en uno se es un criminal, cuando se mata de a miles se es militar y se reciben medallas'. Franco fue militar, pero además mató de uno en uno, promovió y firmó sentencias de muerte fríamente -se dijo aquello de que 'mientras tomaba chocolate'-, y si con alguien se tuvo algún miramiento fue por alguno de sus generales, con los que tampoco fue muy indulgente, que digamos, y siempre con su dominio y tiranía.
Únicamente fue indulgente con 'El ángel rojo'.
En defensa férrea de Serrano Súñer, el general Muñoz Grande y otros, presos en cárceles de Madrid, a quienes el anarquista Melchor Rodríguez García, 'El ángel rojo', salvó la vida y facilitó pasarse a la zona nacional, pudo salvar su existencia de las garras de Franco y morir de muerte natural en Madrid el día de los enamorados de 1972, siendo enterado en la Sacramental de San Justo Fue alcalde de Madrid nombrado por Julián Besteiro en los últimos días de la guerra.
El Gobierno de Negrin, que quería alargar la guerra civil en la esperanza de que surgiera la segunda guerra mundial, que sobrevino cinco meses después, fue derrotado por el golpe de Estado del coronel Casado contra los comunistas con dos mil bajas. El 6 de marzo -1939- Negrin y su gobierno abandonan España, y por avión para huir también de los Casado. Éste y el Consejo Nacional de Defensa embarcaron con sus familiares en Gandía (Valencia) el 29 de marzo en un destructor británico rumbo a Marsella Julián Besteiro decidió quedarse y, sin atender al buen servicio prestado a los nacionales, fue ipso facto apresado y llevado de cárcel mala a cárcel peor, recalando por último en la de Carmona (Sevilla) donde sufriendo innúmeras penalidades, enferma gravemente y con falta de la debida atención médica falleció el 27 de septiembre de 1940. La familia realizó gestiones para que por la edad y estado de salud fuera excarcelado para ser debidamente tratada su mala salud. Esta decisión debía adoptarla el ministro del Ejército; este era, entonces, el bilaureado con la Laureada de San Fernando, general Varela; él y otros generales firmaron una petición de excarcelamiento dirigida a Franco, pero el dictador no accedió a que fuera excarcelado el anciano y enfermo profesor y académico.
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Derrotado el fascismo -1945-, Varela, Kindelán, Solchaga, Orgaz y Saliqué. firmaron una carta a Franco, que le entregó Varela, manifestándole era llegada la ocasión de dar a España un régimen estatal bajo la forma monarquía. El dictador se la pasó por el triángulo de Scarpa. En marzo de 1945 le nombró alto comisario de España en Marruecos; se deshizo de él, pues, sin dejar de tenerle vigilado. Murió en Tanger en marzo de 1951a la edad de sesenta años, y se le otorgó, post mortem el título de capitán general y el marquesado de Varela de San Fernando. En San Fernando (Cádiz) nació.
Conocido es el prestigio de Alfredo Kindelán-se consideraba igual a Franca, y en verdad que no ya era igual, sino en bastantes aspecto muy superior- en el campo de la aviación Pionero de la Aviación militar, asumió el mando de la escuadrilla que se estrenó en la guerra de Marruecos; en 1915 se encargó de la Escuela Nacional de Aviación (ENA), civil, del aeródromo de Getafe. Continúa incesante su actividad y cargos en cuyo detalle no entramos. Tras la dictadura de Primo de Rivera, que mereció su apoyo, se marchó a Roma. Al venir la República se asiló a Francia y posteriormente a Suiza donde trabajó como ingeniero en la empresa Saurer de Arbon. Regresó a España en 1934 para colaborar en el golpe de Estado de julio de 1936. Es ascendido por la Junta de Defensa Nacional a Jefe del Aire, cargo que desempeñó durante la guerra incluidas las fuerzas las fuerzas aéreas de la Legión Cóndor alemana, y la Aviación Legionaria italiana.
