lunes, 16 de diciembre de 2024

Nuestro destino: "ser-para-la-muerte" -Kiergaard. - Algunos importantes pensamientos sobre la misma.

 
¿El alma, dónde nace, cómo se ubica, cuál es su destino?
 
Suele entenderse erróneamente que alma y espíritu es lo mismo. Nequaquam, Espíritu, del latín spiritus es 'ser inmaterial y dotado de razón'. En cuanto al alma veamos lo que nos dice el diccionario: "En las plantas es el principio de vida vegetativa vegetativa, y en los animales un principio de vida sensitiva. Pero el alma humana es superior, pues es además de vegetativa y sensitiva, raciona, espiritual e inmortal. El alma y cuerpo del hombre están de tal mera unidos en una sola naturaleza y persona, que se dice que el alma es la forma sustancial del cuerpo , es el principio de vida que hace al cuerpo lo que es: un cuerpo humano. Cada alma humana es creada por Dios e infundida por Él mismo en el momento de la concepción".  
 
La Eternidad.

Un fundamental tema para la Religión y la Ciencia Bajo el punto de vista de la primera, veamos lo que expone el Diccionario Católico de información bíblica y religiosa', inserto en la Biblia The Catholic Press, Chicago, Illinois 1970.  
 
"División sin principio ni fin. La noción completa de eternidad incluye varias ideas:  a)  vida; a) vida sin principio ni fin; A completa posesión de esta vida, completa en cada instante de manera que no hay ni "antes" ni "después", sino solamente "ahora;" 4) vida perfecta por excelencia. Eternidad en ese sentido puede aplicarse solamente a Dios. En un sentido diferente, eternidad puede también aplicarse al periodo sin fin posterior a la muerte, que tocará en suerte a todo hombre en el cielo o en el infierno". Lo subrayo como la idea general que de ella se tiene. 

La ciencia difiere, sostiene que "este universo, como todo lo creado, no es eterno. Todo es contingente, el universo es contingente. ¿Qué significa contingente? Que pasa de lo no creado a lo creado, y de lo creado a lo no creado. 
                                                              
Tiempo y eternidad


 
En su <visitar> nos aporta suficiente información de la eternidad; ésta abarca, como ya he ficho, antes de la creación y después del fin del mundo. "En medio está el tiempo, el tiempo de los hombres, el tiempo de la historia, como un gran paréntesis".  En cuanto al tiempo hay que considerar que el tiempo para Dios es muy distinto al nuestro. En la Segunda Carta de San Pedro, capítulo 3, 'Segunda venida de Cristo',  nos informa que "un día respecto de Dios es como mil años, y mil años como un día. Porque para Él no hay nada pasado ni venidero, sino que todo es presente". Valga la reiteración de esto, que es realmente ininteligible como todo en su Persona.
 
Siendo la Religión una de la etiquetas de mi blog, existen en él artículos en que hablo de la existencia de Dios y la muerte (en cuanto a ésta no dejé de realizarlo en la prensa de papel en la fecha de su conmemoración). El tema viene a ser la clásica sinfonía inacabada. ¿Será siempre una incógnita indespejable? Indubitablemente. Es descorazonador este criterio de Dostoivski: "la muerte es el fin de todo, si una vez mueres, te vas para siempre, no queda nada de ti, ningún alma vuela al cielo". (Lo subrayo por lo que tiene de terrible). Él luchó con la idea de la muerte toda su vida. [...] "Lo importante es la vida, la vida y nada más". Pero creyente se contradice:  En "Los hermanos Karamazov" expone: "dejarme ser vil y rastrero pero permitid que bese el sudario que encubre a mi Dios. Pues, aunque siga al demonio, sigo siendo vuestro Vuestro hijo, oh Señor, y amo y siento esa dicha sin la que el mundo no puede existir".  
 
Nietzsche piensa que "la muerte no nos deja descansar, es la pérfida de la esperanza, entendiendo ésta como posibilidad a secas, o como la posibilidad de otro horizonte posible", Schopenhauer considera que "la vida está llena de sufrimientos, pérdidas, traiciones y de manera inevitable el paso del tiempo que nos conduce a la vejez y la muerte". Si para Schopenhauer "la vida -dixit- es una mierda";  él detesta de la ida y de la muerte, no así Unamuno en cuanto la vida, pero de la muerte a rabiar, en modo alguno le satisface tal paso, llegando a manifestar: "no sé lo que daría por saber que después de muerto seguiría siendo Miguel de Unamuno. En su concepto, "la muerte no es opción, sino realidad dolorosa y terrible, es destino y es condena".  
 
Voy a poner broche a este artículo con el criterio de Ortega y Gasset que nos invita a mirar la muerte no sólo como un final, sino como un concepto que da sentido a nuestra propia conciencia. Imagina que la muerte es como un escenario que se revela en el último acto de una obra de teatro. Su experiencia no sólo marca el cierre de un ciclo, sino que también resalta la importancia de cada momento en nuestra vida. [...] La muerte es uno de los grandes dilemas de la humanidad. En su obra "La rebelión de las masas", aborda cómo la percepción de la muerte afecta a nuestra conducta y decisiones diarias.