domingo, 24 de abril de 2016

La mentira en Santa María la Real de Nieva (Segovia) ha tomado carta de naturaleza, lo que implica repugnancia a consentirlo

La verdad puede ser dulce o amarga pero no puede ser mala;
la mentira puede ser dulce o amarga pero no puede ser buena.
                     - Constancio C. Vigil - 

 El caso que se da en esta localidad segoviana es tanto más repulsivo, asqueroso, fétido, desagradable, repelente, cuanto que se trata de una mentira sin la menor consistencia, firmeza, solidez. Es, sencillamente, una mentira demencial. desde el 9 de septiembre de 2008 en que fue presentado en el Monasterio de Poblet el estudio . Ello se ha difundido, divulgado, a la rosa de los vientos mediante todos los medios de comunicación: prensa escrita, oral, e internet, pero el alcalde y el cura del pueblo en cuestión se me revelan como no enterados. Éste me solicitó información, y muy gustoso se la di, pero que si quieres; no con elegancia ética cortó el diálogo. No aceptó cuanto le expuse y mantuvo su decisión de que no se tape la inscripción del sepulcro. También aquél -el alcalde- tenía ignorancia del asunto y no dejó de significarme su indiferencia por la Historia y por borrar la placa que de modo embustero, falaz, engañoso, se exhibe y que viene a alimentar el embuste, mentira, engaño, embrollo, trápala, farsa, invención, impostura, embeleco, infundio -y cualquer otro sinónimo que me deje- del arcosolio de referencia. A falta de amar la Historia y, por ende, defender la verdad de la misma, estos señores la inventan y defienden su invectiva a trancas y barranca. Ya es, incuestionable, desfachatez cuando a nadie cabe mentir, engañar, y ya he dicho desde qué fecha y porqué motivo.

Amor a la tierruca.

Yo comprendo este amor y lo siento plenamente; estoy de acuerdo con José María de Pereda, en El sabor de la tierruca. O con Federico García Lorca en el siguiente canto a a su querida Andalucía. 
Sevilla para nacer. Granada para morir. Málaga de mis amores, cómo me acuerdo de ti. Cádiz es un blanco pañuelo y un suspiro en la bahía. Huelva es fandango y bandera de Atracena a Punta Umbría. Córfdoba es mora y cristiana, puente de San Rafael. Almería y sus perales, Olivares de Jaen. Quien reniega de su tierra debiera ser castigado. Mi orgullo es ser andaluz, por los cuatro costados. El amor de mis amore, lo que más quiero en la vida y esta es mi tierra señores y se llama Andalucía.
Mi orgullo es ser madrileño; No por haber nacido en una megalópolis dejo de entender que se ame al lugar natal, aunque éste sea una aldea, cual le ocurrirá al aludido alcalde, natural y vecino de la de  Villoslada de la Trinidad a diez kilómetros de Santa María la Real de Nieva, de cuyos 60 habitantes fue alcalde hasta pasar a serlo de los 1.045 de Santa María., pueblo que no deja de ser pequeño, mas no obstante, se asignó un buen sueldo que le permitió no continuar con su manada de avestruces que tenía como modus vivendi. Siendo también diputado -a partir de mediado de 2015-, ya con dos empleos políticos los ha reducido a un avestruz y un burro. Ello según me comentan convecinos suyos. 

No puede decirme que trata de ensalzar con la mentira el pueblo al que debe un buen salario, lo que tampoco justificaría la mentira, tanto menos no siendo ésta ya posible, y, por ende,yavergonzosa. Conozco muchos santamarieños con hondas raíces en el pueblo y personas relevantes en el mismo que no acatan en su fuero interno la mentira del sepulcro. aun cuando no tan amigos de la Historia que por tal motivo decidan no permitir que se tergiverse. Que el alcalde, el cura y quienes les siguen quieran disfigurarla, pues allá ellos con su mixtificación, que teniendo que vivir en un pueblo pequeño -todos conocidos- no hay que ponerse a mal con nadie, y menos con el alcalde, sea autoctóno o no, y no digamos con el cura. Principalmente -reitero- es falta de amor a Clío, mas no deja de ser servilismo. 

