sábado, 30 de noviembre de 2024

Vida y muerte no están en mundos distintos. Perspectiva de la vida de la humanidad en la Tierra, según Schopenhauer y Baltasar Gracián

La esperanza de una existencia futura en un mundo mejor aparenta ser un consuelo, un alivio para el mal de  la vida. Pero esa esperanza no se funda más que en la fe o en el ensueño. - Schopenhauer - . 

Se habla de otro mundo, de un Más Allá, el que está al terminar la vida, después de la muerte física -ésta existe evidentemente-, vida de ultratumba, en el Otro Mundo, pero no hay más que uno: la Creación. El otro mundo no pasa de ser una loc. sus. Ésta tiene varias acepciones t. el DAE nos dice: 'En distintas tradiciones religiosas es adonde se va después de morir, mas no deja de ser el universo, la creación. Ésta tiene varias acepciones, afectando a nuestro caso la referida a la tradición judeocristiana: conjunto de todo lo existente.  

La Creación como obra de Dios. 

En El Génesis, primer libro de la Biblia, cuyo Antiguo Testamento es común a judíos y cristianos -el Nuevo sólo a éstos- se relata cómo Dios hizo el mundo en sus tres componente: natural, vegetal y animal. Creó por último la humanidad.                                                          

MUNDO. "Esta palabra tiene  en la Biblia  dos significados muy distintos.

En hebreo no existía ninguna palabra equivalente a "mundo" y se usaba la expresión <el cielo y la tierra> La idea que esta palabra expresa es más bien de origen latino(mundus: pulido, ordenado) o kosmos, orden; las versiones corrientes de la Biblia se sirven de la palabra <mundo> para traducir expresiones hebreas que equivalen a creación o suma de cosas visibles o bien la misma voz griega de kosmos,  que equivale a orden en la creación. [...] Otra acepción bíblica es sociedad de hombres malos, rebeldes,y enemigos de Dios (Juan 7:7. Corintios 3:19, etc.) Por lo tanto se califica de malo al mundo, diciéndose que está destinado a ser juzgado y condenado". (Del "Diccionario Católico de información bíblica y religiosa, inserto en la Biblia The Cathollic Press  - Chicago Illinois 1970.  

Para Schopenhauer "el mundo es un infierno y los hombres se dividen en almas atormentadas y en diablos atormentadores". Shakespeare, ap. 'La tempestad', afirma que "el infierno esta vacío y los demonios están aquí'. Al filósofo de  Danztzig le indigna la manifestación de que 'Dios vió todas las cosas que había hecho  y consideró eran muy buenas".  Schopenhauer  "es el enemigo personal de Jehovah, quien, habiendo creado el Mundo, se jacta de su obra como de una cosa bella y buena. Ese optimismo del Dios de los judíos irrita y exaspera a nuestro filósofo pesimista".  

¿Es bella la vida? A este respecto dice: "la vida nunca es bella, y sólo son bellos los cuadros de la vida cuando los ilumina y refleja el espejo de la poesía, sobre todo en la juventud, cuando aún no sabemos qué es vivir". ¿Es buena la vida? Nequaquam, de ninguna manera, de ningún modo. Él escribe: 

"La vida es un mar lleno de remolinos que el hombre no evita sino a fuerza de prudencia y de cuidados, aun cuando él sabe, que si logra escapar por su habilidad y sus esfuerzos, no puede, sin embargo, a medida que avanza , retardar el grado, el total, el inevitable naufragio, la muerte, que parece correr delante de él: éste es el fin supremo de esta laboriosa navegación, para él infinitamente peor que todos los escollos a los que ha escapado". 

De todas las líneas con que describe la amargura dela vida, he aquí estas otras: 

"El infierno del Mundo supera al infierno de Dante en que cada cual debe ser el diablo de su vecino: hay también un archidiablo, superior a todos los otros, y es el conquistador que que coloca a centenares de miles de hombres enfrente los unos de los otros y les grita: "¡Sufrir, morir;  ése e vuestro destino; así, pues, fusiláos, cañoneados los unos a los otros", y ellos lo hacen". 

