sábado, 21 de diciembre de 2013

La "ejemplarizante" monarquía de Juan Carlos I - Un vistazo a la funesta política actual


De este tema se ha escrito y se está escribiendo mucho -ego quoque, yo también-, el manantial es inagotable. Recientemente estoy leyendo a quien ya he citado en otro artículo, Enrique de Diego, su "La inútil monarquía", "La historia de España", y otras obras, asi como prestando atención a vídeos de sus entrevistas; en suma, informándome al detalle de su credo político. Quisiera intercalar aquí un vídeo que no siéndome posibe paso a transcribir en gran parte. Ve así, tan acertadamente, el panorama político:
Esto es a lo que nos ha llevado Rubalcaba y Rajoy, el PSOE y el PP, y sobre todo los Borbones. Porque el gran culpable de todo esto es Juan Carlos de Borbón. Yo lo subrayo. El demente que monta esta mierda con todas las Autonomías, el demente que está a sueldo de los saudíes y que promoverá la islaminación de España y una política de emigración, que no es ni política sino de invasión de Juan Carlos para tirarse a todas las que pueda con el dinero del contribuyente; ese degenerado que, por supuesto, estaría ante los Tribunales si no hubiera ese infame artículo en la Constitución, dentro de los innumerables artículos infames de la Constitución, según el cual se le concede la inmunidad para cualquier delito, y los ha cometido todos.
Sigue su manifiesto con extensión e inclusión a la familia. 
Bueno, ya dentro de eso, lo de la ciudadana Cristina Borbón, pues es una vergüenza más. Habitualmente siento vergüenza por la Justicia española, que también habría que ajustar cuentas, porque ha habido muchos jueces politizados por la clase política y gustosamente aceptándolo con sumo placer. [...] Ya que se asume estar en un Consejo de Administración, con la mujer del corrupto, te beneficias de ello, colocas gastos de servicio a la Empresa etcétera. He sentido asco por la Audiencia de Palma, por todas las Audiencias y por el Supremo. Respeto a lo que queda de justicia en España, que es José Castro, y Pablo Rus también, los dosque han roto en buena medida el sistema. [Opino que se ha olvidado de citar a la jueza Anaya] Y ya quedan pocos para que el sistema se vaya abajo, porque pronto se sabrá que el PP no ha pagado ni un impuesto en su vida, que es un paraíso fiscal.
El entrevistador habla y compara con un quídam que por un insignificante robo está en la cárcel, no pudiendo pagar la fianza para salir, mientras que a Cristina y su marido no se les ha visto entrar en prisión cuando ya se sabe que los desfalcos son millonarios. De Diego le ha respondido que no lo verá.  

Iñaki Anasagasti por su parte ha formulado en un artículo publicadoen Deía las preguntas que todos nos hacemos: "¿Por qué si la Justicia es igual para todos el rey está tratando de salvar a su hija Cristina que era la socia de su marido? ¿Por qué no propone un cambio institucional donde él deje de ser irresponsable en virtud de este articulo de la Constitución que le hace impune e inmunne? ¿Por qué no le dice a Urdangarin que devuelva lo robado?" Indibitadamente, cumpliendo con su obligación de rey debiera actuar diametralmente a como viene  haciéndolo: No interferir ni permitir interferencia del Gobierno para evitar que Cristina de Borbón sea imputada y condenada. Había de repugnarle estar blindado contra la Justicia y considerar que la lógica y natural protección contra la misma es no cometer delitos. Por lo que se refiere a exponerle a su yerno que devuelva lo robado es inconcebible si, como es vox populi, le ayudó en sus """negocios""" de tal o cual manera, empezando por silenciarlo y tratar de ponerle a salvo. Cristina de Borbón, por su condición de realeza fue el alma mater del "éxito financiero" y tras caer en manos de los Tribunales de Justicia a la que deben la libertad los componentes de la Empresa, ella incluida. De ser imputados sólo se ha salvado Cristina.

Lo que va del soberano y los políticos al pueblo soberano.

