viernes, 21 de junio de 2024

La controvertida Isabel de Trastámara y un caso en que no cabe controversia, pero Segovia la presenta

Juana de Trastámara e Isabel de Trastámara

Están los segovianos sacando a colación frecuentemente que Isabel la Católica se coronó reina en Segovia , presumen de este hecho y le homenajean, aunque no pasa de ser por lo que a la hija de Juan II de Castilla y de su segunda esposa, Isabel de Portugal, la loca de Arévalo (Ávila) , la asesina del condestable de Castilla, don Álvaro de Luna, se refiere. Cometió una aberrante actuación, tanto más hallándose ausente su marido, Fernando II de Aragón, Al llegar el conocimiento del suceso emprendió inmediatamente el regreso acompañado en compañía del cronista Alonso de Palencia. 

Aparte de recomendar a los segovianos que alardean del aludido acontecimiento   -indudablemente impertinente-  que lean al referido cronista, paso a transcribir una página de la obra "Los Reyes Católicos", de Ramón Menéndez Pidal: 

"Alonso de Palencia no es tanto más de  fiar cuanto que él es , antes que de la reina, amigo del rey, a quien sirvió de consejero. Él nos refiere que cuando ocurrió la muerte de Enrique IV, halándose con don Fernando, ausentes en Zaragoza Isabel en Segovia apresuró su proclamación La nueva reina, realzada su peregrina hermosura de veintitrés años, con riquísimo y enjoyado traje,  cabalgó bajo palio hacia la catedral, rodeada de todos los grandes a pie; sólo iba a caballo delante de ella, Gutiérrez de Cárdenas, llevando inhiesta una espada desnuda cogida por la punta , atributo de la soberanía y de la justicia.  Muchos murmuraron de arrogancia en la mujer aquella ostentación delos atributos del marido. y más que nadie lo censuraron Fernando y Palencia cuando en su apresurado viaje hacia Segovia les refirieron el hecho.  Alarmado el joven marido de los vuelos que su esposa tomaba, preguntó a Palencia, que viajaba con él, si recordaba haber leído en alguna historia  que cualquier otra reina se hubiera apropiado el varonil símbolo de la espada, reservado a los reyes, y el cronista, declarando no recordar caso semejante ,reprobó el acto de doña Isabel.".. 

"El encuentro de los cónyuges fue tormentoso. Fernando, sintiendo rebajada su autoridad marital, quiere regresar a su reino paterno de Aragón ; conferencian los grandes y letrados partidarios del marido y los de la mujer sobre las atribuciones de uno y otro en el gobierno ; se buscan árbitros; sentencian éstos dando grandes atribuciones a la reina, y don Fernando insiste en retirarse a Aragón. Pero las lágrimas de Isabel y el encanto de aquella belleza rubia, de ojos verdiazules, triunfan de todo, con alguna discreta concesión, y Fernando se resigna a quedarse, no sin bravear ante sus íntimos censores que su tolerancia sería sólo temporal"- 

Se suele estimar a Isabel de Trastámara como Princesa de Asturias, pero en verdad ésta fue  Juana de Trastámara, hija de Enrique IV y de su segunda Juana de Portugal. Isabel era hermana paterna de Enrique IV , así como su hermano . Éste trató de arrebatarle el trono, e Isabel tras la muerte de su hermano.

Ye es vergonzoso para Isabel que perpetre su coronación en Segovia el 13 de diciembre de 1774 habiendo fallecido su medio hermano el día 11, es decir, dos días antes. Ella era así de cruel. Ya para mayor demostración arrebató a su medio sobrina e hijastra la corona. Al no ser posible por vía pacífica porque su familia materna salió en defensa de Juana, lo efectuó  manu militari  tras una guerra de cuatro años que concluyó con la derrota de de Alfonso V en la batalla de Toro. Entonces, que no en Segovia el 13 de diciembre de 1774 con aquella grotesca,, ridícula, pseudo proclamación, es cuando Isabel y Fernando pasan a reinar como reyes de Castilla.   

Juana firmó durante toda su vida "Yo, la reina". Murió en Lisboa en 1530 y el gran terremoto de 1775,  destruyendo gran parte de la ciudad, hizo desaparecer sus restos. Es lástima porque podía, mediante el ADN,  haberse llegado a probar si era o no hija biológica de Enrique IV, cuyo primer matrimonio con la princesa Blanca de Navarra fracasó -el príncipe la repudió-por hallar posibilidad de practicar el matrimonio con ella. En esta supuesta  impotencia de Enrique IV no voy a entrar. Léase                                                         


O también "Enrique IV el Impotente y el final de una época", de José Calvo Poyato. Fueron dos de las obras imprescindibles que empleé como bibliografía en mi artículo sobre Enrique IV.    

