domingo, 19 de febrero de 2017

DECEPCIONANTE SENTENCIA, pero no inesperada, DE IÑAKI Y CRISTINA

Intencionadamente o no,  se confunden siempre los jueces con
la justicia y los curas con Dios. Así se acostumbran los hombres
a desconfiar de la justicia y de Dios.  - Alphonse Karr -

Se podrían pronunciar las palabras de Ortega y Gasset al advenimiento de la Segunda República: No es esto, no es esto. Porque dado el lastre comunista que traía decepcionó a los republicanos. Y por ello, principalmente, se fue a pique, yendo de mal en peor surgió la "guerra incivil" -así llamada por Unamuno- y se vio abandonada de Europa, a excepción, claro está, de Rusia. En cuanto al continente americano, de Méjico.  Mentalmente, este no es esto´,  no es esto´, lo repite ahora la ciudadanía .pensando en la igualdad de la justicia para todos los españoles al quedar axiomático en la absolución de la infanta y también en la benevolencia que se ha empleado en su marido, así como el hecho de que se esté tratando si se pide o no el ingreso inmediato en prisión de Iñaki Urdangarin y Diego Torres por la gravedad dee la condena y riesgo de fuga. Que no hayan ingresado todavía en la cárcel es el colmo de lo que hay que ver en el miramiento, atención guardada al yerno del rey y cuñado del monarca actual.

Mientras tanto el abogado de la infanta, Miguel Roca, emite opiniones tan raras como estas: La infanta ha sido absuelta, algunos deberían rectificar sus criterios. Pues no, Sr. Roca, todo lo contrario, reafirmarlos. Y nuevamente su salida de tono manifestando: Si creían en la Justicia cuando juzgaban a la infanta, hay que creer al absolverla. Tampoco, Sr. Roca. La Justicia tenía que juzgar a la infanta indefectiblemente, y de que haya sido absuelta no se deduce que no admita duda, e incluso rechazo, su absolución; empecemos porque el intachable juez Castro ha expuesto que no entiende la absolución de la infanta. El abogado defensor adultera los silogismos como le da la real gana, será por tratarse de la realeza. Sabido es que existe la trampa legal, o acto ilícito que se cubre con apariencia legal´(DAE). Y el desafuero, en su acepción de acto violento contra la ley´. Ya Napoleón I dijo: La ley debe ser clara y precisa, interpretarla es corromperla. A veces, sí. Y Francisco de Quevedo asegura que memos mal hacen los delincuentes que un mal juez.

Es serio que la Casa Real exponga: Respeto absoluto a la independencia judicial. Mas no es decir gran cosa porque no tiene otra opción. Y, desde luego, mejor hubiera sido hacer constar su respeto a la decisión de la justicia que mencionar una independencia inexistente. Es notorio que el Poder Judicial depende del Ejecutivo. Lo que no es serio, en sentido de ´real -de realidad-, verdadero y sincero, sin engaño o burla, doblez´, es que el susodicho Roca manifieste que la infanta está satisfecha, pero sigue creyendo en la inocencia de su esposo. Ella puede -¡ya lo creo! estar superlativamente contenta, pero que a su idolatrado le considere inocente, no culpable, es absurdo, tanto como la ignorancia de la... """actividad""" y pingüe ganancia de la misma que tenía, asimismo que firmara cuantos documentos le presentaba sin leerlos y ni siquiera saber de qué se trataba, ella solo sabia que no sabía nada. Bueno, pues como Sócrates que pronunció la frase, que completa es: Solo sé que no sé nada y, al saber que no sé nada, algo sé; porqué sé que no sé nada. Por Sócrates, que no escribía, la escribió Platón; por doña Cristina, que tampoco escribe ha quedado escrita en el monumental  proceso civil y penal.

Urdangarín no se ha librado de uno y otro y ha sido condenado a seis años y tres meses de cárcel y al pago de 512.553 €. Su cónyuge real -a la Familia Real pertenece, aunque se haya hecho el camelo de reducción de ésta- se ha ido de rositas, tan solo una multa de 265.088 euros, pero como depositó en el Juzgado de Palma en concepto de responsabilidad civil 587..413 €, señalados por el fiscal Horrac, tal Juzgado número 3 de la referida ciudad ha de devolverle 322.324,58 €. 


El derecho a la corrupción. Por encima de la ley, como papá.

Es increíble que, como escribe Mabel Galaz, en el PAÍS,
La hermana menor del Rey a estas alturas no se siente culpable y tampoco cree que su marido lo sea. La pareja se considera una víctima y piensa que desde el palacio de La Zarzuela les han dejado "solos" y no les han defendido como ellos esperaban. Argumenta que todo es fruto de una conspiración contra su esposo La infanta ha cerrado filas con él. Si hubo algún momento de crisis matrimonial tras la filtración de unos correos que mostraban una aparente infidelidad de Urdangarin, ésta se desvaneció. Cristina es cabezota, tozuda, tanto que mantiene a veces actitudes por pura altivez. Conforme la instrucción del caso Nóos avanzaba, ella se aferraba a su marido y a sus derechos como infanta de España, a los que no renuncia, dice, por sus hijos.
Únicamente con la mentalidad que indica el título de este epígrafe cabe su errónea postura, y, por supuesto, con no gran sentido, que digamos, de la Moral, cristiana o no cristiana, y de la Ética.


