jueves, 27 de marzo de 2025

Extremo a que se lleva esta mentira.

 Reviste caracteres excepcionales este engaño:

                                                                 

 

Es evidentemente de una osadía que raya en la mentecatez  "Cuando la verdad no interesa -Mario  Conde dixit- , la ignoras, mientras puedes, claro".  

Yo un día manifestaba por correo electrónico al entonces alcalde del pueblo en cuestión, Jaime Pérez Esteba, vecino de la aldea inmediata de Villoslada:

Me deja estupefacto que no se haya corregido todavía la página WEB del Ayuntamiento. Me refiero concretamente a estas líneas: 

En las obras realizadas en la iglesia en octubre de1994 se encontraron unos restos que, después de numerosos estudios antropológicos hechos por el Dr. D. José Manuel Reverte han confirmado que efectivamente son los restos de la importante reina.

No es así. Lo que dijo  el doctor Reverte Coma es lo que expone Antonio Sánchez Sierra en la transcripción y notas de la "Historia de la Aparición de la Taumaturga Ymagen de Nuestra Señora de la Soterraña de Nieva". Es, como sabe, uno de los libros sobre la aludida localidad. El señor Sánchez  Sierra la eligió  para su tesis fin de carrera, la cual publicó con el título "El Monasterio de Santa María la Real de Nieva". En dicha  transcripción y notas de la obra del M. R. P. Fr.  Antonio Miguel Yurami (1995) es donde referente a estos restos encontrados escribe: 

Los restos fueron trasladados a Madrid quedando a disposición del Dr. José Manuel Reverte Coma, Profesor Emérito y Director del laboratorio de antropología Forense y Paleontología de la facultad de Medicina de la Universidad Complutense, encargándose de realizar el estudio antropológico y paleopatológico de los restos. En las conclusiones de su informe, fechado el 15 de diciembre de 1994 el doctor Reverte Coma indica: 

1º. Esqueleto incompleto de mujer   de 55-60 años. Da la impresión de haber sido un enterramiento secundario, un traslado de cadáver que antes estuvo probablemente semimomificado en otra tumba.

9º. Nuestra impresión personal es que que tanto la edad, estatura y fragilidad de este   esqueleto, unido al lugar de enterramiento y circunstancias que lo rodean coinciden con las que se atribuyen históricamente a Doña Blanca I de Navarra. 

Sin embargo, la prueba definitiva y segura, sería el estudio de ADN, tanto en este esqueleto como de los restos que puedan existir del padre de Doña Blanca, Don Carlos III, enterrado en la catedral de Pamplona, y del hijo de la Reina, Don Carlos,  Príncipe de Viana, enterrado en el Monasterio de Poblet.

Si el ADN de estas personas, especialmente el del Príncipe de Viana, coinciden con el que pueda hallarse en estos restos esqueléticos, se tendrá la seguridad de que se trata efectivamente de Doña Blanca I, Reina de Navarra.  

PERO NO COINCIDIERON y quedó evidente que ni los restos atribuidos a don Carlos de Evreux, en Poblet, ni los atribuidos a su madre, en Santa María de Nieva -ya era la Real- les corresponden. Lo dejó patente el estudio genético del Príncipe de Viana realizado por el Equipo Poblet y cuyo resultado fue presentado en su Monasterio-Panteón el 9 de septiembre de 2008 en un acto del que hago referencia en algún artículo de mi blog en el que sobre este tema del falso sepulcro he dado,  pelos y señales, reafirmando su falsía. Yendo a mi blog, a su etiqueta al respecto, se puede comprobar que lo tengo tratado hasta la saciedad.    

El aludido hizo caer mi comunicación en el silencio. Era de suponer que no la iba a dar por leída, como hizo de la notificación  de la prensa escrita y la oral, que propagó a la rosa de los vientos tal noticia de la historia. Si leer a Nietzsche tampoco es de su gusto, ignora que este filósofo escribió: "la palabra más soez y la carta más grosera son mejores, son más educadas que el silencio". 