A mi entender, nadie define mejor a Schopenhauer que Federico Carlos Sainz de Robles, Dice:

"Schopenhauer es el filósofo del pesimismo. Para él ,la ley del sufrimiento es la ley dela vida. Defendió una metafísica en la que la voluntad representa el primer puesto, junto con una imaginación ilimitada y una caridad universal, que recuerdan el espíritu de las religiones de la India. La voluntad, esencia única del mundo, es una fuerza infinita que evoluciona según las leyes necesarias; la inteligencia no es sino un accidente de ella. De la voluntad dependen toda la realidad y toda la apariencia". Veamos algo de ello, de la obra cumbre de Schopenhauer: "El mundo como voluntad y representación".

"Este mundo es el reino del azar y del error por los cuales se halla regido sin piedad , tanto en las cosas pequeñas como en las grandes, y, además, la necedad y la malicia colaboran con ellos. Difícilmente se abre canino lo bueno bajo este régimen; rara vez puede mostrarse lo noble y lo sabio y encontrar eso, y, en consecuencia, conserva su poder, interrumpido por breves interregnos, lo absurdo y lo falso en la esfera del pensamiento, lo vulgar y lo insípido en ele arte, y lo perverso y lo astuto en la conducta. De cualquier  género que sea lo perfecto, es siempre una excepción, un caso único entre millones de casos. El optimismo, cuando no es un mero discurso irreflexivo de personas, cuyo obtuso cerebro no encierra más que palabras, resulta, no sólo absurdo, sino verdaderamente limpio, porque es un sarcasmo contra los dolores sin cuento de la Humanidad. No hay que olvidar que la doctrina cristiana se inclina al pesimismo, y que en los evangelios, las palabras  "mundo" y  "mal" se emplean como sinónimos".

Ve el mundo bajo el mismo color que Thomas Hobbes que considera: homo hominis lupus, el hombre es lobo del hombre. Aparte lo ya expuesto, recordemos que unifica al hombre con la pecunia numerata: "nuestro mundo civilizado -dixit- no es más que una mascarada donde se encuentran caballeros, curas,soldados, doctores, abogados, filósofos, pero no son lo que representan, sino sólo mascarada, bajo la cual, por regla general, se esconden especuladores de dinero". 

La adoración al becerro de oro ha sido, y es, más cultivada que la adoración a Dios y así da en el punto de mirra Francisco Delicado, en "La Lozana Andaluza", al afirmar: que omnia falsa sunt per pecuniam, todo es falso a causa del dinero.  Y así llegamos a nuestros días de peor en peor, yendo in crescendo el capitalismo que lleva inherente la plutocracia, y que, desorbitado, sólo mal puede traer, pues como dice San Pablo -epístola 1ª a Timoteo- "la razón de todos los males es el amor desmedido al dinero". 

No es solo Schopenhauer quien encuentra el mundo horripilante, son autores y más autores desde que el mundo es mundo. Y ello principalmente a causa de la calidad del hombre, dicho sea en sentido genérico, pues ya dice George Eliot: "en ningún momento he dudado de que las mujeres son tontas. Al fin y al cabo, el Todopoderoso las creó a imagen y semejanza de los hombres". Ya traté de la visión de numerosos autores sobre la humanidad, y no pueden tenerla peor, incluyendo los padres de la Iglesia; por ejemplo, desde Fray Luís de Granada, en "Guía de Pecadores", a Baltasar Gracián -admirado por Schopenhaer- en su muy conocida obra "EL Criticón".  Y si nos remontamos a los textos hinduistas hallamos esta frase por demás pesimista: "el nacimiento es dolor, la enfermedad  dolor, la vejez dolor, la muerte dolor, estar unido al que no se ama es dolor, estar separado del que se ama es dolor". 

El citado Padre jesuita conoce al hombre tan bien como Schopenhauer, mientras que para éste es tal como hemos visto le considera, llegando a decir  "el hombre es el fondo una bestia salvaje, una bestia feroz. No le conocemos más que domado, preso en este estado que se llama civilización: así retrocedemos con espanto ante las explosiones accidentales de su naturaleza. Que los cerrojos y las cadenas del orden legal caigan como sea, que la anarquía estalle, y se verá entonces lo que es el hombre". Es para Gracián igualmente malo, manifiesta que "si los hombres no son fieras es porque son más fieros, que de su crueldad aprendieron muchas veces ellas. [...]. "Advierte que entre los leones o los tigres no hay más de un peligro, que era perder esta vida material y perecedera, , pero entre los hombres hay muchos más y mayores: ya perder la honra, la paz, la hacienda, el contento, la felicidad, la conciencia y aun el alma. ¡Qué de engaños, qué de enredos, , traiciones, hurtos, homicidios, adulterios, insidias, injurias, detracciones y falsedades que se experimenta entre ellos! Todo lo cual no se halla ni se conoce entre las fieras".  

