domingo, 7 de febrero de 2021

Acerca de la época de la fundación de la localidad segoviana de Santa María de Nieva (Segunda parte)

La trágica muerte del rey de Castilla cambió el rumbo.

Prematuramente murió a causa de una caída de caballo el 9 de octubre de 1390 en Alcalá de Henares a los once años de ser proclamado en el Monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas (Burgos) y 21 de su edad. Había, pues, nacido en 1358 no siendo su padre todavía rey. Se casó con Leonor de Aragón (m. 1375-1382) y seguidamente a quedarse viudo contrajo segundo matrimonio con Beatriz de Portugal, la cual tras su matrimonio efímero se retiro al Monasterio de Sancti Spiritu, de Toro ( Zamora), mas no en calidad de monja sino para vivir  en espacio colindante y acompañada de su Corte.Murió a la edad de 53 años, en 1420.   Su sepulcro se halla en dicho monasterio de dominicas. De la fecha de su óbito y lugar del mismo trato  en otro artículo, así como de su viudez ejemplar habiendo quedado viuda tan joven y rechazando varios pretendientes.

                                            


Con ella no tuvo descendencia; de Leonor nacieron Enrique III y  Fernando, rey de Aragón. Su tercer vástago fue hija  a la que se puso su nombre y por cuyo parto falleció a los 24 años en Cuéllar A la muerte del rey, su nueva esposa se halla en Madrid y acto seguido de recibir la noticia parte para Alcalá, quedando en Madrid el el príncipe D. Enrique y el infante D. Fernando, Fue enterrado en la Capilla del Palacio Arzobispal de Alcalá hasta ser trasladado a la de los Reyes nuevos en la catedral de Toledo 

Elección como monarca de Enrique III. Y descendencia.

Fue erigido en Madrid, como rey de Castilla, Enrique III. Contaba la edad de catorce años, y su esposa dieciocho . Fácticamente celebrada las bodas con la reina doña Catalina, su mujer, ya tienen el cetro y viven juntos. De la historia que desarrolló ya hablé en la primera parte de este articulo, me referiré ahora a la descendencia del matrimonio.   

Dio la reina a luz en Segovia (1401) a la princesa María a la que su madre en el testamento dejo desposada con su sobrino don Alfonso, hijo de su hermano el infante don Fernando, es decir, andando el tiempo, Alfonso V de Aragón En corto intervalo nació otra niña que recibió el nombre de su madre. Esta hija casó con don Enrique, hermano de don Alfonso V de Aragón, teniendo una vida amarga viendo el enfrentamiento de su marido con su hermano el rey de Castilla; no tuvieron hijos y murió de mal parto en 1439 a la edad de 36 años. La muerte la evitó conocer la de su  primo y marido seis años después al ser herido en la batalla de olmedo y en su huida a la altura de Calatayud por gangrena de la herida  en un brazo. AL quedarse viudo se había casado con Beatriz Pimentel, hija del conde Benavente.   No tardarían los reyes de Castilla  en tener la tan deseada descendencia varonil. Nació en Toro el 6 de marzo de 1405 un hijo al que pusieron por nombre Juan en memoria de los abuelos: el materno Juan de Gante, el paterno Juan I de Castilla. En Valladolid fue jurado, por los distintos reinos, sucesor del rey de Castilla, al que no llegaría a conocer, pues no había cumplido dos años cuando le  ciñó la orfandad paterna. 

Se quedó viuda doña Catalina, el 25 de diciembre en la Navidad del año y lugar dichos, a los 31 años y con tres hijos.pequeños. 

Tutoría de Juan ll. 

Hubo su madre de compartirla con su cuñado , el susodicho infante don Fernando, deslizándose la misma en armonía y, consecuentemente, sufriendo contrariedad, como asimismo Castilla,  cuando por fallecimiento de D. Martín el Humano, fue llamado  a ocupar el trono de Aragón.. Surgieron entonces turbaciones e intrigas palaciegas. Fue para la Reina la etapa más desagradable los dos años que sobrevivió /a don Fernando, ya que al morir éste quedó como única tutora. La creó problemas, por la custodia y crianza del menor, D. Juan de Velasco y D. Diego López de Zúñiga, a quienes por el testamento correspondía tener y educar al príncipe.

Habían recibido estos señores doce mil florines de oro para que desistieran de ello, lo que aceptaron por intercesión del ya Fernando I de Aragón, pero al hallarse sola la reina vuelven a la carga, apoyándoles en esta ocasión el arzobispo de Toledo, D. Sancho de Rojas, y ella accede por no ir contra la voluntad testamentaria de su amado esposo. Satisfechos de que no se negara, desisten de su pretensión, pero el haberse llegado a este resolución sin contar la reina con D. Alfonso Enriquez, almirante; D. Rui López Dávalos, condestable, y D.  Pedro Manrique , adelantado de León, que eran del Consejo, motivó descontentos. 

Muerte de Fernando I de Aragón.

