Esta biografía es, como todos sabemos, la
titulada "Adiós, Princesa· de David Rocasolano. Veamos grosso modo tal
diferir. ·En general cuantos bucean en la escabrosa vida de Letizia Ortiz
Rocasolano acuden a tal publicación y coinciden en datos, incluso los toman y
citan de él, así, por ejemplo, la intervención que tuvo para hacer desaparecer
de la Clínica Dator, de Madrid, la documentación concerniente al aborto
voluntario que en ella practicaron a su prima hermana. Fue una petición que
ésta, unida a su novio el Príncipe de Asturias, le solicitaron, ambos muy
preocupados de que saliera a la luz y, natural y lógicamente, diera al traste
con la boda en proyecto. Felipe le dijo que, si se entera su madre, la boda era
inviable. Sólo en él podían confiar. Se realizó con éxito este encargo, y no
sin la influencia del príncipe. A su prima expuso que había quemado los papeles
comprometedores, mas éstos en 2013 aparecieron insertos en el libro. En él
considera; "Yo estoy convencido de que el 22 de mayo de 2004, en la
catedral de la Almudena, Rouco casó a una princesa excomulgada". Pero no
deja de ser por su ayuda, sin que él deje de exponer fue su actuación
decididamente a favor de su prima.
En lo que atañe a la vida promiscua de Letizia no
se suele aludir a su libro, porque en él no refleja gran cosa de la misma; no
cree, incluso, que su prima fuera modelo del pintor Waldo Saavedra y, como tal,
posado desnuda ante él para el cuadro que ilustra la caratula de un disco de
Maná Subrepticiamente la defiende, no acepta su inmoralidad, su vida de
lujuria. No cree que Letizia fuera amante de Fher, ni que posada desnuda ante
nadie, y afirma categóricamente: "Letizia es demasiado discreta".
"Leticia -leemos en él-, antes de convertirse en lo que es hoy, era una
chica contemporánea, normal y libre. Ahora es Princesa de Asturias. Las
princesas no son contemporáneas, normales ni libres"
ÍTEM. Asimismo escribe: "Han
especulado mucho sobre la vida sexual de mi prima en México, atribuyéndole
varios amantes de cierto renombre. Yo no sé nada de eso. Ni me importa. Ni creo
que le importe a nadie. Mi prima era una mujer guapa, llena de atractivos
físicos y libre, sin servidumbres. Mis primas y yo jamás hemos hablado de nuestras intimidades
sentimentales.
Hay -insisto- en el fondo del criterio de David
Rocasolano hacia su prima Letizia tendencia en positivo, así, entre otras, lo
indican estas líneas tratando del divorcio de Letizia con su primer marido:
"Concluimos aquello de la manera más
sencilla y rápida que pudimos. Letizia salió de Arganda como alma que lleva el
diablo, pasando página lo más rápido que pudo. No sin dolor. Pero manteniendo
esa actitud hierática de los acostumbrados a los reveses, a las hostias de la
vida. Es una sufridora. Pero una sufridora interior. Fría, orgullosa, cabeza
alta, indestructible".
La pinta con el engaño de familiar y abogado, y,
por supuesto de manera muy distinta lo hubiera hecho Alonso Guerrero, pero
cuando David le pregunta:
--- ¿Cómo lo llevas? Letizia ha tenido que salir
corriendo. Ya sabes, cosas del trabajo.
--- Mira, David, prefiero no contarte cómo es tu
prima. Todo pasará., el tiempo lo cura todo -respondió cabizbajo, pero sin
perderla dignidad y sin dudar: habían tomado la decisión acertada.
Lo de que Letizia salió de Arganda como alma que
lleva el diablo es cierto, pues el alma de ella le lleva, obviamente, el
diablo. Ahora bien, ya le echa osadía para decir que Letizia mantiene actitud
hierática ante contrariedades y disgustos por estar acostumbrada a los reveses,
a las hostias que da la vida. Es persona agente de estos reveses, de estas
hostias, de la vida.
Discrepancia como buena lectora.
En varias biografías de Letizia -opto por no
indicar autores- se dice que es una gran lectora. He aquí cómo lo contradice:
"Uno de los mitos más diversos que ha creado
la prensa lacaya sobre mi prima es el de voraz lectora, Mi prima no ha leído jamás otra cosa que
periódicos, algún best-seller tipo Grisham o los libros que la obligaban a leer
en el colegio y en la facultad.
Rechaza el desacierto de regalar al príncipe El
doncel de don Enrique el Doliente, cuando, por el contrario, de Larra
hubiera sido lo indicado efectuarlo de sus artículos. Dice: "Si Leticia, periodista,
hubiera regalado a su prometido una selección de los exquisitos artículos de
Mariano José de Larra, se hubiera comportado de manera digna y coherente.
Pero regalarle una obra menor, lloriqueante, literariamente prescindible y
olvidable del cronista más influyente de la historia de España, me parece un
insulto para Larra y para toda la casta periodística. Se deberían de haber
asesorado mejor.
Disentimiento sobre el amor entre la señora
doña Letizia y el Príncipe de Asturias.
En esto ningún biógrafo de Letizia coincide con
él, que cree y sostiene a pies juntillas que existía amor entre ellos.:
"Letizia estaba profundamente enamorada de aquel señor alto al que todos
al que todos llamábamos príncipe" Hablando de las Capitulaciones, que
David califica de ilegales, dice: "Ella quería a Felipe, y eso se notaba.
