viernes, 3 de febrero de 2017

Más sobre la política ilógica. Y la fatal que padecemos.

El hombre es ladrón, y solo el hombre es ladrón.
                         - Edgar Allan Poe -

Las grandes fortunas suelen ser producto del robo en cualquiera de sus manifestaciones; no lo son, obviamente, cuando se trata de acumulación de bienes en herencias, o de negocios que honradamente fueron viento en popa de un empresario no explotador, tal Henry Ford, el cual pensaba que ´hay una regla para el empresario y es: Hacer los productos con la mayor calidad posible al menos costo y pagando unos sueldos lo más altos posibles. Los políticos son proclives a arrimarse a las Empresas, los presidentes las protegen mientras están en el poder y después, mediante la puerta giratoria arriban a ellas. Actualmente ante el espectáculo del fluido eléctrico se ha comentado sobre los ´políticos enchufados a la luz´. Ellos quieren el poder y el dinero, que, a decir del poeta y pensador estadounidense Emerson, los hombres, tal como son, se inclinan por naturaleza a ir en pos del dinero o del poder, y del poder porque vale tanto como el dinero. Pero no les basta, quieren lo uno y lo otro. Dice Montesquieu que para que no se pueda abusar del poder, es preciso que el poder detenga al poder. Hoy que al poder Ejecutivo no puede detenerle el poder Judicial, porque se halla dependiente de él, pues el abuso es inconmensurable. En primer lugar los privilegios de que goza la casta política. Casta se la hado en llamar en nuestro tiempo, porque en verdad que la constituye. Los privilegios de que goza son increíbles; nuestro gran dramaturgo, novelista y poeta Antonio Gala los denomina putadas y, en una entrevista, ha señalado las siguientes: 
                                                                         
Putada es comparar la jubilación de un diputado o diputada con la de una viuda.
Putada es que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste con tres o con seis según el caso y que los miembros del gobierno para cobrar la pensión máxima sólo necesiten jurar el cargo.
Putada es que los diputados sean los únicos trabajadores (?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo de ISR.
Putada es colocar en la administración a miles de asesores (léase amigotes con sueldo) que ya desearían para sí los técnicos mejor cualificados.
Putada es el ingente dinero dedicado a sostener los partidos, aprobados por los mismos políticos que viven de ellos.
Putada es que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo (y no digamos intelectual o cultural).
Putada es el costo que representa para los ciudadanos, sus comidas, coches oficiales, choferes, viajes (siempre en gran clase) y tarjetas de crédito por doquier.
Putada es que sus señorías tengan casi cinco meses de vacaciones al año (48 días en Navidad-enero más 17 en Semana Santa -a pesar de que muchos de ellos se declaran laicos- más 82 días en verano).
Putada es que sus señorías, cuando cesan en el cargo, tengan un colchón del 80& de sueldo durante 18 meses.
Putada es que ex ministros, ex secretarios, de estado y altos cargos de la política, cuando cesan, son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos salarios del erario público- 
Putada es que se utilice a los medios de comunicación para transmitir a la sociedad que los funcionarios son los únicos que representan un costo para el bolsillo de los ciudadanos...
Putada es que nos oculten sus privilegios, mientras vuelven a la sociedad contra quien de verdad les sirven, hablando de política social y derechos sociales.
¡Qué Putada!...

Éstas a lo largo de la Transición  crearon ´él cuento de nunca acabar´, este cuento que embrollaron los políticos que hasta aquí gobernaron en pos de negocio para ellos.   

No cabe más funesta política.

Todo aquel que aspira al poder ya ha vendido
su alma al diablo. - Goethe -

En tal situación de supremacía se ha colocado el político, así sirve a la sociedad La verdad es que no puede hacerla más flaco servicio y que él no puede servirse de ella con mayor abuso. Obviamente abuso de superioridad o desproporción de fuerza, porque al poder, como dice  -- La crisis barbarie (denominación que le da el, ya desaparecido, novelista y economista José Luís Muñoz Sampedro: estamos en un crisis que yo llamo barbarie, porque es una barbarie) no es para los políticos, que en plena crisis se subieron el sueldo, mientras, por otra parte, sigue el más irrelevante alcalde fijándose él la paga a percibir. Dadas las exorbitantes que se adjudican y la corrupción en inmenso número de ellos se hallan a sideral distancia de que baje en ellos el poder adquisitivo aunque la carestía de la vida no cese de aumentar. Los recortes se ceban en el pueblo, no comprendiendo, o queriendo comprender, el gobierno de las tijeras que procede injustamente, no de manera equitativa, restando o eliminando derechos de la persona que figuran en Declaración de Derechos Humanos y en la vigente Constitución Española. Con los cuatro presidentes de la Transición fue in crescendo el paro, la corrupción y el problema de la vivienda; y así un sinnúmero de españoles tuvieron que ser atendidos por sus respectivas familias -no con muchos recursos, que digamos- en mejor situación, al menos no precaria y angustiosa.  