Yo, con más o menos motivos -el corazón tiene razones que la razón no conoce, Pascal- no dejo de sentir alguna simpatía por el pueblo de mis antepasados paternos, desde niño lo visité en los veranos y en los veinte años últimos he residido en él, en mi casa solariega, equis temporadas, siempre esporádicamente, a manera del río Guadiana, apareciendo y desapareciendo; ahora bien, ello no ha constituido ni constituye obstáculo para atender el tema de los restos de Blanca I de Navarra y llevar años pretendiendo dar al traste con la mentira que en modo alguno enaltece el lugar sino que, por el contrario, le deshonra. Le hubiera engrandecido, ni que decir tiene, que los restos hallados en la iglesia en aquella obra de remodelación que realizó el contratista, residente, en aquel tiempo, en Cobos de Segovia, Carlos Santos Moreno, va a hacer veintidós años, hubieran sido de Blanca I de Navarra, pero la ciencia probó, en la fecha que he dicho, que no lo son. Desde entonces me duele que no se elimine lo que al principio pudo ser un error, influyendo en él grandemente la pasión de los lugareños, pero a partir de entonces es palmaria mentira. Es, obviamente, de vergüenza ajena, y, por consiguiente, auténtico desdoro, deslustre, para el referido lugar.

No saber o no querer saber-

Yo quisiera conocer el motivo de aferramiento del cura, del alcalde y sus secuaces en mantener la mentira una vez que les consta lo es. Cabe pensar que hasta los iletrados conocen es cierto y manifiesto que los restos del sepulcro no son de Blanca I de Navarra., pero no han querido darse por enterados. Ellos leerán algunas veces las noticias o las oíran en la tele. En cuanto al sr. Agueda tiene también internret  e igualmente el sr. Pérrez, sacerdote y alcalde respectivamente. Por otra parte, ¿cómo puede el alcalde ignorarlo si en el Ayuntamiento tiene el dictamen emitido por el Dr. José Manuel Reverte Coma 

Es palmario que se miente para sostener la MENTIRA. Repito, y nunca se repetirá lo bastante, que es infamante, bochornoso, vituperable, y ello quedará en los anales del pueblo, cuyos alcaldes -el anterior y el actual- son los culpables. de la prolongación del error transformado en infundio. No se puede eximir al sacerdote, que, sin duda, podría y debería influir poderosamente para poner punto final a la MENTIRA e  increíble y lamentablemente contribuye a lo contrario, a pesar de su cualidad de clérigo.

Mi noble lucha a favor de la dignidad, del decoro, no me ha traído hasta el día de hoy sino disgusto, malestar. Sí, he sido bastante fastidiado por los defensores de la mentira, empezando por la conducta disonante e incorrecta éticamente que ha empleado contra mí Alfonso Agreda., según queda reflejado en mi artículo titulado Santa María la Real de Nieva y la obsesión incurable de su alcalde y su cura párroco. Han de saber el uno y el otro que no me van a acobardar, atemorizar, amedrantar, acoquinar, achicar, intimidar, amilanar, arredrar, desanimar, cobardear, aunque se continuara atacando mi casa en el pueblo, lo que hubo de poner fin la Guardia Civil al resultarme inútil venir quejándome al alcalde. Ello siendo el brazo ejecutor quien fuere, viniendo el impulso de quien viniere. "Todo es posible en Granada", se dijo, y a lo que parece también en Santa María la Real de Nieva (Segovia). Aquí es posible hasta no admitir la Ciencia, partiendo del alcalde que no rectifica, por mucho que se lo venga pidiendo, una monumental inexactitud contenida en la misma, cuyos renglones ya transcribí en otro artículo.