Tal indecorosa conducta no la ha tenido conmigo como paladín de la verdad de la historia, el tal Jaime, también algún otro individuo de nuestra parasitaria casta política. Otros salieron por peteneras, haciendo el ridículo, y hube de rechazarles de plano, pero al menos me demostraron, incultura aparte, tener un mínimo de educación

Es incuestionable que es cosa non sancta, que digamos, mixtificar la historia. También que un alcalde deje vacías las arcas municipales injustificadamente. Ambos hechos  efectuó el antecesor en el cargo de Pérez Esteban, el que engendró y defendió con enorme estulticia la mentira de los restos hallados y decidió la creación del arcosolio para sepultura de ellos. Me refiero al "de los tristes recuerdos", individuo  odiado por los santamarieños, pero sostenido por los habitantes de los pueblos adyacentes: Eusebio García González. 

He de tomarme un día la molestia de ver si persiste mintiendo, en este aspecto, la  página Web del Ayuntamiento. Del  sepulcro se continúa sin tapar la falsa inscripción, haciendo patente su malévolo y demencial deseo es dejarlo ad calendas graecas. ¡Y silencio! Lo de hacer callar sólo lo han conseguido parcialmente; no lo lograron, como hemos visto, con Antonio Sánchez Sierra  Si éste contradice la pagina WEB del Ayuntamiento, destruye sus mentiras, se sigue anclados en ellas: Vicente Merino, jubilado conserje del municipio, se dedica, por voluntad ajena y propia, a improvisado guía de turismo y fomenta la mentira del sepulcro de Blanca I de Navarra.

Lo que me indigno y dió al traste con nuestra relación amistosa. 

Pasado un tiempo arribó en el pueblo otra estudiante de historia del arte con la finalidad de tomarlo de tema para su tesis  académica, mas ésta fue sometida a acatar plenamente el cuento, la patraña, del sepulcro, la cual se hallaba ya desmentida científicamente. Como mi contacto con esta localidad segoviana fue siempre esporádica, me cruce unos correos electrónicos con la tal Diana Lucía Chacón. Ella, obviamente, tenía diáfana la verdad; ahora bien, no ha podido revelarse más acomodaticia, flexible, transigente, Esta chica estaba atemorizada y le faltaba valor: en un email me decía: 

Con respecto a la opinión de Alfonso [el sacerdote] acerca de los restos de Blanca de Navarra he de decirte que cuando Vicente me expuso su punto de vista él no estaba presente. Yo no le corregí porque considero que cada uno puede tener su opinión y su ilusión acerca de la naturaleza de los restos conservados en la iglesia, y si él quiere seguir pensando que es Blanca la que está ahí enterrada ,por mí puede seguir haciéndolo. Yo sé que no es así, pero no me considero con derecho a abrir los ojos a nadie, sobre todo, si no quieren hacerlo. 

Abundando en su miedo cerval, me expuso bastante tiempo después entre otras cosas:  

Tu último correo si que me llegó pero no supe qué contestar, ya sabes que es una batalla en la que prefiero no meterme.

No se le puede felicitar por su criterio tan fuera del sentido común y de la moral, la historia le importa un bledo, y la verdad, medio. Esto sí que es, como diría un castizo, mediar fuera de tiesto. Ella ignora, o afecta ignorar, estas dos frases de Cervantes, en el Quijote: La historia es como cosa sagrada, porque ha de ser verdadera, y donde está la verdad está Dios en cuanto a la verdad. [...] Los historiadores que de mentira se valen habían de ser quemados como los que hacen moneda falsa  

No he leído su tesis pero doy por hecho que no ha hecho mención del hecho, que no puede ser más vituperable, de la mentira del sepulcro.

Si ella no quiere meterse en la batalla, yo permaneceré en ella de por vida. 

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