¿Y qué dice Gracián del destino del hombre en el mundo? Pinta el engañoso papel que le presenta la vida hasta que  "el Tiempo le da  traspié y le arroja a la sepultura, donde le deja muerto, solo, desnudo y olvidado [...], el tiempo vuela, la vida se acaba, la muerte le coge, la sepultura la traga, la tierra le cubre, la pudrición le deshace, el olvido le aniquila: y el que ayer fue hombre, hoy es polvo, y mañana nada". No pare esta idea de la muerte propia de un eclesiástico. 

Estima Enrique Heine, ap. "El libro de Lázaro" que "la muerte es buena, sin embargo sería mejor no haber nacido. Séneca tiene en sus "Aforismo morales" uno que dice: nadie aceptaría la vida si al tiempo de recibirla tuviera entendimiento". La muerte sólo tiene detractores, pero como toda regla general no carece de excepciones, valga de paradigma Ortega y Gasset, quien sostiene que "la vida humana eterna sería insoportable. Cobra valor precisamente porque su brevedad la aprieta, densifica y hace compacta".  Creo que nuestro gran filósofo busca una justificación a la odiosa y temida muerte que Jehová no decidió desde un principio. 

Como dijo Shakespeare por boca de Hamlet a Horacio, "en el cielo y en la tierra hay más cosas de las que puede comprender nuestra pobre filosofía" Ni ésta ni la ciencia alcanzan a concebir plena, exactamente, la obra de Dios. Y a Él mismo. Para Amado Nervo -realmente para todos, la humanidad de ayer, de hoy y de mañana-  "Dios es el sublime desconocido",   

Soy consciente de que este articulo es un maremágnum, mas así es su tema: el mundo y la vida.

lunes, 25 de noviembre de 2024

En torno a la vida, la muerte y Dios

Hay que tener mucho cuidado con lo que se cree saber, porque por detrás se oculta una cadena interminable de incógnitas. - José Saramago -.                                                      

La Creación del Mundo. By Valeria 
   

Al fin comprendí que no puede el hombre hallar razón completa de todas las cosas de Dios que se hacen en este mundo; y que cuanto más trabajare por descubrirla menos la hallará; aunque dijere el sabio que él la sabe, nunca podrá dar con ella. (Eclesiastés, cap. 8). En consonancia  expone Santa Teresa de Jesús, "Tan gran Dios y Señor tenemos que una palabra suya tendrá en sí mil misterios". Ella nos recomienda: "Lo que no entendáis, no os canséis,. Hay muchas cosas que no son para hombres ni para mujeres. Por su parte ha expuesto José Camón Aznar esta opinión en sus "Aforismos del solitario": 'el misterio de la Religión no lo provoca lo desconocido, sino lo contradictorio'.

No entendemos la vida, no entendemos la muerte. Anhelamos saber si hay vida después de la muerte  La hay, sí, para el alma, que es inmortal. Al romperse la unión de cuerpo y alma, ésta va al mundo de los espíritus, pero el cuerpo... ¡Ay de su destino a corto plazo! Queda en espera de la Resurrección de los muertos 

El tema de la muerte tan entroncado en la Filosofía, cuyos pilares son Dios, la muerte y el ser, tiene que ver principalmente estudiada por la Ciencia, la cual fue aberrantemente atacada por la Religión, recordemos la Inquisición, todo ignorancia y fanatismo. La ciencia que rechaza de plano la Religión, incurre también en otra torpeza; dela la cosa en su punto el gran científico Alberto Stein al decir: " la ciencia sin religión esta coja, y la religión sin ciencia está ciega". La Religión -corroboramos- no puede excluir la Ciencia, ni esta a aquélla. 

Sobre la muerte se ha filosofado -es el musagetes de la filosofía, que dice Schopenhauer, en tanto el poeta ha perseguido belleza. Y en verdad que la han logrado Jorge Manrique con sus Coplas a la muerte de su padre; Bécquer, Ángel Ganivet y un largo etcétera. Para este: "vida y muerte sueños son, / y todo en el mundo sueña,/ sueño es la vida del hombre, / sueño la muerte en la piedra?. Sin querer abstenerme hic et nunc, aquí y ahora, de mencionar a ese obseso de Dios y de la muerte, que es Miguel de Unamuno, como refleja en sus nivolas (concretamente en "San Manuel Bueno y Mártir"), como ensayista y como poeta.

