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David y su libro importante |
Hay algo verdaderamente sorprendente en "Adiós, Princesa", y es que David Rocasolamo haga la vista gorda con Letizia como mujer promiscua; quien se interesa en dar a conocer el aborto de ella en Madrid no sólo quiere ignorar su primer aborto voluntario e México sino también los malos pasos que allí dió. Asimismo lo que ya había dado antes de ir Así podemos leer:
Dicen que el desnudo de Letizia ilustra la caratula de un disco de Maná. Insinuando que el cantante del grupo, que creo se llama Fher, fue su amante. No tengo ni idea.. La chica de la caratula se le parece. Pero me resulta extrañísimo que mi prima se prestara a posar desnuda ante nadie. Me suena un poco a coña. Letizia es demasiado discreta. Nunca se prestaría a esa exposición pública. [...] Jamás hemos hablado de ello, pero insisto en que me parece una chorrada de tamaño dolménico, elefantiásico, y, por no exagerar, catedralicio.
Pues que Belcebú, demonio de los papanatas, le conserve la visión que tiene de la discreción de su prima Letizia. Discurre, obviamente, fuera de razón. Veamos cómo lo remacha:
Si es con estos chismes con lo que los republicanos pretenden socavar la monarquía, Juan Carlos puede descansar tranquilo hasta el fallecimiento de sus tataranietos.
Ya es miopía mental o, en el fondo, querer tapar a su prima, pensar que tales noticias, que son verdaderas, no puedan redundar en la caída de la monarquía .
No se entiende ese desinterés e ignorancia que muestra respecto a la vida sexual de su prima Letizia:
Mis primas y yo jamás -escribe- jamás hemos hablado de nuestras intimidades sentimentales. Nos hemos presentado a los novios y a la novias y nada más.
Pero en el mundo está David Rocasolano y no puede ser tan ignorante de la promiscuidad de su prima no sólo coleccionando amantes sino también simultaneándolos, como hizo con David Tejera, Jaime del Burgo y Felipe de Borbón. Aquella documentación de la Clínica Dator, de Madrid, que Letizía y Felipe le encargaron hiciera desaparecer correspondía a un aborto cuyo padre se suponía a David Tejera pero que también podía serlo Del Burgo o Felipe. Este encargo a cuya solución le apremió Felipe, si cabe, más que Letizia, le llevo a cabo primorosamente, mas, a posteriori, cayó de bruces, publicándolo, en deterioro de su ética profesional como abogado, publicando el asunto de un cliente. Ya para remate expuso a Letizia que había quemado la documentación recuperada, y ésta fue expuesta en el libro.
Felipe y Letizia hubieron de ocular también el primer aborto que se realizó en México, Hospital Médica Sur del Distrito Federal, en principio de 1996, revelado en la obra siguiente:
Fue motivado este aborto por su jefe en el Diario Siglo XXI, José Miguel González con el que vivió en México sin poner el menor reparo a que estaba casado y tenía cinco hijos. Que la plebeya novia era abortista hubiera dado indefectiblemente al trate con la boda. De todas formas Juan Carlos y Sofía se negaron a tal unión y esto no lo oculta David Rocasolano:
De todos modos es sabido que Juan Carlos y Sofía se opusieron frontalmente, desde el principio, a que Felipe se casara con una divorciada. Y solo la amenaza firme de Felipe , dispuesto a renunciar a la sucesión para casarse, logró que Letizia acabara instalándose en Palacio. O eso es lo que se ha contado.
Salvo sus tapujos a la vida de su prima de amante va, amante viene, no es pequeño el dardo que le lanzó y por el que se enteró doña Sofia de que había abortado de un amante antes de casarse. En el orden religioso la hace caer por los suelos conjuntamente con el príncipe, ya novio, ya marido. y llega a afirmar tajantemente: "Yo estoy convencido de que el 22 de mayo de 2004 , en la catedral de la Almudena, Ruoco casó a una princesa excomulgada". Seguidamente afirma que ello le daba igual. Indudablemente hubo de ser así, dada su opinión sobre la monarquía: "Intenta ser la conciencia de un mundo sin conciencia, el de la realeza, donde todo vale y la vida gira a impulsos de capricho y apetencias". Los miembros de la realeza, para los que todo vale, reprochan a la plebeya Letizia que también para ella todo haya valido.
Impresión y dulce recuerdo que el autor del libro "Adiós, Princesa" tiene de su abuelo y de su prima, el taxista. No menos de su esposa, Enriqueta Rodríguez.
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Enriqueta Rodríguez, abuela materna de la reina Letizia |
.. la abuela Kety, su mujer, dice David hablando del abuelo taxista, "era hija de una humilde tendera de ovetense. Y se casó con el abuelo Paco después de haber tenido una hija de un violinista muerto de tuberculosis . Aquella hija, Otilia, un día desapareció del entorno familiar por razones que todavía desconocemos. Ni siquiera reapareció en el entierro de su madre".
La tal Enriqueta ejercía la prostitución, y esto no lo dice el nieto, y se casó con ella, llevando a Otilia, su abuelo. Si vierte un cariñoso recuerdo a ella, es decir, a su abuela política:
Cuando murió la abuela, en junio de 2008, supongo que todos los primos pensamos lo mismo: que habían bombardeado la línea de flotación de nuestra infancia. Al menos para mí, los recuerdos de las estancias con Paco y Enriqueta son de los mejores de nuestra niñez y adolescencia". No se atrevería su prima la reina a exponer tal evocación. Recuerda de los días de su muerte: "En aquellas días tristes , los elogios funerarios de la prensa española destacaban la discreción de mi abuela. ¡Enriqueta paradigma de discreción! Si era la bruja maldiciente más maravillosa e incisiva que yo he conocido. Era capaz de sacar de quicio a cualquiera.[...] La abuela Kety , por alguna razón, era la que más unidos nos mantenía a los primos. Otra cosa sucedía con nuestros padres. Con ellos era una bomba de relojería que nunca sabías por dónde iba a estallar". Bien, continuaré otro día informando de Letizia y su familia. A través de David Rocasolano, con sus desbarres y ocultamientos, y otros biógrafos de Letizia y Felipe
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