Y Felipe la quería a ella, y eso se notaba más aún". Vuelve a lo mismo en
estas líneas: "Navidades de 2004. Felipe se abraza a Letizia. La verdad es
que se les nota que están enamorados. Yo nunca lo dudé. Bastaba con verlos
juntos. Por eso, quizá, me dejé manipular tanto por ambos. Aunque nunca se lo
pregunté, estoy seguro de que Felipe habría renunciado a sus derechos
sucesorios si Juan Carlos y Sofía no hubieran transigido.
Felipe y Letizia, navidades 2004 |
Letizia harto tiene demostrado de que, como dice Bécquer de su amada, "en su corazón no hay una fibra que al amor responda", ella es eminentemente sexo. Era viable, y el tiempo lo ha hecho patente para todos. Junto al sexo, y sirviéndose de él, es egoísta. Evidente resulta hasta para el más lerdo que desde que se percató de que Felipe de Borbón estaba enamorado de ella trató astutamente de casarse con él, no correr la mala suerte de las anteriores novias del príncipe. Él no le interesaba como un amante. Con todo si éste no se enfrenta sus padres anteponiendo Letizia la Corona no se ejecuta el siniestro matrimonio. "De todos es sabido -dice Rocasolano- que Juan Carlos y Sofía se opusieron frontalmente, desde el principio, a que Felipe se casara con una divorciada. Y sólo la amenaza firme de Felipe, dispuesto a renunciar a la sucesión para casarse, logró que Letizia acabara instalándose en Palacio. Esto es un punto común de autores
Lo axiomático es la visión de Jaime Peñafiel. En Letizia
y yo:
"En definitiva a estas alturas puedo afirmar
que lo de Felipe y Letizia no ha sido una gran historia de amor. Al menos, por
parte de ella". Ya he dicho que Letizia es estéril al amor. Desde su
segundo aborto igualmente lo es a la maternidad, como es sabido por Peñafiel y
otros, y a ello ya hice alusión.
Aspecto religioso.
Aquí si hay unanimidad de criterio en cuanto que
es católica solo como bautizada. Ni aun como reina accedió jamás en actos
religiosos a santiguarse.
"Me quedé absolutamente anonadado.
<<Ya sabes.>> Lo que yo sabía es que Letizia no había pisado una
iglesia desde su bautizo. Ni siquiera el día de su primera boda. Y no me había
dicho <tengo que ir a misa los domingos>, frase que hubiera comprendido
por las imposiciones que conlleva su nueva dignidad".
Si no practica la hipocresía en actos religiosos,
sí incurrió en ella en aquella ocasión que refiere David en su libro: "Estaban
entrampados en una discusión sobre si es o no lícito abortar cuando se sabe que
el feto presenta malformaciones La opinión mayoritaria, o creo que unánime, era
que no. Que no se puede abortar bajo ninguna circunstancia. [...] Letizia abrió
la boca, y todo el mundo se calló para paladear sus opiniones.
--- Yo creo que un ser, cualquier ser que te
mande Dios, debe ser respetado. Si a mí mañana me hacen una amniocentesis y
descubren que mi niño está mal, es que Dios quiere que ese niño venga así al
mundo. Yo no dudaría. Lo tendría.
Dos personajes anómalos, peyorativamente
extraordinarios. nada excepcional en reyes
En su "prolongación" de Leticia y yo -
Los silencios de Letizia - vuelve a pintar la difícil situación de lujuria en
que Letizia se hallaba cuando contactó con el príncipe, en aquella cena en casa
de Erquicia, en difícil situación. Aquí dice: "Su vida amorosa -él la
llama así, pero será de falso amor- era francamente complicad : separada de su
marido, Alonso Guerrero, en crisis con su novio, el periodista David Tejera,
del que estaba embarazada, amén del otro
novio, Jim Russo, y en este totum revolutum no dejemos atrás a Jaime del Burgo,
¡siempre a su lado!, un hombre sin duda importante en su vida , como ya vimos
en mi anterior libro Leticia y yo...Y en mitad de esta vorágine sentimental, se
enamora de un príncipe de verdad. ¡Para volverse loca! Pero ¿qué culpa tenía
ella de haberse enamorado de un príncipe y éste de una periodista
divorciada?"
He de insistir en que Leticia no estaba enamorada de Felipe, sí de lo
que significa un príncipe. Y un príncipe llamado a equis tiempo a ser rey.
Y se contradice él mismo, ya que el Epílogo de Letizia y yo le titula No
ha sido una gran historia de amor, y termina escribiendo: "En definitiva,
a estas alturas puedo afirmar que lo de Felipe y Letizia no ha sido una gran
historia de amor. Al menos, por parte de ella". Y vuelve a su cantinela:
"Y no me pregunten por qué lo digo. Ambos saber, y sobre todo Letizia que
valgo más por lo que callo que por lo que cuento". Pero él va contando y
repitiendo.
Algo muy importante para conceptuar a Felipe de
Borbón, aparte de que se confirme que es homosexual como su abuelo materno, es
conocer si sabía antes de casarse con este ejemplar de Mesalina muy superada
sabía que era estéril a causa, precisamente, de su segundo aborto al que él
coadyuvó -repito- a retirar de la clínica los comprobantes.
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