sábado, 26 de junio de 2021

La fábrica de paños de Santa María de Nieva (Segovia). Y pormenores, o no menudencias, de esta localidad.

Primitiva fábrica de paños de la familia francesa MONPÍN

Este edificio de gran superficie fue originariamente fábrica textil propiedad de la familia francesa Monpin como bien indica en su artículo el santamarieño de nacimiento y residencia Felipe Molinero Rodríguez, que en la última década del siglo pasado nombró  cronista municipal el celebérrimo alcalde Eusebio García. En 1835, sí, se hallaba en pleno desarrollo, y, en efecto, en 1900 lo compró Cadena Eleta, obispo de Segovia del 19 al  pero no realizó su idea de convertirlo en residencia sacerdotal e instalar también algunos cursos del seminario, y en 1904 lo vende a los dominicos que crean en él un colegio -lo llaman de Santo Domingo, fundador de la Orden- de enseñanza primaria y secundaria, ya con alumnos externos, ya internos. Tienen el negocio principalmente con el internado,Tales residentes a lo largo del curso escolar sufrieron incomodidades sin cuento en tiempo lejano, nada tenía de confortable el edificio para ser habitado, era inhóspito -con el paso de los años cada vez más al avanzar la calidad de vida-  pero duró hasta 1960 en que poco después cambia nuevamente la propiedad adquiriéndolo los misioneros de la Saleta que instalan un colegio eclesiástico que perdura hasta 1977. Seguidamente lo adquiere el Ministerio de Educación para Escuela Hogar La Saleta que durará hasta el curso 2017-18 como residencia de estudiantes que acuden al Instituto Catalina de Lancaster .

Nuestra Señora de la Saleta

Acabado el recorrido que Felipe Molinero describe de la propiedad y destino de este edificio, -que, como la falsa moneda, digo yo,  ha ido de mano en mano sin que ninguno se le haya quedado- se pregunta: ¿Qué pasa con el edificio de La Saleta? Entiende que cerrado ha de deteriorarse rápidamente y que la Junta de Castilla y León,  la cual ostenta la propiedad en la actualidad, debe buscarle destino e indica que puede aplicársele el de residencia de estudiantes de las universidades de Segovia o de Valladolid. No es muy aceptable, que digamos, dado que para ir y venir diariamente dista mucho. Tampoco sirve para ser habitado con la comodidad de nuestros días, pues no basta con tener, como expone, buena cocina. Es un edificio -reitero- grande, pero destartalado e inhóspito. En él,  como en las posadas de la época de Don Quijote, 'toda incomodidad tiene su asiento'.. Hay que pensar y proceder con ecuanimidad, no por simpatía o antipatía, y este edificio puede utilizarse para fábrica, taller, almacén, mas en modo alguno para vivienda. Para tal requeriría grandes obras de adaptación.     

 

Punto de vista de Santa María de Nieva (Segovia) del ilustre segoviano Manuel González Herrero.

El que fuera gran abogado e historiador de Segovia, natural de la misma, Manuel González Herrero, dedica en su libro titulado 'Breviario Segoviano'-2002- el capítulo <26. Santa María la Real de Nieva>, refiriéndonos en él que 'en 1495 ya existe en el lugar, en torno a la Soterraña, una pequeña población, la Puebla de Santa María; y el 11 de agosto de ese mismo año, bajo los auspicios de la reina doña Catalina, 'patrona e defensora e edificadora de que es de la iglesia de Santa María' -dice el instrumento autorizado por su escribano de cámara Juan Rodríguez Medina- se funda y erige la villa  y se le reconoce y delimita su término jurisdiccional. Acerca del nombre del nuevo lugar nos dice: 'Santa María de Nieva pudo llamarse Santa María e la Soterraña [...], el pastor Pedro Amador Vázquez, que en adelante sería llamado Pedro Buenaventura, tiene su encuentro con la Virgen  y con su imagen soterrada'.                                   

