Miedo al Gobierno y menosprecio a los políticos en general

En democracia el pueblo, además de votar, no ha de perder los estribos ni las riendas. O acabará saliendo por las orejeras de la cabalgadura. El ciudadano consumista o usuario en España, poco hecho a la civilidad, se limita a resignarse y esperar tiempos mejores. No utiliza ni las defensas que se ponen a su alcance. Es lamentable que, deshabituado a rebelarse, se someta tanto. Ante los desastres de la Administración, debe recordar que él es el amo y el cliente. Y el cliente siempre tiene razón. Que la use. Y la fuerza también.                                               -  Antonio Gala -

La ciudadanía ha llegado a estar asustada del Gobiernos y desengañada de los políticos en general. ¡Ya es hora! Eran muchos los engañados, mas han disminuido notablemente. Siempre quedarán los paniaguados y equis número de tontos. También está claro que de los gobiernos habidos a lo largo de la Transición, imperfecta e inacabada, ninguno mejoró al otro, fuimos empeorando tras la sucesión de ellos, yendo in crescendo la carestía de la vida y la corrupción, circunstancias que no evidecian precisamente una manera inteligente y honesta de gobernar. Ya no hablemos de los suicidios que se han producido por penuria extrema. El Gobierno de Mariano Rajoy ha dado la nota de batir el récord de gobierno en funciones, mientras fueron saliendo a la luz corruptos y más corruptos de un  PP corrupto hasta la médula. Pese a cuanto acabamos de ver ha ocurrido, Rajoy repite la legislatura lo que él mismo había dejado de creer posible. En fin, que, como otrora se dijo, la política no tiene lógica ni entrañas. Véamos en el siguiente vídeo la opinión de Nuria Richart y Domingo Soriano con relación al cambio de ministros 

      

Rajoy salvó su espinosa situación. 

La política no puede ser una profesión permanente o una renta
vitalicia. Creo que hay que estar siempre en transición.
      - Carmen Díaz de Rivera, coautura de la Transición - 

Esto Mariano Rajoy lo obvia, él se adhiere a la política como adherecia de la misma.  

El cambio de ministros nada implicaría si continúan las mismas directrices políticas. De momento, únicamente ha experimentado modificación el Gobierno, veremos si se muda o no tantas cosas que lo requiren, que la sociedad reclama. ¿Será atendida, servirá de algo el que Rajoy gobierne en una situación de precariedad que hubiera debido avergonzarle, dado su éxito electoral en la primera legislatura y muy pronto decepcionando y dejando hastiados a gran parte de sus votantes, lo que por propia estima debió llevarle a dimitir, pero ni lo hizo en su primera legislatura, en la que  le era constantemente pedida su dimisión, ni en el casi un año de Gobierno en funciones. Surrealista, en cuanto a irracional y absurdo, Rajoy; un académico le ha tilda de de 'sinvergüenza' y Pedro Sánchez le dijo en sus morros que no era persona decente. 

Se podrá hablar de una política buena, que ha de tener como base beneficiar al ciudadano en general, no a equis sector de la sociedad, o de una política mala que esquilme a equis sectores, pero lo patente es que de un tiempo a esta parte los políticos han tomado la politica no ya como modus vivendi, sino como modo de enriquecerse y a paso de gigante. Que se le pregunte a Eduardo Zaplana quien no tuvo miramiento en decir: Estoy en la política para forrarme. Léase el siguiente libro de Alfredo Grimaldos.
                                                                                  

Decía el vulgo -más bien rural- antiguamente que "en la mili se hacían hombres" -si a esclavos se llaman hombres-; ahora bien, los politicos, por regla general, sí que se hacen hombres en la política, lo tenemos visto y comprobado. Y ya lo son en la política o fuera de ella, si quieren irse o tienen que dejarla, tal el caso de este cartagenero..

Evidente injusticia de los privilegios de los políticos.