¿Qué escritor -lo haya tratado más o menos- no ha emitido su opinión sobre la muerte?  "Si la muerte no fuera el preludio a otra vida, la vida presente sería una burla cruel, dice Mahatma Gandhi  Indigna y se teme la muerte, así José Saramago pensará: "la muerte no necesita ser cruel. Llevarse la vida de alguien es más que suficiente". Lo que es axiomático es su aserto de que "sin muerte no hay resurrección, y sin resurrección no hay Iglesia". Piensa también que "para continuar viviendo, hemos de morir. Esta es la historia de la humanidad, generación tras generación". Evidentemente, ya dice Unamuno: "semillas somos los hombres del árbol e la humanidad".

                                                            

La Creación de Adán, de Miguel Ángel Bounarroti

Es el científico, que no el eclesiástico por teólogo que fuere, quien ha de investigar en las incógnitas de este Más Acá, y con proyección al Más Allá, dicho sea sin desdeñar la teología, o 'ciencia que trata de Dios fundada en los textos sagrados, la tradición y los dogmas. La Ciencia nos dice que la Creación tiene cuatro millones de años.  El primer ser vivo fue una célula de origen vegetal, ésta evolucionó e hizo seres. Nosotros venimos de los peces, de mamíferos primates y de primates homonibus. Fuerza es también admitir  la existencia de contradicción entre Religión y Ciencia.'

Sabemos que fuimos condenados a muerte, nos lo dice el Génesis -e igualmente podemos recordarlo si leemos la visita de la imagen a ver, en que se evoca el porqué de la misma-, pero no, y esto es lo que principalmente nos preocupa si con la muerte acabamos. Leí esta frase en la puerta de un cementerio: <Como te ves, me vi, como me ves, te verás, haz bien y no pecaras, todo se termina aquí>.

Hoy día el Dr. Manuel Sans Segarra está investigando sobre la muerte, dando conferencias, creando vídeos y publicando libros, se halla entre los destacados investigadores de la muerte. Su principal obra quiere hermanar ciencia y religión, por lo que no deja de recordarnos el aserto de Albert Einstein: <la ciencia sin religión está coja, la religión sin la ciencia está ciega>. Asimismo evoca la idea de Richard Feynman quien afirmó que la <la ciencia es la creencia en la ignorancia de los expertos>. Siempre hay más que aprender, que descubrir. El Dr. Sans Sagarra nos dice: 

"A lo largo de este libro, exploraremos la idea de que la Supraconciencia existe no sólo en la vida, sino también después de la muerte y antes del nacimiento. Esta concepción sugiere que la conciencia es eterna, algo que trasciende la vida individual y está presente en todo el universo. El mensaje es muy claro y, sin duda, no puede ser más alentador: la muerte no es el final de la conciencia, sino simplemente un cambio en su forma de manifestarse. [...] "La muerte y el cuerpo no son entidades separadas, sino que están interconectadas y forman parte de un todo mucho más grande La Supraconciencia sugiere que la mente y el cuerpo son parte de un sistema más amplio que incluye todo el universo y que la conciencia es la fuerza que los une. En definitiva, todos y cada uno de nosotros somos naturaleza, somos polvo de estrellas, somos energía cuántica universal".


 

Existe enorme discrepancia entre el Creacionismo y el Evolucionismo. Y aparte de ambas teorías, el destino del hombre tras la muerte. Habla la Biblia de las cuatro postrimerías: muerte, juicio, infierno y gloria.  Pero esto se ha catalogado como algo infantil, Unamuno, por ejemplo, da por abolida la idea del infierno, afirma que ya nadie cree en él, arma que utilizaba la Iglesia.    


 

El Dr. Manuel Sans Segarra proclama la Supraconciencia, cual ya dejo comentado, y trata de reducir nuestro pavor a la muerte, de probar, de alguna manera, que no existe. que la muerte -insistimos- es sólo una nueva fase de la vida. Lo existente es una egomanía que enturbiar la verdadera visión de ésta. Pero proclama que la vida es un milagro, sin entrar a analizar qué es un milagro. Hay, por supuesto, quien no cree en los milagros, sí, desde luego, nuestro Premio Nobel  Jacinto Benavente, él manifiesta: "hay quien no cree en los milagros, y, sin embargo, lo primero que debiéramos decir cada mañana al despertarnos es: ¡Milagro!, ¿Milagro!".