Al rey se le hizo tabú in illo tempore de la Transición y, posteriormente, en la amalgama del monarca con el bipartito, unos y otros, rey y bipartito gobernante, hicieron de su capa un sayo. Nadie controló a nadie, y la Prensa bajo un tácito silencio. Acaso a la familia real, dejándola descontrolada y teniéndola en palmitas, se le hizo un flaco servicio, habida cuenta de cuanto en ella y con ella ha ocurrido. En el seno familiar el rey no pudo predicar con el ejemplo, verbigracia, su yerno Urdangarin quiso secundar como hombre de negocios al suegro e incluso se creyó inmune como él. 

El pueblo al que esta monarquía y política sui generis, singular, excepcional, tiene sufriendo las de Caín -obviamente con más y mayores apuros que en la conocida comedia de los hermanos Álvarez Quintero- está intensamente preocupado por la casta política. Ésta ahora, con la Ley de Seguridad Ciudadana, pretende al parecer que sufra recortes, ruina y cuanto se quiera hacer con él sin decir ni pío. ¡Adiós clases medias, sólo multimillonarios y esclavos!  Y "a callar", que diría doña Pi.        
                                                                                  
Rajoy y los no debidamente perseguidos y castigados ladrones -en estos tiempos se emplea el eufemismo de corruptos o chorizos- lo quieren así. La pedredumbre que siga, se tapa y ya está. Hasta contra los labios del ciudadano Rajoy quiere emplear las tijeras.
                                                                                 
Le vendrá bien también a Urdangarin y su cónyuge de la realeza. A esta familia en total. Ninguno de ellos ha cumplido con los cánones de la monarquía, incumplieron todas sus reglas.                                          

De cómo y hasta qué extremo he hablado largo y tendido en anteriores artículos -no he de repetirme, pues-, si he de significar en este el alea jacta est, de la monarquía en España -que además no se va a cambiar por otra como se hizo de Isabel II Amadeo de Saboya-. La monarquía continúa ya por inercia, pero periclitante. No se quiere la institución y tampoco a sus componentes cuya dura crítica es progresiva y está llamada a un gran avance de repulsa si, como todo viene a indicar, se queda en agua de borrajas el "caso Noos" en el que tan culpable es Urdangarín como su esposa, y esta con más delito, si cabe, por su condición de infanta.     



Aunque don Juan Carlos fuera ejemplar, sus vástagos por sus respectivos matrimonios tienen "realmente" perdida la sucesión.  
David Tejera era el novio oficial de Letizia Ortiz, cuando estaba afianzando su relación con Felipe de Borbón, los dos periodistas, Letizia y David vivían juntos y Tejera se enteró por el telediario, como toda España, que su novia era también la prometida del príncipe. Su silencio fue alabado por honesto pero también por lógico. Vive en España y supongo que quería seguir viviendo aquí.
David, al día siguiente de hacerse público el compromiso de su novia con en príncipe Felipe, fue llamado a la Zarzuela, le pidieron que fuera solo y él contestó que iría pero con su hermano, como así fue. Lo que allí sucedió y lo que allí le expusieron, quizá algún día se sepa, en forma de literatura o como documento histórico o quizás no. Lo que está claro es que el pasado no lo borra ni el tiempo ni el silencio. 
Y quedan documentos y fotografías.
David Tejera y Letizia Ortiz
                                                                        Ella y su ex Alonso Guerrero Pérez
 Y esta otra comprometedora. 
                                                                       
Letizia en Mexico musa del pintor cubano Waldo Saavedra


Su primo tampoco quiso silenciar y, cometiendo traición, escribió este libro:

                                                                              
David Rocasolano y portada del libro

En él revela el voluntario aborto que se hizo practicar siendo novia de Tejera, hecho del que da pelos y señales porque en él confió su prima en su momento y, después, también Felipe para evitar trascendiera. 