Advertencia de mi perseverancia en  que se tape la falsa inscripción.
                                                                            
Claro como la protección de la Guardia Civil a mi propiedad y persona, cuando en septiembre del pasado año recurrí, pueden tener mis adversarios que he de proseguir en 'Mi lucha' -más sana que la de Hitler en su día- contra la Mentira que fraguan en el susodicho pueblo. ¡Y luego dicen de Manuel Fernández y González que entraba a saco en la Historia! Fabulaba en algunas de sus novelas; lo que no hace es llevar la contraria a hechos probados por la ciencia. En honor a ésta se ha de tapar la inscripción del sepulcro y, por supuesto, hacer desaparecer de la web del Ayuntamiento la mentira de los restos de Blanca I de Navarra. Es lo pertinente por razón de cultura y de honradez. Que no se dañe al pueblo moralmente como se le ha dañado económicamente a lo largo de las cinco legislaturas -de 1991 a 2011- que ha estado de alcalde Eusebio García González, dejando exhaustas las arcas municipales al extremo de -nunca me cansaré de repetirlo- de verse el municipio, a decir de una publicación de la 'Agrupación socialista de Santa María' -transcribo- obligado a pedir un rescate al Gobierno por 450.000 euros al 6% a 10 años, y nos exige un PLAN DE AJUSTE por el que estaremos intervenidos hasta el año 2022. Solo de intereses pagamos al año 27.000 €. Podíamos pagarlos con lo 20.000 que nos cuesta el alcalde. Etcétera de esta hoja de la que ya en otra ocasión expuse más. 

Como indica la cronología, quedó científicamente probado que los restos del arcosolio  de la iglesia de Santa María la Real de Nieva NO SON de Blanca I de Navarra hallándose todavía de alcalde García González. Tras el resultado del Proyecto Poblet trataba el equipo de proponerle la realización  de la prueba de estos restos, mas la crisis dio al traste con ello. Unos tres años sostuvo la Mentira grandísima, enorme, del sepulcro, algo verdaderamente tremendo que raya de una parte en el ridículo y de otra en la deshonestidad. Al sucederle Pérez Esteban más de lo mismo. Y no digo más solo por continuidad cronológica, también por el incremento de la explotación de la Mentira. Ya en uno de mis últimos artículos sobre este caso inaudito que se está perpetrando hice referencia a estel vídeo titulado "Rincones desconocidos Santa María la Real de Nieva", enero de 2015.     
                                                                         
  
En él consigno mi intervención acerca del improvisado "guía"; inserto la carta  que le escribí y, obviamente, no contestó. También me dirigí al inocente Sr. Borreguero, quien igualmente se refugió en el silencio. Aprovecho aquí para reiterar al tal Vicente Merinero que deje de mentir acerca del sepulcro en cuestión. ¡Caramba con el cicerone oficial del pueblo! Que quiera a su pueblo cuanto le apetezca pero que no se someta de tal manera a sus dirigentes. No es decente, justo, digno, que trate con mentiras que se saca de la manga, o sea, que dice sin tener fundamento para ello, de hacer creer la autenticidad de los restos de Blanca de Navarra. ¡Cuán bochornoso papel le llavan a hacer! Él hace también de ayudante del cura en cuanto a la Misa y demás de la iglesia, mas esto no es malo, y entiendo no es un segundo empleo remunerado para este jubilado subalterno del Ayuntamiento. 

Pero nadie da la cara, todos, del sujeto importante en el tema al irrevelante, se inhiben, ninguno responde de su actos; bueno, antes o después, afrontarán consecuencias, porque trataré de que no les valga llamarse andana, más la ley del silencio y la del ninguneo. Y vuelvo a preguntar hic et nunc, aquí y ahora, ¿por qué desentenderse no ya del compromiso sino de la obligación de actuar con rectitud eliminando la Mentira? Y ya es el colmo explotarla, extenderla. El poeta de todos conocidos, Bécquer, murió diciendo: Todo es mortal. Mientras yo viva trataré de que lo sea esta inverecundia que en el ámbito de la Historia está ocurriendo.                                                                                 

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