He aquí su
linaje y algo de su vida. No tiene sangre española, ni tampoco griega.
Nace en Atenas pero no son sus raíces de Grecia. Es bisnieta de Guillermo II, el Kaiser de Alemania, el cual opinaba que la mujer tudesca debía limitar su misión sobre la tierra a las cuatro K: Kinche (la iglesia), Kinder (el niño), Kueche (la cocina) y Kleindung (el tocado). Fue Guillermo II un gran monarca y un excelente padre; en cuanto a su idea de la actividad de la mujer, criterio machista y muy de su tiempo, predicó con el ejemplo, mandando instalar en el palacio de Postdam una cocina para que su hija la princesa Victoria Luisa practicase estudios culinarios. Y emitió literalmente: Quiero que mi hija sea una buena ama de casa, y, para ello, debe saber preparar un plato, asar un pollo y cocer un pastel. De esto poco su nieta Federica de Hannover, y nada su bisnieta Sofía, pero sí ambas muy dadas a la política. Ha comentado Juan Balansó que se excede en acompañar al Rey, figurar ella también, en actos que basta con la presencia del monarca. No pierde comba. ¡Qué sería de no estar ambos separados de facto!
Pero veamos que "el Club Bilderberg planea algo", y ello en el siguiente vídeo así titulado.
Criminales intenciones al canto. Se trata de un club ilegal de enemigos de la humanidad. En cuanto a Estado Unidos lo es por la Ley Logan 1799. En nuestro país son consideradas estas reuniones anuales como una conspiración, no obstante es uno de sus miembros fijos la reina, Así ama al pueblo del que vive, y no muy mal, que digamos. Al concurrente se le reprueba incurrir anualmente en un supuesto de alta traición. La existencia de esta violación de la ley tiene 59 años sin el menor daño para los líderes que acuden a Bilderberg traicionando a la ciudadanía de sus respectivos países. En vez de llamarlo conspiración, que no otra cosa es, lo llaman "Nuevo Orden Mundial". Sí, "ordenado" por ellos y para ellos.
Otra fotografía con gente que ama al dinero más que a Dios. En "La soledad de la reina", hace su autora referencia a su cierto conocimiento de la política y figuras internacionales de la misma, ya que pertenece al Club Bilderberg, pero no entra en el análisis de ello, de lo poco que dice a su favor. Es familia que debiera meditar este aserto del científico y estadista Franklin para aproximarse algo, si no al científico, al estadista: De aquel que opine que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero. ¡Qué falta haría ahora en España un auténtico estadista, tanto por su saber en los asunto de Estado como por su honestidad!
A este tamaño para facilitar la lectura del texto, no por ellos |
Para mí son unas reuniones apasionantes. Sí, apasionantes. A lo largo de los años, vas conociendo gente muy diversas, bien informada, bien relacionada, cada una con su bagaje formidable en su terreno, en su área o en su país. Allí se juntan personas de muchos mundos: política, finanzas, energia, defensa, comunicaciones, investigación científica... ¡Se aprende tanto?La Urbano le significa que la reuniones son secretas, y ella lo rechaza.
El secreto es para que cada uno pueda decir con libertad lo que piensa, lo que en un debate la viene a la cabeza, y que eso no se difunda. Pero no es secreto porque estemos conspirando. ¡Nada de conjuras!. Allí nadie es reina ni canciller ni jefe de un gobierno o chairman de una multinacional... Allí no hay rangos. Se dejan, no ya en la habitación de un hotel, sino en el aereopuerto de tu país de origen. Ni nadie va con su cónyuge ni con sus secretarios... [...] En Bilderberg no se toman decisiones políticas, ni económicas, ni defensivas. No es una organización mundial "ejecutiva", por así decir. Se discuten grandes cuestiones, eso sí. No se habla de chismes o de tonterias. Precisamente vale la pena asistir por la información.También puede adquirir información en Universidades, donde la meta no es hablar de chismes o de tonterías, en conferencias, bibliotecas, o adquiriendo textos de lo que desee. En todo caso le recomendaría conocer los dos vídeos que introduzco en este artículo, y otros vídeos más extensos que hay sobre la esencia -que huele mal-, finalidad, de estas reuniones. Si se discuten grandes cuestiones, dice, y yo pregunto si se discute sobre Ética y Moral. He aquí un tercer vídeo, se trata de una entrevista a Daniel Estulin, especialista en el Club Bilderberg, a quienes denomina pandilla de degenerados.