Este matrimonio desagradó tremendamente a los españoles -es de suponer que con mayor motivo a los monárquicos- como no podía ser por menos, fue visiblemente una mésalliance -mal casamiento, matrimonio desigual socialmente-, si bien, desde luego, de gran suerte para la señora doña Letizia. El Rey se negó ("este se carga la monarquía", llegó a decir) pero ante la disyuntiva que su hijo le planteó: Letizia o renunciaba a todo, hubo de pasar por las horcas caudinas. Se impuso la mordaza por el Rey y el Gobierno -siempre concordes, Constitución aparte-, siempre en defensa de la monarquía, en primer lugar el PSOE. No obstante en 2005 Jaime Peñafiel publicó su libro "El Hombre que se acuesta con la reina", en él habla bastante de esta coyunda, absurda en toda línea. En el capítulo "Seis años antes" establece este cuadro de paralelismo: 
                                                                       

       
Añade en la página siguiente este cronista de la realeza
Como para volverse loca.
Es de desear que no le suceda lo que a lady Di, quien creyó haber encontrado al príncipe de sus sueños y lo que halló fue la pesadilla de su vida. Claro que también puede ocurrir todo lo contrario, que ella sea la pesadilla.
 En el epílogo escribe:
Que ningún hombre salvo el consorte pueda decir nunca que se ha acostado con la reina y ninguna mujer salvo la consorte con el rey. Que en lo posible, así sea.
Si Juan Balansó denomina bisutería fina a los sendos maridos de las infantas, ¿cómo hubiera nombrado, señalado o distinguido a la esposa del príncipe Felipe, de haber llegado a conocer tan absurda coyunda? Ya no digamos cuando siete años después se descubre el enriquecimiento de Urdangarin y su mujer debido a sus negocios, en comandita y sin ánimo de lucro. 

Ya puede preverse el corto futuro monárquico en España.

Sí, y ello tanto por la edad del rey y su delicado estado de salud, muy castigado en intervenciones quirúrgicas, como por no haber conseguido captarse simpatía, sino todo lo contrario, tanto el monarca, como la reina consorte, hijos. Todos, en suma, familia real y parientes.  

En una biografía muy interesante, estudio a fondo sobre Juan Carlos I, en el capítulo 21, titulado Y tras Juan Carlos ¿qué? y en el epígrafe La enrevesada lista de los herederos, puede leerse: 
En una guía de organizaciones no gubernamentales, fundaciones, asociaciones, colectivos, etc., editada en Madrid en 1999, "por un error tipográfico", según han asegurado sus autores, se situaba la fundación Institucional España (FÍES) en el apartado de "ecologistas, como entidad especializada en la "protección de especies en extinción". Fue un error curioso, teniendo en cuenta que las FÍAS en realidad es una fundación cultural privada, creada en 1976, que tiene como objeto "la difusión de las ventajas de la Institución Monárquica" (es decir, tampoco tiene nada que ver con los presos del fichero de seguimiento Especial). Su trabajo se materializa en proyectos de "educación ciudadana" en los que celebra económicamente entre otros, entidades como el Banco Herrero, el Club Internacional del Libro, Falomir Juegos, Urriarte, El Corte Inglés, Marks & Spenser, o el grupo de negocios inmobiliarios Masa. Editan una revista, organizan el concurso infantil anual "¿Qué es un rey para ti?" y, además, dan premios de periodismo a quienes han destacado por su tarea de apoyo a la monarquía. Hasta ahora los galardonados han sido Fernado Onega, Antonio Burgos, José María García Escudero, Baltasar Porcel, Pilar Cernuda, Francisco Umbral, Sabino Fernández Campo (¿periodista?), la revista Hola, Alfon Ussia, Manuel Hidalgo y Carmen Henriquez (esta última en representación de los servicios informativos de TVE que cubren a la familia real).
Tentáculos tiene Juan Carlos. Desde su célebre zafari no tantos ni profundos. Pero sigamos en esta exahustiva biografía, esta página.
Este año seguro que la fundación de propaganda monárquica no le da el premio ni a Jaime Peñafiel, ni a Juan Balansó, ni a Pedro J. Ramírez personas declaradas no gratas por el hecho de publicar cosas que no les gustan. [...] Actualmente la preocupación más lógica de la FÍES tendría que ser empezar a "promocionar" al sucesor, puesto que los estudios de opinión que manejan les han advertido que, si bien el "juancarlismo" está consolidado, no hay nada firme en cuanto al apoyo popular a sus continuadores. España sigue sin ser monárquica. Pero, curiosamente, esto es un tema tabú. Han recibido la consigna de la Casa Real de que cualquier cosa que se publique sobre el tema de los herederos, sea la que sea, es mala.
¡Pues no digamos con cuanto ha ocurrido de entonces a aquí! No obstante concibe la familia real su ilusión de elevar al trono y hacen lo que pueden para que el príncipe herede España y tengamos una reina tan original. Él se decantó por Letizia, pues que con ella se quede, muy dueño fue de elegirla como esposa pero no de imponerla como reina a los españoles, ha de proceder como Eduardo VIII de Inglaterra, el cual entre la Corona y la divorciada Wellis Simpson optó por ésta. España no monárquica, tampoco puede elegir, aunque lo fuera, a la infanta Elena, ni a la infanta Cristina aun yéndose de rositas -pronto veremos si es o no imputada- ella y su cónyuge. No puede, por otra parte, seguir esta monarquía sui generis, con rey tabú y todo. Un rey que es donjuán y hombre de negocios por antonomasia.  

