jueves, 18 de agosto de 2022

Lo que está sobre el tapete y cuya resolución se dificulta, más aún, se impide arbitrariamente

Lo expuesto por el conde de Cedillo acerca del enterramiento de la reina

Blanca de Navarra fue sepultada en Santa María de Nieva y no en Tudela o en Ujjué. El sitio de la sepultura parece que fue en medio de la capilla mayor, junto a las gradas del altar mayor, y así lo afirma Garibay. En nuestros días Don José María Cuadrado escribió que <guardó en depósito los restos> la capilla de costado de la Epístola o sea la de la Consolación. Respeto este particular no hay seguridad absoluta.

Sobre esta presentación del conde de Cedillo nada hay que objetar, ya que, si fue o no trasladada a la iglesia de Santa María de Ujué, cual había dispuesto en su testamento, se ha dado por hecho que esto nunca se verificó, que la provisionalidad se tradujo en su antónimo definitivo. Ya he comentado, y aquí no viene a cuento el estudio que sobre este particular ha hecho Eloísa Ramírez Vaquero, titulado 'Los restos de la reina Blanca de Navarra y sus funerales en Pamplona'. estudiando a fondo en poco más de una docena de páginas esta cuestión. Partiendo de que nunca se cumplieron, marido e hijos, su voluntad testamentaria, los restos de ella se hallan en Santa María de Nieva (Segovia), PERO no son los del sepulcro en cuestión, según quedó científicamente probado con la presentación en el Monasterio de Santa María de Poblet, el 9 de septiembre de 2008, del estudio genético del Príncipe de Viana.

Se publicó por todos los medios urbi et orbi, mas, conforme indican los hechos, en Castilla y León todavía no se han enterado.  A partir de entonces, es decir la mencionada fecha, los navarros desistieron de la reclamación de los restos. ¡Qué falta de respeto a estos señores!


Y otros antropólogos más con la catedrática de historia medieval que llevó la parte de documentación y búsqueda del ancestro a que aplicar el ADN mitocondrial.

Ante este caso inaudito, tanto por lo que tiene de su primera acepción: 'nunca oído', como de la segunda: sorprendente por insólito, escandaloso o vituperable', dirigí el día 8 del cursante mes el siguiente correo electrónico al...

Sr. Presidente de la Comunidad Autónoma de Castilla y León.  

Tengo el gusto de contactar con usted elevando a su conocimiento la lucha que he traído y traigo con el caso inaudito que se da en Santa María de Nieva (Segovia) referente al falso sepulcro que se exhibe en el presbiterio de la iglesia parroquial.

No quiero ser cronófago para usted, y, partiendo de esta voluntad, le recomiendo acuda a mi blog y vea la titánica lucha que sostengo contra este caso de auténtica inverecundia y que ocurre así por escapar a su información.

Encontrará que vengo solicitando la rectificación de lo que otrora fue craso error, y que tras ser probado por la ciencia constituye una mentira evidente, ya que tal prueba es inequívoca. Hasta en Wikipedia se viene reprochando, este caso tan raro y que, obviamente, redunda en perjuicio moral de la Junta a cuyo delegado en Segovia –sr. Mazarías Pérez- no he dejado de dirigirme. En balde, por supuesto.

A esta persona –insisto-, asimismo como a otras, ya relacionadas con la Administración, ya con la cultura, he reclamado se cese en la acción que arbitrariamente se viene cometiendo y que data nada menos que del 9 de septiembre de 2008 en que el ADN mitocondrial dio rotundo mentís a que los restos mortales del arcosolio de referencia correspondan a la inscripción. Ipso facto, y como reclamó la directora del estudio genético, -María Ibars i Puga- debió taparse, pero tanto ella como yo en nuestras solicitudes hemos sido la clásica ‘vox clamantis in deserto’.

Quiero dejarle claro, diáfano, que yo no voy ad hominem, al hombre, sino ad rem, a la cosa, a los hechos. Éstos, como ve, no pueden ser más recriminables. Y como sabe, Cervantes, apub. El Quijote, dice: ‘los historiadores que de mentiras se valen habían de ser quemados, como los que hacen moneda falsa’. De los tres o cuatro asertos más que sobre la historia tiene, le transcribo este otro. ‘la historia es como cosa sagrada, porque ha de ser verdadera, y donde está verdad está Dios en cuanto a verdad’. Es, indubitadamente, repugnante, repelente, repulsiva, esta mistificación que se viene haciendo de la historia, la confabulación creada a tal efecto. Le ruego ponga fin a ello.

Reciba un cordial saludo de,
Manuel López Peralta

Post scritum: Puede entrar en mi blog simplemente consignando el nombre y apellidos, puede añadir el del pueblo.


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De mal en peor.

Me deja estupefacto que don Alfonso Fernández Mañueco no me haya contestado o delegado el efectuarlo en uno de los muchos asesores que ahora tienen los políticos de su relieve de cargo. Si bien se mira no le pido un favor, sino que por el contrario se le hago. Me duele, claro está, su elegancia ética, pues, como dice Nietzsche, la palabra más soez y la carta más grosera son mejores, son más educadas que el silencio. ¿Pero qué pretende la referida persona al inhibirse de un hecho que, como le digo, cae de lleno en palmaria anormalidad, arbitrariedad?

No comprendo la existencia de un departamento de cultura, dándose tan contradictorio evento. ¿Dónde está la cultura en historia? ¡Qué falta de atención a la misma!
Sr. Fernández Mañueco, ponga fin al caso incalificable que se viene perpetrando con no tapar la inscripción de este arcosolio:


E igualmente esta placa junto al mismo:


'España invertebrada', de Ortega y Gasset -1921- ha empeorado. Ahora es una España de dieciocho trozos con las Autonomías, que Fernando Vizcaíno Casas llamó 'Autonosuyas'. Muy necesario sería por múltiples motivos, empezando por la mejora de nuestra caótica economía nacional que se diese lo que se indica en este anuncio:


Hoy en Madrid podría solucionar este problema, acudiendo incluso a la Real Academia de la Historia. Ya no sé por dónde tirar para su solución.

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