 Segundo capricho, arbitrariedad, de los segovianos en mixtificar la historia

La historia es la mentira encuadernada. - E. Jardiel Poncela -

Los segovianos son dados a mixtificarla, algo que indigna de tal manera a Cervantes  que en su obra cumbre, el Quijote, llega a decir "los historiadores que de mentiras se valen había de ser quemados como los que hacen moneda falsa  Y alguna otra frase igualmente dura, ya que según el "la historia es como cosa sagrada, porque ha de ser verdadera, y donde está la verdad está Dios en cuanto a verdad".  Pero a la gente segoviana le importa un bledo el criterio del Príncipe de los Ingenios. Claro está que no a personas de la índole Enrique de Diego. Y paso a demostrarlo con un segundo caso de la Edad Media. Bueno, los Reyes Católicos inician la Edad Moderna. Tras referirme a Isabel I de Castilla, lo haré de la primera suegra de Enrique IV, fallecida y enterrada en Santa María de Nieva (Segovia). Sepultada en la iglesia no ya por su categoría, sino porque en su tiempo era el lugar de enterramientos, no habían sido creados los cementerios. 

Tanto en el caso ya relatado de la gran reina Isabel -defectos personales aparte y errores, que también los cometió-  se transigiere la historia ab libitum referente a Blanca I de Navarra, reina propietaria del reino de Navarra. De ello vengo quejándome en mi blog desde que la Comunidad Autónoma del Castilla y León no aceptó el resultado del Proyecto Poblet dando mentís a los supuestos restos mortales del Príncipe de Viana, en el Monasterio de Poblet, y a los de su madre, -restos aparecidos al efectuarse unas obras en el altar mayor para acondicionarlo a la nueva liturgia de la Misa- en el ya mencionado pueblo segoviano.

No haciendo caso a la intervención del Dr. José Manuel Reverte Coma, Profesor Emérito  y Director del laboratorio de Antropología Forense y Paleopatológico de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense, que tras hacer el estudio  antropológico y paleopatológico emitió en el informe de conclusiones:     

"Esqueleto incompleto de mujer de 55-60 años... Da la impresión de haber sido un enterramiento secundario, un traslado de cadáver que antes estuvo probablemente semimomificado en otra tumba.

9ºNuestraimpresión personal es que tanto la edad, estatura y fragilidad de este esqueleto, unido al lugar de enterramiento y circunstancias que lo rodean, coinciden con las que se atribuyen históricamente a Doña Blanca I de Navarra. 

Sin embargo la prueba definitiva y segura, sería el estudio de ADN tanto en este esqueleto como en los restos que puedan existir  del padre de doña Blanca, don Carlos III, enterrado en la catedral de Pamplona y del hijo de la Reina, enterrado en el Monasterio de Poblet. 

Si el ADN de estas personas, especialmente el del Príncipe de Viana, coinciden con el que pueda hallarse en estos restos esqueléticos, se tendría la seguridad de que se trata efectivamente de Doña Blanca I, Reina de Navarra".  

El alcalde de triste memoria, Eusebio García González, que después de cinco legislaturas ostentando el cargo dejó vacías la arcas municipales, dió por cierto que los restos eran de la mencionada reina y para ellos mando erigir este sepulcro en el presbiterio.                                                                   

En los varios artículos sobre este tema, ya he expuesto la conflictividad que suscitó en su día y que puso fin cuando el Estudio Poblet publicó el resultado de estudio genético del Príncipe de Viana dando a conocer que los supuestos restos de él en el Monasterio Cisterciense de Santa María de Poblet (Tarragona) no corresponden a  él ni los de Santa María de Nieva (Segovia) a su madre. Del pleito en el que se dilucidaba, entre navarros y castellanos la posesión de los restos, se retiraron los primeros. 

En esa fecha -9 de septiembre de 2008- actuando con buena ética debió taparse la inscripción, pero que si quieres, lejos de ello, de una manera inaudita, se está procediendo a exhibir el sepulcro como nota de turismo. Mi batallar en defensa de la verdad de la historia y, en este caso, también dela ciencia, es inútil. Esta mixtificación dela historia tiene, como vemos, dieciséis años y puede ser que no hayan tenido tiempo de tapar la falsa inscripción, pero es que tampoco se ha tenido tiempo, por lo que afecta al clero de hacer desaparecer la placa conmemorativa de la iglesia -el nuevo templo- de San Miguel en 250 años de aquella arbitrariedad. Hay que sujetarse a la razón, y aquello fue, como he dejado visto, una metedura de pata de Isabel la Católica que, pese a la grandeza de su reinado -obviamente no sólo debido a ella-  tuvo también algún desacierto y hecho condenable. Ya hablo de ello en otro artículo de este blog.   

 

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