domingo, 14 de febrero de 2016

El ser político no es garantía de bondad y honestidad

El político está obligado a ser persona honrada y de cierta bondad, pero desde la Transición a nuestros días ha batido el récord del robo -sálvese el que pueda- con un bipartidismo a cual más corrupto, véase con que escándalos de cacos se despide el Gobierno del PP, tanto alto cargo siendo pasado por los Tribunales de Justicia, a pesar de la gran dificultad que éstos tienen, como es de todos sabido, por hallarse bajo el mando del Poder Ejecutivo. Algo verdaderamente injusto, absurdo y, por ende, vergonzoso, de que en balde ha venido protestando la ciudadanía. En las Elecciones Generales prometía  el PSOE y el PP hacer independiente el Poder Judicial del Poder Ejecutivo, pero ambos partidos políticos faltaron a su palabra dada. Así la política de tomadura de pelo y cantera de cacos, sin excluir miembros de la Familia Real. Si en una democracia no cabe que se produzcan cacos por generación espontánea, como ha ocurrido a lo largo del reinado de Juan Callos I, en una monarquía constitucional no se debiera tampoco caer de bruces en el robo, término que se suaviza con el de corrupción, el cual el diccionario de la Real Academia Española define como acción o efecto de corromper o corromperse. práctica consistente en la utilización de las funciones y proceso de aquella en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores.

La ejemplaridad que ha de dar la monarquía hoy día cayó en picado; este año concluirá la instrucción que ha que ha seguido el juez José Castro contra Iñaki Urdangarin y su cónyuge la infanta Cristina de Borbón que han... "negociado" a mansalva, el tal Caso Nóos que ha sido de escándalo mundial y cuya sentencia final dictará la Audiencia Provincial de Palma. A priori se está preparando la celda que en la prisión de Brevia (Ávila) ocupará  Urdangarín muchos años por los diversos delitos en que ha incurrido. Cristina de Borbón es acusada  de dos delitos aun cuando fue cooperadora de cuantos cometió su amado cónyuge. En realidad en toda acción indecente del amado esposo miró para otro lado. Ellos do están anclados en el lujo y en el trinque.  Obligado estaba Juan Carlos II a controlarles, él se encontraba al corriente  de los ... "negocios" de Urdandangarin; así lo expuso su compañero de fatigas Diego Torres y su abogado, solicitando que acuda de testigo como igualmente su hijo y sucesor Felipe VI, lo que ha sido rechazado por los magistrados, rechazo que no es infundado y caprichoso, habida cuenta de que tanto el Código como la Carta Magna hace intocable al rey. Ahora hay dos intocables. Esto ya no está tan claro. También se encuentra difuso que a la Infanta se le quiera hacer intocable no alcanzándole a ella la inmunidad e impunidad de su padre y de su hermano.

Por los dos delitos cometidos que le afectan ha de ser condenada y cumplir los años de prisión con que ellos se castigan. ¿Ocurrirá esto por ser lo lógico y natural, además de marcado por la ley? A la vista de la defensa del Gobierno del PP y una Fiscalía y Abogacía del Estado en su abierta defensa, es de temer que poco puede hacer la acusación particular -Manos Limpias- que pide para la esposa del "Hurtanga" doce años de cárcel por sus chanchullos. Con Cristina de Borbón se halla la Audiencia Provincial de Palma en trance difícil, han de echarle valor sus magistrados para dejar alto su pabellón En las monarquías el rey absolutista último fue Fernando VII, hasta entonces el ... "negocio real" estuvo, a excepción de Carlos III, a la orden del día, incluso perduró con María Cristina de Nápoles e Isabel II, cuarta esposa de Fernando VII e hija, respectivamente.

La monarquía vino a cortar el abuso de la nobleza; el pueblo llano estuvo en un principio con los reyes. Repugnante papel hicieron los nobles en la época de Enrique IV de Castilla , y ya los Reyes Católicos los metieron en vereda. Después el pueblo se hartaría de los abusos de la monarquía y surgió la Revolución Francesa, que fue hecha por el pueblo y por la burguesía, y en 1917 el pueblo ruso hambriento, de pan y de justicia, asesinó a los zares tan inmersos en el lujo y en la guerra como despreocupados del país. Fuera de los reyes, gobernantes hay de buena voluntad, mas es triste el aserto que dice: Poner de rey a un mendigo y se comportará como un rey. Cualquier político, venga de mejor o peor cuna, llámese Adolfo González, José María Aznar, José Luís Rodríguez Zapatero o Mariano Rajoy, de izquiera o de derecha, puede resultar rechazable.  Véase que ha habido, de una y otra parte abuso de mando, y, en este abuso, el robo; como ya dije, una falta absoluta de honradez en políticos y banqueros, en primer lugar, y de no políticos ni banqueros pero gente  más amiga de lo ajeno que de lo propio, como dice la conocida zarzuela. El delito mayor ha estado, obviamente, en el político por ser el más obligado a actuar honestamente y vigilar toda imperfección moral. Entre los que robaron de diversas maneras destruyendo economías -el caíga quien caíga- están los políticos en primer lugar. El Poder Judicial debe controlar -insisto- todo lo que a delincuencia se refiere, mas el Poder Ejecutivo le pone a sus pies y así se ha llegado a que el PP se encuentre hoy día cercado por la corrupción. Y para colmo un presidente al que Pedro Sánchez le dijo en su cara que es un corrupto. Vergüenza de  lo que fue bipartito, y del "tú más", verrgüenza de que unos robaran y otros consintieran el robo.

Ahora Mariano Rajoy ha llegado a decir que hay que combatir ferreamente la corrupción. ¿Por qué no lo ha pensado antes? ¿Por qué se ha dificultado tanto al juez José Castro, a Pablo Ruz, Mercedes Alaya, y a algún otro juez? Lo mejor que podía hacer este señor Rajoy, sobre el que tanto he escrito y se ha escrito, es dimitir
, lejos de la  tremensa osadía que le echa para pretender continuar de presidente . Disparate soberano sería que repitiera legislatura, Esperanza Aguirre ha dimitido en el día de hoy como presidenta del PP en Madrid asumiendo responsabilidad política, mientras Rajoy no asume su responsabilidad política ni las sospechas de corrupción que gravitan sobre él. La señora Aguirre habla de que no se ha lucrado ni de los SOBRES. Tampoco tiene mensajes telefónicos de apoyo a un Luís Bárcenas encarcelado o individuo similar.

En definitiva, la gobernación del PP y la del PSOE ha sido una merienda de negros; sólo hubo entendimiento para el trinque. Quiera el hado que, tras la caída del bipartidismo, venga una política justa y honesta.          
           

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