Confiaba en Franco como ocasión para restaurar la monarquía una vez acabada la guerra. En balde buscó la restauración de Alfonso XIII , aquí se equivocó en gran medida, ya que, con algo de duda, no dejó de consigna en el documento de nombramiento de Franco como mandatario: 'mientras dure la guerra', mas ello desapareció en la manipulación que del escrito se hizo por parte de Nicolás Franco. Surge su enfrentamiento al Caudillo; en 1945 le ataca en un discurso pro-monárquico, y pierde su cargo en la Academia Militar. Escribió 'Mis cuadernos de guerra' y le eliminaron una parte en la que critica las decisiones de Franco en el frente del norte. Súper exigente censura aquella del Ministerio de Información y Turismo, dirigido por Fraga Iribarne, del que yo padecí en un libro una mutilación. A partir de entonces se produjo el choque frontal entre Kindelán y el dictador, trató de la restauración de la monarquía en el infante heredero, conde de Barcelona. Cuando en 1946 el 'manifiesto de Lausana', exigiendo la inmediata restauración de Juan de Borbón, Franco ve que es encabezado por Kindelán, ordena que sea encarcelado. Media el general Dávila, sugeriendo a Franco que desistiera de encarcelarle, dada su edad -sesenta y siete años- y los servicios realizados, y éste rectifica enviándole desterrado a las islas Canarias. Volvería a Madrid, recuperaría en parte su prestigio, ocupa su puesto en la Real Academia de la Historia; se le concede el la Medalla Aérea que acepta bajo aprobación de Juan de Borbón. El 1961 es nombrado marqués de Kindelán, y al año siguiente muere el 14 de diciembre.
Muy pesaroso debió llegar a estar de que cuando Cabanelles desconfió de poner en manos de Franco el poder de la España nacional, insistiera él llevado de la idea, repetimos, de que el ferrolano restauraría a Alfonso XIII.
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| Los generales malditos de Franco |
La posguerra - Treinta y nueve años de dictadura.
Quien se venga después de la victoria
es indigno de vencer. - Voltaire -
Franco manchó su victoria con una feroz represalia, su castigo a los vencidos fue de auténtica sevicia. Ay victis, ay de los vencidos, que exclamó el galo Breno, vencedor de la batalla de Allia contra los romanos y al reprocharles éstos una injusticia. Ya durante la guerra no puso fin a los fusilamientos entre el elemento civil de su zona de mando, lo que manifiestamente se halla en contraste al viso de cruzada que dio a la guerra a lo que tanto contribuyó el clero, el cual nada hizo para evitar, reducir, los crímenes que a mansalva se realizaban. En la zona nacional no hubo un ángel que pusiera fin a los fusilamientos, mientras en la zona roja surgió un ángel rojo que sí lo hizo. Quosque tandem, hasta cuándo los fusilamientos de los nacionales. De modo increíble hasta la muerte del dictador. Tras la guerra, de 1939 a 1945 hubo unos sesenta mil, luego descendieron algo. Las ejecuciones eran extrajudiciales, cuando más un simulacro de juicio, practicado, por supuesto, en el ámbito militar. Otros murieron en los campos de concentración o en prisión, tal el caso del poeta José Hernández. Las prisiones improvisadas eran infestas y lejos de prestar a los presos asistencia sanitaria, se les negaba en absoluto este trato. La Iglesia, que estrechamente estaba unida al dictador, siguió dando por bueno su venganza, y en el colmo del servilismo cuando acudía a un templo le pasaba bajo palio.