Fundamental aleccionamiento de Juan Balansó a Su Majestad la Reina consorte. 

Una de las manifestaciones que el no grato para la Casa del Rey, el citado Juan Balansó -otro de los "Doña Clarines" de la Casas Reales en Europa- es que la monarquía de Juan Carlos I pasará a la historia como una monarquía corrupta. En sus libros no es poco lo que reprocha de la familia real, tal como ciertas salidas de doña Sofía en la biografía que, a su dictado, le hizo Pilar Urbano. Por ejemplo, en el epígrafe La reina política, de su libro Las alhajas exportadas,  leemos:
Merced a la biografía autorizada de la Reina podemos apreciar cierto maremágnum en torno al papel que que le corresponde.
"Tengo un status como consorte del Rey -dice-. La esposa del presidente de una República, por muchas cosas que haga, por mucho protagonimo que tenga, por muy popular que sea, noforma parte del Estado. Yo sí. El Rey y la Reina, la Familia Real, formamos la Corona... Somos el Estado."
Y prosigue: "Me moriré siendo Reina. Reina hasta la muerte. Aunque no reine. Aunque esté reinando mi hijo, o aunque me hayan exilado... Ah, y eso de reina madre, no me gusta nada. Ni reina madre, ni reina viuda: Reina Sofía."
Y, como colofón: "Hay que ser monárquico porque lo dice la Constitución."
Pues no. Su Majestad no es el Estado. Acudamos a un catedrático de Derecho Constitucional, Antonio Torres del Moral, que en uno de sus ensayos nos informa. 
El informe da rotondo mentís. Balansó añade: 
Hasta aquí el catedrático. La Reina Sofía es, por lo tanto, una intregrante del selecto club que forma la Familia Real. La Constitución vigente dice en si artículo 58 que no podrá ejercer funciones constitucionales, salvo lo dispuesto para la Regencia. Me parece significativo que Su Majestad se exprese de la maneraque lo hace en su biografía autorizada. Afirma su protagonismo manteniendo que nunca será la reina madre, o la reina viuda: será la Reina. En cuanto a su título, tras la eventualidad del exilio, ¿qué decir? Es evidente -pregunten a los griegos- que su hermano, para ellos, es el ex rey Constantino, y su cuñada, la ex reina Ana María, cuando no son titulados, innecesariamente, de "señores Glücksburg". Si un día Su Majestad pierde su posición actual, no dude de que pocos serán los que seguirán llamándola Reina. Solamente quienes le permanezcan fieles, como mucho lo fuimos a su suegro, don Juan.
                                                                           
Don Juan de Borbón y el autor
Referente a lo de que "hay que ser monárquico porque lo dice la Constitución", los empleados de la Zarzuela tienen la responsabilidad de informar a doña Sofía de que ser monárquico no es una obligación constitucional. El respeto o, si se prefiere, el acatamiento a la vigente Carta Magna permite toda clase de opciones respecto a la forma de Estado.    
Continuación de conducta errónea y decepcionante.

Actualmente indigna la componenda que se desplega para que siga intocable, imputable por su naturaleza real, digamos, la segunda hija del rey, aunque continue siendo la Sra. Urdangarin. La noticia aparecida el 17 de este mes no puede ser más sorprendente, me refiero al escrito presentado por el abogado Manuel González Peeters poniendo de relieve que el príncipe, la reina y el propio monarca se encuentra involucrados en el caso Nóos. Muestra la indignación de su cliente, Diego Torres, por el doble rasero de quienes no encuentran indicios contra la mujer de Urdangarin, siendo nada más y nada menos que vocal y esposa del otrora presidente, mientras, por el contrario, los han visto en la de Torres que se hallaba al margen del circulo de decisión. Han aportado una segunda tanda de correos electrónicos involucrando a la familia real. Presentan razonamientos irrebatibles. 

