lunes, 29 de marzo de 2021

NADIE QUIERE A NADIE

Nadie es verdaderamente digno de envidia. ¡Cuántos, en cambio, dignos de lástima!  

- Schopenhauer -


Tomo el título de un "Capricho", de Goya, que se halla entre todos los suyos y La Tauromaquia; es también el de una corta novela de Concha Espina. Huelga decir que ella lo pone de relieve, es la tesis de esta narración. Lamentablemente este aserto es cierto si le anteponemos el adverbio de cantidad "casi", pues generalizar es arriesgado por aquello de que "no ay regla sin excepción", si bien las excepciones confirman la regla.

Tanto la vida como el arte o los libros nos llevan a la convicción de que en la sociedad impera precisamente ese amor fraterno predicado por Cristo, el cual no seguimos los cristianos, pues como sostiene Gustavo Flaubert, 'la fraternidad es una de las más bellas invenciones de la hipocresía social'. Bertrand Russell, en 'La conquista de la felicidad',  considera que 'el corazón humano, tal como lo ha formado la civilización moderna, está más inclinado al odio que al amor', y lo corrobora Benavente cuando opina que 'más se unen los hombres para compartir un mismo odio que para compartir un mismo amor'.

Habla este filósofo inglés de la competencia; ahora bien, competencia, de una forma u otra, hubo siempre. También habla de la fachada, de la vanidad, apariencia,  mas a ello ya se refería Séneca: 'Vívese por imitación más que por razón'. Y no cito a otros muchos autores del mismo criterio. El amor al prójimo es Mandamiento divino que, como los demás, cae en la humanidad abiertamente en el incumplimiento. Amor es caridad, virtud teologal del Más Acá porque Fe y Esperanza corresponden al  Más Allá. Bellamente define la caridad San Pablo en su primera carta a los corintios:

La caridad es sufrida, es dulce y bienhechora; la caridad no tiene envidia, no obra precipitada ni temerariamente, no se ensoberbece, no es ambiciosa, no busca sus intereses, no se irrita, no piensa mal, no se huelga de la injusticia, complácese, sí, en la verdad, a todo se acomoda, cree todo el bien del prójimo, todo lo espera y lo soporta todo.

Yuxtaposición hay entre la caridad y el amor de la pareja humana , ya Ortega y Gasset dice que 'cada uno ama según es'. Mucho tuvo de caridad el amor de Desdémona por Otelo, y él correspondió a la compasión de ella. El gran teórico del amor humano que fue Stendhal afirmó que 'las grandes pasiones son casi tan raras como los grandes hombres'. Ello aparte de que la pasión no es garantía por sí misma de amor; se confunde bastante amor y sexo. Está claro que lo que se ama se deseo, pero lo que se desea no tiene porqué amarse, ni de hecho se ama. Está aquí la distinción entre amor y sexo. A éste torpemente a veces se le llama amor. Ya se pregunta Groucho Marx, ¿Por qué lo llaman amor si quieren decir sexo?  Claro, una cosa es la pasión, y otra el amor. 

Pero no es del amor entre hombre y mujer, con anclaje en el sexo, a veces inhumano , aun siendo llamado amor humano, a lo que quiero conceder especial atención, sino al amor a Dios que implica el amor al prójimo. Ya sería conseguir bastante, y nunca se conseguirá ni en labor de equipo, aminorar nuestra crueldad, No circunscribamos ésta a tal o cual cronología y geografía, que ¡la crueldad -dice Nietzsche- es uno de los placeres más antiguas de la humanidad'. Lo corrobora la guerra, que es una constante el la humanidad, y que después de tanto alarde de civilización sigue en pie, llenando la vida -historia en la otra cara de la moneda- de sangre y no solo en países  tercermundistas.