Para el Dr. Sans Segarra se ha conseguido en el campo de la Ciencia poder asegurar nuestra existencia más allá de la muerte física. "Hoy en día parecer ser los científicos, más que los teólogos, quienes están interesados en explorar la teología natural  -búsqueda de Dios a través de la ciencia-. Paul Davies ha llegado incluso a escribir: <Puede que padezca extraño, pero tengo la sensación de que la ciencia nos indica el camino hacia Dios con más seguridad que la religión>. Por lo que atañe al susodicho Dr. Manuel Sans Segarra nos expone en su citada obra cómo fue seducido por el estudio de la muerte: 

"Desde el primer momento en que conocí estos fenómenos -llamados neardeath studies  (NDS) en inglés--, se despertó en mí un profundo interés por conocer su etiopapatología (sus causas y mecanismos) y su fisiopatología (las alteraciones que ocasionan en el cuerpo). Consulté la extensa bibliografía existente y diversas disciplinas relacionadas: neurología, psiquiatría, psicología, física teórica, filosofía, metafísica, y religión. No cabe duda de que el profundo conocimiento del ser humano que he adquirido ha influido en mi concepción existencial. 

He podido descubrir la realidad de la vida humana en su tridimensionalidad. La auténtica finalidad es descubrir y vivir de acuerdo a la Supraconciencia, nuestra realidad existencial, que nos hace únicos e irrepetibles y nos permite ser felices y libres". 

De lo que pasa más allá de la muerte ya hemos repasado algo de lo que dice la ciencia, habiendo tomado como referente al susodicho cirujano. En cuanto a Religión sabemos lo que a los cristianos nos dice la Biblia, libro, por otra parte, tan polémico como puede ser el  Corán, libro sagrado del Islam, y otros libros tocantes a otras religiones. (Atrayente me resulta el Corán por lo de las huries, esas bellísimas doncellas de cuya posesión gozan en el Paraíso después de su muerte).

Las experiencias cercanas a la muerte servirán de algo a la ciencia médica, mas resolver la incógnita de la muerte es harto especulativo, difícil.

domingo, 10 de noviembre de 2024

Protervidad, soberbia, codicia, lascivia y fanatismo religioso de los reyes. - Segunda parte -

Un matrimonio turbio e indigno, abyecto

No fue lo peor el casarse con una plebeya, que a esto lo ha dado cabida la institución monárquica , sino que la elegida era una mujer promiscua y al extremo que a veces simultanea amantes en constante engaño a todos. Y para firmeza en tal hecho darse el caso de padecer de ninfomanía. Para que la boda constituyera "real" mojiganga el casarse de blanco traje de novia como si fuera un primer matrimonio, cuando en ella era el segundo. Bueno, la mascarada, la farsa, había de presidir en todo este enlace conyugal que empezaba por ser una burla contra la iglesia como indica David Rocasolano. En cuanto a los contrayentes fue un pacto de inmoralidad que encerraba un ménage à trois, siendo el tercero en concordia el antiguo amante de la novia y amigo del Príncipe, el célebre -por motivo paterno- navarro Jaime del Burgo, amante que se iba a casar con Letizia e impidió la aparición de Felipe a la vida de Letizia.

Alguna pincelada de su intimidad de estas figuras de que ya he hablado cómo intervinieron en la historia.

Enrique III El Doliente

Catalina de Lancaster

No fue Enrique III un rey mujeriego, sólo existe  la sospecha de que tuviera una amiga. Reinó dieciséis años;dejó  -casi la totalidad de los reyes tuvieron tantas-. Reinó dieciséis años: dejó como corregente de Juan II a su hermano Fernando, llamado el de Antequera por haber conquistado dicha ciudad, Catalina le sobrevivió doce años. Él murió en Toledo (1406), ella en Valladolid  el 2 de junio de 1418. Por cierto, que uno de los que asistió a su muerte sería decapitado en la Plaza Mayor de esta ciudad en 1453 por orden de Juan II, su hijo, impelido a ello por su segunda esposa Isabel de Portugal, la madre de Alfonso y de Isabel la Católica.  Me refiero a don Álvaro de Luna, canciller y favorito del rey. 
 