La lamentación de la Justicia en la voz de la juez Mercedes Alaya.

Ha dejado patente que la corrupción no será realmente perseguida mientras no sea independiente el Poder Judicial, Traeré a colación unas declaraciones  de la citada, que fue cambiada de destino cuando a Manuel Chaves y José Antonio Griñán.

Audiencia Provincial de Sevilla, 27 de enero, habló sin tapujos de que más le preocupa: la independencia de la justicia La siente amenazada, y de qué manera. En entrevista expone:  Nos encontramos solos ante el peligro. Yo soy una persona muy pasional en todo lo que hago, Señala el entrevistador le comunica el ansia de los políticos por controlar el poder judicial. ´Más allá, denuncia cómo ese control es cada vez más asfixiante en forma de reformas legislativas que, critica, se anuncian con el hipócrita fin de luchar contra esa corrupción. Pero a más corrupción, señala, más interferencia política y, por lo tanto, menos independencia.

Estas reformas recortan la independencia judicial que hemos conocido, que yo he conocido, afirma Ayala para señalar, acto seguido, la reforma de elección de los miembros del Consejo Superior del Poder Judicial (CSPJ) como el paradigma de los despropósitos, el mejor ejemplo, a su juicio, y como ha repetido en su escasas apariciones públicas de como la independencia judicial se está yendo por el desagüe del control político 

Ella -digo yo- de los pactos políticos esperaba, como tantos ciudadanos algo distinto a lo que está sucediendo y qie queda expuesto en esta entrevista titula: "Cuarenta minutos con la juez Alaya: La Justicia corre peligro".

Injusticia tras injusticia.

Ni justicia ni pan para todos, que unos nadan en la abundancia y otros están anclados en las penurias, el desnivel económico es cada vez mayor, las clases medias en ruina y el gran capital en marcado crecimiento. Y en lo que se refiere a la Justicia, el artículo 14 de la Constitución es un camelo Como tantos otros, ya lo hemos consignado -al detalle- en artículos anteriores, pero nunca se repetirá lo bastante. Ante la caótica política del bipartidismo, si al menos se hubiera cumplido la Carta Magna.  

En indignante leer noticias como esta referida a José Luís Rodríguez Zapatero:

Ahora vive en un chalecito en Somosaguas, una de las zonas más exclusivas y pijas de Madrid, va a cobrar 150,000 euros anuales de forma vitalicia, o sea, 12,500 euros al mes. La cantidad es la suma de pensión de expresidente, 70,000 € y como miebrr del Consejo de Estado -dos pagas oficiales- 80,000 €, y ello gracias a una ley que el mismo Zapatero aprueba en 2004 mediante la cual todo expresidente es miembro automático del Consejo General del Estado. González y Aznar renunciaron porque ganaban más en la empresa privada, pero él no ha encontrado ninguna que le acoja.

Los emergentes partidos políticos han vituperado tantas injusticias de que es sufridora la sociedad. Pablo Iglesias no dejó de aludir a la paga disparatada de los políticos, indicando que no debe exceder la del más relevante de dos y media del salario mínimo interprofesional (SMI). De ello se asustarán hasta los alcaldes de pueblos vulgares y corrientes. Es indubitable que las pagas de los políticos esquilma la economía del país y que a ello se aúna el abrumador, en sentido peyorativo, número de políticos, nada menos que sobre el medio millón. El segundo país con más políticos de Europa es Italia, y  cuenta con la mitad que España, y a Alemania la superamos en 300.000 políticos, teniendo 82.162.000 de habitantes en 2015. Para colmo, estableciendo estadística comparativa, tenemos 165.967 médicos; 154.000 policías; 19854 bomberos, es decir, el guarismo de políticos supera a la suma de médicos, policías y bomberos. Vergonzoso a más no poder. Y no están los políticos que, por torpeza y miedo en los pactos,  seguimos sufriendo, por reducir su especie.

¿Qué diría hoy Benito Juárez, el ´Benemérito de las Américas´,  ante el panorama político español? Él que escribió este aserto: No se puede gobernar a base de impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes. No se pueden improvisar fortunas, ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley los señala. Esta afirmación desentona de plano de la realidad de hoy.

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