miércoles, 24 de diciembre de 2014

FALLO DE LA POLÍTICA Y MENTIRAS EN LA ESPAÑA DE LA CORRUPCIÓN

El principio del Gobierno democrático es la virtud.
                           - Montesquieu - 

Sí, es incuestionable que 'la acción virtuosa o recto modo de proceder' es lo básico en una democracia. Esta, por mucho que se hable de su existencia, brilla por su ausencia en España. Ya sabemos lo que dijo Antonio Gala al respecto. 

 Mariano Rajoy no es tanto ser gafe como pretender engañar. Por fanáticos que haya tenido -hoy está súper visto en su engaño- nadie puede creerle, por ejemplo, cuando asegura: Estoy convencido de la inocencia de la Infanta. ¡Pues ya tiene voluntad de engañarse! Será más bien de engañar en su propio beneficio.   
                                                                                   

No pudo engañarse con su íntimo amigo y protegido Luís Bárcenas con quien dirigió unos SMS de ánimo y esperanza. También solía equivocarse Aznar, recordemos cómo sacó la cara por Jaume Matas.¡Pero qué políticos habá en el PP, que hoy están en la cárcel o camino de ella! Es de verdadera inverecundia lo qu está ocurriendo, que sólo puede alcanzarla mayor tratando de evitar tapar la corrupción. Ésta gracias a la presión social está saliendo a la vista y siendo castgada; todo lo que sea no facilitarlo es delito. Y el país está harto de tantos corruptos, siendo lógica y natural su indignación ante políticos que no actuan drásticamente ante la corrupción -no valen paños calientes-, que parece ser piensan a lo Sancho Panza: Vale más dejallo que meneallo. Pues no señor, ante todo la honradez, y en el político es de absoluta necesidad que sea su principal cualidad.¿Qué decir de un Gobierno que se halla bajo sospecha de corrupción de alguno de sus miembros y que por ello tal ministro tiene que dimitir? Por añadidura que al dimitente le premie. No así al fiscal general del Estado que ha dimitido por falta de sintonía con Rajoy, según queda patente en estas palabras del aludido Sr. Torres-Dulce: No toleraré nunca que el Gobierno me diga lo que tengo que hacer, porque sería un delito. Si tengo que sostener posición contraria al Gobierno, la sostengo.  Y en tanto esta dimisión, los jueces del Supremo presentan un escrito cargando contra el Gobierno y le acusa de injerencia

Espíritu de caco o idiotez. 

Contra lo que se cree, los partidos políticos no están llenos de idiotas,                      
                                                                                                                                                   

en cuanto a tonto, sí en bastante medida en engreídos sin fundamento para ello, así como en  la acepción de 'sacar beneficio de las circunstancias que se le presentan favorables, normalmente sin escrúpulos'. Esta indiferencia de conciencia, amoralidad, es lo que ha traído la crisis económica, que a su vez ha generado la política y social. El abuso de confianza ha mandado dominado. Y en esta estamos. 

Rajoy consiguió la mayoría en base a la mentira; ya en el poder actuó de distinta manera a lo prometido. Tomó como disculpa que ignoraba lo que se encontró, ¡ya es mentir!, será porque acababa de ocuparse de la Política, porque se estrenaba como político. Por otra parte no cuadra con tal evasiva el que ofreciera separar el poder judicial del poder ejecutivo, no hay la más mínima relación entre el estado calamitoso que dejó Rodriguez Zapatero a España y que no haya cumplido dicha separación. 

Estamos envueltos en la corrupción y en la mentira, en una corrupción tan descomunal que parece mentira y en una mentira, también enorme, monstruosa. La corrupción y la mentira como manantial que no cesa en su agua, casi a diario se descubren corruptos y la falacia es lo cotidiano. Los que mienten son cristianos pero desprecian olímpicamente el decálogo cristiano que manda no mentir. 

Ya para colmo de la mentira dice Rajoy; En muchos aspectos la crisis es historia del pasado [él debe conocer la historia del presente y del futuro, pero nadie verdaderamente culto, porque la historia corresponde siempre al pasado] y estas navidades van a ser las primeras de la recuperación. Jajay. En la noticia, dada por el diario "El Mundo" ya se le rechaza de plano:

- El paro alcanza los 5,5 de parados y una tasa del 23,67%
- Los salarios cada vez más bajos y la temporalidad son la tónica de los nuevos contratos.
- La deuda pública superará el 100% del PIB y obliga a pagos históricos.
- Uno de cada cinco habitantes vive por debajo del umbral de la pobreza.
- Los desahucios han afectado a 400.000 personas y siguen en aumento. 

Es demasiada... osadía dar la crisis por terminada, dista abismalmente de estarlo en cualquiera de sus facetas. A excepción, como es obvio, de la llamada hoy día casta política y de su a latere, a su lado. Incluso puede darse para algunos aquello de toten revolutum , a río revuelto, ganancia de pescadores, de logreros, especie que no falta en la guerra ni en la paz. 