Parece ser que en el Club Bilderberg no se preocupan demasiado por el aumento de la humanidad y su sustento, por la justicia social y el pacifismo; no más guerras que ellas son el desmoche de la humanidad cuando no la hambruna. Pero a ellos no les molesta, de pacifismo, nada. La guerra es también indefectiblemente un haz de injusticias, y en ella también mueren animales irracionales que sirven de alimento al animal racional, la vaca, el cerdo, el cordero, etcétera. Sí, no sólo van como corderos al matadero los hombres, en una guerra, va todo bicho viviente, incluidos los acuáticos y los volátiles, que la acción bélica se desarrolla por tierra, mar y aire. Y doña Sofía, como finalmente veremos, no quiere que mueran seres vivos para alimento, beneficio, de otros. ¡Ocurrió siempre así en la vida de los animales irracionales y de los racionales!... Entonces ¿por qué pertenece al Club Bilderberg?
Obsesión de ser reina y rica.
Deja constancia Pilar Eyre en su biografía "la Soledad de la Reina" del ansia de poder y dinero que anida en Sofía, que saltó a la vista en más de una ocasión. Tras descubrir por sí misma que su marido le es infiel, no acepta -va en el libro como hipótesis- que su prima Tatiana, nieta de la princesa María Bonaparte que figura entre las primeras feministas europeas, le dijera.
--Déjalo, abandona a Juanito, ninguna mujer tiene que aguantar eso.
Claro, se dijo amargamente Sofía, ella era una señora particular encima millonaria.
Sofía, ¿qué tenía? ¿Qué futuro le esperaba si dejaba a Juanito?
¿Incorporarse al circuito de las altezas de medio pelo que paseaban su aburrimiento por las salas deruleta de la Costa Azul junto al exrey Faruk de Egipto y la emperatriz Soralla, de Irán, cobrando para dar lutre a las fiestas de los nuevos ricos.
¿Meterse en un convento?
Sólo había una persona en el mundo que pudiera entenderla.
Su madre. Federica.
Ya sabemos que se fue a la India, donde a la sazón estaba su madre, y el compromiso en que puso la institución. Se mintió al país hasta ver en qué quedaba la cuestión, y hubo lucha para volver las aguuas a su cauce, en este caso a doña Sofía con sus tres hijos que se había llevado. Su madre que sabía lo que es perder el trono, le aconsejó con sentido práctico. Desde entonces camas separadas, pero continuan reinando, no les es posible divorciarse sin dejar de ser reina, sin dejar de ser rey. Los reyes en general, que hablan tanto de la patria, cual militaristas que son, pues... ¡todo por la patria!, aunque sean cuernos. En el libro se pregunta su autora si Letizia hubiera aceptado la cornamenta. Releo y transcribo.
La gente piensa que no. Que cogería a sus hijas y abandonaría al príncipe. Yo he hablado con una destacada psicóloga malagueña, por edad muy próxima a Letizia, y me ha dicho:
--Letizia es ambiciosa. Por eso ha llegado a donde ha llegado.
Ella aguantaría exactamente lo mismo que la reina, no por sentido del deber, sino por ambición, ¡después de haber llegado hasta aquí no va a abandonar todo por un simple desliz!
Bueno, lo de Juanito no fue simplemente un desliz, supongo admitirían conmigo la psicóloga y la señora Eyre. Los Borbones llevan en la masa de la sangre el donjuanismo, hoy día con vistas a la Conona no le conviene activarlo a Felipe a ver si consigue llegar al ordinal Felipe VI. ¿Que Letizia, ya reina, aguantaría? ¡Qué duda cabe!
Alude Pilar Eyre al libro de José García Abad, "La soledad del rey" en el que habla su autor de la fortaleza de Juan Carlos para hacerse con una fortunita que venga a mitigar las penurias de su pasado, haciendo suya la frase de Escarlata O´Hara en "Lo que el viento se llevó": Juro no volver a pasar hambre. Así también Sofía. "Ante los riesgos del oficio -escribe García Abad- la pareja real (en este tema) ha permanecido unida, conscientes de que con aquella trepidante transición podría pasar cualquier cosa". He aquí la pregunta que al escribir su libro formula Eyre a García Abad:
--¿Te ratificas en que la reina era sabedora de las operaciones financieras del rey en negocios opacos de sus amigos?
