domingo, 19 de julio de 2015

Funesto segundo bipartidismo español, y éste con rey. El Rey que entregaría el Sahara a Hassan II

En política, nada sucede por accidente. Si esto sucede,
usted puede apostar que fue planeado de esa manera.
                         -Franklin Roosevel- 

 Los gobiernos del PSOE y del PP que han venido gobernando hasta el día de hoy, alternándose en el poder y en la oposición, nos han traido a la aciaga situación en que se encuentra España, el país de mayor número de paro y del que sólo cabe salir mediante el llamado por el pueblo 'contrato basura', que Rajoy impone. Todo es imponente -en su acepción de infundir asombro, miedo- en el Presidente de los Recortes al ciudadano, su creación, por ejemplo de los ERES, para gran facilidad de despidos llaborales o el desahucio exprés para apresurar, acelerar, su trámite judicial, que se vea cuanto antes en la calle quien por hallarse en paro no puede pagar su casa. Es un presidente que, lejos de solucionar los problemas, los extensififica e intensifica. Es la España de Rajoy el país de mayor diferencia social, el pobre cada vez más pobre, incluso gran número de clase adinerada, en tanto su política favoreció a ciertos sectores de ricos que, por el contrario de arruinar, elevó a súper ricos. Otrora hubo bandidos que robaban a los ricos para dárselo a los pobres -alguno así lo declaró-, hoy se hace todo lo contrario: tijeretazo a los derechos sociales, educación, sanidad, etcétera, pero no se corta por lo sano, se eliminan, las Autonomías, que España, cual es evidente, no puede sostener, además de no conducir a nada positivo sino todo lo contrario.

Vil e indigno es el incremento del desnivel social. Ha de procederse con miramientos, respeto, atención a todas las personas, a toda la escala social. Se ha esquilmado, devorado, muchas fortunas ad maiorem gloriam, para mayor gloria, beneficio, de otras, y se ha llegado a una sociedad en la que la nota dominante es la extrema pobreza y la extrema riqueza, ya digo aumento de la desigualdad, cual se viene repitiendo a diestro y  siniestro, y todo cuanto se diga es poco. 

Y ahora Rajoy muy preocupado se ecuentra pero, por no dejar de mentir en todo, expone que está muy tranquilo. La verdad es que no deja de concebir la esperanza de volver a engañar y, próximas ya las Elecciones generales, ha empezado a procer nuevamente con el 'cuento de la lechera'. Pues no, Mariano, ya no cuela, la inmensa mayoría de los españoles pueden hacer suya con respecto a su persona esta frase de Nietzche: Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti. Sé que votos no han de faltarle, cuenta con sus estómagos agradecidos y con los tontos útiles, que nunca faltan, mas ahora se va enfrentar a una oposición de verdad, es decir, con formalidad, eficacia y empeño. No va a ser el juego del bipartidismo. Por otra parte el """democrático""" presidente no deja de abusar del ciudadano, fastidiarle; últimamente con recortes de libertad, harto tratados y cuya 'ley mordaza' ha sido llevada al Tribunal Constitucional. Rajoy no entiende la huida en masa de su electorado, entonces no se le puede felicitar por su intelecto. En conclusión, la ciudadanía, muy desengañada del PSOE y totalmente del PP, está anhelente de la desaparión del bipartidismo. ¡Cuán doloroso es para la misma la actual situación a que ha sido llevada en esta monarquía instaurada por Franco, cuánto ha ido cayendo en el camino y para llegar a la crisis monumental que padecemos! Y para más inri, para mayor escarnio, tenemos que oír al referido que ya hemos salido de la crisis. Al menos Aznar ha informado de que España está hipotecada y para largo. 
   
Se inició la monarquía con teatralidad y entrega del Sahara Español a Hassan II. 