Portada principal de la iglesia
 
Notorio es que la talla encontrada por el pastor fue quemada en el incendio que sufrió la iglesia en 1900 y los restos quedaron guardados en el interior de la actual imagen, obra del escultor segoviano Aniceto Marinas 

                                        

Nuestra Señora de la Soterraña
   

Pedro era de Pozal de Gallinas (Valladolid) y estaba en Nieva sirviendo a María Crespo, cuidando de su rebaño de ovejas. He aquí la ubicación del milagro en cuya descripción no voy a entrar porque ya lo hice minuciosamente en otro articulo del blog y porque está, más o menos al detalle, expuesto hasta la saciedad. Le supera, si cabe, el hablar de los capiteles del claustro, habiendo sido los últimos Antonio Sánchez Sierra  y Diana Lucía Gómez-Chacón, ambos eligieron el Monasterio de Santa María de Nieva para sus respectivas tesis. En cuanto a los capitales reitero es refrito sobre refrito, mas no hay la suficiente alusión al claustro, a pesar de que no se haya exento de bibliografía. .                                              

                                  Antonio Sánchez  Sierra     

De los dos, sus escritos, he hablado; bastante más de ella porque nos relacionamos bastante. Volveré a consignar hic et nunc, aquí y ahora, que el alcalde, Eusebio García González, aunque la regaló un ejemplar del libro 'Desde la casona, paseos y excursiones por tierra segoviana', conde de Cedillo., no le facilitó trabajar al frente del archivo del Ayuntamiento. A Antonio le trató con algún respeto, permitiéndole tomar algún dato en el mismo, mientras a Diana se le cerró a cal y canto, tanto es así que hubo de trasladarse a Valladolid al Archivo Central de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León para ver las pruebas de ADN  que ponen de relieve la mentira que se exhibe y de que se hace ostentación en el pueblo, que si bien pudiera llamarse Santa María de la Soterraña, podría hoy día titularse Pueblo de la Mentira. 

                                          


Ante esta decisión del mencionado alcalde en cinco legislatura, no se me ocurrió tratar de visitar los documentos municipales para documentarme, en un aspecto, y, en otro, comprobar hechos relacionados con mis ancestros paternos santamarieños, tal como la traída de agua potable a la localidad sobre lo que publiqué un artículo en la prensa local, de la cual fui colaborador asiduo, así como en mí blog. Hubiera escrito algo más -dado los datos que poseo de la vida e historia del lugar-, pero ante esta actitud del alcalde de referencia y continuar sus dos sucesores en  la absurda e   ilegal determinación, decisión, hube de abstenerme  Es una  medida arbitraria que para colmo es contradictoria  al artículo 44 de la Constitución, punto 1 y punto 2  Aquí he de decir que por parte del cura párroco anterior  -Alfonso Águeda Martín- no hubo nunca dificultad para documentarse de dato alguno del archivo eclesiástico, le abría la puerta.  

La vida económica en este lugar.                                         

Refiriéndose nuestro autor -Excmo. señor don Manuel González Herrero, pues se hallaba en posesión de la Cruz de San Raimundo de Peñafort-  al pane lucrando de los habitantes de la villa expone: 'Santa María se muestra históricamente como un grupo humano evolucionado dedicado básicamente a las funciones ciudadanas : a la industria, a las artesanías -alfarería, fabricación de trillos- y a los servicios propios de una plaza mercantil. Hay una industria textil importante -paños "de la villa"- que todavía está en  auge a finales del siglo XVIII y que se extingue en el XIX con la fábrica de don Hipólito Mompín.  

[...] Después de la desaparición de la industria tradicional, Santa María de Nieva siguió con su característico aspecto de centro urbano, si bien calificado ahora por una población de funcionarios, y, principalmente, de curiales [...] que viven de cara a los campesinos  y a sus menudos pleitos. Añade don Manuel que 'se introduce en el ambiente  de la villa un aire de cierta cultura y un punto de refinamiento burgués. Sí, y en cuanto a los procuradores de entonces -prácticos, o sea, no licenciados en Derecho- una gran picaresca para conducir a los pleiteantes o litigantes.. ¡Ay de los labradores de pueblos circunvecinos  que cayeran en sus manos!    