Una Navidad de apuro para todos. 

Para unos de estrechez, escasez, penuria; para otros, y aquí señalo al bipartito y a la monarquiía, de aprieto, conflicto, dificultad. Su continuidad es imprevisible, y si algo se puede prever no es, precisamente, la continuación de este triunvirato. Duele a los españoles que viven honradamente de su trabajo y/o de sus intereses -y muchos prdieron lo uno y lo otro- la falta de respeto con que son tratados, tratando hasta de quitarles el derecho que otorga la "Carta Magna", tan transgredida, papel mojado que el Gopbierno usa como comodín pero muy lejos de su cumplimiento en cuanto al ciudadano, como, asimismo, la "Carta Internacional de los Derechos Humanos". Ni una ni otra hace referencia a los recortes del Gobierno de Rajoy y a la ley mordaza que pretendió dictatorialmente imponer Gallardón antes de perder su cartera de ministro de Justicia por su absurdo e igualmente mostrarse mandón en cuanto al aborto. Tanto en un caso como en otro era lo que vulgarmente se llama meter la pata. En la ley mordaza la prensa protestó enérgicamente, como del mismo modo la mujer en cuanto a lo que sería para ella una ley injusta. Hay una paremia según la cual cuando el demonio no tiene qué hacer, con el rabo mata moscas; a un ministro de Justicia, y tal como está España, no le falta tarea y ésta no es la de promulgar leyes y para inri injustas.   
                                                                               
   
No se ha de gobernar a golpe de leyes y a través de ellas tiranizar; "el Gobierno peor -Montesquieu dixit- es el que ejerce la tiranía en nombre de las leyes". Aparte de que como también ha consignado tan ilustre filósofo y político francés, una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe ser ley porque es justa. A todo esto Gallardón miraba para otro lado.  E igualmente nada ha querido saber Rajoy de la teoría de la separación de podere de dicho filósofo.

A base de leyes y mentiras no se ha de gobernar. Ya no importa que se entere Gallardón porque dejó el gobierno, mas sí Rajoy, la señora Cospedal, etcétera del Gobierno y del PP. En general del bipartito gobernante, alternativamente, que admitió a Pujol como una especie de virrey de Cataluña  Unos políticos en el punto de mira de los Tribunales de Justicia, aunque, para bien de ellos, con un peligro menor por no ser independiente del Ejecutivo el Poder Judicial, lo que ha traído la ya dicha polémica entre ambos. 

En esta Navidad Pedro J. Ramírez ha presentado su libro titulado Contra unos y otros. Se dice en el resumen del mismo que su prosa brillante, cargada de referencias históricas y literarias, sirvió de cauce a la rebeldía ciudadana frente a los abusos del poder. Su elección fue clara: mientras había quienes defendían al PSOE y quienes defendían al PP. Pedro J. Ramírez se puso del lado de los lectores, del ciudadano de a pie,, fiel a su lema de "publicar o perecer", aunque publicar supusiera a la postre perecer.  

No puede imponerse la mordaza ni el miedo -éste no deja de existir en algún porcentaje-. Y aquí nos expone Montesquieu: Lo único que necesita el despotismo es el miedo. La virtud no le hace ninguna falta y el honor sería peligroso. El miedo también ha pasado a ellos.


Parafraseando una fórmula jurídica.digamos que Rajoy, Cospedal, etcétera, no dicen 'la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad', que no cesan en mentir; ahora bien, ya tienen constancia de que no se les cree en absoluto, que ya no engañan lo más mínimo. 

No me extiendo más en relativa polémica, en atención a la Navidad en cuyas fechas nos encontramos, aparte de que es notorio  y evidente lo que estas navidades de 2014-15 tienen de amargas, por tal o cual concepto, para todos, desde el susodicho Rajoy, tan repudiado y temeroso -se le echa y teme tenerse que ir- a su protegida la Infanta Cristina de la que el día del sorteo de la lotería apareció la noticia de que el juez Castro la sienta en el banquillo y aclara en su auto de 150 páginas que no le es aplicable la doctrina Botín. ¡Y estaba él convencido de que a la infanta le iría bien! Muy difícil de algún tiempo a esta parte se le pone a la mujer de Urdangarin que la safen de su conducta malévola. Por amor, eso sí. Amor al dinero. Amargas navidades desde el que come en comedor de caridad a la magnificencia, ostentación, grandeza con que se sostiene a la costosísima monarquía, familia real y familia del Rey, pero todos familiares. [No digo que pague el país a los parientes] ¡Nefasta perspectiva la de los dos reyes de España y las dos reinas! ¡Pésima política e invadida de corrupción que, repito, tanta ruina y víctimas ha generado. En deninitiva, por fas o por nefas, esta Navidad es de pena; para la hermana de Felipe VI lo es hasta de pena pecuniaria. 

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