Como karma a la vista, Juan II de Castilla le sobrevive un año, Isabel viuda cae en la demencia y su hijastro Enrique IV (hijo del primer matrimonio de su padre  con su prima María) la confina en Arévalo (Ávila) con Alfonso e Isabel. Es llamada "la loca de Ávila", invadida de remordimiento, por la noches se la oye gritar desde su palacio: ¡Don Álvaro, Don Álvaro! 
 
En aquella política y lucha, en que no incumbe entrar aquí, la esposa del condestable, que con su hijo Juan de Luna se hallaba refugiada en el castillo de Escalona (Cuenca) y pidieron ayuda al Papa  Pero al tener noticia de la ejecución de su marido 
 
El Condestable fue enterrado en el el Convento de San Francisco, según petición suya la noche anterior a ser ajusticiado donde permanecieron hasta, que "sus descendientes consiguieron rehabilitar su memoria. En 1658 el Consejo de Castilla le declaró inocente y libre de toda culpa de la imputaciones que se le habían hecho y por las que había sido condenado" ("Catalina de Lancaster", primera Princesa de Asturias", de María Teresa Álvarez) y  se trasladados a la capilla de Santiago de la catedral de Toledo, capilla construida a sus expensas, donde se encuentra con su hermano don Juan de Cerezuela y sería enterrada doña Juana de Pimentel, su viuda. 
                                                          
Sepulcros de Álvaro de Luna y de Juana Pimentel.
 
 
Ella fue la que continuó las obras de la Capilla de Santiago  y su hija las que la terminó (1498) y construyó los sepulcros de sus padres. Murió doña Juana Pimentel, la Triste Condesa, en Guadalajara el 6 de noviembre de 1488 a la edad de 88 años.

 

Pedro I  El Cruel o El Justiciero

Juana Pimentel

 

María de Padilla 

Fue María de Padilla el gran amor de su vida tan llena de mujeres. Eran de la misma edad y muere ella cuando tenía 27 años, afectándole sobremanera. Según los cronistas, era <pequeña de cuerpo, pero de entendimiento grande, y dotada de gracia y hermosura>. Nacieron de esta pareja Constanza de Castilla e Isabel de Castilla. Cuando la conoció  estaba desposado con doña Blanca de Borbón y quiso prescindir de la francesa contra la opinión de su valido Alburquerque que trata de disuadirle de enemistarse con Francia si rechaza la princesa.Se dirigió a Valladolid  y en el templo de Santa María la Nueva contrajo matrimonio con ella, dejando mientras tanto a la Padilla en el castillo de Montalbán. Pero cuarenta y ocho horas después abandona para siempre a Blanca contrariando a la reina madre, ni dieron fruto tampoco los ruegos de Alburquerque.La reina doña María se retiró con su nuera a Tordesillas, mas el rey reaccionó, no era bastante abandonarla, ordenando su prisión en Arévalo.
 
Doña Blanca de Borbón fue de calabazo en calabozo, terminando siendo envenenada por mandato de su real esposo. Fue por último recluida en el Alcázar de Jerez de la Frontera en el que el alcalde del mismo, Diego Ortiz Zúñiga, se negó a admitir tal hecho y dimitió de su cargo, pero su sustituto, Juan Pérez Rebolledo, no opuso a tal acto el menor reparo. Ocurrió el asesinato en el año 1361 contando 22 de edad, y fue sepultada en el convento de San Francisco de dicha población gaditana. Vemos que poco después muere María de Padilla y de muerte natural. ¿Castigo divino?
 
Pedro El Cruel  o  El Justiciero, destrozado moralmente, convoca Cortes en Sevilla  y afirma que Blanca de Borbón no fue su esposa porque se hallaba casado en secreto con María de Padilla . A partir de entonces fue la Padilla tenida por reina de Castilla y de León, lo que implicó la declaración de los hijos de ambos como legítimos. Vistió luto por ella.A pesar de se su gran amor, la compaginó con más de un amorío. ¿Cómo concebirlo? Los reyes son tal como nos muestra la historia, y como die Ortega respecto al amor, "cada uno ama como es". 
 
Lega Augusto Martínez Olmedilla a relacionar la muerte de María de Padilla con la del rey cuando ambos hubieran contado 35 años de edad. Lo refiere así: <Muerta doña María de Padilla , la vida de don Pedro carece de relieve. Faltábale la única luz que había iluminado su vida tenebrosa. Probablemente, si cayó en el lazo que el bastardo Trastamara le tendiera, más que por torpeza, fue por desgana de vivir. Hubiérale esperado la Padilla y ya encontrara él medio de abandonar los campos de Montiel para volar a su encuentro>.