Ella no podía pensar que pudiera verse así, y por ocho años, como pedía la abogada de Manos Limpias. Ni que decir tiene que él tampoco, ambos confiados en ser quienes son y, por tanto, imprevisores de que caerían bajo la Justicia y serían sentenciados. Les ha servido, esto sí, ser quienes son para que la sentencia judicial sea, como ha considerado Federico Jiménez Losantos, y lo estamos viendo, una CHAPUZA. Ya he consignado cómo le ha sorprendido al Juez Castro; puede, en verdad, sorprender o maravillar a todo el mundo por lo que tiene de imprevista, rara, incomprensible; bueno, lo de imprevista aproximadamente, pues desde en principio hubo muy generalizada incredulidad en que se hiciera justicia en toda medida. No es una sentencia -hago hincapié en ello- ciertamente ejemplar, sino de compasión, está más claro que el agua cristalina. Se ha seguido la máxima de Concepción Arenal: Odia el delito y compadece al delincuente. Pero es de aplicación para el trato en las cárceles, no para los Tribunales.

Fue el estudioso de las monarquías modernas Juan Balansó quien consignó que la monarquía de Juan Carlos I pasará a la Historia como una monarquía corrupta. Él  criticó duramente el matrimonio de la infanta Elena y el la infanta Cristina; qué escribiría hoy día viendo cómo han resultado. No llegó a conocer la coyundl del Príncipe de Asturias con la señora divorciada doña Letizia, monarcas actuales. Es indudable que no hubiera opinado mejor de ella que el ex cronista Jaime Peñafiel  y, ya en el plano familiar, su primo hermano David Rocasolano. Felonía fue revelar secretos, aunque lo hiciera dolido por no hallar ayuda cuando la necesitó por verse involucrado en "el caso Ciempozuelos" Le dolió también que traicionara sus convicciones republicanas ante la fascinación de "un mundo de fantasía". Ahora, como hemos visto, se encuentra ofendida la infanta Cristina por no haber sido ella y su marido defendidos por su familia real ¡Pues si llegan a serlo! 


Entredicho, duda, que pesa sobre la Justicia.

Ya hemos visto que lo está y no dejará de estarlo, que la sentencia en cuestión no ha resultado satisfactoria, que es sumamente criticada. Hay quien denomina justicia ciega la hecha con el matrimonio Urdangarin-Borbón. Se pinta a la Justicia con una venda en los ojos, pero para que no haga distingos. O con una balanza en el fiel, pero en este caso no ha podido inclinarse más, ya que es evidente que no se ha hecho enteramente justicia.



Incidiendo en la contradicción de opiniones, presento la del presidente de la Audiencia Nacional.
El presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro considera que el fallo del cas Nóos es una muestra de que las instituciones funcionan y de que los magistrados actúan con independencia. "Las magistradas habrán visto la calificación de los hechos y habrán dictado la sentencia que han entendido justa con independencia y eso es lo que tiene que prevalecer", ha defendido.
No se puede dejar de pensar que las magistradas habrán recibido presiones como en su día la recibió el juez Castro, digno de todo encomio por su inflexibilidad en hacer justicia, por cuanto es fundamental para ésta no conmoverse ni doblegarse.

En suma, cada cual es libre para opinar -aparte de que hay opiniones sinceras y falsas-. Yo soy del mismo criterio, como he dejado de manifiesto, que Pablo Sebastián, director y editor de ´A República´, en que la sentencia resulta decepcionante  (el subrayado es mío) y producirá amplio malestar en la ciudadanía y la sospecha fundada de que todos los españoles no son iguales ante la ley. Por supuesto que nada más falaz. ¿Por qué o para qué 100-000 aforados?


 
El citado presidente de la Audiencia Nacional lamenta que en España haya tal número de aforados y, asimismo, la "imagen de politización" del Consejo General del Poder Judicial. Hay en la casta política grandes "chorizos" que ha mucho tiempo habían de estar en la cárcel. Sus nombres son notorios. Y con cuentagotas van medianos y pequeños.


La ciudadanía duda que Urdangarín sea encarcelado, y, caso afirmativo, piensa que poquita condena cumplirá. 

Si imposible ha sido encarcelar a la infanta Cristina de Borbón por mucho que se esforzada Cristina López Negrete, abogada de la acusación particular, fue muy fácil, en circunstancia similar, efectuarlo con Isabel Pantoja. ¿Dónde está la igualdad de la aplicación de la ley? Ni igualdad, ni equivalencia, ni matemática alguna. Jajay. Ahora resulta complicado, aun con sentencia de la Audiencia de Palma, que definiría el proceso, con su marido. Se arguye que el fiscal Horrac solicitará una vista pidiendo el inmediato ingreso en prisión  de Urdangarin y su ex profesor de Esade y ex compañero de """negocios""" Diego Torres. Se expone, por otra parte, que el Tribunal Superior ha de confirmarlo. ¡Cuánto requilorio que viene a alargar su indebida libertad! Otros pasan parte del proceso en la cárcel.

La ciudadanía está muy indignada de tanta injusticia, tantos privilegios de los políticos, incluidos miembros de la familia del ex monarca, banqueros, etcétera, de que en su inmensa mayoría sean corruptos, de pagar los vidrios rotos que a ellos se deben, porque es obvio que no gobiernan los toreros, pongo por caso, aunque si torean bastante los políticos. No se puede hablar de democracia ante tanto desgobierno, ante tan visible. gran desorden y descontento. Esta sentencia tan cuestionable de los cónyuges Cristina e Iñaki viene a poner la guinda.

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