-- Sí, y además te diré que incluso en ocasiones era la reina la que animaba al rey en este camino.
Siempre me quuedará el recurso de pensar -dice Eyre- que el interlocutor de García Abad intentaba salvar el papel del rey incluso a costa del de su esposa.
Lo que está claro es que este camino no le hubieran podido seguir si el rey no fuera inmune e impune, y bueno sería que si le sucediera su hijo en vida continuara tabú, por si su hijo no podía librarle de la acción de la Justicia. Hay un dicho según el cual "dos que duermen en el mismo colcolchó, son de la misma opinión", pero en este caso dejaron de dormir juntos al poco tiempo de la muerte de Franco, y en esto sí que pinsan igual. No entiendo que se pueda llamar fortunita a la inmensa fortuna conseguida por Juan Carlos I, a no ser que se diga con ironía. Fortunita sí podían haberse labrado con el salario que tienen, de ser ahorrativos.
Hubiera sido rica desde el primer día, de no haber sido rechazada por Haral de Noruega. Y no perdería la ilusión de serlo. Los dos motivos por el que fracasó aquel noviazgo -visto desde la fuente que sea; la autora de "La soledad de la reina" obviamente no deja de contarlo- fueron dos: La dote de Sofía. Siendo muy pobre la monarquía griega, el rey Pablo pide al Parlamento nueve millones de dracmas, pero Karamanlis le comunica que los congresistas sólo han aceptado cuatro millones. En tal caso, el padre de Harald, Olof V, no acepta. El otro motivo de aquella ruptura es que el príncipe estaba enamorado de la plebeya Sonia Haraldsen, que, a su vez, estaba enamorada de él. Sofía se había ilusionado, no digamos la reina Federica, con ser reina de Noruega y a la vez rica. Ambas bajaron el diapasón, y a la caza y captutura del hijo de los Barcelona, sin que falte la esperanza de llegar a ser reina consorte y rica. Han de someterse a Franco y a la Señora, quedando supeditado al Caudillo el que le sucediera como rey o le diera la patada. Consecuentemente, tanto la princesa Sofía como su madre la reina Federica hubieron de adularlo.
Un dilema fácil para la reina Sofía.
Pienso que no se habrá documentado en la reunión del Club Bilderberg, donde tanto bueno se aprende, para emitir esta frase: ¿Casarse con la cabeza? ¿Casarse con el corazón? ¿Y por qué ese dilema? ¡Con la cabeza y con el corazón! Con la cabeza imprescinblemente, porque a ello estaba obligado en primer lugar, cual príncipe heredero, debió casarse su hijo, y ya que muy díficil es en términos generales aunar conveniencia y amor. Sabe doña Sofía que no dejó de considerar su esposo el riesgo que este matrimonio morganático implica para la institución: Este se carga la monarquía, dijo. Y..., bueno, pues así esta la cosa. ¡Menos mal que está arreglado en el matrimonio de sus hermanas!... El matrimonio de los tres fue improcedente, ¡y están en la lista de suceción! Es obvio que doña Sofía es consciente de los erróneos matrimonios de sus tres hijos, empezando por saltarse a la torera la realeza. ¡Ella que es tan clasista, tan de mente monárquica! Le viene de casta, es realeza por los cuatro costados.
Con respecto a la señora que quiere imponer el príncipe como reina, resulta que Pilar Eyre la adjudica unas relaciones más, éstas con Kitin de Bulgaria, relación que duró dos meses porque conoció a la princesa vúlgara Kalina y se enamoró de ella.Como era amigo de Felipe se la presentó y así se dulcificó la cosa. Estos dos meses fueron de paréntesis con su novio y compañero David Tejera. ¿Huebiera vuelto a él, les unía el supuesto embarazo, aunque Letizia optó por el aborto, aludido en el libro de su primo David Rocasolano? No se conocieron, pues, Leticia y Felipe mediante Pedro Erquicia. Pero es de interés secundario conocer cómo conctataron la que fuera señora Guerrero, luego, como divorciada, señora Ortíz Rocasolino, y el príncipe Felipe -hasta aquí las bastantes novias que había tenido, generalmente chicas modestas, eran solteras-, lo demás sí es primodial: el divorcio, el aborto a que alude su primo, dando detalles del mismo, sanatorio, importe...