Si se inició de tan triste manera, no acabó mejor el rey elegido por el Caudillo. El laureado militar Amadeo Martínez Inglés relata así aquel hecho.
Fue un error, nacido de la precipitación y de la falta de análisis de la situación creada en el Sahara, que bien pudo provocar un cataclismo político en nuestro país e, incluso, la guerra total con Marruecos en un momento de extrema debilidad nacional. [...] Me estoy refiriendo al no demasiado conocido, por los españoles, extraño viaje de Juan Carlos, ya jefe del Estado en funciones, a la capital del Sahara Español (El Aaium), justo al día siguiente de asumir el cargo y sin encomendarse a nadie ni a nada; para, según él y su pequeño séquito, "levantar la moral" de las fuerzas españolas de guarnición en aquel territorio. Que enfrentaban, es cierto, una preocupante situación estratégica, táctica, logística, política y de todo orden al venírseles encima la maquiavélica "invasión pacífica" diseñada por Hassan II de Marruecos.
 Véamos cómo continúa refiriéndolo en su libro, 'El rey que no amaba a los elefantes' 
La improvisada legación llega pues por sorpresa a El Aaium  y en el primer acto oficial, una parada castrense en el acuatelamiento del Tercio, el príncipe les espeta a los militares allí congragados que España no les va a abandonar y que cumplirá sus compromisos con los saharauis  utilizando todos los medios necesarios, sin importar sacrificio alguno. [...] <<España no claudicará ante el órdago de Hassan II y no permitirá la violación de su frontera norte por parte de la llamada 'Marcha Verde' o las Fuerzas Armadas alauíes.>>
Cuando así toma el pelo a los militares destacados en El Sahara -unos seis mil legionarios, más nómadas y soldados de reemplazo- se halla tratando de vender el territorio a Marruecos a cambio de su trono. Véase el vídio titulado 'La gran traición del rey y el gobierno español al Sahara'. Como apunta también el vídeo:
En este acto hasta se permitió el lujo de representar el papel de un moderno "Escipión el Africano a la española", diciéndoles a los oficiales: 'España no dará un paso atrás, cumplirá todos sus compromisos, respetará el derecho de los saharauís a ser libres. No dudéis que vuetro comandante en jefe estará aquí, con vosotros, en cuanto suene el primer disparo. [...] La Marcha Verde invade la antigua provincia africana española. En virtud del pacto secreto (alta traición) entre Kissinger, Hassan II y el flamante nuevo jefe del Estado español. [...]  La gran traición del actual rey y gobierno de España en 1975, en aquellos fatídicos días en que la muerte de Franco era inminente, el actual rey de España prefería traicionar a los que se consideraban españoles en 1975. 
¡Vaya con el que Martínez Inglés denomina general de guardarropía! Tan preparado está todo que, como cuenta dicho historiador, 'Hassan II llama de inmediato al príncipe nada más aterrizar éste en Madrid y cínicamente la felicita por su valiente gesto, a la vez que amenaza al Gobierno español con la guerra total si un solo de sus súbditos es abatido por el Ejército español en el Sahara'. 



Vergonzoso Pacto de Madrid. 

Continuando reflejando el criterio de dicho destacado militar.
El hechizo castrense, el subirón de moralina del Ejército de Franco, se vendrá abajo con estrépito escasos días después de la visita de Juan Carlos, cuando el Gobierno de Arias, atrapado entre la agonía del dictador, las amenazas marroquíes y los apresurados informes del Alto Estado Mayor, desaconsejando totalmente la guerra con Hassan II, aun a costa de abandonar vergonzosamente la totalidad del territorio en litigio. [...] Pacto de Madrid, en virtud del cual España entregará, sin contrapartida alguna, a excepción de una paz humillante, toda la parte norte del vasto territorio que controla (el más rico con las minas de fosfato a cielo abierto más importantes del mundo) a Marruecos      
                                                                  
 A la Marcha Verde, pese a ser pacífica, a decir de la mentirosa propaganda política, se añadieron veinticinco mil soldados marroquíes. Se enconaba por horas, y el presidente del Gobierno, Arias Navarro, envió a Rabat al ex ministro José Solís Ruiiz, conocido como <<la sonrisa del Régimen>>, que ya no estaba para sonreir, para solicitar compasión, explícita o implícitamente, planeando una urgente conferencia con el reino alauí, con la finalidad y resultado ya expuestos.  
La estupefacción que semejante Pacto (realizado con nocturnidad y alevosía) produce en el Ejército español, que había empezado ya a movilizar a sus mejores unidades operativas, las denominadas de <<intervención inmediata>>, con vistas a la guerra total con Marruecos, es de antología. Se culpa de inmediato al Gobierno de intrismo y traición; pero también de estúpido, frívolo, indocumentado y figurón a su nuevo comandante en jefe, el príncipe de España, Juan Carlos, quien según el clamor de las salas de banderas, ha cedido a las presiones de los políticos y ha abandonado a las tropas destacadas en el Sahara.
La verdad era peor. En todo caso, quedó peor que Cagancho en Almagro. 

El revelante militar coadyuvó poderosamente a erradicar el servicio militar. 