Murió el 2 de abril de 1416, reinó cuatro años escasos, pues había sido proclamado el rey el 28 de junio de 1412, y  doña Catalina  le hizo suntuosos funerales en Valladolid a los que asistió personalmente, a pesar de hallarse bastante delicada de salud. Muchos e intrincados problemas resolvieron de mancomún. y su agradecimiento y afecto eran grandes por la acrisolada lealtad al príncipe, su sobrino, rechazando la corona al serlo ofrecida por muchos nobles, mientras, por otro lado, no entró en las maquinaciones de la reina madre doña Leonor de Aragón, dominada por su favorita doña Leonor López, que hubieran suscitado luchas civiles.

Funesta para nuestra historia han sido las tutorías, no obstante en la de Juan II se dio la excepción de que hubo paz interior y engrandecimiento exterior. ¡Lástima que sus hijos no salieran a él y motivaran con los primos guerra civil! Ya hemos visto cómo el infante don Enrique muere a manos de su odiado Álvaro de Luna, de cuyo único buen valido hablo ex profeso en un articulo de este blog. He aquí su sepulcro y el de su esposa, doña Juana de Pimentel, en la Capilla de Santiago, catedral de Toledo.

                                       

Álvaro de Luna y Juana Pimentel

Gobierno en Castilla de  Catalina de Lancaster y de su cuñado el Infante Fernando. 

Conforme al testamento que Enrique III hizo en Segovia el día primero de 1407 con presencia de las cortes y jurar la tutoría la reina y el infante de D. Fernando, había que continuar la Reconquista En base a este documento se dividió para su gobernación el territorio: la reina de Segovia para arriba, y el infante la zona hacia Andalucía, teatro de la guerra.Partió para ésta, y en 1411 conquistó Antequera, por lo a partir de entonces recibió el apelativo con que ha pasado a la posteridad: 'Don Fernando el de Antequera'.                                         

 

Vuelta fugaz al Gran cisma.

Muy católica Catalina de Lancaster le satisfizo enormemente que que su cuñado como rey de Aragón secundara a su esposo contra el aragonés Pedro de Luna (Benedicto XIII) que prolongaba el Cisma de Occidente, apartándose de este antipapa como años atrás había hecho su hermano, papado que aún se extenderá bastantes años encontrándose realmente abandonado de todos sus seguidores, incluso de amigo y acérrimo partidario san Vicente Ferrer.        

Catalina de Lancaster benefactora de la Iglesia.          

Aparte de crear el pueblo de cuya referencia partimos [Enrique Florez, en su 'Memorias de las reinas católicas' lo alude así: 'Fundó también la iglesia de Santa María de Nieva, cuya Sagrada Imagen se descubrió en sus días,y la donó a los Padres Dominicos en el año 1399,haciéndoles muchas mercedes], su hervor religioso la llevó a fundar también el convento de dominicas de Mayorga (Valladolid). En Santiago hizo, con el el rey, una donación para que durante la veinticuatro horas del día ardiesen delante del altar mayor del Apóstol tres cirios y una lámpara de plata.  A la catedral de Toledo regaló una cruz de oro guarnecida de piedra preciosas. Como colofón de su religiosidad las siguientes líneas en su testamento: 

'Considerando y parando mientes en como la vida de este mundo es fallecedera, y catando esto y sabiendo como yo he de ir a aquella vida perdurable, donde siempre he de durar, la cual no se puede ganar sin hacer bien, limosnas y buenas obras'... 

Ha sido calificada de muy honesta, liberal y magnífica, de genio muy llano y de condición afable.    

                                      

Fundado inicialmente en 1394.

Muerte de la abuela materna de Enrique IV y de Isabel la Católica. 

En cuanto a su prosopografía, o características físicas, sabemos que fue voluminosa y llegó a ponerse excesivamente gruesa, sin que por su obesidad dejara de comer mucho, debido a lo cual enfermó de perlesía. Muere a los cuarenta y cuatro años verdaderamente senil; ahora bien, si pronto perdió la juventud, siempre conservó su inteligencia y la belleza de su alma.                                                    

Murió en Valladolid el 2 de junio de 1418 en compañía de sus hijos, del condestable de Castilla,  don Álvaro de Luna, del almirante mayor de Castilla, don Alfonso Enríquez, de don Sancho de Rojas, arzobispo de Toledo, y algún otro personaje.. Fue su deseo ser enterrada al lado de su marido.  Al año siguiente de su muerte se le  trasladó junto a él, fue el domingo 10 de diciembre de 1419.                                           
      Sepulcro al lado del Evangelio.
El epitafio dice: 
Aquí yace la muy catholica y esclarecida señora reina doña Catalina de Castilla , e Leon, mujer del muy temido rey D. Enrique, madre del muy poderoso rey don Juan, tutora, e regidora de sus reinos, hija del muy noble principe D. Juan , primogenito del reyno de Inglaterra, duque de guilana e Alancastre , e de la infanta doña Constanza, primogenita y heredera de los reynos de Castilla, duquesa de Alancastre, nieta de los justicieros reyes, el rey Aduarte de Inglaterra, e del rey D. Pedro de Castilla: por la cual es paz y concordia puesta para siempre. Esta señora finó en Valladolid a dos dias de junio de MCCCCXVIII años. Fue trasladada aquí domingo X dias de diciembre de MCCCCIX años.

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