No para llegar a esto, y en busca de todo blindaje al pasado de doña Letizia en cuanto a su expediente de divorcio, la Comunidad de Madrid, como puede leerse en internet, regaló a la decana de los Juzgados de Arganda una caja fuerte de 600 kilos de peso e importe de 1,964 euros -transporte e IVA aparte- para salvaguardar documentación de doña Leticia antes de su noviazgo con el príncipe Felipe, concretamente su expediente de divorcio en el que se especifican las causas de ruptura entre el matrimonio Guerrero-Ortiz. Sabido es que este documento está en Arganda del Rey porque tras contraer matrimonio Letizia y su ex marido Alonso Guerrero y hasta su separación residían en un modesto piso en la localidad de Rivas-Vaciamadrid, municipio que depende de Arganda del Rey.
Novedades que presenta Pilar Eyre en la biografía.
Doña Sofía, así como su madre, tendió siempre a negar su noviazgo con el príncipe Haralt, que se había publicado hasta en revistas de España, ¡bah, cosas de la prensa! Lo presenta Pilar Eyre desbelando la negativa. En conversación con una amistad a la cual le declaró: Tuve un noviazgo frustado con un príncipe noruego que, naturalmente, me causó mucho dolor. Estos incidentes los niegan en general, salvo un toque de espontánea sinceridad, las mujeres de estirpe real y las que no lo son, el sexo femenino en pleno. Es dolor y despecho. En tercera persona se lo ha revelado a la autora el periodista José Antonio Gurriarán, así como que también le fue manifestado su temor a que en su tercer embarazo no naciera un niño. Esto contra el acostumbrado exponer de la princesa de serle indiferente fuera chico o chica.
Notorio es que la esposa del rey ha renunciado a comer carne debido a ofrecimiento por su padre, ¡craso error en que nos hallábamos! Ahora leemos en la autora.
¡Cuantos Malthus hay en el reinado de Juan Carlos I !
No es que la población mundial crezca más rápidamente que los recursos -es que éstos se los llevan cuatro mangantes-, que aquélla sea en progresión geométrica, y éstos en progresión aritmética. Solución: precipitar a la muerte a los pobres, y aumentar su número, mediante epidemias, el hambre y las guerras. Maldito Thomas Robert Malthus, que, estando a caballo entre el siglo XVIII y el XIX, parece de la Edad Media.
Deja constancia Pilar Eyre en su biografía "la Soledad de la Reina" del ansia de poder y dinero que anida en Sofía, que saltó a la vista en más de una ocasión. Tras descubrir por sí misma que su marido le es infiel, no acepta -va en el libro como hipótesis- que su prima Tatiana, nieta de la princesa María Bonaparte que figura entre las primeras feministas europeas, le dijera.
--Déjalo, abandona a Juanito, ninguna mujer tiene que aguantar eso.
Claro, se dijo amargamente Sofía, ella era una señora particular encima millonaria.
Sofía, ¿qué tenía? ¿Qué futuro le esperaba si dejaba a Juanito?
¿Incorporarse al circuito de las altezas de medio pelo que paseaban su aburrimiento por las salas deruleta de la Costa Azul junto al exrey Faruk de Egipto y la emperatriz Soralla, de Irán, cobrando para dar lutre a las fiestas de los nuevos ricos.
¿Meterse en un convento?
Sólo había una persona en el mundo que pudiera entenderla.
Su madre. Federica.
Ya sabemos que se fue a la India, donde a la sazón estaba su madre, y el compromiso en que puso la institución. Se mintió al país hasta ver en qué quedaba la cuestión, y hubo lucha para volver las aguuas a su cauce, en este caso a doña Sofía con sus tres hijos que se había llevado. Su madre que sabía lo que es perder el trono, le aconsejó con sentido práctico. Desde entonces camas separadas, pero continuan reinando, no les es posible divorciarse sin dejar de ser reina, sin dejar de ser rey. Los reyes en general, que hablan tanto de la patria, cual militaristas que son, pues... ¡todo por la patria!, aunque sean cuernos. En el libro se pregunta su autora si Letizia hubiera aceptado la cornamenta. Releo y transcribo.