Me he servido para hablar de la pérdida del Sahara Español del citado libro del ilustre militar republicano Amadeo Martínez Inglés a quien los jóvenes españoles deben algo que Antonio Gala rechazo de plano por el mucho daño que hacía  material y moralmente, e incluso las milicias universitarias tenían enorme inconveniente. El referido, cumpliendo los seis meses de alferez fue expulsado y obligado a hacer la mili de soldado. Una buena pintura de ésta hace en su artículo <<Soldadito español>>, publicado en País Semanal en 1985. He aquí unas líneas del mismo.
El servicio militar obligatorio me parece inútl y muy perjudicial. Lo que en él se muestra de los profesionales es su cara peor: la puerilidad, la indescriminada disciplina, la asombrosa pérdida de tiemp, los suboficiales imbécilies y los oficiales que no lo son menos, el dejar los cojones a la puerta del cuartel, el honor militar tan lejano del nuestro (puesto que humilla y despersonaliza), el vano intento de atiborrar un año con memeces estériles, la obediencia baldía, la denigrante prisa para no llegar a ningún sitio. Un día en un cuartel provocaría la carcajada si no provocara la indignación...     
Hacía diez años que había acabado la dictadura franquista, que se hablaba de democracia y libertad, y no obstante fue procesado. Nueve años después declara en una entrevista. 
Eso fue lo que me ocurrió con "Soldadito español", que me procesaron, con el consentimiento del PSOE A mí aquello del Consejo Supremo de Justicia Militar me recordó al último proceso de la Inquisición -porque la gente cree que la Inquisición se acaba muy pronto, pero no es así, llega hasta Carlos IV- cuando procesó a Juan Carlos de Olavide. Pues a mí, lo de "Soldadito Español", me pareció el último coletazo de la Inquisición. Y lo que estaba era adelantándo a los tiempos, porque ahora todos esos conceptos de la oblitoriedad del servicio militar, de los objetores y de los insumisos están revisándose. Yo me adelanté.
Coincido con él en cuanto a lo que de despersonalización y humillante tenía para el soldado de leva la mili, lo que por mi parte no implica odio a lo militar, es una prefesión como otra cualquiera pero, como cualquier también, que la siga quien guste de ella. El soldado que sea profesional, y es tanto mejor para lo militar. Si a Gala le costó su razonable criterio lo que acabamos de exponer por boca de él, al prestigioso coronel Martínez Inglés, ex profesor de Historia Militar en la Escuela de Oficiales de Estado Mayor, le motivó igualmente disgustos cuanto luchó por eliminar el servicio militar.  De su lucha nos dice:
Yo, amigos, estoy acostumbrado a luchar solo. Lo hice en el año 1989 cuando me enfrenté a la cúpula castrense franquista del momento, al ministro de Defena Narcís Serra y al Gobierno socialista en pleno, para conseguir erradicar de este país la mili obligatoria que, sin servir para mantener una defensa exterior efectiva, se cobraba la vida de más de doscientos jóvenes al año en accidentes (por falta de preparación técnica de los mismos) y en suicidios. Objetivo que lograría por fin en 1996, curiosamente, con la llegada de la derecha al poder.
No silencia -es de elogiar su sinceridad- la existencia de suicidios en la mili, que en todo tiempo los hubo, y no cabe sea por exceso de mimo al soldadito. De entrada era estar juntos y aun revueltos diversas naturalezas, educación, preparaciones, clases, y recibiendo todos el mismo trato; era incuestionablemente un periodo de la vida, para gran parte de los llamados a filas, un trance amargo, duro, que lógica y naturalmente cada vez era más rechazado buscando subterfugios para no ir a la mili, ya que llegó un día en que se hizo obligatoria para todos, que no se podía evitar con dinero. Nadie de quien pudo hacerlo dejó de efectuarlo, y ello es sumamente elocuente de lo que era la mili. Bueno, es tema del que ahora no trato de modo específico. Eliminada hace diez años, fue para mí enorme alegrría que mi hijo no tuviera que hacer el servicio militar, ya fuera en equis Arma, ya en la Milicia Universitaria. Repito, nada contra el Ejército, todo contra el soldado de leva. 

Hay un refrán según el cual no hay bien ni mal que cien años dure. En cuanto a la mili hubo una época en que algunos tuvieron que hacerla por duplicado y se llevó gran parte de su juventud -caso por ejemplo del humorista Miguel Gila-. En lo que al bipartidismo atañe llevamos casi una cuarentena, y el  reinado de Juan Carlos I duró treinta y ocho años y medio. Que pronto podamos celebrar también la desaparición política de Rajoy y del bipartidismo. 

A ver si pronto vemos alguna justicia social -gobernar para la persona- y más justicia en general, que, como dijo Plutarco, Júpiter mismo, no puede gobernar sin justicia. 
                       

No hay comentarios:

Publicar un comentario