sábado, 8 de junio de 2024

Controversias de la biografía madre de la reina Letizia con alguna otra

Esta biografía es, como todos sabemos, la titulada "Adiós, Princesa· de David Rocasolano. Veamos grosso modo tal diferir. ·En general cuantos bucean en la escabrosa vida de Letizia Ortiz Rocasolano acuden a tal publicación y coinciden en datos, incluso los toman y citan de él, así, por ejemplo, la intervención que tuvo para hacer desaparecer de la Clínica Dator, de Madrid, la documentación concerniente al aborto voluntario que en ella practicaron a su prima hermana. Fue una petición que ésta, unida a su novio el Príncipe de Asturias, le solicitaron, ambos muy preocupados de que saliera a la luz y, natural y lógicamente, diera al traste con la boda en proyecto. Felipe le dijo que, si se entera su madre, la boda era inviable. Sólo en él podían confiar. Se realizó con éxito este encargo, y no sin la influencia del príncipe. A su prima expuso que había quemado los papeles comprometedores, mas éstos en 2013 aparecieron insertos en el libro. En él considera; "Yo estoy convencido de que el 22 de mayo de 2004, en la catedral de la Almudena, Rouco casó a una princesa excomulgada". Pero no deja de ser por su ayuda, sin que él deje de exponer fue su actuación decididamente a favor de su prima.

En lo que atañe a la vida promiscua de Letizia no se suele aludir a su libro, porque en él no refleja gran cosa de la misma; no cree, incluso, que su prima fuera modelo del pintor Waldo Saavedra y, como tal, posado desnuda ante él para el cuadro que ilustra la caratula de un disco de Maná Subrepticiamente la defiende, no acepta su inmoralidad, su vida de lujuria. No cree que Letizia fuera amante de Fher, ni que posada desnuda ante nadie, y afirma categóricamente: "Letizia es demasiado discreta". "Leticia -leemos en él-, antes de convertirse en lo que es hoy, era una chica contemporánea, normal y libre. Ahora es Princesa de Asturias. Las princesas no son contemporáneas, normales ni libres"

ÍTEM. Asimismo escribe: "Han especulado mucho sobre la vida sexual de mi prima en México, atribuyéndole varios amantes de cierto renombre. Yo no sé nada de eso. Ni me importa. Ni creo que le importe a nadie. Mi prima era una mujer guapa, llena de atractivos físicos y libre, sin servidumbres. Mis primas y yo jamás hemos hablado de nuestras intimidades sentimentales.

Hay -insisto- en el fondo del criterio de David Rocasolano hacia su prima Letizia tendencia en positivo, así, entre otras, lo indican estas líneas tratando del divorcio de Letizia con su primer marido:

"Concluimos aquello de la manera más sencilla y rápida que pudimos. Letizia salió de Arganda como alma que lleva el diablo, pasando página lo más rápido que pudo. No sin dolor. Pero manteniendo esa actitud hierática de los acostumbrados a los reveses, a las hostias de la vida. Es una sufridora. Pero una sufridora interior. Fría, orgullosa, cabeza alta, indestructible".

La pinta con el engaño de familiar y abogado, y, por supuesto de manera muy distinta lo hubiera hecho Alonso Guerrero, pero cuando David le pregunta:

--- ¿Cómo lo llevas? Letizia ha tenido que salir corriendo. Ya sabes, cosas del trabajo.

--- Mira, David, prefiero no contarte cómo es tu prima. Todo pasará., el tiempo lo cura todo -respondió cabizbajo, pero sin perderla dignidad y sin dudar: habían tomado la decisión acertada.

Lo de que Letizia salió de Arganda como alma que lleva el diablo es cierto, pues el alma de ella le lleva, obviamente, el diablo. Ahora bien, ya le echa osadía para decir que Letizia mantiene actitud hierática ante contrariedades y disgustos por estar acostumbrada a los reveses, a las hostias que da la vida. Es persona agente de estos reveses, de estas hostias, de la vida.


Discrepancia como buena lectora.

En varias biografías de Letizia -opto por no indicar autores- se dice que es una gran lectora. He aquí cómo lo contradice:

"Uno de los mitos más diversos que ha creado la prensa lacaya sobre mi prima es el de voraz lectora, Mi prima no ha leído jamás otra cosa que periódicos, algún best-seller tipo Grisham o los libros que la obligaban a leer en el colegio y en la facultad.

Rechaza el desacierto de regalar al príncipe El doncel de don Enrique el Doliente, cuando, por el contrario, de Larra hubiera sido lo indicado efectuarlo de sus artículos. Dice: "Si Leticia, periodista, hubiera regalado a su prometido una selección de los exquisitos artículos de Mariano José de Larra, se hubiera comportado de manera digna y coherente. Pero regalarle una obra menor, lloriqueante, literariamente prescindible y olvidable del cronista más influyente de la historia de España, me parece un insulto para Larra y para toda la casta periodística. Se deberían de haber asesorado mejor.


Disentimiento sobre el amor entre la señora doña Letizia y el Príncipe de Asturias.