De los crímenes de ambos bandos en el curso de la guerra hace Fernando Díaz Plaja, en su 'Otra historia de España', esta visión:
Se mató en el frente y se mató en la retaguardia. La gente empezó a encontrar natural las acciones criminales. Que se diera dos tiros a un sacerdote por el mero hecho de serlo, a un sindicalista por haberlo sido. Se mató a la gente por ir a la iglesia o por asistir a la Casa del pueblo. por haber votado a los blancos o por haber votado a los negros; se persiguió a cedistas y a masones, a comunistas y a miembros de Acción Católica, a separatistas y a falangistas. Cayeron los ácratas dando vivas al comunismo, libertario, y los católicos a Cristo Rey.Franco lo debe todo a las guerras de África.
Sus ascensos, salvo el primero a teniente, tienen por base su valor -en el, y solo en el, radica su valer-; fue ascendido a capitán por su valor en la batalla de Beni Sale (Tetuán), en los combates se distinguía por su arrojo y belicosidad. Era <entusiasta de las cargas a la bayoneta para desmoralizar al enemigo> y asumió grandes riesgos encabezando el avance de su unidad. Decían los moros que tenía baraka, protección divina, vio caer en combates varios oficiales a su lado. Pero no dejó de recibir el bautismo de sangre, y fue en junio de 1916 en El-Biutz, entre Ceuta y Tánger, siendo herido en el bajo vientre, cuya intervención quirúrgica le costó la pérdida de un testículo, pasó a ser monórquido. Consiguió, aunque para ello tuvo que recurrir a Alfonso XIII, un ascenso por esta herida, que fue el de comandante, pero no que se le concediera la Cruz Laureada de San Fernando. Se la concedería a sí mismo siendo ya dictador. De teniente coronel se casó el 23 de octubre de 1923
Valentía bélica aparte, Franco era un individuo mediocre. En la Academia Militar de Infantería de Toledo fue un alumno nada destacado, obtuvo el puesto 251 º de los 312 de su promoción.. Si ascendió vertiginosamente no fue, ni mucho menos, por razón de estudios. No era un hombre amante de ellos -estaba encasillado en lo militar-, no era, ni mucho menos, dado a la cultura.
Franco era muy gris, pero sí muy dado a la Legión, y desde un principio africanista. Estando con destino en su tierra, esperó tal destino solicitado. El 6 de febrero de 1912 recibió un telegrama -también su primo Pacón y Camilo Alonso Vega- con el siguiente texto: 'Queda usted destinado a las órdenes del alto comisario en Marruecos, general en jefe Aizpiru'. Los tres muy contentos gritaron: -¡Ascenso o muerte! Ya como legionario accedió al mando de la Legión a la muerte en combate en junio de 1923 del teniente coronel Rafael Valenzuela, que había sucedido al teniente coronel José Millán Astray, fundador del Cuerpo.
En el orden político también se le puso su camino hasta constituirse en dictador a pedir de boca: los asesinatos de Calvo Sotelo y de José Antonio Primo de Rivera, en junio y noviembre de 1936, respectivamente, le dejó el camino expedito.
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He aquí el retrato de la misma, in illo tempore, en aquel tiempo, que en 'Franco confidencial', hace su autora, Pilar Eyre.
El general Batet, que realizó un informe por cuenta del gobierno sobre la actuación de la Legión en Marruecos, solo se explica el fanatismo de los legionarios por la acción de <la cocaína, la morfina y el alcohol >, aunque también desmitifica su supuesto valor en la batalla, <muchos de ellos se baten en camelo, con mucha teatralidad>, y también carga contra Millán Astray <un payaso>, y contra el mismo Franco, <el tan traído y llevado por su valor comandante Franco no siente satisfacción de estar con sus hombres... Pide la Laureada de San Fernando cuando lo único que ha hecho es cumplir con su deber ...> / Señalemos que tan <en camelo> no pelearían los legionarios, ya que en los cinco años en los que Franco fue jefe solo sobrevivieron el diez por ciento.También indica esta biógrafa que:
Los detractores de Franco señalan que, en esos años que estuvo al frente de la Legión, Franco se deshumanizó hasta perder el sentido de la piedad. Una carencia, por otra parte, que afecta a todos los dictadores y generales. Napoleón Bonaparte, al que tanto admiraba Franco, declaró antes de una batalla decisiva en el frente de Alemania: <Tengo trescientos mil soldados a mis órdenes, inocentes todos ellos, y sé que morirán treinta mil, inocentes todos ellos, ¡si tuviera piedad y pensara en sus madres no podría hacer la guerra ni vencer a los prusianos!>.Se queja Juan Balansó de que nos mandó durante cuarenta años una persona que no tenía el bachiller.