La gente piensa que no. Que cogería a sus hijas y abandonaría al príncipe. Yo he hablado con una destacada psicóloga malagueña, por edad muy próxima a Letizia, y me ha dicho:
--Letizia es ambiciosa. Por eso ha llegado a donde ha llegado.
Ella aguantaría exactamente lo mismo que la reina, no por sentido del deber, sino por ambición, ¡después de haber llegado hasta aquí no va a abandonar todo por un simple desliz!
Bueno, lo de Juanito no fue simplemente un desliz, supongo admitirían conmigo la psicóloga y la señora Eyre. Los Borbones llevan en la masa de la sangre el donjuanismo, hoy día con vistas a la Conona no le conviene activarlo a Felipe a ver si consigue llegar al ordinal Felipe VI. ¿Que Letizia, ya reina, aguantaría? ¡Qué duda cabe!
Alude Pilar Eyre al libro de José García Abad, "La soledad del rey" en el que habla su autor de la fortaleza de Juan Carlos para hacerse con una fortunita que venga a mitigar las penurias de su pasado, haciendo suya la frase de Escarlata O´Hara en "Lo que el viento se llevó": Juro no volver a pasar hambre. Así también Sofía. "Ante los riesgos del oficio -escribe García Abad- la pareja real (en este tema) ha permanecido unida, conscientes de que con aquella trepidante transición podría pasar cualquier cosa". He aquí la pregunta que al escribir su libro formula Eyre a García Abad:
--¿Te ratificas en que la reina era sabedora de las operaciones financieras del rey en negocios opacos de sus amigos?
-- Sí, y además te diré que incluso en ocasiones era la reina la que animaba al rey en este camino.
Siempre me quuedará el recurso de pensar -dice Eyre- que el interlocutor de García Abad intentaba salvar el papel del rey incluso a costa del de su esposa.
Lo que está claro es que este camino no le hubieran podido seguir si el rey no fuera inmune e impune, y bueno sería que si le sucediera su hijo en vida continuara tabú, por si su hijo no podía librarle de la acción de la Justicia. Hay un dicho según el cual "dos que duermen en el mismo colcolchó, son de la misma opinión", pero en este caso dejaron de dormir juntos al poco tiempo de la muerte de Franco, y en esto sí que pinsan igual. No entiendo que se pueda llamar fortunita a la inmensa fortuna conseguida por Juan Carlos I, a no ser que se diga con ironía. Fortunita sí podían haberse labrado con el salario que tienen, de ser ahorrativos.
Hubiera sido rica desde el primer día, de no haber sido rechazada por Haral de Noruega. Y no perdería la ilusión de serlo. Los dos motivos por el que fracasó aquel noviazgo -visto desde la fuente que sea; la autora de "La soledad de la reina" obviamente no deja de contarlo- fueron dos: La dote de Sofía. Siendo muy pobre la monarquía griega, el rey Pablo pide al Parlamento nueve millones de dracmas, pero Karamanlis le comunica que los congresistas sólo han aceptado cuatro millones. En tal caso, el padre de Harald, Olof V, no acepta. El otro motivo de aquella ruptura es que el príncipe estaba enamorado de la plebeya Sonia Haraldsen, que, a su vez, estaba enamorada de él. Sofía se había ilusionado, no digamos la reina Federica, con ser reina de Noruega y a la vez rica. Ambas bajaron el diapasón, y a la caza y captutura del hijo de los Barcelona, sin que falte la esperanza de llegar a ser reina consorte y rica. Han de someterse a Franco y a la Señora, quedando supeditado al Caudillo el que le sucediera como rey o le diera la patada. Consecuentemente, tanto la princesa Sofía como su madre la reina Federica hubieron de adularlo.
Un dilema fácil para la reina Sofía.
