Hablando del hermano mayor de Napoleón I y dando a la pequeña historia la importancia que representa en la grande, evoco en primer lugar que fue ante todo un mujeriego Se reveló como un auténtico marido infiel: El psiquiatra Vallejo- Nágera (hijo) ganó en 1985 el Premio Planeta con su biografía "Yo, el Rey", Muy conocida es también la biografía que de su esposa ha escrito Juan Balansó, titulada "La reina Julia". Es Julia Clary hermana de la célebre Desiré que dió calabazas a Napoleón que ya las había recibido de Julia. Deseada se casó con Benardotte, el general de Napoleón implantado de rey en Suecia, fundador de la dinastía que hoy día reina en tal país. Y Julia con José Bonaparte. "Napoleón lejos de mostrarse rencoroso con las linda jaboneristas, correspondió a sus desdenes, regalando un trono a cada una. Julia reinó en España, aunque efímeramente" -escribió Augusto Martínez Olmedilla, ap. "Nuevas de un afrancesado-. .
Ejerció José su donjuanismo en el París de la Restauración y el Imperio e igualmente como rey de Nápoles. Siendo rey y cuando no lo era. En España siguió aumentando su palmarés en los cinco años que estuvo.
De Julia Clary y José Bonaparte dice José María Solé: "Formaba la más tradicional pareja: él mujeriego y casquivano, superficial y vanidoso; ella, la pobre víctima, la sufrida, sensible y discreta". De estas parejas, no ya en la realeza y en los títulos -los cuales, dicho sea de paso, desde ha mucho perdieron sus privilegios- había también, por hablar en pretérito, verdadera superabundancia en la alta burguesía de la Corte, como se refleja en la narrativa de la época.en cuyo asunto no voy a entrar. No deja de revelar el citado Martínez Olmedilla que la reina Julia es "una honesta dama, a quien venía grande el manto de armiño, pero que supo vivir sin mancharlo de lodo, como hicieron casi todas las hembras de su empingoretada familia.
Continuando citando a Martínez Olmedilla, que muy bien a descrito la época napoleónica, invito a recordar que al iniciar José su reinado: "la reina Julia se instaló en el Palacio de Oriente y fue durante su permanencia en él la dama recatada que pudo convenir al pueblo de basquiña y mardroñera que era el Madrid de entonces. Pero el pueblo -injusto- no la quiso.
"De todos los hermanos de Napoleón, era José quien menos disgustos le proporcionaba con ambiciones y exigencias. Y ello se debió, sin duda, a que Julia Clary, la linda jabomerita de Marsella, fue una excelente señora"..
Prosiguiendo el perfil de donjuán de José I Bonaparte.
Siguiendo repasando la trayectoria amorosa del Rey intruso, he de decir que su permanente amante durante su periodo de rey de España fue la "señora" que conoció en Vitoria al venir a Madrid. Conoció a los marqueses de Montehermoso; la marquesa era una mujer madura, aunque todavía muy bella, y dada a experimentar lides extramatrimoniales, y el marqués, don Hortuño de Aguirre Zuazo, de gran abolengo, lo que no le impedía ser un habitual consentidor.
Respecto al amor de Teresa tiene el citado Martínez Olmedilla esta sugestivo epígrafe: "El idilio se trunca", en su libro "Nuevas memorias de un afrancesado (en el Madrid goyesco), el cual paso a transcribir:
Sin saber por qué, la condesa de Jaruco había perdido la brillantez de su hermosura. Acaso al barruntar que no reinaba plenamente en el corazón del regio enamorado? ¿Tal vez una afección adquirida bajo el relente del jardín que cobijó las chalas deliciosas? Ello es que la salud de Teresa era fable [...], se agrava y sucumbe en pleno idilio. El rey, que no había dejado de amarla, pese a algún eclipse fugitivo, sufrió con su muerte hondo pesar. Acababa de abrirse por aquellos días el Cementerio del Norte, pasada la Puerta de Fuencarral; y el cuerpo hermoso -ya carroña- dela condesa de Jaruco, debía inaugurarlo. Así sucedió .Pero la misma noche que subsigue al sepelio, fue sigilosamente exhumado el cadáver y conducido al jardín de la calle del Clavel. Regios mandatarios hacen cavar una huesa bajo el árbol confidente, y allí depositan los restos de la hermosa cubana prematuramente muerta. ¿Qué fue de aquellos huesos que la leyenda perfumó? ¿A qué montón d escombros irían a parar cuando el palacio fue derruido? La Historia y la Tradición humedecen ... Nada se sabe. Pero la imagen de la condesa fue, sin duda, el más bello recuerdo que pudo llevarse de Madrid el monarca intruso, para poetizar toda su vida, cuando no era más que el conde de Survilliers, sombra oscura del pasado.
En internet podemos leer también que <la primera inquilina de este ilustre cementerio tan sólo duró unas horas dentro. Teresa Montalvo, condesa de Jaruco, y amante del rey José Bonaparte fue desenterrada la misma noche de su sepelio y depositada en los jardines del Palacio de la calle Clavel, que compartía con su amado.
Larra que por suicida no pudo enterrarse en cementerio sacramental, también estuvo aquí enterrado. Ahora descansa en en Panteón de Ilustres del Cementerio de San Justo, sacramental>. En 1910 se acuerda el derribo del cementerio trasladando sus cadáveres al al cementerio del Sur>.
"Uno de los encantos del cementerio de San Martín -dice Agustín de Figueroa, marqués de Santo Floro, ap. 'Dentro y fuera de mi vida"- reside en lo que pudiéramos llamar su literatura necrológica". Transcribe varias muestras encabezándola con esta:
Si hasta ti llega el clamor / de los que por ti lloramos, / alma mía te rogamos / que no olvides nuestro amor.
Teresa Montalvo, condesa de Jaruco |
Vuelta a la Reina Julia. (1771-1845)
La reina era de origen plebeyo -la primera reina española plebeya- como la reina Letizia,pero, por el contrario de ésta, no tenía "pasado" Su padre, Francisco Clary, fue un rico comerciante, Su madre, Francisca Rosa Somis,era de la alta burguesía marsellesa, su padre fue Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Era Francisca Rosa la segunda esposa de Francisco y tuvieron a Julia, undécima hija de Francisco. La familia sufrió persecución cuando "El Terror".
A pesar de las separaciones que hubo de sufrir el matrimonio, se dió la nota sentimental de que José murió en los brazos de Julia, el 28 de julio de 1844. Un año después ella iría en su busca al Más Allá.
Ya había declinado su estrella, tras la derrota napoleónica de Waterloo -18 de junio de 1815-; tres días después se embarcó para Nueva York figurando como conde de Survilliers, viviendo primero en Jersey (Deslavare) y luego en Filadelfia. De aquí se traslada a Inglaterra cuyo clima no soporta y se va a Génova, reuniéndose en ella con su familia y donde muere.
Las vicisitudes bélicas y políticas durante el reinado de José Bonaparte I
Ello puede verse en cualquier texto de Historia; entonces, en tal caso, no voy a entrar en ello, sí traeré a colación que Napoleón en el colmo de cinismo y egoísmo cargó en su hermano José su derrota en España y para ello en 1812 le concede el mando de las tropas, ya en verdad vencidas. Pronto llegó el día en el que le escribe: <el valor de los guerrilleros y el dinero de los ingleses, nos hace perder la guerra de España>.
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