Franco nació con muy buena estrella, aunque hijo de un alcohólico que llegó a amancebarse.
De que dista mucho de ser una persona brillante lo pone de relieve su cuñado Serrano Súñer en sus 'Memorias'. Es amigo de José Antonio Primo de Rivera desde la Universidad, compañero en la misma, y un día preparó un encuentro de los tres en el que Franco les decepcionó:
Fue una entrevista pesada y para mí incómoda. Franco estuvo evasivo, divagatorio y todavía cauteloso... José Antonio quedó muy decepcionado y apenas cerrada la puerta del piso tras la salida de Franco se deshizo en sarcasmos hasta el punto de dejarme a mí mismo molesto...
Mi padre -comentó José Antonio, refiriéndose al Dictador Miguel Primo de Rivera- con todos sus defectos, con su desorientación política, era otra cosa. Tenía humanidad, decisión y nobleza, pero estas gentes...No existía buena relación entre José Antonio y Franco, éste le abortó una intentona golpista, y aquél rechazó que fuera incluida con él en la lista de Cuenca para ser nombrado diputado en las elecciones de 1933, se repelían. Tan opuesta entre ellos era su etopeya y concepción política como su prosopografía, en cuanto a ésta, y según consigna de Serrano Súñer de aquella visita:
El general acudió con sus andares sedentarios, de soldadito de cuerda, a casa del padre de Serrano Súñer, en la calle Ayala de Madrid. El contraste físico entre ambos interlocutores era palmario: uno de 43 años, bajito y poco agraciado, con voz atiplada; el otro de 32 años aún, alto, apuesto y con además juvenil.Lejos de haber entre ellos dos empatía, era notoria la antipatía que ambos recíprocamente se profesaban, de aquí que Franco no se esforzó, ni mucho menos, en salvarme mediante canjeo ni de manera alguna. Le venía bien la muerte de creador de la Falange habida cuenta de que él quería controlar bajo su mando lo político y lo militar. Tanto es así que pese a sacarle las castañas del fuego, en el orden de la política, Serrano Súñer le destituyó de sus cargos político cuando quiso, ya fuera por motivo político o por tema familiar: la infidelidad de Serrano a Zita Polo, hermana de 'La Señora', con María Sonsoles de Icaza y de León, marquesa consorte de Llanzol. No fue esta la única infidelidad de Serrano Súñer, pero sí la de gran relieve.
Pudo asegurarse en el poder contra viento y marea. Como su victoria se debió, según se asegura mayoritariamente, a la colaboración, que no ya ayuda, de los dictadores Hitler y Mussolini, al ser derrotados se vio en el aire, pero la guerra fría que surgió entre Rusia y Estados Unidos, y dado el anticomunismo, hizo que éstos optaran por dejarle en el poder. Él, naturalmente, a la vez que caía el Eje dio un giro a su política de ángulo llano, pasó de un extremo a otro.Terminó constituyendo España en un reino. Un reino sin rey -¡que original-, pero para qué estando él. En tanto viviera no le habría, y se otorgo la potestad de elección del mismo mientras viviera; en cualquier momento podía cambiar por otro al elegido Juan Carlos de Borbón y Borbón.
Pudo también, y este es otro logro valor inmenso, asegurarse en el matrimonio y siendo el suyo tan problemático ante su situación en el aspecto sexual.