Vemos, y ha de quedar la ciudadanía estupefacta, que la Abogacía del Estado y las presentaciones procesales de Diego Torres -con algún matiz-, de Iñaki Urdangarin, de la infanta Cristina -ya vaticiné que no tendría que esforzarse mucho su abogado- y, por último, la Fiscalía Anticorrupción no encuentran indicios para imputar a la infanta Cristina. El sindicato Manos Limpias se ha quedado solo en solicitar la imputación. El juez Castro decidirá si la imputa o no después de Reyes. Una Navidad, esta de 2013-2014, en suspense. Si el fiscal Pedro Horrach afirma que no se puede imputar a la infanta por "ser quien es", ello es tan cierto como que no se puede dejar de imputarla por "ser quien es". Si esto sucede será fatal.  
                                                          

Estoy totalmente de acuerdo con Federico Jiménez Losantos en cuanto expuso el 10 de este mes en su intervención titulada "Posible imputación de la infanta".
Si alguien tuviera -dijo- dos dedos de frente, incluyendo los medios de comunicación zarzueleros, debería pensar que el daño que le está haciendo a la Institución la no imputación de la infanta es muy superior al daño que a la famiñlia pudiera hacerle la imputación de la susodicha y del golfo de su marido de la familia de apañadores.
 El fiscal en cuestión ha dejado patidifusa a la ciudadanía
                                                                                

Imputada o no la infanta, ¿que va a pasar  con el "infante consorte" en esta cuestión batallona y candente? Se le reprocha al rey que no actuó como tal ante que como padre, pertiendo de la base que no tuviera arte ni parte en el """negocio""" Nóos/Aizoon. Ya dije ha mucho tiempo que no lo entiende el jefe de las Casas Reales. 

España lanza insopotable hedor de corrupcion. 
                                                                                 
Tan desbordante es la corrupción en la segunda Corte de los milagros, esta España depaupedada, que ya la Justicia aun dependiendo del Gobierno está batiendo políticos revelados como robadores. Podía decirse depredadores, pero como la violencia es disimulada, disfrazada, y, por otra parte, está la presunción de inocencia, pues mientras no haya sentencia firme son gente honrada, no tanto si se encuentran en la cárcel. Si condenados, no importa que de la trena sean indultados. Loor a la Justicia, parte de la misma que se aferra a hacer justicia, algo en lo que no es apoyada eficazmente, ni mucho menos, por el Gobierno. ¿Qué sería si el Poder Judicial fuera independiente del Ejecutivo? Es alentador leer noticias como estas: "Alaya vuelve a "preimputar" a Chaves y Griñán en el caso ERE. En la preimputación también están incluidos cinco consejeros de la Junta". - "El juez Rus plantea imputar al ex jefe de seguridad del PP y cuñado de Bárcenas". En este estado de corrupción, que se va destapando a diario un chorizo tras otro; acaba de aparecer Miguel Ángel Revilla,  ex presidente de Cantabria, como presunto corrupto que dejó un agujero de 440 millones de euros en las cuentas públicas. Asimismo empleó más de un millón en la construcción de un aereódrmo en una zona de imposible aterrizaje. Se puede continuar leyendo esta relación de... "gastos". ¡Y este individuo gustaba de ir los sábados al programa de televisión El Gran Debate! a dársela de político honrado y atacar ladrones! 

Depredadores al fin. 