 

Algo sobre los últimos MONPÍN que continuaron vinculados a Santa María de Nieva y a Béjar (Salamanca).   

Al tal don Hipólito  Monpin es a quien voy a aludir, no sin antes aclarar que, como apellido francés, es con ene, no con eme aunque le siga una pe-. En este error ortográfico suelen incurrir también cuantos hablan de  Alfredo Marquerie Monpín; sin ir más lejos la enciclopedia Wikipedia. E incluso en su esquela de defunción lo escriben con eme. [Falleció, como es notorio, el 31 de julio de 1974, en accidente automovilístico junto con su esposa, Pilar Calvo Rodero, ocurrido en la provincia de Cuenca -Minglanilla-, conduciendo ella]. No se debiera incurrir en este fallo teniendo idea de esta  historia, pero también incide  Felipe Molinero Rodríguez. No me extraña empero que en el recordatorio del fallecimiento de Adelina, que, como vemos, sobrevivió a su sobrino Alfredo año y medio, se escriba Monpin con eme.   

Descendiente de Hipólito Monpín es ADELINA MONPIN REY (1881-1975) y su hermana JOSEFINA MONPÍN REY, madre del que fuera periodista, poeta y escritor, el citado Marquerie. Adelina contrajo matrimonio con un  tan Escudero y tuvieron un comercio de tejidos en la Plaza Media Luna de Santa María de Nieva. De su matrimonio tuvo un hijo llamado José, y al quedarse viuda ambos se trasladaron a Madrid. Sobrevivió a éste, el cual pocos años estuvo casado, continuando viviendo con su madre, y dejó una hija pequeña de su matrimonio, llamada María Jose. La viuda no tardó en contraer segundas nupcias, yéndose, obviamente, a vivir a otra parte.  

En cuanto a Josefina se quedó viuda, también con un solo hijo, cuyo marido era militar y murió en 1923 en la guerra con Marruecos. Vivían en Segovia -era director del diario El Alcázar de Segovia, mas no voy a hablar de las andanzas literarias y artísticas  de padre e hijo en dicha ciudad-   donde Marquerie pasó su infancia, adolescencia y primeros años de juventud; su madre  continuó de por vida. En el buen tiempo las dos hermanas residían  aquí y en invierno se trasladaban  a Madrid, domicilio de Adelina, que siempre habitó, en la calle Divino Pastor. Con ambas hermanas se pierde el apellido Monpin, ya que sus respectivos, como es natural, lo llevan en segundo lugar. Ya queda algo explicado de los familiares de mi abuela paterna Filomena Rey.

¡Aquellos frailes dominicos!

Por tradición sé de la amistad de mí padre con los dominicos del Colegio de Santo Domingo. Era el P. Lobo el joven de la Comunidad, y de los mayores el P. Próculo; mediano el P. Mariano y el P. Ángel. A éste se le criticaba de frecuentes visitas a la huerta de Gálvez -así también a algún otro fraile-  y no, precisamente,  para comprar hortaliza, siendo vox populis, y nunca mejor dicho, que en ella se veía ...; bueno, corramos un velo acerca de aquellos dominicos a quienes sorprendió la guerra civil. 

Siempre es en mí, no solo posible, probable que hable de Santa María de Nieva -yo, como el Registro de la Propiedad, no adopto lo de Real-, en la página de "la saleta concerniente al pueblo se halla mi blog y se encuentra ya súper vista  esta fotografía que es la de Wikipedia:                                              

así como la de quienes  científicamente demostraron que este arcosolio es falso:                                                
He de persistir en mi lucha, digo una vez más, contra esta mentira, que es algo nunca visto, aun cuando sé que el Eclesiastés asegura: 'nihil novum sub sole', nada nuevo bajo el sol. Pero ya es rara avis in terris. un ave rara en la tierra, según los versos de Juvenal aplicados a las personas extrañas, extravagantes, y no cabe serlo más que quienes contra el ADN mitocondrial van.
                                                     

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