Odio todo lo que sea privilegioy monopolio.
Considero como tabú todo lo que no puede
ser compartido por la multitud. - -Gandhi -  

 ¡De los políticos dimanan tantos males! He aquí cómo lo pone de relieve Antonio Gala: 

     ¿QUË ES UNA PUTADA?

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Putada es comparar la jubilación de un diputado o diputada con la de una viuda. 

Putada es que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste solo con tres o con seis meses, según el caso, y que los miembros del gobierno, para cobrar la pensión máxima, solo necesiten jurar el cargo. 

Putada es que los diputados sean los únicos trabajadores (?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF

Putada es colocar en la administración a miles de asesores (léase amigotescon sueldo) que ya desearían para sí los técnicos mejor calificados,

Putada es el ingente dinero destinado a sostener a los partidos, aprobado por los mismos políticos que viven e ello.

Putada es que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo (y no digamos intelectual o cultural).

Putada es el costo que representa para los ciudadanos sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes (siempre en gran clase) y tarjetas de crédito por doquier.

Putada es que sus señorías tengan casi cinco meses de vacaciones al año (48 días en Navidad-enero, más 17 en Semana Santa -a pesar de que muchos de ellos  se declaran laícos- más 82 días en verano).

Putada es que sus señorías, cuando cesan el cargo, tengan un colchón del 80% del sueldo durante 18 meses.

Putada es que ex ministros, ex secretarios de estado y altos cargos de la política, cuando cesan, son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos salarios del erario público.

Putada es que se utilice a los medioas de comunicación para transmitir a la sociedad que los funcionarios son los únicos que representan un costo para el bolsillo de los ciudadanos...

Putada es que nos uculten sus previlegios, mientras vuelven a la sociedad contra quienes  de verdad les sirven, hablando de política social y derechos sociales.

¡Qué PUTADA!...  

          

Y alguna otra faena, mala pasada se podría agregar. Ya es ironía decir que están al servicio del país del país -en nuestro caso-, al servicio de los españoles, flaco servicio el que nos ha hecho el bipartito sumergido, por otra parte, en la corrupción. Nos han probado que, como dice el escritor suizo Luís  Dumur, en 'Pequeños aforismos', la política es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se les sirve. El mismo político descubre a veces la mentira de su oficio, ya lo hemos visto en Zaplana. Ya recordé en otro artículo sobre lo ficticio o falso de la política estos dos asertos claves: La política saca a flote lo peor del ser humano -Vargas Llosa-. Hay dos clases de hombres: los buenos y los políticos. -Indalecio Prieto-. No pueden tener peor prensa, peor mala fama, ya Azorín afirmó tajantemente: No hay cosa más abyecta que un político. Mucho ha servido para que la gente en general vea los entresijos de la política, de los políticos, el casi un año sin gobierno y el 'teatro' político representado, en la acepción de acción fingida.  Se anhela una política con lógica y con mejores entrañas, no tan cruel, desalmada. 

Ha habido un cambio -ya lo he dicho, un Rajoy precario, fragil, inestable, fugaz, inseguro, transitorio, que se ha agarrado al poder como a un clavo ardiendo- o más bien una promesa de cambio, pero cuidado, que Rajoy no es lo que se llama 'esclavo de su palabra'. Claro que, como reza el dicho, 'el coco por la pena es cuerdo', y Rajoy gobierna por habérselo posibilitado C.s y el PSOE, dándole la presidencia condicionalmente. ¿Cómo y Cuándo cumplirá lo pactado? Él no tendrá prisa en cumplir sus compromisos, y la oposición ha de hacerle que lleve a efecto el  pasar por el aro. Tuvo que terminar su presidencia en funciones siendo muy sumiso, pero una vez conseguido su delirante pretensión puede tomar brío. 

A ver si cambian los parámetros y permiten un análisis distinto, una valoración diferente, que hasta aquí todo es monotonía. Y que la variedad sea positiva, que mejore algo la política, que, contra toda mentira e hipocresía del recién fenecido bipartidismo, no puede se continuar con tant... abuso, falta de democracia.