En esto ningún biógrafo de Letizia coincide con él, que cree y sostiene a pies juntillas que existía amor entre ellos.: "Letizia estaba profundamente enamorada de aquel señor alto al que todos al que todos llamábamos príncipe" Hablando de las Capitulaciones, que David califica de ilegales, dice: "Ella quería a Felipe, y eso se notaba. Y Felipe la quería a ella, y eso se notaba más aún". Vuelve a lo mismo en estas líneas: "Navidades de 2004. Felipe se abraza a Letizia. La verdad es que se les nota que están enamorados. Yo nunca lo dudé. Bastaba con verlos juntos. Por eso, quizá, me dejé manipular tanto por ambos. Aunque nunca se lo pregunté, estoy seguro de que Felipe habría renunciado a sus derechos sucesorios si Juan Carlos y Sofía no hubieran transigido.

Felipe y Letizia, navidades 2004

Letizia harto tiene demostrado de que, como dice Bécquer de su amada, "en su corazón no hay una fibra que al amor responda", ella es eminentemente sexo. Era viable, y el tiempo lo ha hecho patente para todos. Junto al sexo, y sirviéndose de él, es egoísta. Evidente resulta hasta para el más lerdo que desde que se percató de que Felipe de Borbón estaba enamorado de ella trató astutamente de casarse con él, no correr la mala suerte de las anteriores novias del príncipe. Él no le interesaba como un amante. Con todo si éste no se enfrenta sus padres anteponiendo Letizia la Corona no se ejecuta el siniestro matrimonio. "De todos es sabido -dice Rocasolano- que Juan Carlos y Sofía se opusieron frontalmente, desde el principio, a que Felipe se casara con una divorciada. Y sólo la amenaza firme de Felipe, dispuesto a renunciar a la sucesión para casarse, logró que Letizia acabara instalándose en Palacio. Esto es un punto común de autores

Lo axiomático es la visión de Jaime Peñafiel. En Letizia y yo:

"En definitiva a estas alturas puedo afirmar que lo de Felipe y Letizia no ha sido una gran historia de amor. Al menos, por parte de ella". Ya he dicho que Letizia es estéril al amor. Desde su segundo aborto igualmente lo es a la maternidad, como es sabido por Peñafiel y otros, y a ello ya hice alusión.


Aspecto religioso.

Aquí si hay unanimidad de criterio en cuanto que es católica solo como bautizada. Ni aun como reina accedió jamás en actos religiosos a santiguarse.

"Me quedé absolutamente anonadado. <<Ya sabes.>> Lo que yo sabía es que Letizia no había pisado una iglesia desde su bautizo. Ni siquiera el día de su primera boda. Y no me había dicho <tengo que ir a misa los domingos>, frase que hubiera comprendido por las imposiciones que conlleva su nueva dignidad".

Si no practica la hipocresía en actos religiosos, sí incurrió en ella en aquella ocasión que refiere David en su libro: "Estaban entrampados en una discusión sobre si es o no lícito abortar cuando se sabe que el feto presenta malformaciones La opinión mayoritaria, o creo que unánime, era que no. Que no se puede abortar bajo ninguna circunstancia. [...] Letizia abrió la boca, y todo el mundo se calló para paladear sus opiniones.

--- Yo creo que un ser, cualquier ser que te mande Dios, debe ser respetado. Si a mí mañana me hacen una amniocentesis y descubren que mi niño está mal, es que Dios quiere que ese niño venga así al mundo. Yo no dudaría. Lo tendría.


Dos personajes anómalos, peyorativamente extraordinarios. nada excepcional en reyes

En su "prolongación" de Leticia y yo - Los silencios de Letizia - vuelve a pintar la difícil situación de lujuria en que Letizia se hallaba cuando contactó con el príncipe, en aquella cena en casa de Erquicia, en difícil situación. Aquí dice: "Su vida amorosa -él la llama así, pero será de falso amor- era francamente complicad : separada de su marido, Alonso Guerrero, en crisis con su novio, el periodista David Tejera, del que estaba embarazada,  amén del otro novio, Jim Russo, y en este totum revolutum no dejemos atrás a Jaime del Burgo, ¡siempre a su lado!, un hombre sin duda importante en su vida , como ya vimos en mi anterior libro Leticia y yo...Y en mitad de esta vorágine sentimental, se enamora de un príncipe de verdad. ¡Para volverse loca! Pero ¿qué culpa tenía ella de haberse enamorado de un príncipe y éste de una periodista divorciada?"

He de insistir en que Leticia no estaba enamorada de Felipe, sí de lo que significa un príncipe. Y un príncipe llamado a equis tiempo a ser rey. Y se contradice él mismo, ya que el Epílogo de Letizia y yo le titula No ha sido una gran historia de amor, y termina escribiendo: "En definitiva, a estas alturas puedo afirmar que lo de Felipe y Letizia no ha sido una gran historia de amor. Al menos, por parte de ella". Y vuelve a su cantinela: "Y no me pregunten por qué lo digo. Ambos saber, y sobre todo Letizia que valgo más por lo que callo que por lo que cuento". Pero él va contando y repitiendo.

Algo muy importante para conceptuar a Felipe de Borbón, aparte de que se confirme que es homosexual como su abuelo materno, es conocer si sabía antes de casarse con este ejemplar de Mesalina muy superada sabía que era estéril a causa, precisamente, de su segundo aborto al que él coadyuvó -repito- a retirar de la clínica los comprobantes.


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