Pienso que no se habrá documentado en la reunión del Club Bilderberg, donde tanto bueno se aprende, para emitir esta frase: ¿Casarse con la cabeza? ¿Casarse con el corazón? ¿Y por qué ese dilema? ¡Con la cabeza y con el corazón! Con la cabeza imprescinblemente, porque a ello estaba obligado en primer lugar, cual príncipe heredero, debió casarse su hijo, y ya que muy díficil es en términos generales aunar conveniencia y amor. Sabe doña Sofía que no dejó de considerar su esposo el riesgo que este matrimonio morganático implica para la institución: Este se carga la monarquía, dijo. Y..., bueno, pues así esta la cosa. ¡Menos mal que está arreglado en el matrimonio de sus hermanas!... El matrimonio de los tres fue improcedente, ¡y están en la lista de suceción! Es obvio que doña Sofía es consciente de los erróneos matrimonios de sus tres hijos, empezando por saltarse a la torera la realeza. ¡Ella que es tan clasista, tan de mente monárquica! Le viene de casta, es realeza por los cuatro costados.
Con respecto a la señora que quiere imponer el príncipe como reina, resulta que Pilar Eyre la adjudica unas relaciones más, éstas con Kitin de Bulgaria, relación que duró dos meses porque conoció a la princesa vúlgara Kalina y se enamoró de ella.Como era amigo de Felipe se la presentó y así se dulcificó la cosa. Estos dos meses fueron de paréntesis con su novio y compañero David Tejera. ¿Huebiera vuelto a él, les unía el supuesto embarazo, aunque Letizia optó por el aborto, aludido en el libro de su primo David Rocasolano? No se conocieron, pues, Leticia y Felipe mediante Pedro Erquicia. Pero es de interés secundario conocer cómo conctataron la que fuera señora Guerrero, luego, como divorciada, señora Ortíz Rocasolino, y el príncipe Felipe -hasta aquí las bastantes novias que había tenido, generalmente chicas modestas, eran solteras-, lo demás sí es primodial: el divorcio, el aborto a que alude su primo, dando detalles del mismo, sanatorio, importe...
No para llegar a esto, y en busca de todo blindaje al pasado de doña Letizia en cuanto a su expediente de divorcio, la Comunidad de Madrid, como puede leerse en internet, regaló a la decana de los Juzgados de Arganda una caja fuerte de 600 kilos de peso e importe de 1,964 euros -transporte e IVA aparte- para salvaguardar documentación de doña Leticia antes de su noviazgo con el príncipe Felipe, concretamente su expediente de divorcio en el que se especifican las causas de ruptura entre el matrimonio Guerrero-Ortiz. Sabido es que este documento está en Arganda del Rey porque tras contraer matrimonio Letizia y su ex marido Alonso Guerrero y hasta su separación residían en un modesto piso en la localidad de Rivas-Vaciamadrid, municipio que depende de Arganda del Rey.
Novedades que presenta Pilar Eyre en la biografía.
Doña Sofía, así como su madre, tendió siempre a negar su noviazgo con el príncipe Haralt, que se había publicado hasta en revistas de España, ¡bah, cosas de la prensa! Lo presenta Pilar Eyre desbelando la negativa. En conversación con una amistad a la cual le declaró: Tuve un noviazgo frustado con un príncipe noruego que, naturalmente, me causó mucho dolor. Estos incidentes los niegan en general, salvo un toque de espontánea sinceridad, las mujeres de estirpe real y las que no lo son, el sexo femenino en pleno. Es dolor y despecho. En tercera persona se lo ha revelado a la autora el periodista José Antonio Gurriarán, así como que también le fue manifestado su temor a que en su tercer embarazo no naciera un niño. Esto contra el acostumbrado exponer de la princesa de serle indiferente fuera chico o chica.
Notorio es que la esposa del rey ha renunciado a comer carne debido a ofrecimiento por su padre, ¡craso error en que nos hallábamos! Ahora leemos en la autora.
Tanto quería Sofía a los animales que, imitando a su madre, dejó de comer carne como le contó en su día a la periodista Carmen Enriquez. No fue, como explicó Pilar Urbano en su libro, por ninguna especie de superstición cuando se murió su padre, sino porque no quiere que por su culpa se sacrifique a ningún ser vivo. De las mínimas inexactitudes que salieron en el libro de Urbano (interesantísimo y muy útil, por otra parte, como pongo en evidencia en mi trabajo), ésta, según me cuentan, es una de las que más disgustó a doña Sofía.Ya he dado a entender en anteriores líneas de este artículo que si doña Sofía ha renunciado a comer carne por cariño a los animales, debiera también no comer pescado, por cuanto de modo irrefutable los animales acuáticos son también seres vivos a los que se mata para alimento del hombre. En su concepto, pues, habría que eliminar la pesca y la caza, tanto terrestre como vólatil. Bajo su tesis tenía que ser vegetariana, y conste que, como todo el mundo sabe, los vegetales son también seres vivos. Pues a comer piedras.