Otro viraje de la historia, éste no por adulterio, por latrocinio. 
  
Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla

Otra línea quebrada de nuestra historia la ocasionó Isabel I de Castilla usurpando el trono a su medio sobrina Juana, lo que provocó una guerra civil que duró cinco años. Había sido revocado por Enrique IV el Tratado de los Toros de Guisando y reconocida como sucesora del trono su hija doña Juana, pero a ello Isabel Y Fernando se hacían los suecos y, ya que carecían dela fuerza de la razón,optaron por la razón dela fuerza: la guerra. En vano la Princesa trató de evitarla, proponiendo que la cuestión del derecho a ceñir la corona se decidiera mediante el voto nacional; con tal fin dirigió a las ciudades y villas del reino el siguiente manifiesto; 
Luego que los tres estados de estos dichos mis reinos, o por personas escogidas de ellos de buena fama y conciencia, que sean sin sospecha, y determine por justicia a quién estos mis reinos pertenecen; porque se excusen todos los rigores y rompimiento de guerra.

En la misma carta acusa a Isabel de haber producido la muerte de Enrique IV y se había apoderado de sus tesoros. 

La guerra fue desafortunada para  Alfonso V de Portugal, que contrajo matrimonio con su sobrina Juana, siendo en Toro y Albuera definitivamente derrotado, junto con los nobles españoles que defendían a doña Juana,-el duque de Arévalo, el maestre de Calatrava, el marqués de Villena, etc.-  Y tras ellos el arzobispo de Toledo, don Alfonso Carrillo, han de rendirse también moralmente a la "razón" impuesta manu militari, que en tantos casos dista mucho de serlo. Aún hubo Castronuño, último baluarte de los portugueses. 

En acción de gracias por la victoria de Toro, Isabel y Fernando erigieron en en Toledo el magnifico Monasterio de San Juan de los Reyes. El futuro que se abrió para la despojada le refiere el comediógrafo, novelista y biógrafo Augusto Martínez Olmedilla de la sucinta manera siguiente:

<Más por despecho que por vocación tomó el hábito en el monasterio de Santa Clara, de Coimbra, fueron los suyos unos votos especiales, pues de vez en cuando rompía la clausura, trocando la burda estameña por la pompa real. Nunca renunció a sus derechos,pues firmó siempre: Yo: la Reina. En Portugal se le dió el tratamiento de Excelente Señora. En el año 1530 murió en el palacio de Lisboa, y no en el convento, cual a su condición monjil correspondía. Fue una víctima de los manejos políticos que en su torno tejieron red abominable de intrigas e infamias>. 

El matrimonio de Fernando II de Aragón y de Aragón y de Isabel I de Castilla, a quien el tan imperfecto Papa Alejandro VI otorgó el título de Reyes Católicos, fue bastante desafortunado en cuanto tal. Casi todos los monarcas no sintieron el menor cariño  -amor es mucho decir- por sus respectivas esposas, su falta de respeto, de fidelidad, son patentes y demuestran la total carencia de lo primero. De lo que están corroídos es de erotomanía. Fernando e Isabel se casaron contra la voluntad de Enrique IV, furtivamente y contraria los dictados de la Iglesia Católica, de que ya hablé en otro artículo, Historiador hay que sostiene que ella llegó a quererle, lo indudable es que había de estar dolida de sus infidelidades que fueron constantes a lo largo del matrimonio. Y aquí lo dejo porque de ello ya me  ocupé en otro articulo y volveré detenidamente al tema.


Epílogo. 

A la vista de monarcas medievales  y de Fernando II de Aragón e Isabel la Católica que abren la Edad Moderna, queda patente que la naturaleza y hábitos de los reyes ha sido la generatriz de nuestra historia . Siendo lo uno y lo otro pésimo , el desarrollo ha sido triste, de línea quebrada, demostrando, como piensa Voltaire, que "la historia es sólo un relato de crímenes y desgracias". En cuanto a la nuestra dice Pérez Reverte que "cuando uno lee la historia de España se da cuenta de que la mirada que a uno le queda es bastante amarga". [...] "La historia de España es una sucesión de ocasiones perdidas".