Y qué decir del "crimen" individual, del atropello en toda la extensión de la palabra, que clama la justicia divina, y a veces por haber errado la humana. El hombre-¡ay!- víctima del hombre, según la conocida frase de Thomas Hobbes y siendo imprevisiblemente increíble, increíblemente imprevisible, la tortuosidad de la gente en su picaresca, y siempre la picaresca fue por delante del Derecho.  ya dice el escritor italiano Carlos Dossi: '¿Por qué, ¡oh insensatos! hacer granujerías fuera de la ley? ¡hay tanto sitio para hacerlas dentro! '     

Para Shakespeare  'El infierno está vacío. Todos los demonios están aquí'.  Schopenhauer dice que 'este mundo es un infierno y los hombres se dividen en almas atormentados y en diablos atormentadores'. Papeles son  estos que se intercambian constantemente; casi todos hacemos mal, y casi todos lo recibimos. A pocos les importa dañar; a todos nos preocupa la posibilidad de ser dañados. Antonio Machado lo expone así: 

'El hombre solo es rico en hipocresía...
En sus diez mil disfraces para engañar confía;
y con la doble llave que guarda su mansión,
para la ajena hace ganzúa de ladrón'. 

Es admisible que la vida sea, en principio, menos mala teniendo cubiertas las primeras necesidades, por aquello de que 'los náufragos no eligen puerto', pero mala es para todos. En ello si que se puede decir que están de acuerdo todos los autores; incluiré una cita más, la emitida por nuestro Premio Nobel  de Literatura José Camilo Cela: 'la vida es triste; tremendamente triste, y la humanidad, cruel'. Schopenhauer era rico y, sin embargo, no deja de ver que 'debemos considerar la vida como una continúa mentira en las pequeñas cosas y en las grandes'.

Este filósofo misógino -enemigo de la mujer, lo que ratificó no casándose -denominaba el matrimonio como "guerra y miseria"-  escribe con gran mundología de las desilusiones, de los dolores del mundo; veneraba a Gracián, lumbrera de la Iglesia, otro conocedor de hombre, para él es más feroz que las bestias. Del mundo y del hombre echan pestes otros eclesiásticos, tal como Fray Luís de Granada, en su 'Guía de pecadores', o Jaime Balmes, en 'El criterio'.  

Escribo este artículo echando peste del sentimiento del hombre  en vísperas del Día de la Fraternidad, bajo el punto de vista religioso.                                          


Ya hemos visto que para el autor de   'Madame Bovary' nada más quimerino. que el amor fraterno. Y al hablar del hombre queda claro que es en sentido genérico. Lo aclara en nuestros días Arturo Pérez Reverte:  'basta echar un vistazo para que salten a la cara la estupidez , la barbarie, la maldad, la infame naturaleza que el hombre y la mujer  -seamos partidarios también  en  la hijoputez- llevan en su esencia y suelen aflorar al menor descuido'.                                                               

Existe también el Día internacional de la fraternidad humana, que se celebra el 4 de febrero. Hipocresía y más hipocresía en aras a la política                                              



A pesar de todo...

A pesar de todo, no es que la vida sea bella -no falta autor que lo  asegura-, es evidente que no se compone la humanidad exclusivamente de hombres lobo, hay almas bellas, aunque desgraciadamente, y como asegura el  Eclesiastés, 'stultorum infinitus est numerus', el número de los tontos es infinito. El tonto, ya lo dice Unamuno, es dañino   Cicerón ya aseguró que 'la necedad es la madre de todos los males'. Y el 'Fénix de los Ingenios' expone:
'de cuanta cosas me cansan
fácilmente me defiendo,
pero no puedo guardarme
de los peligros de un tonto
'.

Hay almas bellas, pero éstas solo pueden comprenderse entre ellas 'Las almas bellas -Fenelón dice- son las únicas que saben todo lo que hay de grande en la bondad'.

No deja de doler estos versos de Juan Rico Amat, del 'Arrepentimiento', atribuido a Espronceda :

'No hay que buscar del mundo los placeres
pues que ninguno existe en realidad;
no hay que buscar amigos ni mujeres,
que es mentira el placer y la amistad'.

E hiere despiadadamente el inicio de la composición: 

''Triste es la vida cuando piensa el alma,
triste es vivir si siente el corazón'.

No hay comentarios:

Publicar un comentario