Pilar Eyre en su biografía 'Franco confidencial' (2013) dice que 'era un hombre frío, con una vida sexual casi inactiva, que después de engendrar a su hija no volvió a tener relaciones sexuales ni con su mujer ni con nadie'. Cree la autora que los dos estaban contentos con esta situación, se querían muchísimo, eran cómplices, no podía vivir el uno sin el otro, Y en su opinión 'el orgasmo de Franco fue el poder'. Es de suponer en cuanto a ella que también lo era el que su marido estuviera en el poder. Pero tan deplorable circunstancia conyugal, ¿a qué se debía? Según los galenos, no impide el coito ni el engendrar hijos el tener un solo testículo. Lo que explica la inhibición de Franco en esta faceta de la vida es, en el orden psíquico, que su padre le maltrataba a él y a su madre, y del complejo de Edipo, hay que pasar al hecho, no solo apuntado por Eyre, de que 'tenía una firmosis muy acentuada, el prepucio muy cerrado ¿Por qué no quiso nunca operarse, ni siquiera cuando fue herido en tal zona? Inconcebible; a ver si va a resultar que temía más al quirófano que a los moros. En las etapas que estuvo en África, ya en Regulares, ya en la Legión, extrañaba a sus compañeros el que jamás pisó un prostíbulo ni le vieron trato con mujer.
Este hombre casto era inclemente, muy sanguinario. No dejó de firmar sentencias de muerte hasta pocos días antes de la suya, y en aquella ocasión, yendo incluso contra el ruego del Papa. Es evidente que la casi totalidad de sus generales, de más inteligencia y mejor sentimiento que él, a quien le cuadra perfectamente esta idea de Charles Chaplin: 'Cuando se mata de uno en uno se es un criminal, cuando se mata de a miles se es militar y se reciben medallas'. Franco fue militar, pero además mató de uno en uno, promovió y firmó sentencias de muerte fríamente -se dijo aquello de que 'mientras tomaba chocolate'-, y si con alguien se tuvo algún miramiento fue por alguno de sus generales, con los que tampoco fue muy indulgente, que digamos, y siempre con su dominio y tiranía.
Únicamente fue indulgente con 'El ángel rojo'.
En defensa férrea de Serrano Súñer, el general Muñoz Grande y otros, presos en cárceles de Madrid, a quienes el anarquista Melchor Rodríguez García, 'El ángel rojo', salvó la vida y facilitó pasarse a la zona nacional, pudo salvar su existencia de las garras de Franco y morir de muerte natural en Madrid el día de los enamorados de 1972, siendo enterado en la Sacramental de San Justo Fue alcalde de Madrid nombrado por Julián Besteiro en los últimos días de la guerra.
El Gobierno de Negrin, que quería alargar la guerra civil en la esperanza de que surgiera la segunda guerra mundial, que sobrevino cinco meses después, fue derrotado por el golpe de Estado del coronel Casado contra los comunistas con dos mil bajas. El 6 de marzo -1939- Negrin y su gobierno abandonan España, y por avión para huir también de los Casado. Éste y el Consejo Nacional de Defensa embarcaron con sus familiares en Gandía (Valencia) el 29 de marzo en un destructor británico rumbo a Marsella Julián Besteiro decidió quedarse y, sin atender al buen servicio prestado a los nacionales, fue ipso facto apresado y llevado de cárcel mala a cárcel peor, recalando por último en la de Carmona (Sevilla) donde sufriendo innúmeras penalidades, enferma gravemente y con falta de la debida atención médica falleció el 27 de septiembre de 1940. La familia realizó gestiones para que por la edad y estado de salud fuera excarcelado para ser debidamente tratada su mala salud. Esta decisión debía adoptarla el ministro del Ejército; este era, entonces, el bilaureado con la Laureada de San Fernando, general Varela; él y otros generales firmaron una petición de excarcelamiento dirigida a Franco, pero el dictador no accedió a que fuera excarcelado el anciano y enfermo profesor y académico.
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