¡Cuantos Malthus hay en el reinado de Juan Carlos I !
No es que la población mundial crezca más rápidamente que los recursos -es que éstos se los llevan cuatro mangantes-, que aquélla sea en progresión geométrica, y éstos en progresión aritmética. Solución: precipitar a la muerte a los pobres, y aumentar su número, mediante epidemias, el hambre y las guerras. Maldito Thomas Robert Malthus, que, estando a caballo entre el siglo XVIII y el XIX, parece de la Edad Media.
La cuestión demográfica de aumento de población está ahí, no se puede esconder, pero también lo está que si hay lucha por espacio y medio de subsistir es debido a la maldad, al egoísmo del hombre, que, como dijo Hobbes, homo hominis lupus, el hombre es lobo del hombre, fue así siempre, desde que apenas nuestro planeta estaba poblado. Viene el incremento de la población, mas va surgiendo también el aumento de recursos, que no sólo se basan éstos en la producción agrícola. ¿Qué decir de la industria, de la técnica, de la ciencia, que también son "comida"? Los esquemas son muy otros.
En la mente de muchos estudiosos de este tema está, y aquí y ahora no voy a entrar en ello por falta de espacio y de oportunidad, las razones que han generado el derrumbe económico. El tema no es, ni mucho menos, el de Malthus, sino de las insostenibles Autonomías, excesivo número de administraciones públicas, con los exorbitantes salarios de políticos y jerarquías de la Administración -sí, exagerado sueldo per se, por sí mismo, y no digamos si se compara con los salarios en general y el de los obreros no cualificados, el salario mínimo interprofesional- a lo que hay que sumar el despilfarro y la corrupción. De nada de esto, de que España es el peor país de Europa en lo que a su situación fiscal se refiere, se habla en el Club Bilderberg, no es asunto de su interés, aunque tanto guste doña Sofía de sus reuniones. Ello es tan inconcebible como verla exponer que Urdangarín es buenísimo. ¿Buenísimo y no tiene miramiento ni de los niños con cáncer?, ¡qué enorme confusión la de buenísimo con malvado! Su marido, siendo rey y el mando y obligación que éstos tienen de controlar a su familia, debió adoptar las determinaciones pertinentes en vez de ponerles a salvo, Aunque, aparte del yerno, esté igualmente implicada su hija, antes que padre, rey. Beneficios de la realeza, sí; obligaciones de la realeza, no.
En la mente de muchos estudiosos de este tema está, y aquí y ahora no voy a entrar en ello por falta de espacio y de oportunidad, las razones que han generado el derrumbe económico. El tema no es, ni mucho menos, el de Malthus, sino de las insostenibles Autonomías, excesivo número de administraciones públicas, con los exorbitantes salarios de políticos y jerarquías de la Administración -sí, exagerado sueldo per se, por sí mismo, y no digamos si se compara con los salarios en general y el de los obreros no cualificados, el salario mínimo interprofesional- a lo que hay que sumar el despilfarro y la corrupción. De nada de esto, de que España es el peor país de Europa en lo que a su situación fiscal se refiere, se habla en el Club Bilderberg, no es asunto de su interés, aunque tanto guste doña Sofía de sus reuniones. Ello es tan inconcebible como verla exponer que Urdangarín es buenísimo. ¿Buenísimo y no tiene miramiento ni de los niños con cáncer?, ¡qué enorme confusión la de buenísimo con malvado! Su marido, siendo rey y el mando y obligación que éstos tienen de controlar a su familia, debió adoptar las determinaciones pertinentes en vez de ponerles a salvo, Aunque, aparte del yerno, esté igualmente implicada su hija, antes que padre, rey. Beneficios de la realeza, sí; obligaciones de la realeza, no.
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