He dicho que el Gobierno, y en general los políticos, emplean violencia subrepticiamente, ocultando el hecho, mas es evidente lo que injustamente se propone conseguir y consigue, lo que impone. ¡Qué daño hizo la llamada burbuja del ladrillo! E igualmente otras violencias, tal como las siguientes.   
                                                                              

Subrepticiamente, en subrepticio, ocultado, el hecho, actúa Rajoy, mas es evidente cuanto injustamente se propone conseguir, y consigue. imponiéndolo velis nolis, quieras o no quieras. Contra la violencia de los recortes y privatizaciones la ciudadanía en constantes movilizaciones pide que cesen, pero el Gobierno ni caso. Ha ocurrido y continúa ocuriendo que
                                                                               

A la vez que se empobrece al ciudadano se le quiere hacer callar, nada de protestas, y para ello se trata de crear "La ley de seguridad ciudadana", la cual ha sido calificada de "ley mordaza", como expongo ut supra. Clara violencia, que se cubre con el enunciado de política de recortes, y que nos lleva a lo que expone esta viñeta.
                                                                             
      
Rajoy, que está actuando con la prepotencia de su mayoría absoluta, saltándose a la torera normas, leyes y lo que fuere, quiere leyes y leyes. Sabido es que, como ya apunta Candillac, en tiempos de corrupción es cuando más leyes se dan. Ya me sugerió la demoledora política del referido, su querer fastidiar a golpe de ley, este aserto de Montesquieu que introduje en otro artículo: No hay peor tiranía que la que se ejerce a la sombra de las leyes y bajo el calor de la justicia. Que siga escudándose en la mentira y se deje de querer hacer su voluntad non sancta proponiendo legislar. Mejor que no se obstruya lo más mínimo la labor de jueces como Anaya, Rus, Castro.  

Invitaría a Mariano a que leyera la petición que le hace Pablo Sebastián acerca de que a la vista de lo que hemos conocido en los últimos días fuéramos conociendo dimisiones en cadena de políticos "tocados" o imputados en casos flagrantes de corrupción. Señala a Ignacio González, Francisco Camps, Rita Barberá,Manuel Chaves, Cándido Méndez. Añade este punto y aparte muy sustancioso. 
Por supuesto, que la lista debería ser más amplia y puede que incluso pudiera afectar a escalones más altos de la clase política, pero la salida del escenario público de los mencionados sería un gesto y una señal de que las responsabilidades, abusos o de irregularidades políticas y económicas se empiezan a depurar.
Rajoy está muy visto para continuar su hipocresía.

La política ha llegado a producirnos náuseas, ha llegado a preocupar intensamente a la ciudadanía -por excepción habrá necios pasotas-, viéndola comouna terrible patología. Ha quedado patente que, en términos generales, los políticos van a la política para enriquecerse, dando la razón para ello a lo que hayan de darla, caíga quien caíga destrozado. Algunos hablan de ir a la política por vocación, lo que es increíble en los chorizos. Bastaba con que se dedicaran a la política como un empleo más, como cualquier modus vivendi, modo de vivir, medio de vida, haciendo obra buena con profesionalidad y lo primero que ésta exige es honradez. Si el PP hubiera actuado dejando ésta clara -mucho le enturbió su continuidad y generoso comportamiento con su tesorero Luís Bárcenas, la entrañable amistad que le bridaba Rajoy- se hubiera evitado del reciente hecho vergonzoso de que el juez Rus haya tenido que ordenar un registro en la sede del partido en busca de facturas sobre obras de reforma en realizadas en la misma, ya que entiende hubo una "facturación oficial ficticia" ¡Otras sospecha más contra el PP, aparte financiación y "sobres"!  

Inverecundia plena en toda escala jerárquica de los partidos, de cuyos trinques he comentado bastante. Lamentablemente el tema, es una fuente inagotable dentro de políticos y sus "socios" banqueros, mercados, empresas. Los hay de otros oficios, pero en estos está el epicentro de la corrupción. Hay una paremia que dice: Quien mal anda, mal acaba. Y se anduvo, incuestionablemente, de mal en peor, así se destrozó España. No siempre resulta cierto el refrán para el individuo, a veces falla y gente de mala calaña se beneficia de lo malamente obtenido. Rajoy está visto y para no dar más la nota tiene que conceder algún margen a la Justicia. Sí, el Gobierno a la Justicia. ¡Ah si fuera -vuelvo a lamentarlo- independiente! En fin, que algo se haga -se está haciendo ya- contra la corrupción, algo se limpie, lo anhela un pueblo en situación dramática -obra política que no arquitectónica, por ejemplo- por el mal hacer y mucho robar. Y sálvese de los políticos el que pueda, no generalizo, generalizar no cabe en nada. 
                                                                                


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